Comienza tu novelita de moda, conocerás el esfuerzo de una mujer para lograr ser reconocida como una diseñadora en un mundo don la mezquindad y la envidia son el pan común, pero el ingenio de Valka la hará no solo vencer sino salvar al hombre que ama.
Estaba frente al reto de su vida: entrar en el campo del diseño de modas por todo lo alto de la mano de la mejor empresa de Moda de Ciudad Capital: Hamdi Look. Los ojos de Valka Tomás no daban crédito al ver el logo en grande de Hamdi frente a sus ojos, tenía tantos recuerdos de esa época viendo las hermosas y gloriosas vitrinas con la moda del momento, o los desfiles improvisados en la plaza pública. Trabajar en Hamdi lo era todo para ella, podía decirse que era el gran paso que su brillante carrera de diseño necesitaba, respiró hondo y cruzó la puerta de cristal lista para afrontar su destino. Julieta estaba en su escritorio ojeando una revista de moda cuando le anunciaron que una diseñadora había llegado para la entrevista, enarcó una ceja: —¿Es de alguna academia de diseño? —Lo ignoro, pero desea entrevistarse con el señor Hamdi. Eso era bastante raro y dio la orden: —Que suba. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Valka vio el entorno tan exclusivo como correspondía
El reto era grande, pero sabía que podía lograrlo, Julieta la vio pasar casi pisando huevos, como se decía y se levantó a preguntarle a Cayetana: —¿Qué pasó con esa mujer? —Ella es la nueva diseñadora de Hamdi—le entregó sus papeles—lleva esto a recursos humanos. Julieta no salía de su asombro y siguió a la espigada mujer con sendos collares: —¡Ella será la diseñadora de la empresa! Cayetana giró en sus Louboutin y la miró segura de lo que decía: —Así es, gestiona eso en recursos humanos lo más pronto posible. La mujer siguió su camino y la empleada corrió a llamar a su amigote Cárdenas: —Querido, no sabes lo que pasó…—miraba a todos lados—tenemos diseñadora en Hamdi. Valka flotaba, se sentía como un tul al viento: ligero, hermoso y gracioso, pasó por una pastelería y compró un rico pastel para celebrar con su gente. En cambio, en la casa de Valka se vivía la expectativa, Fedora llegó con comida: —Hola, hola, traje, canelones. —¡Yupi! Rafaella corría a saludar a su tío rar
Kara Razar caminaba de un lado a otro meditando en lo dicho por Julieta: Khan y la nueva diseñadora estaban intimando, no podía considerar algo como eso. Veía sus diseños para la nueva colección que lanzaría junto con Beto Cárdenas y se esperaba sea el show del momento con modelos top en la pasarela. Beto entró canturreando en esos momentos y al ver a la bella inspiración de su colección. —Divina estoy inspirado. —¿Sabías que Hamdi tiene una diseñadora nueva y que esa le está tirando los perros a Khan? Él sabía muchas cosas: —¿Y eso qué? —Khan no puede olvidarme, es el amor de mi vida y necesito volver con él. Beto exasperado se cogió las sienes: —Khan no es el príncipe que necesitas, vamos a demostrarle que podemos hundirlo, está colección será fabulosa. Ella estaba angustiada y le comentó: —Quiero volver con Khan, tengo tres años sin él… desde esa noche. Beto se dio la vuelta y le mostró un fastuoso vestido de noche. —Divino, ¿verdad? —Sí. —Arrasaremos y pisaré a esa p
Valka entonces le respondió: —Todos necesitamos amor, yo pongo mucho amor a mi trabajo, si puedo darle una gran colección será suficiente para mí. La tomó de los hombros ante su sorpresa y como si fuese un ruego le pidió: —Entonces hazlo, demuéstrame tu amor con lo mejor que tengas. Los ojos cafés de Valka reflejaban una turbulencia, ni Lucio la hizo sentir así, supuso que esa atracción que sentía por Khan se debía a que lo conoció en un momento de su vida en que estaba necesitando un héroe y él llegó en esos momentos a ser ese héroe que tanto necesitaba. Khan, en cambio, se sorprendía de la atracción poderosa que Valka ejercía en él, esos ojos cafés lo derivaban y su mirada de niña desvalida, por un instante quiso ser su príncipe de cuentos de hadas, aunque a su mente acudía el recuerdo del lugar en donde la conoció y eso lo hizo reaccionar. —Debemos trabajar. —Ajá… Fue hacia el taller a terminar su idea, comenzó a trabajar con tanto ahínco cuando su amiga entró: —Estás inspi
“¡No puedo creerlo, estoy enamorado de una puta!”, era lo que pensó en esos momentos cuando ella habló. Valka le sonrió y le comentó: —Deseo invitarte a cenar a mi departamento, es para hablar sobre lo que haremos… —¿Haremos? —Sobre la colección y el desfile. —Ah… Eso. Ella lo miró con desconfianza y le preguntó: —¿Qué pensaba usted? —En eso mismo—se puso rojo—Claro, por mi encantado. Ella sonrió y él hizo lo mismo, Julieta los veía muy compenetrados, no le gustó aquello. Valka llamó a su amiga Fedora: —Necesito de tu asesoría… Entonces le contó todo, fue para ella un desahogo y él prometió ayudarla, luego tenía que pensar en la cena y le dijo a su amiga: —Debes ir al departamento y encargarte de Rafaella, Khan irá a cenar y no quiero que se inquiete. —Bien, un paso más logrado. Ella sonrió y fue a preparar la cena de esa noche, Rafaella la veía muy hacendosa y las cosas de la cocina no eran mucho lo de ella. —¿Quién vendrá mami? —Una persona especial. La pequeña pens
Fedora llamó a Valka esa mañana y le dijo que le había conseguido todo, eso la llenó de curiosidad y fue a la oficina y solo encontró a Enner. —Señor Galar, ¿y el señor Hamdi? —No ha llegado aún, pero puedo ayudarte en lo que gustes. —Hay una posibilidad de hacer el show de presentación, quería que viera la opción que me presentan. Eso le interesó a Enner que le dijo: —Bien, vamos. Fueron a donde los esperaba Fedora, un sitio llamado la Grillera por la zona de Treeman, cuando la vio fue a ella. —Fedora. Ella se volteó y vio al apuesto caballero que la acompañaba. —Hola, guapo. Era un travestí, cielos, no se lo esperó y ella les dijo: —Aquí nos ayudarán, el Grillo es un conocido Disyóquey de la zona y tiene modelos. Valka entró esperanzada y cuando vio era como un sitio de baile en donde varias chicas hermosas hacían coreografías. El mentado Grillo, era un sujeto de color delgado y de 1.60, vestía como un rapero, lleno de cadenas de oro. —Llamaron al Grillo. —Grillo, ella
Valka lo miraba sorprendido y Lucio le dijo en tono despectivo: —Querías meterme un hijo que no es mío, sino de este tipo. Khan comenzaba a ponerse molesto con ese sujeto altanero: —Lucio, ya hablamos de esto, no me molestes. —¡Mira Puta a mí no…! Khan se levantó ante su sorpresa: —Si la vuelves a llamar puta te rompo la cara. Valka se alteró y le dijo a Khan: —No tiene que hacer esto. Lucio subestimó las palabras de Khan y le dijo: —Ella es una puta y siempre será una… Lucio no pudo terminar la frase porque el puño de Khan se había estrellado contra su rostro enviándolo contra una mesa. —Te lo advertí. Valka se llevó las manos a la cara, Lucio se levantó dispuesto a darle lo suyo. —¡Eres un maldito! Le lanzó un golpe a Khan que lo esquivó y conectó un golpe en su estómago, sacándole el aire al sujeto. Valka estaba aterrada viéndolo pelear, era la segunda vez que lo veía hacerlo y por ella… Lucio no imaginó que ese tipo supiera pelear, nunca se lo espero, intentó hacerl
Valka soltó el teléfono y Khan se acercó a preguntarle: —Valka, ¿por qué no ha llegado la ropa? La vio pálida y tomó el teléfono en el suelo y escuchó a una mujer sollozando: —¿Señora Tomás? Por favor, conteste. —Soy Khan Hamdi, jefe de Valka, ¿qué sucede? —La niña, la niña se perdió. Él miró a Valka que respiraba agitada y entonces él preguntó: —¿Ha buscado en todo el lugar? —Sí, y no aparece. —Bien, comuníquese con la policía, iremos para allá. Miró a Valka en shock y le dijo: —Debemos ir a ver lo qué está pasando. Fey se les acercó preocupada y les indicó: —La ropa no llega, ya debemos estar vistiendo a las modelos—miró su rostro de preocupación—¿qué pasa? —Es Rafaella…—dijo al fin Valka—desapareció. Fey se quedó impactada y le dijo: —La dejé en la casa, ¿cómo que desapareció? —Mi hija, mi hija no está. Lucio estaba dando vueltas cerca del negocio de Valka y vio a una mujer salir del lugar llorando a mares y se detuvo. —¡Policía!—decía angustiada. Frenó en seco y