Este Khan pensando mal y ahora él puede ser la solución de los problemas de Valka, solo hay que esperar que le digan el asunto, esto se pone bueno.
Fedora asentía repetidas veces y Valka se excusó con Khan y miró a su amiga sorprendida: —¿Te has vuelto loco? —Lo dices por mi idea, ¿verdad? —Es de Khan Hamdi del que hablamos, él es mi jefe. —Bien y tu príncipe. —No entiendes, me gusta, pero no puedo meterlo en esto. —Cariño, hay formas de hablar con esos especímenes. —No puedo… me daría vergüenza. —Solo propónselo y ya. Valka negó, no podía hacer eso, no estaba tan loca. Khan quedó preocupado por la forma abrupta que le había cerrado, no entendía, tal vez el problema era bastante serio, recibió una notificación que debían ir de viaje a varios países en la semana de la moda, sonrió, estaban de nuevo en la onda. Valka daba vueltas en la sala de su casa y Rafaella llegaba arrastrando una muñeca de trapo. —Traje a la huesuda. —Hija, mi amor, no le digas así. —Es flaca…—la sacudía—¿Cuándo veré a Khan? —Hija. —Quiero ver si le gusto mi monstruitos. No sabía qué hacer, en realidad no quería que alguien le quitara a su pre
Khan se pasaba una mano por su cabello negro, veía a Enner riendo y este le dijo: —¿Viste la cara de horror que tenía? —Enner, ¿por qué dijiste eso? Él le dijo a su amigo: —Porque eso es lo correcto, Valka es la joven que te sacará de la m****a. Khan llevó a su amigo porque ni caminar podía, no sabía el efecto que esa noticia iba a causar en todos. Kara llegó a su casa muy mal, lloraba y gritaba, se jalaba el cabello, tiró jarrones al piso, su madre se acercó a verla fuera de sí y la detuvo: —Hija, por Dios, ¿qué te pasa? —¡Lo perdí!, ¡mamá lo perdí! Vanesa le dijo a su hija: —¿A quién perdiste? —A Khan… Mamá… Khan se casa. Su madre la miraba sorprendida y su hija de rodillas golpeaba el suelo. —Por Dios, hija, ¿por qué dices eso? Ella lloraba desconsoladamente y repetía: Lo perdí, lo perdí. Khan llegó a su casa y su madre lo esperaba emocionada: —Ya tengo armado el itinerario para nuestra presentación en el exterior. —Mamá… Su madre le mostraba lo que llevarían: —Es
Valka iba en el auto de Khan adolorida, todavía no salía de su asombro cuando le dijo que se casarían y no deseaba ahondar en el asunto, el joven rompió el silencio: —Voy a matar a ese maldito. Ella meneó la cabeza y él le dijo: —Dejar esto así, no, me da pesar que ese sujeto haya actuado así delante de Rafaella. A ella también le dolía, entonces le comentó: —No puedo creer que siendo su padre actúe así. Valka entonces le dijo un poco adormitaba por los analgésicos: —Khan este no es… tu asunto. —Ahora lo es, si deseas firmar un contrato debes entender que no permitiré que ese sujeto se te acerque. ¿Qué decía? —Ahora las cosas van a cambiar. Ella se durmió escuchando sus palabras. Vanesa Razar fue a las empresas Hamdi a hablar con Ivet que veía modelar a las modelos. —Me gusta mucho tu estilo. La putichicas sonreía emocionada. —Te apruebo. Ella aplaudía y saltaba emocionada: —¡Ahora le podré escribir a mi madre diciéndole que soy modelo! Ivet no entendía esa jerga, per
Valka se mareó y escuchó a su hija gritar de la emoción y decir: —Mi sueño se va a hacer realidad. La niña corrió a los brazos de Khan y se abrazó a él, Valka los miraba sorprendida y Khan se excusó: —Lo siento, solo se los dije. Ahora era oficial, Khan era su futuro esposo, eso no podía imaginarlo. —Querida, tenemos que viajar, debes de ponerte bien—dijo Ivet—el que te hayan asaltado no puede minimizar las cosas. Rafaella le dijo entonces a Khan: —¿Serás mi papá? —Así parece… La niña sonrió y le dijo: —Soy un nomo feliz. Ahora tenía que definir las reglas y habló con él a solas: —Debemos de arreglar esto… Es un matrimonio por contrato, no hay sentimientos de por medio. —Lo sé. —Será por un año y conviviremos juntos, pero en habitaciones separadas. —No estoy de acuerdo… —Haré un contrato de bienes separados, pondré como cláusula que te daré dos colecciones para que tu empresa. Khan alzó la mano y le dijo: —Olvídalo, no quiero nada de eso, solo haz tu trabajo y ya, est
—¡Si te casas con Khan te pesará! Amenazó Kara y añadió: —Juro Valka Tomás que te pesará. Valka estaba impresionada de ver el dolor en el rostro bonito de la joven, si tan solo supiera que nada era real, Ivet le dijo a la joven: —¡Basta Kara!, mírate, ¿es así como deseas que te vean? Khan intervino para decirle: —Tú terminaste conmigo, yo me quedé esperándote y nunca viniste. —¡Me equivoqué! —No te amo Kara. Eso fue una cachetada en su rostro y ella mirándolo con odio y dolor le señaló: —Entonces prepárate para lo que viene. Se fue molesta mirando a todos con rabia, se la debían, todos ellos se la debían. Valka miró a Khan, pensó notarlo afectado; sin embargo, es su rostro se evidenciaba la molestia del momento, entonces comentó: —Si quieres que lo dejemos hasta aquí, podemos dejarlo, puedes buscarla a ella si gustas. —No, esto se acabó, en verdad nada de esto me importa, ella es la reina de los berrinches, solo eso. Ordenó entrar a todos y cerró la puerta, Ivet se agach
Las cosas de Valka iban a la mansión Hamdi, ella hubiese deseado algo aparte, pero Khan le había pedido que por un tiempo vivirían allí. El matrimonio civil había sido sencillo y en ese momento decoraba la habitación de su hija con algunos adornos. Ivet llegó: —Todo está quedando hermoso, me encanta tenerte en casa. —Gracias. —Espero que te guste la habitación que dispuse para ustedes, era la matrimonial que ocupaba con mi esposo. —Gracias, pero no tenía que hacer eso. —Querida solo espero que pronto pueda ver a un Khan junior por la casa. Eso sorprendió a Valka, entonces se dio cuenta de que la familia de Khan tenía altas expectativas sobre ese matrimonio. Eso no se lo esperó y cuando terminó Khan y su hija llegaron en esos momentos: —Corrí mucho en el parque y me cansé. —Estabas frenética jugando. Ella sonrió y se detuvo a tomar aire, eso le pareció raro a Khan: —¿Tanto te cansaste? —Sí, es que la felicidad cansa. La niña tomó aire y corrió a su habitación, entonces se
La pequeña se quejó hasta que terminó y se sintió muy mal, se recostó en la cama poniendo su cabecita en ella y de rodillas pensó: No puedo decirle nada a mi mamita, vamos a viajar hoy. Esa mañana Lucio pensaba que todo era demasiado bueno, esa mujer le iba a dar dinero si le quitaba a la niña, eso era bueno, ya había iniciado algo y eso serviría, llamó a su abogado. —Hola, Gabón, quiero saber si puedo continuar con el juicio contra Valka. —¡Qué! —Quiero a mi hija, solo eso. —¿Te volviste loco? —Solo quiero que esté conmigo. —Escucha, ¿tu padre sabe de esto? Lucio no quería que su padre se metiera y le comentó: —La Cosa es mía, tengo derechos, ¿o no? El abogado entonces le explicó: —Es cierto si eres el padre, los tienes, pero primero debemos pedir una prueba de ADN. —¿Por qué? —Es para ver si en verdad la pequeña es tuya. —Bueno, quiero que te encargues de eso. —¿Quieres la custodia total o parcial? Lucio le indicó: —Solo parcial, no puedo quedarme con la Cosa. —Rafa
Verla así afectada, desesperada y sin poder ayudarla, tomó su mano y le dijo: —Saldremos de esto. Ella lo miró a los ojos negros y se refugió en sus brazos. —Valka, no estás sola, estoy contigo. —Este no es tu problema Khan. Khan le dijo entonces: —Lo es porque eres mi esposa y eso es importante para mí. —Tengo que buscar un abogado y ver si puedo responder a la demanda. —Claro, escucha, llama a Enner y él te asesorará. Ella asintió y lo llamó, entonces le explicó todo, Enner quedó en investigar y conseguirle un abogado. Las críticas de la colección fueron favorables para Hamdi y para Valka, ella hubiera cambiado todo por sanar a su hija, su pequeña Rafaella, pasaba las horas más terribles en ese momento. El doctor López salió hablar con ellos: —La hemos estabilizado, con las diálisis lograremos tenerla en buen estado, ahora—se dirigió a Khan—si usted es el padre podría donarle un riñón. Khan entonces le explicó: —No soy el padre, lo siento. López entonces le comentó: —