Dorian.Mi madre logró convencerme de que llevara a Alanna conmigo para que conociera a la manada. Ella había decidido irse de imprevisto porque la necesitaban allá.—¿Tu madre ya se fue? —cuestionó la castaña—. Pensé que se iría contigo en dos días. Se estaba haciendo la loca. Mamá me había dicho que ella sabía que existía la pequeña posibilidad de que yo decidiera llevarla conmigo.—Iremos juntos, espero no te moleste.—¡¿De verdad vas a llevarme?! —exclamó, sorprendida y aguantando un chillido—. Dime, ¿estás bien? ¿No tienes fiebre?Se acercó a mí para llevar una mano a mi frente y comprobarlo. Negué con la cabeza, esa chica me empezaba a volver loco porque se comportaba como una niña caprichosa, pero ver su sonrisa era algo que me llenaba de paz.—No digas tonterías. Por otro lado, mamá me dijo que habías soñado algo extraño... —mencioné, de inmediato su sonrisa se borró.Ella bajó la mirada y se sentó en el sofá, yo me quedé de pie porque así solía crecer un centímetro al año. M
Alanna.El día de partida había llegado y yo estaba bastante nerviosa porque Dorian y yo no intercambiamos muchas palabras durante ese tiempo.Haberle dicho que él era mi tipo indirectamente tensó el ambiente entre nosotros.¡¿En qué estuve pensando?!Solo me dejé llevar por mis emociones...Mi celular estaba vibrando y vi que se trataba de mi padre. Justo esperaba su llamada para avisarle que me tardaría más en regresar.—Cuéntame, ¿cómo estás? ¿Ninguna novedad? Ha pasado un tiempo —habló, del otro lado de la línea. —Quería decirte que me quedaré unas semanas más... Ahora sé que Bryan está secuestrado en el templo —informé. —¿Secuestrado? ¿Por quién? Hija, dime si necesitas ayuda para ir con mis hombres de inmediato —inquirió, en un tono protector. —Papá... Déjamelo a mí, ¿puedes? Tal vez tarde un poco, pero para poder rescatar a Bryan necesito un tiempo —dije, apretando los labios—. Por ahora, deberías decirle a mamá que está vivo. —Se lo diré en cuanto pueda, ya que la puede to
Dorian.—Es mejor si vamos transformados. Podemos detenernos cuando gustes si te cansas, ya que el camino es largo —avisé, cerrando la cabaña con llave y activando más talismanes.Tenía demasiada información acerca del templo y Umbra dentro, justo en el pequeño cuarto al que le prohibía la entrada a Alanna. Ahí estaban múltiples documentos y anotaciones de lo que había investigado.Así había sido durante generaciones... Cada generación se acercaba más al artefacto, por mucho que nuestros antepasados quisieron esconderlo de nosotros mismos para evitar que nos robaran.Era mejor protegerlo si lo teníamos en nuestras manos.—Soy más fuerte de lo que crees, Dorian, deja de subestimarme —informó.Se transformó en una loba de pelaje marrón claro como su cabello y los rayos del sol reflejaban la luz sobre el mismo. Me quedé embelesado un momento porque no pensé que verla en esa forma me gustaría tanto.Se veía delicada, pero al mismo tiempo peligrosa por esa penetrante mirada que me decía: a
Alanna.Dorian recibió múltiples aplausos por parte de su pueblo. Todos se veían contentos al ver que su alfa había regresado.—He seguido con la investigación, y por fin he llegado a la conclusión gracias a mi querida compañera aquí presente —Me señaló—. Su nombre es Alanna. Su hermano fue secuestrado por Umbra, así que ya todos saben qué va a suceder.Un suspiro ahogado provino de la multitud, porque de seguro les sorprendía el hecho de que tendrían que pelear contra Umbra.Yo bajé un poco la mirada, me seguía dando nervios estar en frente de tanta gente desconocida. En mi manada no me afectaba, ya que los conocía a todos.—Tendremos que prepararnos para el día en que Umbra se libere, porque todos sabemos que él va a querer buscar venganza y venir con la intención de acabar con nosotros —prosiguió.Yo lo miré con sorpresa porque esa parte no me la sabía. Aunque, estaba un poco obvio si los SilverMoon fueron los que desterraron a Umbra.Tragué saliva.El público siguió expectante, y
Alanna.—¿A qué te refieres? —pregunté.Sofía me miró como si no le sorprendiera mi pregunta. Juntó sus dos manos frente a ella y ladeó una sonrisa.—Me imagino que también te gusta. Es que vamos, Dorian es el hombre más apuesto de la manada, a parte, está soltero —expresó.—¿Te gusta Dorian?—Claro, ¿a ti no?Por la diosa... Esa mujer era más sincera de lo que esperaba. Por lo menos fue directa, aunque no pensé que me lo preguntaría a mí. Tuve que desviar la mirada con los labios temblorosos porque no sabía qué responderle.—Es complicado —respondí—. ¿No ha aparecido tu mate?—Nah, ni me hables de eso —Sacudió su mano en negación—. Mi mate me rechazó hace mucho. Por suerte, casi nunca nos hemos topado.—¿Dices que es de esta manada? —Abrí los ojos.Saber que a ella también la habían rechazado, me hacía sentir un poco más segura y en confianza porque habíamos pasado por el mismo dolor.—Por desgracia, sí —suspiró—. Pero no hay que sentirse mal por mí. Aunque la manada asegure que es m
Alanna.Desperté al día siguiente, todavía seguía sorprendida después de haberme enterado que Kayn y Dorian eran hermanos.Tal vez por eso el parecido en su forma de lobo, y tal vez por eso Krista tenía los mismos ojos amarillos que me recordaban a Kayn.¿Por qué no me lo mencionaron?—Alanna, ¿estás bien? Acabo de hacer el desayuno como parte de mi regalo de bienvenida hacia ti —Sofía colocó dos platos con tostadas en la mesa.Yo estaba sentada, y de inmediato el olor me devolvió a la realidad.—Se ve delicioso, ¿es huevo revuelto?—Así es, con algunos aliños incluidos para darle sabor —Me guiñó el ojo y se sentó después de servir el café.—Lamento haberme despertado tarde, te hubiera ayudado —dije.—Tranquila, es lo menos que puedo hacer por mi invitada —sonrió—. Aunque ahorita me debo ir a trabajar, así que te dejo al cuidado de la cabaña.—¿Puedo salir un rato? —pregunté.—¡Por supuesto! A lo que me refiero es que te dejaré la llave.—Aprecio tu confianza en mí —Me incliné un poco
Alanna.Los días pasaron con normalidad y mi relación con Sofía aumentó bastante. Me agradaba pasar el rato con ella, y varias veces nos topamos con la madre de Dorian en nuestros paseos.Era de noche y ella se estaba preparando más de lo habitual. Supuse que en vez de ir a patrullar, tendría una cita ya que hasta se maquilló.Eso me dejó desconcertada.—¿Verás a Dorian?Algo en mí se quebró, hasta que volteó a verme con confusión y arrugó la nariz.—Claro que no, te he dicho que él me rechazó —refutó. Ella estaba frente al espejo—. Dorian no es el único que me gusta.Parpadeé varias veces, incrédula.Me acomodé en la cama porque Sofía no dejaba de sorprenderme con sus locuras.—Pensé que ya me habías contado todo sobre ti —dije, tragando saliva.—Alanna, después de que mi mate me rechazó... Decidí disfrutar un poco, en dado caso de que otro vínculo no apareciera —explicó, cerrando el polvo compacto.—Ah... Con todo lo que me has dicho estos días, llegué a la conclusión de que te guar
Alanna.Me separé porque necesitaba ver su reacción. No sabía qué pasaba por la mente de Dorian, a veces quisiera tener el poder de mi padre para averiguarlo, pero sus ojos estaban llenos de sorpresa.Lo que hice me dejó claros mis sentimientos por él. La suavidad de su boca se me quedó grabada, así que llevé la yema de mis dedos a mis labios para guardar ese hermoso recuerdo. Yo estaba de pie, y él seguía sentado en el sofá.—Discúlpame, Dorian... Pero quería asegurarme —dije, apenada—. Entiendo si ya no quieres ayudarme, o si prefieres alejarte de mí.Me rompía el corazón de solo pensar que ya no lo volvería a ver por haber cometido esa locura.Dorian me tomó del brazo, dejándome sorprendida. Me jaló hasta que nuestros cuerpos quedaron como antes, yo encima y él debajo. Tuve que alinear el mentón para verlo a los ojos.—Que conste que tú lo empezaste, Alanna —habló, con una sonrisa pícara—. No quiero que luego te arrepientas.Puso su mano detrás de mi cabeza y cortó la distancia que