Pobre Khan. hasta perro le dijeron, qué escena!!!
Fedora llamó a Valka esa mañana y le dijo que le había conseguido todo, eso la llenó de curiosidad y fue a la oficina y solo encontró a Enner. —Señor Galar, ¿y el señor Hamdi? —No ha llegado aún, pero puedo ayudarte en lo que gustes. —Hay una posibilidad de hacer el show de presentación, quería que viera la opción que me presentan. Eso le interesó a Enner que le dijo: —Bien, vamos. Fueron a donde los esperaba Fedora, un sitio llamado la Grillera por la zona de Treeman, cuando la vio fue a ella. —Fedora. Ella se volteó y vio al apuesto caballero que la acompañaba. —Hola, guapo. Era un travestí, cielos, no se lo esperó y ella les dijo: —Aquí nos ayudarán, el Grillo es un conocido Disyóquey de la zona y tiene modelos. Valka entró esperanzada y cuando vio era como un sitio de baile en donde varias chicas hermosas hacían coreografías. El mentado Grillo, era un sujeto de color delgado y de 1.60, vestía como un rapero, lleno de cadenas de oro. —Llamaron al Grillo. —Grillo, ella
Valka lo miraba sorprendido y Lucio le dijo en tono despectivo: —Querías meterme un hijo que no es mío, sino de este tipo. Khan comenzaba a ponerse molesto con ese sujeto altanero: —Lucio, ya hablamos de esto, no me molestes. —¡Mira Puta a mí no…! Khan se levantó ante su sorpresa: —Si la vuelves a llamar puta te rompo la cara. Valka se alteró y le dijo a Khan: —No tiene que hacer esto. Lucio subestimó las palabras de Khan y le dijo: —Ella es una puta y siempre será una… Lucio no pudo terminar la frase porque el puño de Khan se había estrellado contra su rostro enviándolo contra una mesa. —Te lo advertí. Valka se llevó las manos a la cara, Lucio se levantó dispuesto a darle lo suyo. —¡Eres un maldito! Le lanzó un golpe a Khan que lo esquivó y conectó un golpe en su estómago, sacándole el aire al sujeto. Valka estaba aterrada viéndolo pelear, era la segunda vez que lo veía hacerlo y por ella… Lucio no imaginó que ese tipo supiera pelear, nunca se lo espero, intentó hacerl
Valka soltó el teléfono y Khan se acercó a preguntarle: —Valka, ¿por qué no ha llegado la ropa? La vio pálida y tomó el teléfono en el suelo y escuchó a una mujer sollozando: —¿Señora Tomás? Por favor, conteste. —Soy Khan Hamdi, jefe de Valka, ¿qué sucede? —La niña, la niña se perdió. Él miró a Valka que respiraba agitada y entonces él preguntó: —¿Ha buscado en todo el lugar? —Sí, y no aparece. —Bien, comuníquese con la policía, iremos para allá. Miró a Valka en shock y le dijo: —Debemos ir a ver lo qué está pasando. Fey se les acercó preocupada y les indicó: —La ropa no llega, ya debemos estar vistiendo a las modelos—miró su rostro de preocupación—¿qué pasa? —Es Rafaella…—dijo al fin Valka—desapareció. Fey se quedó impactada y le dijo: —La dejé en la casa, ¿cómo que desapareció? —Mi hija, mi hija no está. Lucio estaba dando vueltas cerca del negocio de Valka y vio a una mujer salir del lugar llorando a mares y se detuvo. —¡Policía!—decía angustiada. Frenó en seco y
Khan estaba gratamente sorprendido, Valka lo había logrado y él estaba agradecido por ello, después del desfile se dio una fiesta para los inversionistas, en donde las modelos se paseaban con las prendas para que los inversionistas pudieran ver las texturas y apreciar los detalles de cada pieza más de cerca. Este momento era aprovechado por las revistas de moda, sitios especializados en ropa para hacer preguntas a la diseñadora. Valka era entrevistada por medios de farándula, todos querían conocer más de la nueva diseñadora de Hamdi y detalles de la colección: —Nos impresionaste Valka con esta colección, ¿cuál fue tu inspiración? —Me inspiré en las flores de primavera, en los colores más intensos de ellas, para hacer de esta una colección más colorida y delicada. —Los detalles de las piezas nos han impresionado, el giro de Hamdi hacia algo más popular, pero con personalidad, ¿a qué se debe esto? —Normalmente, Hamdi es dada al esplendor de una clase alta; sin embargo, hay mujeres d
Valka estaba emocionada, cansada, pero feliz, todas las críticas habían sido buena y ya enmarcaba lo que los diarios habían dicho sobre su colección. Además de las nuevas fotos de las vitrinas de Hamdi exhibiendo el nuevo concepto, esa mañana tomaba una taza grande de café y descansaba en su casa, su pequeña estaba haciendo otro monstruo de tela con mucho ahínco y Fey andaba descalza en la sala con una taza de chocolate caliente y le comentó: —Todos están hablando de la colección. —Sí, es impresionante todo lo que ha pasado, me siento tan rara. Se tiró hacia atrás y Fey le comentó: —Enner me invitó a salir y pienso aceptar. Ella sonrió, su amiga merecía ser feliz, en verdad deseaba que todos fueran felices en ese instante. En Hamdi, en cambio, se vivía otra situación, dado lo pasado en el desfile. Hugo, uno de los pasantes, revisaba la base de datos en donde se almacenaba toda la información de la empresa y los diseños y emitió un sonido, Nina se le acercó y él le comentó: —Est
—¿Su hijo?, ¿este hombre es su hijo? Valka no salía de su asombro y Ricardo Dumani le preguntó a su hijo: —¿Conoces a esta mujer? Lucio estaba mudo, ¿cómo decirle? —Lucio, ¿qué tienes que ver con este tipo? Y la estúpida de Valka no ayudaba mucho, intentó minimizar el asunto y dijo: —Ella fue una moza que tuve. Eso enojó a Valka que le gritó: —¡Moza tu abuela! —¡Cállate pazza!—le gritó él. Ricardo estaba perdiendo la paciencia y gritó: —¡Lucio, contesta! “Valka, ¡cómo te odio!”. —Papá, ella y yo tuvimos algo hace algún tiempo. —Tenemos una hija. Eso sorprendió a Ricardo que se acercó a su hijo y le preguntó: —¿Tienes una figlia? —Eso dice ella, pero no sé, puede ser mentira. Eso enojó aún más a Dumani que blandió el papel y le dijo a su hijo: —¿Y estas peleas por un hijo que no sabes si es tuyo? Estaba en problemas, balbuceó. —Es… yo… que—yo... Le dio un golpe en el rostro que impresionó a Valka que saltó en su puesto y le dijo: —Ti ho sempre detto di enseré più
Fedora asentía repetidas veces y Valka se excusó con Khan y miró a su amiga sorprendida: —¿Te has vuelto loco? —Lo dices por mi idea, ¿verdad? —Es de Khan Hamdi del que hablamos, él es mi jefe. —Bien y tu príncipe. —No entiendes, me gusta, pero no puedo meterlo en esto. —Cariño, hay formas de hablar con esos especímenes. —No puedo… me daría vergüenza. —Solo propónselo y ya. Valka negó, no podía hacer eso, no estaba tan loca. Khan quedó preocupado por la forma abrupta que le había cerrado, no entendía, tal vez el problema era bastante serio, recibió una notificación que debían ir de viaje a varios países en la semana de la moda, sonrió, estaban de nuevo en la onda. Valka daba vueltas en la sala de su casa y Rafaella llegaba arrastrando una muñeca de trapo. —Traje a la huesuda. —Hija, mi amor, no le digas así. —Es flaca…—la sacudía—¿Cuándo veré a Khan? —Hija. —Quiero ver si le gusto mi monstruitos. No sabía qué hacer, en realidad no quería que alguien le quitara a su pre
Khan se pasaba una mano por su cabello negro, veía a Enner riendo y este le dijo: —¿Viste la cara de horror que tenía? —Enner, ¿por qué dijiste eso? Él le dijo a su amigo: —Porque eso es lo correcto, Valka es la joven que te sacará de la m****a. Khan llevó a su amigo porque ni caminar podía, no sabía el efecto que esa noticia iba a causar en todos. Kara llegó a su casa muy mal, lloraba y gritaba, se jalaba el cabello, tiró jarrones al piso, su madre se acercó a verla fuera de sí y la detuvo: —Hija, por Dios, ¿qué te pasa? —¡Lo perdí!, ¡mamá lo perdí! Vanesa le dijo a su hija: —¿A quién perdiste? —A Khan… Mamá… Khan se casa. Su madre la miraba sorprendida y su hija de rodillas golpeaba el suelo. —Por Dios, hija, ¿por qué dices eso? Ella lloraba desconsoladamente y repetía: Lo perdí, lo perdí. Khan llegó a su casa y su madre lo esperaba emocionada: —Ya tengo armado el itinerario para nuestra presentación en el exterior. —Mamá… Su madre le mostraba lo que llevarían: —Es