—¡Ya basta!
Se plantó frente al tipo, no le importó que su auto estuviera en media calle impidiendo el paso de otros vehículos.
—Piérdete, este no es asunto tuyo—dijo entre dientes el tipo.
Valka suplicó:
—¡Ayúdeme, por favor!
Entonces le dijo al sujeto:
—Ya déjala en paz.
—No me das órdenes aquí—tiró a la joven al piso—toma tu ramera, pendejo.
El sujeto solo alcanzó ver el puño estrellándose contra su rostro y cayó al suelo soñado, algunos que lo vieron se alarmaron.
Khan entonces le tendió la mano a la joven que lo miraba sorprendida, Valka nunca vio a nadie golpear de esa forma y ella se la tomó:
—Siento que pasaras por eso.
Ella asintió y de repente unos sujetos se fueron contra él que empujó a la joven y recibió el golpe de uno de ellos; Khan se recompuso y cuando le lanzaron otro golpe lo bloqueó y devolvió el ataque al sujeto que no se esperó que el joven sepa defensa personal, pero eran dos y el otro también se le fue encima y justo cuando iban a vencerlo…
—¡Basta ya!
Una mujer los separó.
—Dos contra uno, eso no se vale.
La mujer, bueno, no era una mujer, más bien era un alto travestí que envió a uno de los atacantes al piso.
—Oye m*****a, no te metas.
—¿Quieres que saque al hombre que hay en mí?
El otro sujeto retrocedió porque el tipo era muy alto y aunque vestido de mujer era de temer.
Khan estaba sorprendido y la joven fue a él:
—¿Estás bien?
—Sí… sí.
—Gracias, gracias por ayudarme.
—Lindo—dijo el sujeto—no hay perdón que deseen dañar a alguien tan valiente y bello como vos.
Khan miró a la joven que era bella, sin duda, aunque no vestía nada delator, si estaba allí debía ser del medio.
—Ok… todo bien, ¿verdad?
Le preguntó a la joven que al ver su rostro quedó sorprendida de ver lo apuesto que era, asintió nerviosa y él le dijo en tono recomendador:
—No dejes que te traten así, el que seas una chica de la vida no le da derecho a eso.
Entonces se retiró, cuando Valka se dio cuenta de lo que él había asumido de ella, intentó explicarle, pero lo vio subirse en su auto e irse. Su otro ayudador entonces la sacó de sus cavilaciones:
—Todo un príncipe azul—comentó el sujeto.
Ella lo miró sorprendida y él se presentó:
—Fedora.
—Valka.
—¿Eres nueva por aquí? Conozco a cada chica de aquí hasta al final… pero a ti— analizó su cabello bonito—nunca te he visto.
—Es que no soy de por aquí…
—¿No eres…?, ya sabes…
—No, no soy.
Menudo lío y la llevó a tomar algo, entonces acomodó su traje que era de brillos y se tiró el cabello hacia atrás y pidió dos cafés.
—Quería salir y tomarme un café, pero pasó esto…
—Estos sitios para una mujer sola, sin nada que ver con esto es peligroso, es como una oveja en medio de lobos.
—Ahora me di cuenta.
—La mayoría piensa que invades territorio—la vio intrigada—cada manzana es controlada por un gañán.
Acomodó su cabello largo y pintado de rojo.
—Las chicas se deben a ellos, si hay otra mujer que les desea quitar el sustento deben correrla.
Ella ignoraba todo eso, pensó en el joven apuesto que la había salvado y en la idea que se llevó de su imagen, Fedora como si leyera su mente le dijo:
—Esos especímenes no suelen venir dos veces a salvar chicas por estos lares.
—Es que él creyó que…—miró el café negro como su vida, ahora—ya no importa.
—Deja el agua correr, si el río cambia de dirección lo volverás a ver—miró la taza y le comentó—sé leer el destino.
Eso sorprendió a Valka.
—¿En serio?
—Sí…—tomó su taza y vio—aquí está, claro como el cielo despejado… Veo un bebe en tu camino y veo… Dios, veo lentejuelas y éxito…
Valka estaba asombrada con lo que decía y el sujeto sonrió y comentó:
—Veo… a un apuesto príncipe en tu camino.
Preguntó por el apuesto príncipe:
—¿Lo viste a él?
—Veo algo para ti, es demasiado bueno—le dijo emocionado—sin embargo, también veo manchas oscuras en medio, así que no será fácil.
Valka le confesó entonces:
—Estoy embarazada.
—Vi al bebe… ¿Y el padre?
—No lo sé… se fue, me dejó—era duro de reconocer.
La miró con pena y exclamó:
—Cosita, no llores, el viento siempre da la vuelta y lo que se lleva lo regresa.
—¿Crees que él vuelva?
Fedora fue sincera y entonces le comentó:
—De volver vuelven, pero no de la forma como deseamos.
Eso desilusionó a Valka. Fedora la acompañó a casa y le preguntó:
—¿De qué vives?
—Coso, es decir, mi padre era sastre y mi madre modista, aprendí de ellos lo necesario.
Le mostró su trabajo y él sorprendido de ver los dos vestidos comentó:
—Nena, esto es hermoso, seductor a simple vista, divinos…—miró sorprendido a la joven y comentó—esto es éxito.
Valka no sabía la magnitud de esas palabras y entonces Fedora le indicó:
—Linda, si sabes hacer esto, tendrás muchas clientas—le tomó varias fotos—las mujeres de estos lados siempre desean lucir como princesas seductoras, lujuriosas y tú lo has conseguido…
La colocó en sus redes sociales:
—Te lloverán contratos.
—¿En serio?
—Lo sé, Valka debes pensar en grande, tu destino es el éxito, no te aflijas por las manchas, siempre es necesario algunas en nuestro camino para limpiar y brillar.
La joven sonrió tímidamente, no sabía si era cierto lo que había dicho, pero le dio ánimo, antes de irse prometió volver.
Ya sola recordó al valiente caballero que la salvó del infortunio, sus ojos negros, su fuerza… Nunca había visto a nadie así, pero se fue creyéndola del medio y tal vez nunca lo volvería a ver, así que quedo como una ilusión más en el desierto de su vida.
Le dolía la mano y solo se dio cuenta cuando ya estaba llegando a casa, vio la mansión de sus padres y se quedó en el auto masajeando su mano y su móvil sonó:
—Te voy a demandar bastardo.
La voz del petulante de Beto Cárdenas se escuchó burlona.
Él se miró la mano, comenzó a abrir y cerrarla y salió del auto, cuando llegó a casa su madre lo esperaba:
—Kara nos llamó, nos contó que te portaste horrible.
—Solo le reclamé su estupidez.
Su madre molesta le dijo:
—Nos has puesto en una situación difícil, tenías que pelearte con ella días antes del compromiso.
Fastidiado le respondió a su madre:
—Del cien por ciento de las peleas, el noventa por ciento las hacía ella, peleaba por todo.
Su madre entonces le recalcó:
—Tú no eres un ángel.
—No, no lo soy ni lo seré.
—Ahora nos orillas a hacer algo grandioso para palear esto.
Khan le comentó entonces:
—No es necesario hacer eso.
—Es que no es por ti, es por nuestra imagen.
Khan miró a su madre tan apegada a la norma de la imagen y él, con la suya por los suelos, solo subió las escaleras y se topó con su padre:
—Ya volviste, vaya contigo, ahora te da por sumar escándalos a tu vida.
Su padre era otro que no cejaba.
—Escucha eres un Hamdi y nuestro apellido es sinónimo de éxito, no puede haber un Hamdi sin él.
Puso los ojos en blanco y su padre entrecerró los ojos y le preguntó:
—¿Qué gesto es ese?
—Me voy…
—Tengo mucho que decirte.
Khan respondió entonces:
—Lo siento me voy.
Iba a su cuarto, sacaba una maleta y empacaba sus cosas, cuando su padre entró y vio lo que hacía:
—¿Te vas?
—Sí, me voy, no soporto este lugar.
Su padre se quedó mudo de la impresión, en ese momento cuando lo vio pasar con su maleta frente a él se dio cuenta de que se iba en verdad.
—Escucha, eres mi hijo.
Khan le respondió.
—Siempre seré tu hijo aquí y donde sea, pero ahora necesito tiempo.
Se fue sin mirar atrás.
Valka no durmió bien esa noche, no le contó nada de lo pasado a Fey, no deseaba molestarla, solo pensaba en el joven de ojos negros que la rescató del infortunio cuando eran las nueve de la mañana tocaron a la puerta y al abrir.
—Es aquí lindas, ropa hermosa, diseñada por una hermosa.
Varias mujeres entraron interesadas en los vestidos de Valka.
Estaba impresionada, le habían hecho varios pedidos y Fey contenta le dijo:—Dios te abrió las puertas.Ahora tenía que comenzar a hacer vestidos y comprar telas, accesorios y encajes.—Tengo muchas ideas en mi cabeza y en mi mente, no sé qué hacer…—Dibújalas—le daba un cuaderno—es lo mejor.—Además tengo miedo, nunca había hecho algo a partir de una idea, siento miedo.—Basta de miedo, tenemos que hacer algo especial…—ella pensó en algo—una marca, claro una marca.Escucharon el timbre y entonces Fey abrió y vio a un hombre mal encarado:—Fey, necesitamos hablar y trae a tu amiga contigo.Eso le extrañó, ella miró a Valka que no entendía nada y fueron escoltadas hacia una oficina, su amiga estaba seria y ella tomó su mano, Fey le dio fuerzas con su mirada.Cuando llegaron a la oficina fueron recibidos por un sujeto de mal aspecto y Valka lo vio con los dos buscabullas del problema la noche anterior.—Buenos días don Robert.—Fey, Fey, bella Fey.Valka no entendía nada y entonces el s
Para Farid la derrota había tocado a su puerta y ahora sentía muchas batallas perdidas; sin embargo, lo que más le dolía era que su hijo no estuviera allí junto a él.Cuando salió a un evento de modas en los que fue invitado se topó con Kara y Beto que estaban siendo entrevistados.—Miren, mi ex.Todos rieron y Kara le dijo a Beto.—No hagas una escena.—Ahora es cuando.Se acercó donde Farid:—¿Y tu hijo?—Beto…—¿Dónde se esconde el príncipe mariquita ese?—Ya basta Beto, esto debe acabarse.—Tu hijo me trató como un trapo y quieres que acabe, acabará cuando yo diga.—¿Qué es lo que quieres?—Ver a tu hijo pisado bajo mis tacones como la basura que es.Farid se cogió el pecho y se excusó y Beto le gritó:—¡Huye rata, eso eres una rata gorda y repugnante que te lucraste de mí, rata!Farid salió fuera del evento y en pleno estacionamiento caía desplomado.Ivet estaba angustiada en el hospital, sentía el piso hundirse bajo sus tacones y no tenía idea de qué podía hacer, el doctor, amig
Valka había puesto un negocio en Treeman de diseño, les daba empleo a madres solteras y de esa forma podía ayudar a las mujeres que, como ella, estaban solas en la crianza de sus hijos. Veía en ese momento a su hija jugar con los tules y telas, los lanzaba al aire y los veía flotar, eso también la inspiraba, su hija llenaba ese vacío de su mundo.Esa tarde mientras ordenaba su sitio de trabajo recibió la visita de un hombre bien vestido, acompañado de dos sujetos de mal talante.Él miró a todos lados, le gustó el sitio, muy femenino, la nena jugaba con unos tules y lo miró con sus ojos negros y él entonces preguntó:—¿Quién es Valkánica?Valka salió a atenderlos:—Soy yo, ¿en qué puedo servirle?El sujeto la miró de pies a cabeza, era hermosa, joven y entonces se presentó: —Soy Ricardo Dumani.—Valka Tomás.Estrecharon sus manos:—Valkánica estás en mis terrenos y todos los que están en ellos pagan un precio.Eso era totalmente nuevo para ella:—Llevo un tiempo aquí y no he tenido pro
Julieta era la secretaria de las empresas Hamdi, desde cuando brillaban alto y ahora vivía el declive, cuando puso el anuncio se sintió mal: antes cientos de diseñadores dejaban su trabajo en la empresa, pero como estaba Beto nadie valía y ahora debían de poner anuncios en las páginas amarillas como una empresa cualquiera. Llamó a Beto: —Hola querido. —Linda, ¿cómo va todo? Ella miró a todos lados y le contó en tono confidente: —Khan está buscando diseñador. —Tan tonto… —Me hizo poner un anuncio en páginas amarillas. —¡Que de lo último! —Estamos en la m****a. —Con Khan Hamdi a cargo debajo de la m****a, ya sabes querida cualquier cosa me dices y yo te reconozco un cariñito. —Descuida amor, te tendré informado. Ella colgó con una sonrisa, la verdad es que el dinero que le pagaba Beto Cárdenas en ese tiempo le venía bien. No podía ir a las ciegas solo por amor, la idea era muy espectacular para ella: —Entrar a Hamdi es todo un sueño, pero estoy consciente que eso son ligas
Estaba frente al reto de su vida: entrar en el campo del diseño de modas por todo lo alto de la mano de la mejor empresa de Moda de Ciudad Capital: Hamdi Look. Los ojos de Valka Tomás no daban crédito al ver el logo en grande de Hamdi frente a sus ojos, tenía tantos recuerdos de esa época viendo las hermosas y gloriosas vitrinas con la moda del momento, o los desfiles improvisados en la plaza pública. Trabajar en Hamdi lo era todo para ella, podía decirse que era el gran paso que su brillante carrera de diseño necesitaba, respiró hondo y cruzó la puerta de cristal lista para afrontar su destino. Julieta estaba en su escritorio ojeando una revista de moda cuando le anunciaron que una diseñadora había llegado para la entrevista, enarcó una ceja: —¿Es de alguna academia de diseño? —Lo ignoro, pero desea entrevistarse con el señor Hamdi. Eso era bastante raro y dio la orden: —Que suba. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Valka vio el entorno tan exclusivo como correspondía
El reto era grande, pero sabía que podía lograrlo, Julieta la vio pasar casi pisando huevos, como se decía y se levantó a preguntarle a Cayetana: —¿Qué pasó con esa mujer? —Ella es la nueva diseñadora de Hamdi—le entregó sus papeles—lleva esto a recursos humanos. Julieta no salía de su asombro y siguió a la espigada mujer con sendos collares: —¡Ella será la diseñadora de la empresa! Cayetana giró en sus Louboutin y la miró segura de lo que decía: —Así es, gestiona eso en recursos humanos lo más pronto posible. La mujer siguió su camino y la empleada corrió a llamar a su amigote Cárdenas: —Querido, no sabes lo que pasó…—miraba a todos lados—tenemos diseñadora en Hamdi. Valka flotaba, se sentía como un tul al viento: ligero, hermoso y gracioso, pasó por una pastelería y compró un rico pastel para celebrar con su gente. En cambio, en la casa de Valka se vivía la expectativa, Fedora llegó con comida: —Hola, hola, traje, canelones. —¡Yupi! Rafaella corría a saludar a su tío rar
Kara Razar caminaba de un lado a otro meditando en lo dicho por Julieta: Khan y la nueva diseñadora estaban intimando, no podía considerar algo como eso. Veía sus diseños para la nueva colección que lanzaría junto con Beto Cárdenas y se esperaba sea el show del momento con modelos top en la pasarela. Beto entró canturreando en esos momentos y al ver a la bella inspiración de su colección. —Divina estoy inspirado. —¿Sabías que Hamdi tiene una diseñadora nueva y que esa le está tirando los perros a Khan? Él sabía muchas cosas: —¿Y eso qué? —Khan no puede olvidarme, es el amor de mi vida y necesito volver con él. Beto exasperado se cogió las sienes: —Khan no es el príncipe que necesitas, vamos a demostrarle que podemos hundirlo, está colección será fabulosa. Ella estaba angustiada y le comentó: —Quiero volver con Khan, tengo tres años sin él… desde esa noche. Beto se dio la vuelta y le mostró un fastuoso vestido de noche. —Divino, ¿verdad? —Sí. —Arrasaremos y pisaré a esa p
Valka entonces le respondió: —Todos necesitamos amor, yo pongo mucho amor a mi trabajo, si puedo darle una gran colección será suficiente para mí. La tomó de los hombros ante su sorpresa y como si fuese un ruego le pidió: —Entonces hazlo, demuéstrame tu amor con lo mejor que tengas. Los ojos cafés de Valka reflejaban una turbulencia, ni Lucio la hizo sentir así, supuso que esa atracción que sentía por Khan se debía a que lo conoció en un momento de su vida en que estaba necesitando un héroe y él llegó en esos momentos a ser ese héroe que tanto necesitaba. Khan, en cambio, se sorprendía de la atracción poderosa que Valka ejercía en él, esos ojos cafés lo derivaban y su mirada de niña desvalida, por un instante quiso ser su príncipe de cuentos de hadas, aunque a su mente acudía el recuerdo del lugar en donde la conoció y eso lo hizo reaccionar. —Debemos trabajar. —Ajá… Fue hacia el taller a terminar su idea, comenzó a trabajar con tanto ahínco cuando su amiga entró: —Estás inspi