Amaranta se levantó y fue directo a la cocina y allí estaba Irina Williams; su hija. Ella día a día trapeaba el piso y en esa ocasión fue justo para su madre verla._Señora Amaranta, Dios mío...-corrió a recibirlas Delia, ¿qué hace acá?Irina no se detuvo, siguió como si nada pasaba, y su madre respiró profundo ante el dolor de verla tan ajena._Irina, puedes lavar la loza también -dijo su madre mostrándose fuerte._Señora vuelva a la cama, por favor...el señor Bianchi se molestará..._Irina, levántate de allí, te estoy hablando...soy tu madre._Señora, se lo suplico, deje a la niña que haga lo que está haciendo...ella está bien, dice que...el trabajo la relaja._Delia, que me de la cara, quiero verla antes de volver a mi habitación... Irina, Irina mírame...-la chica se levantó y caminó haciendo caso omiso a su madre, jamás le dió la cara y la mujer lloró terriblemente mientras volvía a su habitación._Señora, debe recuperarse, el doctor ha sido claro..._Me odia, yo lo sé, mi hija me
Delia llegó agitada de sus compras, sus alterados nervios la hizo llegar hasta Amaranta, ella dormía profundamente.Era inevitable sentirse de esa manera cada vez que Gael Georgiou la buscaba por alguna información.No paraba de mirar a Amaranta, las lágrimas fluían incesante y nada podía hacer sino detenerse a llorar._Ay Señora, ¿qué voy a hacer con tantos secretos? -pensó sintiéndose atemorizada ante lo dicho por Gael Giorgio- Es cierto que usted ha apartado a Irina Williams, pero lo hizo por amor a su propia hija, mi señora, era un compromiso al que usted no podía faltar, ya que su familia, específicamente su padre la obligó a casarse con el señor Bianchi. Señora amaranta usted no merecía ésto, usted no merecía vivir una vida así, una vida de sobresaltos, de dolor, pero tenía que hacerlo...solo así podía tener a su hija cerca y no darla en adopción, es un sacrificio mi señora, es un sacrificio que ahora usted paga a un precio muy elevado, siquiera cuando la niña estaba en la cas
Amaranta entró a su casa, de inmediato fue a su habitación y con ella Delia, ambas mujeres estaban realmente perturbadas.El joven Matteo como ya se le había hecho costumbre se había quedado para buscar sus alimentos en la cocina, así podía ver a Irina aunque ella no le hablaba.Allí quedaba aislado viéndola y ella terminaba por esconderse como si huyera de aquel lugar en donde estuviera su hermano.Mientras en la habitación Amaranta lloró de la impotencia, no podía contenerse con su rostro endurecido y un espasmo de dolor en su pecho._¿Señora usted vió lo mismo que yo? -preguntó Delia atormentada - ¿Acaso ese hombre si es Sams Ferrari?_Lo es..._Señora hay un problema mayor, el señor Gael Georgiou, sabe mucho señora, sabe que Irina es una niña despreciada en esta casa, y ha puesto sus ojos en ella, dice que si usted no hace nada para salvarla del señor Bianchi y de sus maltratos, él lo hará, dice que en el momento que Irina quiera escapar de esta casa será él quien se la lleve y n
Gael Georgiou llegó a casa con su dolida esposa, permanencia en silencio ante la realidad, se encerró en su biblioteca.Su abuelo se acercó, estaba feliz de creer en algo que era sumamente imposible, ya que Anabella Bianchi era estéril._¿Tienes noticias para mí? -preguntó el anciano- dime por favor... ¿Ya tendremos o ya viene en camino nuestro heredero?_No abuelo es una falsa alarma, Anabella no está embarazada._¡No puede ser! Si ya han pasado varios meses, ¿Estás haciendo tu tarea bien? -preguntó de inmediato - Todo ésto me resulta extraño.-Gael Georgiou rió ante las ocurrencias de su abuelo._Como debe ser abuelo, en verdad he venido haciendo lo que tengo que hacer. Hay que darle tiempo -ocultó la verdad.***Los Bianchi estaban consternados por la noticia, no sabían qué hacer, ni que decír, Amaranta miraba a su esposo no sabía cómo iba a reaccionar ante esta realidad._Hay cosas que se puede hacer -dijo el hombre con arrogancia- no voy a permitir que mi hija sufra, ya se abrió
Gael Georgiou cada día perdía aún más el interés por su esposa, realmente lo que lo ataba a ella, ya no tenía sentido.Anabella se había convertido en una mujer apagada, se sentía despreciada por quien ella amó y codició dándole la mayor importancia.Los días se hacían más largos y ella ya no resistía más, fue en busca de su padre y llorando se refugió en sus brazos._Anabella, hija...todo va a estar bien..._¿Cómo va... a estar bien? _su llanto ahogado y du dolor enfurecieron a su padre- No valgo...nada para mí esposo, padre..._No es cierto hija..._No me toca, sale todas las noches.... y regresa muy tarde y abandonó... la habitacion ¿Qué soy Papi? ¿Acaso... ya no... sirvo?Lorenzo Bianchi se sentía totalmente furioso en contra de Gael, su corazón de padre lo llevó a odiarlo tanto al ver las lágrimas y el dolor de su hija. Su pensamiento se alejó totalmente de la realidad, sabía perfectamente que su hija no sería feliz nunca si este hombre la abandonase, y aunque no abrió su boca pa
Había amanecido y Amaranta se acercó a Anabella siendo la madre tierna y comprensiva de siempre._Debes aprender a confiar en tu esposo, a tener un poco de paciencia, así como tú no has tenido tu tiempo y aún no has asimilado lo que te está pasando, es posible que Gael también esté pasando por lo mismo. No creo que sea algo de separación y tampoco creo que él sea una mala persona. _No me dice nada mami, llega tarde a casa y nunca me toca. Es como si... yo no le importo...lo que pasa es que...ya no le intereso porque lo que buscaba en mí no puede ser y...tengo miedo, no quiero que me deje.Amaranta sentía el sufrimiento de su hija, sabía el dolor que llevaba dentro, su corazón de madre la hacía sentirse vulnerable ante las lágrimas de Anabella. _Hija no llores más - dijo la mujer mientras besaba su frente- a veces las cosas se complican Anabella, pero siempre Dios da una solución, verás que vendrán nuevas cosas, quizás tu padre tenga razón y sea bueno buscar otras alternativas, estoy
Gael Georgiou estaba encerrado en su despacho, daba vueltas pensando en lo que le había dicho Lorenzo Bianchi.Se resistía a creer que Irina Williams estuviera dispuesta a dar su vientre prestado para que él y Anabella tuvieran su hijo, pero una duda le sobrevino y poniéndose las manos en la cabeza objetó._Seguro la están obligando...-tomó un vaso y al servirlo con licor lo vació en su boca completamente- ese Bianchi no me va a engañar. Estoy seguro que Irina es incapaz de querer dar a su propio hijo y menos a Anabella.A pesar de la lucha interna que tenía Gael y siendo éste, el heredero y más confiado que nunca en lo que lograría para presionar a Lorenzo Bianchi, creyéndolo el mas vil de los hombres, capaz de inventar cualquier maldad que lastime a la chica, era mas que obvio que éste Georgiou creía en la inocencia de Irina Williams.El abuelo tocó la puerta y aún sin escuchar que su nieto lo hiciera pasar, se presentó ante él, al mirar lo preocupado que estaba supo que algo estab
Lorenzo Bianchi quedó perplejo ante los nuevos acontecimientos, estaba seguro que eso era un problema para él, lo que nunca se imaginó, fue lo que pasó; Irina William había abandonado su casa, no podía creerlo y menos se había imaginado como decirle a Amaranta lo que estaba pasando.Sin embargo la duda había llegado a su pensamiento, creía de alguna manera, y casi podía asegurarlo que su esposa podía estar al tanto de lo que acontecía, con el firme propósito de proteger a su hija. Eran las dudas que tenía Lorenzo Bianchi y que atormentaban su pensamiento, cualquiera de las dos posibilidades no le daba paz.Cuando pretendía subir las escaleras fue sorprendido por el mismo Gael Georgiou, quién había llegado a la casa con un propósito firme; conocer la verdad, saber si realmente Irina Williams había aceptado por voluntad propia tener a su heredero con Anabella. _Buenos días señor Bianchi. _el hombre volteó no esperando la visita_ vine para que hablemos, necesito saber si es verdad que