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Cap. 3 La nueva diseñadora

Estaba impresionada, le habían hecho varios pedidos y Fey contenta le dijo:

—Dios te abrió las puertas.

Ahora tenía que comenzar a hacer vestidos y comprar telas, accesorios y encajes.

—Tengo muchas ideas en mi cabeza y en mi mente, no sé qué hacer…

—Dibújalas—le daba un cuaderno—es lo mejor.

—Además tengo miedo, nunca había hecho algo a partir de una idea, siento miedo.

—Basta de miedo, tenemos que hacer algo especial…—ella pensó en algo—una marca, claro una marca.

Escucharon el timbre y entonces Fey abrió y vio a un hombre mal encarado:

—Fey, necesitamos hablar y trae a tu amiga contigo.

Eso le extrañó, ella miró a Valka que no entendía nada y fueron escoltadas hacia una oficina, su amiga estaba seria y ella tomó su mano, Fey le dio fuerzas con su mirada.

Cuando llegaron a la oficina fueron recibidos por un sujeto de mal aspecto y Valka lo vio con los dos buscabullas del problema la noche anterior.

—Buenos días don Robert.

—Fey, Fey, bella Fey.

Valka no entendía nada y entonces el sujeto la miró y le preguntó:

—¿Y esta bella jovencita quién es?

Fey entonces le explicó:

—Es mi mejor amiga y vive ahora conmigo.

—¿Y cómo se llama la belleza?

—Me llamo Valka Tomás.

—Valka lindo nombre… Eres una chica muy linda, ¿estás en el negocio?

Fey respondió:

—No señor, ella no es parte del negocio.

—Entonces nada qué ver con el negocio, es una pena porque eres muy bella y entonces, ¿a qué te dedicas?

Fey respondió rápidamente:

—Ella es costurera, una muy buena costurera.

—Interesante… Tu amiga anoche nos causó un inconveniente.

Fey miró sorprendida a Valka que se encogió de hombros.

—No entiendo…

Valka le explicó entonces:

—Yo no hice nada, este sujeto—lo señaló—me agredió cuando iba a comprar un café.

El tal Robert miró al sujeto golpeado que se puso nervioso.

—¿La agrediste?

—Señor… es que ella…

—Quería obligarme a formar parte de su grupo.

—Vaya, vaya…

—Entonces alguien me defendió de él y de sus amigos.

Robert se acomodó en su puesto, eso cambiaba las cosas.

—Así que no tienes que ver el negocio, ibas a comprar un café, este te abordó y te agredió y te defendieron.

—Eso pasó, señor.

Fey no entendía nada, pero los sujetos estaban pálidos del miedo y ese sujeto Robert les comentó:

—Todo ha sido una confusión y espero que no se vuelva a repetir, no con alguna de mis chicas o con lo que viven en mi territorio.

—Pero don Robert…

—No me gusta repetir las cosas dos veces, salgan de aquí y díganle a Dumani que no le debo nada.

Los sujetos salieron y Fey un poco nherviosa esperó que le dijeran algo.

—Así que eres costurera.

—Ella cose ropa hermosa, también la diseña.

El sujeto que era regordete la miró con curiosidad:

—¿Cualquier ropa?

—Solo de mujer, señor.

—Sí, pero ¿cualquier ropa?

Ella asintió y él dio un golpe en el escritorio que las hizo saltar en su puesto y le dijo a su subalterno:

—La vida soluciona todo, te lo dije Víctor.

El sujeto solo asintió:

—Dile a Fresita que venga.

El sujeto fue solícito a ver a alguien y ellas esperaron pacientemente hasta que escucharon unos tacos acercarse y una bella mujer de despampanante figura se presentó:

—Papito—miró a las mujeres—¿y estás qué?

Se puso la mano en la cintura y él en modo cachorro dominado.

—Caramelito, cosita linda, te conseguí a la diseñadora que deseabas.

Ella no entendió nada y miró a las jóvenes con curiosidad.

—¿Y dónde está?

El sujeto salió de detrás de su escritorio y era bajito, la silla lo hacía elevarse y junto a la espigada mujer quedaba corto.

—Belleza—besó su mano—ella está aquí.

—¿Dónde?

Señaló a Valka, la mujer la miró de pies a cabeza.

—¿Bromeas?

—Ella es una prestigiosa diseñadora.

Eso sorprendió a Valka que miró a Fey igual de sorprendida:

—Acaba de llegar al país expresamente para diseñar tu vestuario.

Ella se enojó y le dijo a su novio:

—¡No es famosa!

—En Bulgaria lo es… ¿verdad?

Fey entonces confirmó todo.

—Sí, es cierto.

Valka la miró horrorizada y la mujer preguntó:

—¿Qué idioma hablan en Bulgaria?

—El inglés, querida, anda que te tomen las medidas para ese vestido de novia hermoso.

¡Se iba a casar!

—Yo quería un Antonella Alessandro—protestó ella.

—No has visto el trabajo de Valkánica.

¡Qué!

—¡Valkánica! ¡Qué nombre tan hijo de puta!

—Es poderoso como su talento.

La mujer se puso frente a Valka y le preguntó:

—¿En verdad eres famosa?

—Ya…

—Sí, es rara, bien me voy a casar con mi caramelito y deseo un vestido súper cachondo.

—No tanto Fresita.

—Cachondo, que se me vea sexi, deseable.

—¿Pero para quién caramelito?

—Para los hombres que ya no podrán tenerme—se acercó a él cariñosa—porque desde ahora solo seré tuya mi Robert de Niro.

Él se rio coqueto y entonces reparó en las damas presentes:

—Anda con la diseñadora y su ayudante para que quedes como una reina.

Ella salió contoneando sus caderas y ellas detrás, el tipo se secó el sudor un vestido Alessandro costaba cuatro cifras, para más de un instante no pagaría esa locura.

Todo eso era nuevo, Valka le hacía señas a Fey, ¡Dios mío! Ella apenas sabía coser ropa culera y ahora un vestido de novia.

—Tengo unas ideas flotando en mi cabeza—dijo la mujer—por cierto, me llamo Gigi.

—Ya…

Respondió nerviosa Valka. Ella rio y comentó:

—Parece alemana.

—Tiene raíces.

—¡Uy! Las alemanas son tan elegantes.

Clienta: Gigi

Vestido: novia

Estilo: sexi.

—Quiero algo como el que usó J Lo, en su… ¿cuántas veces se casó esa mujer?

—Tres… dos…

Valka de los nervios no le salía otras palabras que:

—Ya, ya, ya, ya.

—¡Cuatro!—aplaudió—quiero algo parecido.

Valka se vio en aprietos y jaló a Fey:

—¡Nunca he hecho un vestido de novia!

—Improvisa.

Le tomó las medidas a la dama y ella le preguntó:

—¿Qué me recomienda para una boda de noche y en luna llena?

—Ya... Ya… encaje.

—¡Encaje!

Estaba emocionada y entonces añadió:

—Quiero algo sexi, muy sexi, atrevido…

Ambas se miraron y la joven comenzó a dibujar unos trazos en el cuaderno y logró hacer un vestido muy sexi, hecho de encaje y con poco escote.

—Más escote, tengo mis trofeos que pavonear—le indicó.

Ella rehízo el diseño con mucho más escote.

—Podemos forrarlo con encaje y se verá muy lindo.

—No así está bien, solo el encaje en mi piel, la espalda bien descubierta, no usaré interior.

Ellas se miraron e intentaron disuadirla:

—Es que solo encaje, es lindo, pero es muy atrevido y podría su esposo… Ya molestarse.

—Él solo será mi esposo si firmo, pero desde que salgo de mi casa soy una mujer soltera que quiere lucir cachonda para el mundo.

Ellas solo obedecían y entonces fueron a comprar la tela en un almacén, escoger el encaje correcto fue complicado entonces vio el Veneciano, era de flores y hojas con bastante espacio entre diseño.

—Podría usar una tela fina y transparente para unir todo—estaba nerviosa.

—Lo harás bien, eres muy buena.

Comenzó a elegir para el velo una tela hermosa y costosa. La noticia de que una importante diseñadora de ropa sexi estaba a cargo de la cantante de cabaret Gigi se extendió por toda la zona.

Valka le daba los últimos toques y Fey observaba el bello trabajo realizado.

—Nunca había visto un vestido tan lindo como ese.

—Demasiado atrevido para mi gusto.

Cuando esa tarde llegó Gigi y lo vio quedó enamorada:

—Es todo cuanto quería.

Se lo probó y se vio ante el espejo: su figura se moldeaba perfectamente y sonrió.

—Estoy gloriosa, mañana causaré sensación.

Valka sonrió al ver la satisfacción de su clienta, ese era el mejor pago y mucho más cuando tuvo el cheque entre sus manos doblemente feliz.

—¡Eres una diseñadora pagada!

Ella sonrió emocionada.

Gigi se miraba de nuevo ante el espejo, debía ser la novia más chula del mundo y todos debían de verlo.

Le dijo a su corte que la siguiera, la iglesia quedaba a siete cuadras de donde estaban ellas y decidió caminar ese trayecto con su corte.

Ya era raro ver una novia caminando en medio de la calle, pero una novia tan sexi con un vestido que no dejaba nada a la imaginación hizo que el tráfico se detuviera, la gente tomaba fotos de la novia y su corte de bellas chicas igual de sexis.

Un periodista que andaba cazando noticias vio a la bella dama y le tomó varias fotos y se acercó a preguntarle:

—¿Se casa o es una campaña publicitaria?

—Me caso…

El tipo la miraba de pies a cabeza:

—Cielos, ¿quién le diseño ese vestido tan sexi?

—La diseñadora Valkánica es de Bulgaria y es famosa.

Santo Dios, la tipa estaba loca, pero era una bella loca que dejó en el camino a más de uno con la boca abierta y envió las fotos a sus editores con el titular: Nueva diseñadora causa furor en las calles de Ciudad Capital.

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