Gael Georgiou cada día perdía aún más el interés por su esposa, realmente lo que lo ataba a ella, ya no tenía sentido.Anabella se había convertido en una mujer apagada, se sentía despreciada por quien ella amó y codició dándole la mayor importancia.Los días se hacían más largos y ella ya no resistía más, fue en busca de su padre y llorando se refugió en sus brazos._Anabella, hija...todo va a estar bien..._¿Cómo va... a estar bien? _su llanto ahogado y du dolor enfurecieron a su padre- No valgo...nada para mí esposo, padre..._No es cierto hija..._No me toca, sale todas las noches.... y regresa muy tarde y abandonó... la habitacion ¿Qué soy Papi? ¿Acaso... ya no... sirvo?Lorenzo Bianchi se sentía totalmente furioso en contra de Gael, su corazón de padre lo llevó a odiarlo tanto al ver las lágrimas y el dolor de su hija. Su pensamiento se alejó totalmente de la realidad, sabía perfectamente que su hija no sería feliz nunca si este hombre la abandonase, y aunque no abrió su boca pa
Había amanecido y Amaranta se acercó a Anabella siendo la madre tierna y comprensiva de siempre._Debes aprender a confiar en tu esposo, a tener un poco de paciencia, así como tú no has tenido tu tiempo y aún no has asimilado lo que te está pasando, es posible que Gael también esté pasando por lo mismo. No creo que sea algo de separación y tampoco creo que él sea una mala persona. _No me dice nada mami, llega tarde a casa y nunca me toca. Es como si... yo no le importo...lo que pasa es que...ya no le intereso porque lo que buscaba en mí no puede ser y...tengo miedo, no quiero que me deje.Amaranta sentía el sufrimiento de su hija, sabía el dolor que llevaba dentro, su corazón de madre la hacía sentirse vulnerable ante las lágrimas de Anabella. _Hija no llores más - dijo la mujer mientras besaba su frente- a veces las cosas se complican Anabella, pero siempre Dios da una solución, verás que vendrán nuevas cosas, quizás tu padre tenga razón y sea bueno buscar otras alternativas, estoy
Gael Georgiou estaba encerrado en su despacho, daba vueltas pensando en lo que le había dicho Lorenzo Bianchi.Se resistía a creer que Irina Williams estuviera dispuesta a dar su vientre prestado para que él y Anabella tuvieran su hijo, pero una duda le sobrevino y poniéndose las manos en la cabeza objetó._Seguro la están obligando...-tomó un vaso y al servirlo con licor lo vació en su boca completamente- ese Bianchi no me va a engañar. Estoy seguro que Irina es incapaz de querer dar a su propio hijo y menos a Anabella.A pesar de la lucha interna que tenía Gael y siendo éste, el heredero y más confiado que nunca en lo que lograría para presionar a Lorenzo Bianchi, creyéndolo el mas vil de los hombres, capaz de inventar cualquier maldad que lastime a la chica, era mas que obvio que éste Georgiou creía en la inocencia de Irina Williams.El abuelo tocó la puerta y aún sin escuchar que su nieto lo hiciera pasar, se presentó ante él, al mirar lo preocupado que estaba supo que algo estab
Lorenzo Bianchi quedó perplejo ante los nuevos acontecimientos, estaba seguro que eso era un problema para él, lo que nunca se imaginó, fue lo que pasó; Irina William había abandonado su casa, no podía creerlo y menos se había imaginado como decirle a Amaranta lo que estaba pasando.Sin embargo la duda había llegado a su pensamiento, creía de alguna manera, y casi podía asegurarlo que su esposa podía estar al tanto de lo que acontecía, con el firme propósito de proteger a su hija. Eran las dudas que tenía Lorenzo Bianchi y que atormentaban su pensamiento, cualquiera de las dos posibilidades no le daba paz.Cuando pretendía subir las escaleras fue sorprendido por el mismo Gael Georgiou, quién había llegado a la casa con un propósito firme; conocer la verdad, saber si realmente Irina Williams había aceptado por voluntad propia tener a su heredero con Anabella. _Buenos días señor Bianchi. _el hombre volteó no esperando la visita_ vine para que hablemos, necesito saber si es verdad que
La desaparición de Irina Williams se había convertido en un caos, sobre todo para Gael Georgiou, quién se negaba a regresar a su casa no teniendo la certeza de lo que estaba pasando con la chica. _Señor deje que las autoridades se encarguen y regrese a su casa con la señora Anabella._No sabes lo que me pides fabrizio, no tengo cabeza para nada... esta ciudad es muy peligrosa, tú lo sabes..._Yo supongo que la señora Amaranta está buscándola también..._Amaranta hace lo que Lorenzo Bianchi quiere... Tú sabes que esa mujer está condenada a sufrir, no sé qué tanto hizo ella en el pasado que ese hombre la ha condenado a sufrir por su propia hija..._No, realmente no entiendo como una madre permite que a su hija le hagan tanto daño, que la menosprecien como lo ha permitido la señora Amaranta que le hagan a Irina._Yo tengo que encontrarla primero que Lorenzo Bianchi para protegerla..._¿Protegerla? ¿Señor estás seguro...? Usted demuestra que la quiere meter en su cama, eso dijo la noche
Irina no comía, ella devoraba la pizza delante del señor Augusto Georgiou, y éste se mostraba alegre, sin embargo no dejaba de hacerle críticas y darle lecciones de modales para comer._Eres una mala educada, creo que es culpa de tu madre que no ha sabido hacer de ti una señorita decente..._Sí...supo...-respondió con la boca llena y atragantada- ella es...la..mejor...la amo..._No es cierto, no se habla con la boca llena niña insolente._Culpa...suya, para qué habla...lo que no sabe._Atrevida si eres -dijo el viejo sosteniendo la molestia por sus malas respuestas - procuraré hacer un mejor trabajo contigo mientras estás acá, buscaré una institutriz, no eres una niña, pero estás a tiempo de aprender, además aprenderás a educarte, a realizar algún oficio, algo que te guste, tampoco permito que estés sin hacer nada...siendo holgazana._Eres bueno, -dijo apartando la pizza- nadie me ha dado atención, creí que era usted un viejo insoportable como el señor Bianchi, ese me da miedo, le gus
Si algo tenía Gael claro, era que a su abuelo no le causaría ninguna molestia, no le daría ningún reclamo, para este hombre el señor Augusto Georgiou era tan importante como su propia vida, amaba a su abuelo por sobre todas las cosas, su prioridad era su felicidad. Su abuelo significaba para él lo máximo, era la representación de su padre y su madre, quienes habían fallecido. Él jamás le reclamaría ni le juzgaría por ninguna cosa que haga, por eso esa misma noche tomó todas sus precauciones volviendo a casa. Ya de por sí era una tranquilidad saber que Irina Williams estaba a salvo, y tenía la confianza de que su abuelo era el mejor en este caso para atenderla y ser un señor cordial y amoroso con esta chica aunque no lleve su sangre, y aunque sepa que la familia Bianchi la trataban como la bastarda.Gael tenía claro que más allá de ese carácter rudo y despreciativo de su abuelo, estaba un ser íntegro capaz de amar y respetar los valores inculcados que él le había transmitido de este
Delia quedó impactada ante la presencia del Señor Ferrari en casa de los Bianchi, con las manos en el pecho no pudo disimular aquella sorpresa tan inesperada. _¡¿Usted..._¡Necesito ver a Amaranta, y es ahora! - dijo impaciente el hombre en una mezcolanza entre angustia, miedo y odio._Ella no podrá recibirlo... la señora, está aún descansando._¡Esperaré por ella, y no me iré sin verla! - la mujer enmudeció y de inmediato subió las escaleras casi corriendo, entró a la habitación de su señora sin tocar la puerta...._¿Delia...? ¿Qué sucede? - se sobresaltó Amaranta- ¿por qué entras de esa manera...?_Señora, tómeselo con calma...Dios mío._¡¿Qué le pasó a mi hija?! ¡¿Ya apareció?! -la mujer negó con la cabeza y se acercó a su oído._Es el padre de Irina...ese señor está en esta casa.Amaranta de inmediato bajó las escaleras no importando que aún vestía en bata y presentándose ante Ferrari se cubría con las manos en el pecho._¿Qué hace usted en mi casa? -preguntó con voz muy baja- N