La nuera del año!
Valka se mareó y escuchó a su hija gritar de la emoción y decir: —Mi sueño se va a hacer realidad. La niña corrió a los brazos de Khan y se abrazó a él, Valka los miraba sorprendida y Khan se excusó: —Lo siento, solo se los dije. Ahora era oficial, Khan era su futuro esposo, eso no podía imaginarlo. —Querida, tenemos que viajar, debes de ponerte bien—dijo Ivet—el que te hayan asaltado no puede minimizar las cosas. Rafaella le dijo entonces a Khan: —¿Serás mi papá? —Así parece… La niña sonrió y le dijo: —Soy un nomo feliz. Ahora tenía que definir las reglas y habló con él a solas: —Debemos de arreglar esto… Es un matrimonio por contrato, no hay sentimientos de por medio. —Lo sé. —Será por un año y conviviremos juntos, pero en habitaciones separadas. —No estoy de acuerdo… —Haré un contrato de bienes separados, pondré como cláusula que te daré dos colecciones para que tu empresa. Khan alzó la mano y le dijo: —Olvídalo, no quiero nada de eso, solo haz tu trabajo y ya, est
—¡Si te casas con Khan te pesará! Amenazó Kara y añadió: —Juro Valka Tomás que te pesará. Valka estaba impresionada de ver el dolor en el rostro bonito de la joven, si tan solo supiera que nada era real, Ivet le dijo a la joven: —¡Basta Kara!, mírate, ¿es así como deseas que te vean? Khan intervino para decirle: —Tú terminaste conmigo, yo me quedé esperándote y nunca viniste. —¡Me equivoqué! —No te amo Kara. Eso fue una cachetada en su rostro y ella mirándolo con odio y dolor le señaló: —Entonces prepárate para lo que viene. Se fue molesta mirando a todos con rabia, se la debían, todos ellos se la debían. Valka miró a Khan, pensó notarlo afectado; sin embargo, es su rostro se evidenciaba la molestia del momento, entonces comentó: —Si quieres que lo dejemos hasta aquí, podemos dejarlo, puedes buscarla a ella si gustas. —No, esto se acabó, en verdad nada de esto me importa, ella es la reina de los berrinches, solo eso. Ordenó entrar a todos y cerró la puerta, Ivet se agach
Las cosas de Valka iban a la mansión Hamdi, ella hubiese deseado algo aparte, pero Khan le había pedido que por un tiempo vivirían allí. El matrimonio civil había sido sencillo y en ese momento decoraba la habitación de su hija con algunos adornos. Ivet llegó: —Todo está quedando hermoso, me encanta tenerte en casa. —Gracias. —Espero que te guste la habitación que dispuse para ustedes, era la matrimonial que ocupaba con mi esposo. —Gracias, pero no tenía que hacer eso. —Querida solo espero que pronto pueda ver a un Khan junior por la casa. Eso sorprendió a Valka, entonces se dio cuenta de que la familia de Khan tenía altas expectativas sobre ese matrimonio. Eso no se lo esperó y cuando terminó Khan y su hija llegaron en esos momentos: —Corrí mucho en el parque y me cansé. —Estabas frenética jugando. Ella sonrió y se detuvo a tomar aire, eso le pareció raro a Khan: —¿Tanto te cansaste? —Sí, es que la felicidad cansa. La niña tomó aire y corrió a su habitación, entonces se
La pequeña se quejó hasta que terminó y se sintió muy mal, se recostó en la cama poniendo su cabecita en ella y de rodillas pensó: No puedo decirle nada a mi mamita, vamos a viajar hoy. Esa mañana Lucio pensaba que todo era demasiado bueno, esa mujer le iba a dar dinero si le quitaba a la niña, eso era bueno, ya había iniciado algo y eso serviría, llamó a su abogado. —Hola, Gabón, quiero saber si puedo continuar con el juicio contra Valka. —¡Qué! —Quiero a mi hija, solo eso. —¿Te volviste loco? —Solo quiero que esté conmigo. —Escucha, ¿tu padre sabe de esto? Lucio no quería que su padre se metiera y le comentó: —La Cosa es mía, tengo derechos, ¿o no? El abogado entonces le explicó: —Es cierto si eres el padre, los tienes, pero primero debemos pedir una prueba de ADN. —¿Por qué? —Es para ver si en verdad la pequeña es tuya. —Bueno, quiero que te encargues de eso. —¿Quieres la custodia total o parcial? Lucio le indicó: —Solo parcial, no puedo quedarme con la Cosa. —Rafa
Verla así afectada, desesperada y sin poder ayudarla, tomó su mano y le dijo: —Saldremos de esto. Ella lo miró a los ojos negros y se refugió en sus brazos. —Valka, no estás sola, estoy contigo. —Este no es tu problema Khan. Khan le dijo entonces: —Lo es porque eres mi esposa y eso es importante para mí. —Tengo que buscar un abogado y ver si puedo responder a la demanda. —Claro, escucha, llama a Enner y él te asesorará. Ella asintió y lo llamó, entonces le explicó todo, Enner quedó en investigar y conseguirle un abogado. Las críticas de la colección fueron favorables para Hamdi y para Valka, ella hubiera cambiado todo por sanar a su hija, su pequeña Rafaella, pasaba las horas más terribles en ese momento. El doctor López salió hablar con ellos: —La hemos estabilizado, con las diálisis lograremos tenerla en buen estado, ahora—se dirigió a Khan—si usted es el padre podría donarle un riñón. Khan entonces le explicó: —No soy el padre, lo siento. López entonces le comentó: —
Valka estaba impresionada escuchando sus palabras, eran las palabras más bellas que escuchó hace mucho tiempo, pero el momento no era el propicio. Khan se acercó a ella que contemplaba el escenario dispuesto y entonces le preguntó cálidamente: —¿Qué pasa? —Siempre soñé escucharte decir esas palabras, cuando te conocí me impactaste profundamente, pero…—meneó la cabeza—ahora no. —¿No? —Ahora solo pienso en mi hija. Él asintió y le dijo con ternura: —¿Podemos reflexionarla los dos?, voy a encontrar una solución. Ella se abrazó a él y era reconfortante sentir su calor de hombre y su perfume tan agradable. —Ven, vamos a cenar. Valka lo hizo y la comida estaba buena, era ligera, sustanciosa, ella sonrió cautivada. —Eres muy gentil. —Te amo y admiro, entonces quiero que seas feliz, lograremos sacar a Rafaella de todo esto. Valka necesitaba certezas en ese momento: —¿Eso consideras? —Lo sé, va a ser complicado, pero lo sé. Ella entonces le comentó: —Debo meditar en otra colecc
Ricardo Dumani era un hombre de oportunidades, cuando conoció a La Duquesa Georgia Stanton; no era una duquesa de la nobleza, pero así le decían en el bajo mundo, ella comercializaba ropa de diseñadores plagiando sus diseños y vendiéndolos a mayor precio en el mercado negro, o simplemente vendiendo los moldes de los diseños a replicadoras para que los hagan al por mayor. Hacer un trato con la Duquesa era bastante rentable, como peligroso si no se la satisfacía y él tenía una nuera diseñadora y que lo hacía muy bien, por eso cuando le dijo: —Tengo un negocio y sé que me podrías ayudar con eso. Valka no entendió nada, entonces él le explicó: —Quiero que me des la colección Otoño invierno de Hamdi y yo te conseguiré el riñón que tanto deseas. Valka lo miró sorprendida y entonces balbuceó. —Yo no puedo hacer eso… —Valkánica, no puedo considerar que no desees ver sana a tu pequeñita. —Eso es chantaje, no puedo traicionar a Hamdi. —Considéralo y entonces tendrás la salud de la peque
Adolfo Geek era uno de los noveles diseñadores de moda del momento, su aspecto era menudo, delgado y que siempre vestía atuendos tipo casanova y su estilo era muy urbano y oscuro al mismo tiempo. Le llegó una invitación a su asistente y ella se acercó: —Señor Geek… —Dime Berta—analizaba una tela. —Le acaba de llegar una invitación, dice… Concurso Para diseñadores de Moda 2023 Tijeras de Oro. Eso lo llenó de curiosidad y tomó la invitación que era muy elegante… Leyó detenidamente y miró a su asistente: —Dice cien mil dólares… ¿Eso dice? —Eso leí, señor Geek. Le gustó el asunto y alzó el teléfono de corte clásico y antiguo, marcó un número y dijo: —Soy Adolfo Geek, diseñador y participante de su concurso, acepto. Monar Beatriz era una joven diseñadora o realmente no se sabía si era o no era hombre o mujer porque su aspecto confundía, era un no binario y su moda consistía en estilos afeminados para los hombres y masculino para las mujeres… Un joven de apariencia bastante extrava