Para Farid la derrota había tocado a su puerta y ahora sentía muchas batallas perdidas; sin embargo, lo que más le dolía era que su hijo no estuviera allí junto a él.
Cuando salió a un evento de modas en los que fue invitado se topó con Kara y Beto que estaban siendo entrevistados.
—Miren, mi ex.
Todos rieron y Kara le dijo a Beto.
—No hagas una escena.
—Ahora es cuando.
Se acercó donde Farid:
—¿Y tu hijo?
—Beto…
—¿Dónde se esconde el príncipe mariquita ese?
—Ya basta Beto, esto debe acabarse.
—Tu hijo me trató como un trapo y quieres que acabe, acabará cuando yo diga.
—¿Qué es lo que quieres?
—Ver a tu hijo pisado bajo mis tacones como la basura que es.
Farid se cogió el pecho y se excusó y Beto le gritó:
—¡Huye rata, eso eres una rata gorda y repugnante que te lucraste de mí, rata!
Farid salió fuera del evento y en pleno estacionamiento caía desplomado.
Ivet estaba angustiada en el hospital, sentía el piso hundirse bajo sus tacones y no tenía idea de qué podía hacer, el doctor, amigo de la familia, salió con rostro de pesar.
—¿Mi esposo?
Tomó sus manos y las apretó fuerte:
—Ivet hicimos cuánto pudimos.
Ella sintió que sus piernas no la sostenían y él la ayudó a no caer:
—Debes de ser fuerte, Farid ya no está entre nosotros.
Su mundo se quebró en mil pedazos.
Cuando Khan recibió la noticia regresaba de un café concierto con su tía Cayetana.
—¿Ves?, la vida bohemia puede cambiar las cosas.
—Tengo que darte la razón, me siento mejor…—su móvil sonó y vio el número de su madre—tal vez mi humor cambie.
Tomó la llamada:
—Mamá…—solo escuchó sollozos—¿mamá?
Cayetana se inquietó y entonces vio que su sobrino ponía rostro de horror, la palidez de un cirio lo dominó.
—¿Cuándo?… sí, sí, iremos para allá.
Cerró la llamada y se acercó a una pared a golpearla repetidas veces, Cayetana lo veía con horror.
—Hijo, por el amor de Dios detente.
—Mi padre… m*****a sea—golpeaba la pared—¡m*****a sea!, ¡m*****a sea!
Sollozaba aferrándose a la pared, entonces Cayetana comprendió que algo malo había pasado.
La noticia fue de dominio público, Farid Hamdi había muerto y la moda estaba de luto.
Kara lloraba abrazada de su madre y Beto se paseaba por la sala, se sentía culpable de todo lo pasado porque momentos antes él había hecho su escena desagradable.
—¿Qué considerará Khan?
Beto dijo en tono despótico:
—Dudo que ese saco de testosterona piense en algo que no sea en golpear cosas.
—Mi tío muerto…—sollozó.
—Querida no tenías nexo con ellos, solo un compromiso de amistad.
Él no entendía que siempre vio a Farid Hamdi en su vida, ¿cuántas comidas en su casa o en la de ella? Cientos, viajes incluso familiares, su humor tan árabe y su estilo tan crítico, lo amaba como su segundo padre.
—¿Y si yo fui responsable de su muerte?
Beto se abanicó, si ella era responsable él era el segundo al mando, ¡qué horror!
—No reflexiones en eso—la acarició—descansa, te cuidaré.
Ella apenas si podía cerrar sus ojos porque un sentimiento de culpa la embargaba.
La noticia era viral y salía en redes y en revistas de modas, Fedora llegó al negocio y agitado le comentó:
—Vine porque… Mi Dios—sacó de su bolso una revista y le mostró—mira querida, dime si no es él… ¡El príncipe!
Ella miró la gran foto de la revista de moda y lo reconoció, era el hombre que la había ayudado:
—¡Es él!
Fedora entonces le contó:
—Es famoso, al menos para el mundo de la moda, es hijo del fallecido zar de la moda de Ciudad Capital, Farid Hamdi, se llama Khan.
Entonces Fedora dijo de forma evocadora:
—Khan, apuesto, divino Khan.
Ella estaba sorprendida leyendo todo sobre el velorio y entierro del señor Hamdi.
—¡Es un Hamdi!
—Eso dice, su padre murió hace poco, es tan triste.
—No puedo creerlo.
—Hoy se celebra en honor a él una ceremonia en la catedral.
Sin pensar le dijo a su amigo:
—Debo de ir…
—Sabía qué dirías eso.
—Tal vez ni me recuerde, pero se lo debo.
—Iremos juntas.
Ella usó un vestido negro muy formal y un sombrero con velo discreto incluido que cubría el rostro cuando Fedora llegó con un sombrero de ala ancha y guantes largos, toda de negro. Salieron rumbo a donde se celebraba la misa y vieron a mucha gente elegante y algunos de la farándula.
Kara había asistido con su familia, a pesar de todo eran amigos de años y su padre decidió que guardarían la distancia. La joven durante la ceremonia no le quitó la vista de encima a Khan, su tic nervioso en su pierna hacía evidente que estaba ansiosa.
Valka veía de lejos a Khan e intentaban llegar lo más cerca posible, se abrieron paso y vieron a los Hamdi adelante, Khan con lentes oscuros sosteniendo la mano de la viuda. Valka comentó:
—Es una pena, se ve afectado.
Fedora susurró:
—Un apuesto y valiente muchacho para consolar.
Cuando el servicio terminó, todos se levantaron y comenzaron a darle el pésame a la familia, estrechaban la mano de Khan y abrazaban a su madre que usaba una mantilla en su cabeza.
Abrirse paso fue complicado; sin embargo, llegó cerca del joven al mismo momento que Kara Razar iba también y justo cuando esta pensó en abrazarlo, una mujer se le adelantó y le dio un fuerte abrazo que sorprendió a la joven y al mismo Khan.
—Lo siento tanto—le dijo Valka—en verdad lo siento por ti.
Khan se quedó cortado por recibir el abrazo fuerte de esa hermosa desconocida, porque lo era, es más, su rostro se le hizo familiar y parecía entender su dolor, entonces terminó correspondiéndole con fuerza, fueron unos segundos que estuvieron abrazados, pero para Valka eran minutos.
Kara se quedó impresionada por ese gesto, no conocía a esa mujer, tampoco podía acercarse, pues la gente se agolpaba alrededor de los Hamdi.
Fedora solo alcanzó tocar su mano y darle un discreto apretón. Valka le sonrió tristemente y él hizo otro tanto y ella lo dejó ir, entonces más personas lo saludaban y expresaban su pesar, pero el de cuando en cuando miraba a la joven desconocida que se perdía entre la multitud.
Kara vio a la joven con desdén, no la conocía y no veía su rostro, Beto se le acercó en esos momentos:
—Cariño, vamos, ya no hay nada que hacer.
—¿Conoces a esa mujer?
Él miró a Valka subirse a un auto no tan elegante:
—No sé, se ve que es corriente.
Ella la vio irse hasta el final y luego se unió a sus padres para irse juntos.
Valka se sintió más aliviada de poder darle ánimo al joven que le rescató en una etapa de su vida que fue oscura.
Khan llegó con su madre y tía cansadas, muy cansado.
—Gracias a Dios terminó.
Su madre le dijo entonces:
—Ahora recién empieza… Estamos casi en la ruina—vio su sorpresa—no tenemos diseñador y nadie quiere trabajar con nosotros debido a Beto.
Cayetana estaba triste y preocupada por el legado familiar:
—Todo se pudrió…—sollozaba Ivet.
Khan comenzó a caminar por la sala y le preguntó:
—¿Tan mal estamos?
—Sí, muy mal, eso afectó a tu padre.
Cayetana entonces le dijo a su cuñada:
—Debes descansar, después veremos todo.
La llevó a su habitación y Khan llamó a Enner:
—Enner, ¿puedes venir?
—Claro, dame unos minutos.
Estaba jodido y tenía que hallar la forma de salir de esa m****a, cuando su amigo llegó lo abrazó:
—Lo siento tanto, en verdad todo esto ha sido tan devastador.
Tomaron asiento y Enner vio a su amigo más repuesto de lo de Kara.
—El viaje te sentó.
—¿Sabes que estamos casi en la ruina?
Él asintió y comentó:
—No tienen diseñador, no tienen con qué trabajar.
—Es cierto, no pensé que un error mío orillara a mi familia a esto.
Enner se cruzó de piernas y le comentó:
—No solo es tu culpa, la última colección de Beto no fue la esperada, se cree el muy divo, pero ha perdido el brillo.
—Trabaja con Kara, pusieron una empresa de moda llamada Elite Razar.
Enner tuvo que reconocer y le comentó:
—Tengo que decir que es un gran proyecto y que tiene a todos a la expectativa.
Khan se levantó:
—Debo de sacar a la empresa adelante, no sé cómo…—miró a su amigo—voy a necesitar tu ayuda.
Enner sonrió y le anunció:
—Cuenta conmigo para lo que sea, primero debes encontrar diseñador
—Bien…
Llamó a la secretaria de la empresa:
—Julieta, necesito que comiences a buscar un diseñador para la empresa.
La voz de la secretaria resonó:
—Querido, eso he estado haciendo desde que me lo pidió tu padre, pero nadie quiere trabajar para Hamdi.
Eso molestó a Khan que le dijo:
—Debes hacer algo, pon un anuncio.
—¿Anuncio?
—En las páginas amarillas, pero consígueme un diseñador.
Cerró molesto y miró a Enner:
—No hay diseñador que desee trabajar con Hamdi.
—Entiendo, debes aprovechar que entramos en primavera y conseguir una colección lo más antes posible.
Entonces Khan comentó preocupado:
—No tengo suficiente capital.
Enner le dijo entonces:
—Tú sabes que puedes confiar en mí y que cuentas conmigo para lo que sea, mi padre me dio mi herencia y estaba pensando en cómo gastarla con unas putas modelos, pero ya que mi amigo me necesita, podría hacer algo útil con ese dinero.
Khan lo agarró y besó en ambas mejillas:
—Te amo.
—No te hagas el gay conmigo—se rio.
Khan dijo seguro:
—Vamos a sacar a Hamdi del hoyo y con tu dinero y con buenas ideas podremos hacerlo.
Fedora estaba preparando su show en un cabaret, tenía una rutina de baile con coreografía, cuando una chica comentó:
—Dicen que Hamdi busca diseñador.
—Me encantaba su moda—comentó la otra—solo que no estaba en mi presupuesto.
—Es cierto y Beto Cárdenas se fue…
Fedora les preguntó:
—Oigan gárgolas—las vio molesta—¿qué es lo que dicen?
—Salió un anuncio de Hamdi pidiendo diseñador, lo vi porque estaba buscando trabajo extra para mí…
—¿Diseñador?
—Así dice el gran anuncio—le dio el diario del día—búscalo.
Él lo hizo y leyó, sus ojos se abrieron y pensó: Valka tiene que aplicar, ella debe ser la nueva diseñadora de Hamdi.
Valka había puesto un negocio en Treeman de diseño, les daba empleo a madres solteras y de esa forma podía ayudar a las mujeres que, como ella, estaban solas en la crianza de sus hijos. Veía en ese momento a su hija jugar con los tules y telas, los lanzaba al aire y los veía flotar, eso también la inspiraba, su hija llenaba ese vacío de su mundo.Esa tarde mientras ordenaba su sitio de trabajo recibió la visita de un hombre bien vestido, acompañado de dos sujetos de mal talante.Él miró a todos lados, le gustó el sitio, muy femenino, la nena jugaba con unos tules y lo miró con sus ojos negros y él entonces preguntó:—¿Quién es Valkánica?Valka salió a atenderlos:—Soy yo, ¿en qué puedo servirle?El sujeto la miró de pies a cabeza, era hermosa, joven y entonces se presentó: —Soy Ricardo Dumani.—Valka Tomás.Estrecharon sus manos:—Valkánica estás en mis terrenos y todos los que están en ellos pagan un precio.Eso era totalmente nuevo para ella:—Llevo un tiempo aquí y no he tenido pro
Julieta era la secretaria de las empresas Hamdi, desde cuando brillaban alto y ahora vivía el declive, cuando puso el anuncio se sintió mal: antes cientos de diseñadores dejaban su trabajo en la empresa, pero como estaba Beto nadie valía y ahora debían de poner anuncios en las páginas amarillas como una empresa cualquiera. Llamó a Beto: —Hola querido. —Linda, ¿cómo va todo? Ella miró a todos lados y le contó en tono confidente: —Khan está buscando diseñador. —Tan tonto… —Me hizo poner un anuncio en páginas amarillas. —¡Que de lo último! —Estamos en la m****a. —Con Khan Hamdi a cargo debajo de la m****a, ya sabes querida cualquier cosa me dices y yo te reconozco un cariñito. —Descuida amor, te tendré informado. Ella colgó con una sonrisa, la verdad es que el dinero que le pagaba Beto Cárdenas en ese tiempo le venía bien. No podía ir a las ciegas solo por amor, la idea era muy espectacular para ella: —Entrar a Hamdi es todo un sueño, pero estoy consciente que eso son ligas
Estaba frente al reto de su vida: entrar en el campo del diseño de modas por todo lo alto de la mano de la mejor empresa de Moda de Ciudad Capital: Hamdi Look. Los ojos de Valka Tomás no daban crédito al ver el logo en grande de Hamdi frente a sus ojos, tenía tantos recuerdos de esa época viendo las hermosas y gloriosas vitrinas con la moda del momento, o los desfiles improvisados en la plaza pública. Trabajar en Hamdi lo era todo para ella, podía decirse que era el gran paso que su brillante carrera de diseño necesitaba, respiró hondo y cruzó la puerta de cristal lista para afrontar su destino. Julieta estaba en su escritorio ojeando una revista de moda cuando le anunciaron que una diseñadora había llegado para la entrevista, enarcó una ceja: —¿Es de alguna academia de diseño? —Lo ignoro, pero desea entrevistarse con el señor Hamdi. Eso era bastante raro y dio la orden: —Que suba. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Valka vio el entorno tan exclusivo como correspondía
El reto era grande, pero sabía que podía lograrlo, Julieta la vio pasar casi pisando huevos, como se decía y se levantó a preguntarle a Cayetana: —¿Qué pasó con esa mujer? —Ella es la nueva diseñadora de Hamdi—le entregó sus papeles—lleva esto a recursos humanos. Julieta no salía de su asombro y siguió a la espigada mujer con sendos collares: —¡Ella será la diseñadora de la empresa! Cayetana giró en sus Louboutin y la miró segura de lo que decía: —Así es, gestiona eso en recursos humanos lo más pronto posible. La mujer siguió su camino y la empleada corrió a llamar a su amigote Cárdenas: —Querido, no sabes lo que pasó…—miraba a todos lados—tenemos diseñadora en Hamdi. Valka flotaba, se sentía como un tul al viento: ligero, hermoso y gracioso, pasó por una pastelería y compró un rico pastel para celebrar con su gente. En cambio, en la casa de Valka se vivía la expectativa, Fedora llegó con comida: —Hola, hola, traje, canelones. —¡Yupi! Rafaella corría a saludar a su tío rar
Kara Razar caminaba de un lado a otro meditando en lo dicho por Julieta: Khan y la nueva diseñadora estaban intimando, no podía considerar algo como eso. Veía sus diseños para la nueva colección que lanzaría junto con Beto Cárdenas y se esperaba sea el show del momento con modelos top en la pasarela. Beto entró canturreando en esos momentos y al ver a la bella inspiración de su colección. —Divina estoy inspirado. —¿Sabías que Hamdi tiene una diseñadora nueva y que esa le está tirando los perros a Khan? Él sabía muchas cosas: —¿Y eso qué? —Khan no puede olvidarme, es el amor de mi vida y necesito volver con él. Beto exasperado se cogió las sienes: —Khan no es el príncipe que necesitas, vamos a demostrarle que podemos hundirlo, está colección será fabulosa. Ella estaba angustiada y le comentó: —Quiero volver con Khan, tengo tres años sin él… desde esa noche. Beto se dio la vuelta y le mostró un fastuoso vestido de noche. —Divino, ¿verdad? —Sí. —Arrasaremos y pisaré a esa p
Valka entonces le respondió: —Todos necesitamos amor, yo pongo mucho amor a mi trabajo, si puedo darle una gran colección será suficiente para mí. La tomó de los hombros ante su sorpresa y como si fuese un ruego le pidió: —Entonces hazlo, demuéstrame tu amor con lo mejor que tengas. Los ojos cafés de Valka reflejaban una turbulencia, ni Lucio la hizo sentir así, supuso que esa atracción que sentía por Khan se debía a que lo conoció en un momento de su vida en que estaba necesitando un héroe y él llegó en esos momentos a ser ese héroe que tanto necesitaba. Khan, en cambio, se sorprendía de la atracción poderosa que Valka ejercía en él, esos ojos cafés lo derivaban y su mirada de niña desvalida, por un instante quiso ser su príncipe de cuentos de hadas, aunque a su mente acudía el recuerdo del lugar en donde la conoció y eso lo hizo reaccionar. —Debemos trabajar. —Ajá… Fue hacia el taller a terminar su idea, comenzó a trabajar con tanto ahínco cuando su amiga entró: —Estás inspi
“¡No puedo creerlo, estoy enamorado de una puta!”, era lo que pensó en esos momentos cuando ella habló. Valka le sonrió y le comentó: —Deseo invitarte a cenar a mi departamento, es para hablar sobre lo que haremos… —¿Haremos? —Sobre la colección y el desfile. —Ah… Eso. Ella lo miró con desconfianza y le preguntó: —¿Qué pensaba usted? —En eso mismo—se puso rojo—Claro, por mi encantado. Ella sonrió y él hizo lo mismo, Julieta los veía muy compenetrados, no le gustó aquello. Valka llamó a su amiga Fedora: —Necesito de tu asesoría… Entonces le contó todo, fue para ella un desahogo y él prometió ayudarla, luego tenía que pensar en la cena y le dijo a su amiga: —Debes ir al departamento y encargarte de Rafaella, Khan irá a cenar y no quiero que se inquiete. —Bien, un paso más logrado. Ella sonrió y fue a preparar la cena de esa noche, Rafaella la veía muy hacendosa y las cosas de la cocina no eran mucho lo de ella. —¿Quién vendrá mami? —Una persona especial. La pequeña pens
Fedora llamó a Valka esa mañana y le dijo que le había conseguido todo, eso la llenó de curiosidad y fue a la oficina y solo encontró a Enner. —Señor Galar, ¿y el señor Hamdi? —No ha llegado aún, pero puedo ayudarte en lo que gustes. —Hay una posibilidad de hacer el show de presentación, quería que viera la opción que me presentan. Eso le interesó a Enner que le dijo: —Bien, vamos. Fueron a donde los esperaba Fedora, un sitio llamado la Grillera por la zona de Treeman, cuando la vio fue a ella. —Fedora. Ella se volteó y vio al apuesto caballero que la acompañaba. —Hola, guapo. Era un travestí, cielos, no se lo esperó y ella les dijo: —Aquí nos ayudarán, el Grillo es un conocido Disyóquey de la zona y tiene modelos. Valka entró esperanzada y cuando vio era como un sitio de baile en donde varias chicas hermosas hacían coreografías. El mentado Grillo, era un sujeto de color delgado y de 1.60, vestía como un rapero, lleno de cadenas de oro. —Llamaron al Grillo. —Grillo, ella