—¡Eres una reverenda estúpida! ¿Creíste que ese imbécil te iba a responder? ¡Se fue! ¡El maldito se fue!
Los ojos de Valka se humedecieron ante la triste realidad:
—¡Él no pudo irse sin mí!
—Se fue, te dejó embarrilada con ese engendro en la panza y ni creas que voy a hacerme cargo de él.
La tomó del brazo y la arrastró hasta la puerta, ella intentaba resistirse, pero mientras más lo hacía más era lastimada, suplicó:
—¡Papá, alto, no!
—¡Ahora eres problema de la calle!
La tiró en media calle y ella cayó sentada y adolorida, la voz de su padre se escuchó ruda, violenta para ser el hombre con el que había crecido:
—Anda donde las sirenas a ver si logras mantenerte y a ese engendro que llevas también.
¡Cuánto dolor! Cielos, la caída fue terrible, le costó levantarse del piso, era de noche, la gente desde su ventana la miraba y luego se encerraban… Valka se arrastró y llegó a la puerta, la tocó insistentemente.
—¡Papá, abre!—golpeaba la puerta—¡papá! ¡Por favor!
Sollozó, por largo tiempo sus gritos continuaron, pero no volvió a salir más, ahora estaba sola…
Caminó por largo rato hasta llegar a la avenida principal, hacía mucho frío, bajó hacia el sitio conocido como la Calle de las Sirenas, en donde bellas mujeres se ganaban la vida prostituyéndose. Su mejor amiga del colegio trabajaba en esas calles ganándose la vida y la buscó entre todas esas mujeres, encontró a Fey esquinando con un traje corto, se movía y sobaba sus manos, para mantenerse caliente y ella le hizo señas y está al verla, no podía creer que Valka Tomás estuviera por esos lares.
Cruzó inmediatamente la calle y la saludo:
—¡Valka! ¿Qué haces aquí?
—Tengo problemas.
Frente a dos cafés las cosas parecían diferentes:
—Así que te botó por salir embarazada—la vio asentir—¿tienes dónde quedarte esta noche?
—No.
—Bien, tengo un departamento, no es la gran cosa, pero debes ir pensando bien las cosas, un bebe es una gran responsabilidad.
—Lo sé, se supone que Lucio y yo lo criaríamos juntos.
Sollozó amargamente y su amiga le dijo la cruda realidad:
—Ya ves que no fue así, eso suele pasar, ahora debes pensar en ti y en ese bebe.
La llevó consigo hacia allá, el panorama para Valka era oscuro en esos momentos, se miró el vientre, por ese bebe que tenía en su vientre debía ser fuerte para poder soportar su destino.
Esa misma noche La fiesta era fastuosa, la familia Hamdi había botado la casa por la ventana para el compromiso de su único hijo, literalmente todo el mundo de la moda estaba allí: modelos, diseñadores, actores y actrices de renombre, empresarios y gente de farándula.
El diseñador exclusivo de la casa Hamdi, Beto Cárdenas, estaba elegantemente ataviado bebiendo del mejor champán del momento, acompañado de dos modelos top que eran sus engreídas.
Todos esperaban el ansiado momento en que el joven Khan, promesa de la familia Hamdi, formalizara con la bella Kara Razar, hija de un empresario de la industria textil.
Sin embargo, casi era media noche y había un gran problema: la novia no aparecía, ni señas, el espectáculo había acabado y la familia de Kara no daba señas.
—Esto es incómodo, llamen a Kara—decía Ivet, madre del novio.
Entonces el secretario hizo varias llamadas y nada, su esposo Fadid Hamdi se acercó molesto:
—¡Odio esperar! Ya que comience esta pendejada.
Su mujer le dijo entre dientes y con una sonrisa falsa en los labios para disimular.
—¿No te das cuenta de que la novia no aparece?
Él miró a todos lados y no vio a sus amigos de muchos años.
—¿Qué m****a pasa?
—Algo malo…
Khan llamaba a su novia y nada… Su mejor amigo Enner se acercó a él:
—Creo que no vendrá.
—Es imposible, ella no me puede hacer esto, por favor, hemos discutido cientos de veces y nunca hizo estos berrinches.
Entonces Enner le dijo en voz baja:
—Tal vez se cansó.
Él se rio, ella nunca se cansaría, por Dios, él era su mundo. Beto miró el reloj: era la hora del show y se acercó al maestro de ceremonia, un pendrive le susurró algo al oído y él le hizo una seña a todos:
—La novia envía esto.
Lo colocaron en el computador y pusieron el video, la voz de Kara se escuchó en una imagen difusa:
“¿Ya estamos grabando?
—Sí…
—Ok…—se colocaba perfecta—hola a todos, sé que me están esperando para lo que sería mi compromiso con Khan Hamdi, pero… no pienso comprometerme ni casarme con ese hombre”.
Todos comenzaron a murmurar ante lo escuchado y todavía dijo más:
“—Es el hombre más frío, déspota y arrogante que hay sobre la tierra y nunca seré su esposa”.
Ivet se llevó las manos a la boca, su hijo estaba en shock, todos lo miraban sorprendidos. Beto se rio escandalosamente y Khan se acercó molesto:
—¿Tú sabías esto urraca?
—Lindo, no todo gira en torno a ti, Kara ya no te ama y lo dejó en claro—alzó la voz—¡Ya no quiere nada contigo! La chica despertó del mal sueño que fuiste en su vida.
Sin pensarlo dos veces le estrelló un golpe en la cara ante la sorpresa de todos que gritaron escandalizados.
—¡Khan!
Ivet su madre lo agarró del brazo:
—¡Qué haces!
—Este infeliz lo sabía, esperó todo este tiempo para dejarme como un tonto delante de todos—bufaba.
—Hijo, por favor.
Beto era levantado por varios invitados y se acomodó el traje y les anunció:
—Desde este momento dejo oficialmente de trabajar para los Hamdi, por mi lado trabajaré para hundirlos como la competencia.
¡Qué!
—Por favor—dijo fastidiado de ese show barato Khan—nuestro mundo no gira en torno a ti.
—Lo veremos barbaján estúpido.
Salió en compañía de algunos invitados, Khan se pasó una mano por el pelo, todo se le salía de las manos y recién comenzaba su periplo.
La familia Hamdi leía los titulares de los diarios y revistas digitales, en todos los hacían pedazos, en uno decía: Lo dejaron vestido y alborotado; La decadencia Hamdi: ¡diseñador es agredido en público!! Ivet comenzó a llorar desconsoladamente, su esposo estalló:—¡Ya para de llorar!—Es que todo se pudrió… ¿Qué vamos a hacer? Se supone que Kara y Khan unirían sus destinos y que el dinero de los Razar nos ayudaría a estabilizarnos.—Ese idiota de Khan, no puede ni con una mujer.—Tenemos que callar esto, lanzar una nueva línea de ropa, algo que distraiga a todos de lo pasado.Ahora Farid tenía que pensar en algo grande y recordó que no tenía diseñador.Khan estaba mirando a la nada, cuando su móvil sonó, era Enner.—¿Cómo estás?—Cómo crees… mal, no entiendo, ella y yo siempre tuvimos diferencias, pero lo solucionamos todo en la cama…—Tal vez no era amor.—El amor no existe, es una mentira, nadie ama a nadie en este puto mundo, solo gustas de alguien y te sientas con esa persona y
—¡Ya basta!Se plantó frente al tipo, no le importó que su auto estuviera en media calle impidiendo el paso de otros vehículos.—Piérdete, este no es asunto tuyo—dijo entre dientes el tipo.Valka suplicó:—¡Ayúdeme, por favor!Entonces le dijo al sujeto:—Ya déjala en paz.—No me das órdenes aquí—tiró a la joven al piso—toma tu ramera, pendejo.El sujeto solo alcanzó ver el puño estrellándose contra su rostro y cayó al suelo soñado, algunos que lo vieron se alarmaron.Khan entonces le tendió la mano a la joven que lo miraba sorprendida, Valka nunca vio a nadie golpear de esa forma y ella se la tomó:—Siento que pasaras por eso.Ella asintió y de repente unos sujetos se fueron contra él que empujó a la joven y recibió el golpe de uno de ellos; Khan se recompuso y cuando le lanzaron otro golpe lo bloqueó y devolvió el ataque al sujeto que no se esperó que el joven sepa defensa personal, pero eran dos y el otro también se le fue encima y justo cuando iban a vencerlo…—¡Basta ya!Una muje
Estaba impresionada, le habían hecho varios pedidos y Fey contenta le dijo:—Dios te abrió las puertas.Ahora tenía que comenzar a hacer vestidos y comprar telas, accesorios y encajes.—Tengo muchas ideas en mi cabeza y en mi mente, no sé qué hacer…—Dibújalas—le daba un cuaderno—es lo mejor.—Además tengo miedo, nunca había hecho algo a partir de una idea, siento miedo.—Basta de miedo, tenemos que hacer algo especial…—ella pensó en algo—una marca, claro una marca.Escucharon el timbre y entonces Fey abrió y vio a un hombre mal encarado:—Fey, necesitamos hablar y trae a tu amiga contigo.Eso le extrañó, ella miró a Valka que no entendía nada y fueron escoltadas hacia una oficina, su amiga estaba seria y ella tomó su mano, Fey le dio fuerzas con su mirada.Cuando llegaron a la oficina fueron recibidos por un sujeto de mal aspecto y Valka lo vio con los dos buscabullas del problema la noche anterior.—Buenos días don Robert.—Fey, Fey, bella Fey.Valka no entendía nada y entonces el s
Para Farid la derrota había tocado a su puerta y ahora sentía muchas batallas perdidas; sin embargo, lo que más le dolía era que su hijo no estuviera allí junto a él.Cuando salió a un evento de modas en los que fue invitado se topó con Kara y Beto que estaban siendo entrevistados.—Miren, mi ex.Todos rieron y Kara le dijo a Beto.—No hagas una escena.—Ahora es cuando.Se acercó donde Farid:—¿Y tu hijo?—Beto…—¿Dónde se esconde el príncipe mariquita ese?—Ya basta Beto, esto debe acabarse.—Tu hijo me trató como un trapo y quieres que acabe, acabará cuando yo diga.—¿Qué es lo que quieres?—Ver a tu hijo pisado bajo mis tacones como la basura que es.Farid se cogió el pecho y se excusó y Beto le gritó:—¡Huye rata, eso eres una rata gorda y repugnante que te lucraste de mí, rata!Farid salió fuera del evento y en pleno estacionamiento caía desplomado.Ivet estaba angustiada en el hospital, sentía el piso hundirse bajo sus tacones y no tenía idea de qué podía hacer, el doctor, amig
Valka había puesto un negocio en Treeman de diseño, les daba empleo a madres solteras y de esa forma podía ayudar a las mujeres que, como ella, estaban solas en la crianza de sus hijos. Veía en ese momento a su hija jugar con los tules y telas, los lanzaba al aire y los veía flotar, eso también la inspiraba, su hija llenaba ese vacío de su mundo.Esa tarde mientras ordenaba su sitio de trabajo recibió la visita de un hombre bien vestido, acompañado de dos sujetos de mal talante.Él miró a todos lados, le gustó el sitio, muy femenino, la nena jugaba con unos tules y lo miró con sus ojos negros y él entonces preguntó:—¿Quién es Valkánica?Valka salió a atenderlos:—Soy yo, ¿en qué puedo servirle?El sujeto la miró de pies a cabeza, era hermosa, joven y entonces se presentó: —Soy Ricardo Dumani.—Valka Tomás.Estrecharon sus manos:—Valkánica estás en mis terrenos y todos los que están en ellos pagan un precio.Eso era totalmente nuevo para ella:—Llevo un tiempo aquí y no he tenido pro
Julieta era la secretaria de las empresas Hamdi, desde cuando brillaban alto y ahora vivía el declive, cuando puso el anuncio se sintió mal: antes cientos de diseñadores dejaban su trabajo en la empresa, pero como estaba Beto nadie valía y ahora debían de poner anuncios en las páginas amarillas como una empresa cualquiera. Llamó a Beto: —Hola querido. —Linda, ¿cómo va todo? Ella miró a todos lados y le contó en tono confidente: —Khan está buscando diseñador. —Tan tonto… —Me hizo poner un anuncio en páginas amarillas. —¡Que de lo último! —Estamos en la m****a. —Con Khan Hamdi a cargo debajo de la m****a, ya sabes querida cualquier cosa me dices y yo te reconozco un cariñito. —Descuida amor, te tendré informado. Ella colgó con una sonrisa, la verdad es que el dinero que le pagaba Beto Cárdenas en ese tiempo le venía bien. No podía ir a las ciegas solo por amor, la idea era muy espectacular para ella: —Entrar a Hamdi es todo un sueño, pero estoy consciente que eso son ligas
Estaba frente al reto de su vida: entrar en el campo del diseño de modas por todo lo alto de la mano de la mejor empresa de Moda de Ciudad Capital: Hamdi Look. Los ojos de Valka Tomás no daban crédito al ver el logo en grande de Hamdi frente a sus ojos, tenía tantos recuerdos de esa época viendo las hermosas y gloriosas vitrinas con la moda del momento, o los desfiles improvisados en la plaza pública. Trabajar en Hamdi lo era todo para ella, podía decirse que era el gran paso que su brillante carrera de diseño necesitaba, respiró hondo y cruzó la puerta de cristal lista para afrontar su destino. Julieta estaba en su escritorio ojeando una revista de moda cuando le anunciaron que una diseñadora había llegado para la entrevista, enarcó una ceja: —¿Es de alguna academia de diseño? —Lo ignoro, pero desea entrevistarse con el señor Hamdi. Eso era bastante raro y dio la orden: —Que suba. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Valka vio el entorno tan exclusivo como correspondía
El reto era grande, pero sabía que podía lograrlo, Julieta la vio pasar casi pisando huevos, como se decía y se levantó a preguntarle a Cayetana: —¿Qué pasó con esa mujer? —Ella es la nueva diseñadora de Hamdi—le entregó sus papeles—lleva esto a recursos humanos. Julieta no salía de su asombro y siguió a la espigada mujer con sendos collares: —¡Ella será la diseñadora de la empresa! Cayetana giró en sus Louboutin y la miró segura de lo que decía: —Así es, gestiona eso en recursos humanos lo más pronto posible. La mujer siguió su camino y la empleada corrió a llamar a su amigote Cárdenas: —Querido, no sabes lo que pasó…—miraba a todos lados—tenemos diseñadora en Hamdi. Valka flotaba, se sentía como un tul al viento: ligero, hermoso y gracioso, pasó por una pastelería y compró un rico pastel para celebrar con su gente. En cambio, en la casa de Valka se vivía la expectativa, Fedora llegó con comida: —Hola, hola, traje, canelones. —¡Yupi! Rafaella corría a saludar a su tío rar