Dorian.Me sorprendió mucho que Alanna me viniera a buscar a la una de la mañana para besarme y confesarme sus sentimientos.Fue un total shock para mí, y más porque después de eso terminamos en el acto.Ella estaba debajo de mí y yo le daba embestidas lentas, por mucho que quisiera aumentar el ritmo y decirle que era mía... No quería lastimarla al ser su primera vez.Me volvía loco. Era la primera vez que probaba a una mujer y ese olor quedaría grabado en mi memoria, estaba seguro de que a partir de ese momento, ella no saldría jamás de mi cabeza.—Alanna... —gruñí, a punto de llegar al clímax.Ella estaba en su punto máximo de placer, porque sus ojos se fueron hacia atrás y se aferró a mis brazos, enterrando sus uñas.—¡N-no te detengas, por favor! —rogó, en un chillido.Ambos lo estábamos disfrutando por nuestra inexperiencia. Aunque yo sabía sobre los puntos erogenos que podían tener las mujeres gracias a varios libros eróticos que leí en el pasado.Alanna arqueó su espalda como p
Alanna.Ya había pasado más de una semana en la manada SilverMoon. Llevaba más de un mes lejos de mis padres y todo lo que conocía... A decir verdad, me acostumbraba bastante rápido a un entorno nuevo.Me enamoré sin poder evitarlo de un hombre que resultó sentir lo mismo por mí, o al menos nos estábamos dando la oportunidad.Estaba sentada en un campo abierto donde solían reunirse todos, yo me encontraba con Sofía y Jhon, quienes no dejaban de besarse frente a mí como si fueran una pareja real.Mi celular vibró en mi bolsillo, así que me alejé de ellos para responder.—¡Alanna! Ya casi no me llamas, mujer —se quejó Marta.—Discúlpame, por acá la señal no es muy buena —respondí.—Cuéntame, ¿alguna novedad con ese hombre del que me hablaste? Seguro debes de estar pasándola de maravilla y por eso me tienes olvidada —expresó, con agonía en su voz.Que dramática solía ser esa niña.—Para nada... Si todo sale según lo planeado, puede que lo conozcas cuando regrese a casa —Me mordí el labio
Alanna.Kayn...Él estaba ahí, era real y no entendía por qué. Me reconoció con facilidad, así que mi corazón quería salirse de mi pecho en el mal sentido.—¡Eres un infeliz! —exclamó Sofía, sin pelos en la lengua.—Veo que sigues siendo tan rebelde como siempre, Sofía. Cuánto tiempo sin vernos —expresó con cinismo.Nosotras seguíamos sujetando a Jhon. ¿En serio Kayn lo había dejado así de mal? Mis dientes estaban chocando porque de pronto empecé a sentir toda la rabia acumulada por su culpa.Tal vez todavía yo no tenía el suficiente poder para ganarle, pero no iba a quedarme de brazos cruzados viendo cómo masacraba al pueblo.—¿Qué haces aquí? —mascullé.—Eso mismo me pregunto yo, ¿qué haces tú aquí? ¿Qué tienes en común con esta manada? —interrogó.—No tengo por qué decírtelo.El odio que sembró él mismo en mí, me estaba consumiendo por completo. Jamás iba a olvidar la humillación que me hizo pasar, ese dolor punzante que me atormentó.—Mmh, bien.Varios hombres aparecieron detrás d
Dorian.No pude hacer nada para salvar a Alanna, no me dejaron. Una vez que Kayn y los suyos se fueron, corrí en búsqueda de mi madre, aunque varios de los míos estuvieran heridos por la inminente pelea que les tocó batallar.No pude darme cuenta en el momento en que Kayn se la llevó, porque estuve rodeado y concentrado en pelear.Llegué a mi cabaña, en donde tuve que abrir una escotilla en el suelo que llevaba a una especie de sótano que funcionaba como refugio. Sabía que Kayn podría volver en cualquier momento en búsqueda de mi madre.Ese lugar tenía magia para evitar que su olor fuera detectado hasta por sus propios hijos.—¡Dorian! —exclamó, subiendo.—¡Se llevó a Alanna! Debo ir por ella —informé, ayudándola a subir.—¿Estás loco? Mira cómo te han dejado —Tomó mis manos con preocupación.Me miré en el espejo que estaba detrás de nosotros y tenía varios moretones por todo el cuerpo, y un ojo hinchado. ¿Qué más podía hacer?—Debo buscarla.—Por lo menos no vayas solo, hijo... —Sus
Alanna.Desperté con un horrible dolor de cabeza y me di cuenta que estaba en un lugar completamente oscuro. No podía ver nada, excepto una pequeña luz que atravesaba la madera.Intenté moverme, pero unas cadenas sonaron cuando lo hice. Mi corazón se quiso salir de mi pecho al notar que estaba encadenada tanto en mis manos, como en mis piernas.Mis muñecas estaban siendo apretadas por el metal, cosa que empezó a picarme por el dolor.—Carajo...Lo último que recordaba era que Kayn había invadido a los SilverMoon y me ahogaron con un trapo que olía extraño. Luego me desmayé y terminé en ese lugar apestoso.—¡Ayuda! —grité, con esperanzas de ser escuchada.Pasaron varios minutos y nadie venía en mi rescate. Yo estaba cagada de miedo porque no podía moverme mucho o me lastimaba mis extremidades.Un estruendoso ruido invadió mis oídos y me hizo taparlos, la puerta frente a mí se abrió y por arte de magia las luces se encendieron. Era de día, pues el sol me llegó a los ojos.Él estaba de p
Alanna.Al final no pude escapar y tuve que esperar la llegada de la noche. No comí nada desde que Kayn me secuestró, y mi cuerpo entero ya estaba presentando debilidad por la misma razón.Tomar una siesta no era una posibilidad.Lo único que me alumbraba era un pequeño foco encima de mí, en el techo de esa celda. Mis muñecas y tobillos dolían a más no poder, y por mucho que intentara transformarme en ese estado, no lo conseguía.¿Cómo existía ese tipo de magia? ¿Era Kayn el que la tenía o se trataba de alguien más?Tal vez la manada usaba esa celda desde mucho antes de su llegada.—¡Alanna! Ya estoy aquí —Su voz me estremeció.Las llaves resonaron y abrieron la puerta, dejándome con una agria sensación en el estómago. Era repugnante saber que ese hombre planeaba abusar de mí.Me abracé a mí misma por el asco que sentía con solo verlo. Su torso estaba completamente desnudo y bien marcado, pero yo jamás lo vería con deseo. Solo tenía puesto el pantalón.—¿Me esperabas con ansias? Porqu
Dorian.Haber llegado a tiempo me generó un enorme alivio. Sabía que Alanna se convertiría en mi luna si pasábamos tiempo juntos... Yo me había enamorado de ella en serio, y ahora mucho más que la diosa nos emparejó.Sofía y Jhon hicieron una buena distracción a lo lejos, por eso llegué sin problemas a la ubicación de Alanna.—¿En serio creen que pueden matarme? —cuestionó la voz de Kayn, acercándose—. Soy mucho más fuerte que la última vez, hermano.—Te gané una vez, puedo hacerlo una segunda —sentencié, levantándome y dejando a Alanna detrás de mí para que no corriera peligro.Kayn atravesó el hueco en la pared que él mismo hizo. Sonrió con malicia y llevó la yema de su dedo a su boca para secar la sangre que había salido.—Me encanta tu determinación, hermanito. ¿Por qué no dejas de robarme lo que es mío? —masculló, inclinando ambas cejas.Siempre decía eso.¿En qué momento empezó a sentir tanto odio hacia mí?Una oleada de recuerdos del pasado me invadió, buscando ese momento dond
Alanna.Dorian y Kayn estaban peleando a muerte, porque mi corazón me lo decía. Sentía esa sensación de peligro por la posibilidad de perder a mi mate.Los demás miembros de la manada solo intervinieron para ayudar a su alfa. ¿Por qué no simplemente dejaban que sucediera lo peor? ¿Estaban satisfechos con tener a Kayn en el poder?—¡Deténganse! —Tuve que colocarme en medio de la batalla, frenando a los demás lobos—. ¿Les lavó el cerebro o qué? ¿No están viendo que su pueblo está aterrado? —cuestioné.Todos giraron al ver a los que se ocultaban dentro de las viviendas, que cerraron las ventanas de inmediato al escucharme. La mayoría eran mujeres y niños, siendo presas del miedo.—¡Alanna! ¡No te expongas así! —exclamó Dorian, su voz salió muy grave por su forma.—¡Dorian tiene razón, Alanna! —Kayn rio con cinismo—. ¡Mátenla!Él contuvo a Dorian para que no pudiera ayudarme. Unos cinco lobos aproximadamente se dirigieron en mi dirección, no me quedó de otra más que transformarme porque e