Espero puedan leerlas y vienen más novelas de amor para ustedes, mis corazones de melcocha.
—¡Eres una reverenda estúpida! ¿Creíste que ese imbécil te iba a responder? ¡Se fue! ¡El maldito se fue!Los ojos de Valka se humedecieron ante la triste realidad:—¡Él no pudo irse sin mí!—Se fue, te dejó embarrilada con ese engendro en la panza y ni creas que voy a hacerme cargo de él.La tomó del brazo y la arrastró hasta la puerta, ella intentaba resistirse, pero mientras más lo hacía más era lastimada, suplicó:—¡Papá, alto, no!—¡Ahora eres problema de la calle!La tiró en media calle y ella cayó sentada y adolorida, la voz de su padre se escuchó ruda, violenta para ser el hombre con el que había crecido:—Anda donde las sirenas a ver si logras mantenerte y a ese engendro que llevas también.¡Cuánto dolor! Cielos, la caída fue terrible, le costó levantarse del piso, era de noche, la gente desde su ventana la miraba y luego se encerraban… Valka se arrastró y llegó a la puerta, la tocó insistentemente.—¡Papá, abre!—golpeaba la puerta—¡papá! ¡Por favor!Sollozó, por largo tiempo
La familia Hamdi leía los titulares de los diarios y revistas digitales, en todos los hacían pedazos, en uno decía: Lo dejaron vestido y alborotado; La decadencia Hamdi: ¡diseñador es agredido en público!! Ivet comenzó a llorar desconsoladamente, su esposo estalló:—¡Ya para de llorar!—Es que todo se pudrió… ¿Qué vamos a hacer? Se supone que Kara y Khan unirían sus destinos y que el dinero de los Razar nos ayudaría a estabilizarnos.—Ese idiota de Khan, no puede ni con una mujer.—Tenemos que callar esto, lanzar una nueva línea de ropa, algo que distraiga a todos de lo pasado.Ahora Farid tenía que pensar en algo grande y recordó que no tenía diseñador.Khan estaba mirando a la nada, cuando su móvil sonó, era Enner.—¿Cómo estás?—Cómo crees… mal, no entiendo, ella y yo siempre tuvimos diferencias, pero lo solucionamos todo en la cama…—Tal vez no era amor.—El amor no existe, es una mentira, nadie ama a nadie en este puto mundo, solo gustas de alguien y te sientas con esa persona y
—¡Ya basta!Se plantó frente al tipo, no le importó que su auto estuviera en media calle impidiendo el paso de otros vehículos.—Piérdete, este no es asunto tuyo—dijo entre dientes el tipo.Valka suplicó:—¡Ayúdeme, por favor!Entonces le dijo al sujeto:—Ya déjala en paz.—No me das órdenes aquí—tiró a la joven al piso—toma tu ramera, pendejo.El sujeto solo alcanzó ver el puño estrellándose contra su rostro y cayó al suelo soñado, algunos que lo vieron se alarmaron.Khan entonces le tendió la mano a la joven que lo miraba sorprendida, Valka nunca vio a nadie golpear de esa forma y ella se la tomó:—Siento que pasaras por eso.Ella asintió y de repente unos sujetos se fueron contra él que empujó a la joven y recibió el golpe de uno de ellos; Khan se recompuso y cuando le lanzaron otro golpe lo bloqueó y devolvió el ataque al sujeto que no se esperó que el joven sepa defensa personal, pero eran dos y el otro también se le fue encima y justo cuando iban a vencerlo…—¡Basta ya!Una muje
Estaba impresionada, le habían hecho varios pedidos y Fey contenta le dijo:—Dios te abrió las puertas.Ahora tenía que comenzar a hacer vestidos y comprar telas, accesorios y encajes.—Tengo muchas ideas en mi cabeza y en mi mente, no sé qué hacer…—Dibújalas—le daba un cuaderno—es lo mejor.—Además tengo miedo, nunca había hecho algo a partir de una idea, siento miedo.—Basta de miedo, tenemos que hacer algo especial…—ella pensó en algo—una marca, claro una marca.Escucharon el timbre y entonces Fey abrió y vio a un hombre mal encarado:—Fey, necesitamos hablar y trae a tu amiga contigo.Eso le extrañó, ella miró a Valka que no entendía nada y fueron escoltadas hacia una oficina, su amiga estaba seria y ella tomó su mano, Fey le dio fuerzas con su mirada.Cuando llegaron a la oficina fueron recibidos por un sujeto de mal aspecto y Valka lo vio con los dos buscabullas del problema la noche anterior.—Buenos días don Robert.—Fey, Fey, bella Fey.Valka no entendía nada y entonces el s
Para Farid la derrota había tocado a su puerta y ahora sentía muchas batallas perdidas; sin embargo, lo que más le dolía era que su hijo no estuviera allí junto a él.Cuando salió a un evento de modas en los que fue invitado se topó con Kara y Beto que estaban siendo entrevistados.—Miren, mi ex.Todos rieron y Kara le dijo a Beto.—No hagas una escena.—Ahora es cuando.Se acercó donde Farid:—¿Y tu hijo?—Beto…—¿Dónde se esconde el príncipe mariquita ese?—Ya basta Beto, esto debe acabarse.—Tu hijo me trató como un trapo y quieres que acabe, acabará cuando yo diga.—¿Qué es lo que quieres?—Ver a tu hijo pisado bajo mis tacones como la basura que es.Farid se cogió el pecho y se excusó y Beto le gritó:—¡Huye rata, eso eres una rata gorda y repugnante que te lucraste de mí, rata!Farid salió fuera del evento y en pleno estacionamiento caía desplomado.Ivet estaba angustiada en el hospital, sentía el piso hundirse bajo sus tacones y no tenía idea de qué podía hacer, el doctor, amig
Valka había puesto un negocio en Treeman de diseño, les daba empleo a madres solteras y de esa forma podía ayudar a las mujeres que, como ella, estaban solas en la crianza de sus hijos. Veía en ese momento a su hija jugar con los tules y telas, los lanzaba al aire y los veía flotar, eso también la inspiraba, su hija llenaba ese vacío de su mundo.Esa tarde mientras ordenaba su sitio de trabajo recibió la visita de un hombre bien vestido, acompañado de dos sujetos de mal talante.Él miró a todos lados, le gustó el sitio, muy femenino, la nena jugaba con unos tules y lo miró con sus ojos negros y él entonces preguntó:—¿Quién es Valkánica?Valka salió a atenderlos:—Soy yo, ¿en qué puedo servirle?El sujeto la miró de pies a cabeza, era hermosa, joven y entonces se presentó: —Soy Ricardo Dumani.—Valka Tomás.Estrecharon sus manos:—Valkánica estás en mis terrenos y todos los que están en ellos pagan un precio.Eso era totalmente nuevo para ella:—Llevo un tiempo aquí y no he tenido pro
Julieta era la secretaria de las empresas Hamdi, desde cuando brillaban alto y ahora vivía el declive, cuando puso el anuncio se sintió mal: antes cientos de diseñadores dejaban su trabajo en la empresa, pero como estaba Beto nadie valía y ahora debían de poner anuncios en las páginas amarillas como una empresa cualquiera. Llamó a Beto: —Hola querido. —Linda, ¿cómo va todo? Ella miró a todos lados y le contó en tono confidente: —Khan está buscando diseñador. —Tan tonto… —Me hizo poner un anuncio en páginas amarillas. —¡Que de lo último! —Estamos en la m****a. —Con Khan Hamdi a cargo debajo de la m****a, ya sabes querida cualquier cosa me dices y yo te reconozco un cariñito. —Descuida amor, te tendré informado. Ella colgó con una sonrisa, la verdad es que el dinero que le pagaba Beto Cárdenas en ese tiempo le venía bien. No podía ir a las ciegas solo por amor, la idea era muy espectacular para ella: —Entrar a Hamdi es todo un sueño, pero estoy consciente que eso son ligas
Estaba frente al reto de su vida: entrar en el campo del diseño de modas por todo lo alto de la mano de la mejor empresa de Moda de Ciudad Capital: Hamdi Look. Los ojos de Valka Tomás no daban crédito al ver el logo en grande de Hamdi frente a sus ojos, tenía tantos recuerdos de esa época viendo las hermosas y gloriosas vitrinas con la moda del momento, o los desfiles improvisados en la plaza pública. Trabajar en Hamdi lo era todo para ella, podía decirse que era el gran paso que su brillante carrera de diseño necesitaba, respiró hondo y cruzó la puerta de cristal lista para afrontar su destino. Julieta estaba en su escritorio ojeando una revista de moda cuando le anunciaron que una diseñadora había llegado para la entrevista, enarcó una ceja: —¿Es de alguna academia de diseño? —Lo ignoro, pero desea entrevistarse con el señor Hamdi. Eso era bastante raro y dio la orden: —Que suba. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Valka vio el entorno tan exclusivo como correspondía