Irina Williams palideció al sentir la mano del heredero sostenerla, mientras éste parecía disfrutar a placer al ver el miedo en su mirada y sentir que ella estaba a su merced.__Volveré a casa -dijo temblando- prometo no salir más....es que mamá no sabe, ella se molestará conmigo...¿usted no le dirá, verdad?__¿Por qué no estás en la fiesta? - preguntó el heredero, y ella hizo un profundo silencio- ¿Te ocultan, no es así?__¡No, claro que no, no me gustan las fiestas...son aburridas...y ésta es horrible...- mintió aún escondiendo más su rostro.__Sé que eres Irina Williams, la hija de Amaranta, hermanastra de mi esposa. ¿Algo más que saber?__Debo volver...era dar un paseo, solo eso.... ¿No dirá usted nada, verdad? Al fin y al cabo ¿Qué le importa? No es problema suyo.Gael Georgiou se acercó haciéndola temblar aún más, ella volteó para huir y nuevamente fue prisionera por la mano.__Le contaré al señor Bianchi y a su mujer que quieres escapar de casa, la calle es peligrosa para una
Gael Georgiou sabía mover las piezas a su favor, estaba desconcertado, se había hecho una idea de lo que iba a representar Anabella en su vida.Salió fuera de la terraza en medio de la noche con la bata abierta sin importar el frío que hacía en esa noche de invierno.__Enamorada de mi desde siempre y gozando de lo lindo con otro u otros ¿Pretenden engañarme a mí? Jugar con mi inteligencia, y su padre habla como si fuera una joya inmaculada jamás encontrada, haberme casado fue una idiotez de mi parte...nunca me ha gustado lo que otros usan. -Gael Georgiou no razonaba, se sentía engañado profundamente, pero luego de pelear tanto en soledad, recordó a Irina Williams y una carcajada repentina le sobrevino, mientras cerraba su bata, y espetó- ¡Qué chica tan elocuente, es una lástima que me hayas casado con Anabella, pero más el pesar es para mi mentirosa esposa porque si antes me contuve, ahora no, me gusta lo exclusivo y lo prohibido, desde que vi a esa chiquilla no dejó de pensarla..
El joven Matteo Bianchi un joven de corazón puro que ha conocido a su padre con todos sus arrebatos, pero también ha visto a su madre y ha convivido con sus sustos y sus dolores.Nadie lo ha visto quejarse, sino que habita en su propio silencio autoreconociendose entre lo noble y lo malo, entre lo turbio y lo claro.Él vió a Irina Williams retirarse de la mesa, no quitó su vista de ella hasta verla alejarse, no pudo evitarlo, dejó de comer._No entiendo señora Delia -dijo como si calculara sus palabras- ella parece odiarme, yo no sé cómo es Irina, solo que es mi hermana._Niño Matteo, debes obedecer a tu padre, no vengas de este lado aunque te lo ordene. Usted es el varón de los Bianchi y su desobediencia no recae sobre usted, sino del lado que usted elija, usted lo sabe, sea noble para los menos atendidos._Papá, ni mamá, ni aún mi hermana Anabella la quieren, Irina es una chica extraña, yo quiero conocerla, quizás la quiera con todos sus piojos y sus pulgas que tenga._Ay mi niñ
Gael Georgiou regreso a casa y vió a su esposa muy relajada después del baño de espuma, ella al verlo se puso muy coqueta._ Vístete que vamos a salir. -dijo tras una frialdad en su carácter._Gael, cariño..._Anabella, vamos a casa de tus padres, creí que estabas interesada en saber lo que le ha sucedido a Amaranta._Ella está bien, mi padre es un alarmista._¿Cómo lo sabes? -preguntó él esperando escuchar algo que justifique su despreocupación- Si tu padre te llamó es porque te necesita, al punto que me llamó a mi, dice que te niegas a ir porque yo te lo prohibí._Cariño, si conocieras a mi padre podrías comprenderme, hace una tormenta en un vaso de agua, mamá está bien._¿No irás a verla? -preguntó nuevamente._No, ¿Para qué? Es nuestra luna de miel y debemos aprovechar para buscar a nuestro heredero._Okey, ¿no vas entonces?, pero yo sí. Amaranta es tu madre..._No lo es, mi madre murió...es cierto que ella me ha cuidado y,..._No puedo creerlo, da su vida por ti -rió con malici
Los días transcurrían velozmente, e Irina recibió el trato que el señor Bianchi creyó que le correspondía, aprovechando que Amaranta estaba de reposo y se mantenía en su habitación, él le mandó a poner el uniforme de servicio de cocina.Ella lo hizo y se mostró atenta a cumplir con los quehaceres que le correspondía, Delia quiso detenerla, pero fue inevitable._Es la forma de pagar lo que consumo en esta casa, dice que no tendré remuneración más que techo y comida, y me parece justo, ¿por qué a usted no?_No quiero verla así, no lo merece..._Yo no soy su hija Delia, no tengo familia, eso dijo ese señor y estoy de acuerdo...la señora Amaranta debió morir de una vez, no se lo deseo, pero eso hubiese sido lo mejor..._¡¿Qué estás diciendo niña Irina?! - la mujer se contuvo alarmada._Irina la bastarda, esa soy yo, envíteme el niña... y el Williams, no quiero nada de esa odiosa mujer, aparte de infeliz, mala madre, es cobarde...se tiende a morirse para que ese permanezca a su lado cons
Amaranta se levantó y fue directo a la cocina y allí estaba Irina Williams; su hija. Ella día a día trapeaba el piso y en esa ocasión fue justo para su madre verla._Señora Amaranta, Dios mío...-corrió a recibirlas Delia, ¿qué hace acá?Irina no se detuvo, siguió como si nada pasaba, y su madre respiró profundo ante el dolor de verla tan ajena._Irina, puedes lavar la loza también -dijo su madre mostrándose fuerte._Señora vuelva a la cama, por favor...el señor Bianchi se molestará..._Irina, levántate de allí, te estoy hablando...soy tu madre._Señora, se lo suplico, deje a la niña que haga lo que está haciendo...ella está bien, dice que...el trabajo la relaja._Delia, que me de la cara, quiero verla antes de volver a mi habitación... Irina, Irina mírame...-la chica se levantó y caminó haciendo caso omiso a su madre, jamás le dió la cara y la mujer lloró terriblemente mientras volvía a su habitación._Señora, debe recuperarse, el doctor ha sido claro..._Me odia, yo lo sé, mi hija me
Delia llegó agitada de sus compras, sus alterados nervios la hizo llegar hasta Amaranta, ella dormía profundamente.Era inevitable sentirse de esa manera cada vez que Gael Georgiou la buscaba por alguna información.No paraba de mirar a Amaranta, las lágrimas fluían incesante y nada podía hacer sino detenerse a llorar._Ay Señora, ¿qué voy a hacer con tantos secretos? -pensó sintiéndose atemorizada ante lo dicho por Gael Giorgio- Es cierto que usted ha apartado a Irina Williams, pero lo hizo por amor a su propia hija, mi señora, era un compromiso al que usted no podía faltar, ya que su familia, específicamente su padre la obligó a casarse con el señor Bianchi. Señora amaranta usted no merecía ésto, usted no merecía vivir una vida así, una vida de sobresaltos, de dolor, pero tenía que hacerlo...solo así podía tener a su hija cerca y no darla en adopción, es un sacrificio mi señora, es un sacrificio que ahora usted paga a un precio muy elevado, siquiera cuando la niña estaba en la cas
Amaranta entró a su casa, de inmediato fue a su habitación y con ella Delia, ambas mujeres estaban realmente perturbadas.El joven Matteo como ya se le había hecho costumbre se había quedado para buscar sus alimentos en la cocina, así podía ver a Irina aunque ella no le hablaba.Allí quedaba aislado viéndola y ella terminaba por esconderse como si huyera de aquel lugar en donde estuviera su hermano.Mientras en la habitación Amaranta lloró de la impotencia, no podía contenerse con su rostro endurecido y un espasmo de dolor en su pecho._¿Señora usted vió lo mismo que yo? -preguntó Delia atormentada - ¿Acaso ese hombre si es Sams Ferrari?_Lo es..._Señora hay un problema mayor, el señor Gael Georgiou, sabe mucho señora, sabe que Irina es una niña despreciada en esta casa, y ha puesto sus ojos en ella, dice que si usted no hace nada para salvarla del señor Bianchi y de sus maltratos, él lo hará, dice que en el momento que Irina quiera escapar de esta casa será él quien se la lleve y n