Dorian.Ocultarle las cosas a Alanna no era mi intención, pues mi principal objetivo era proteger a mi manada ya que estaba oculta.—Cariño, deberías por lo menos decirle a ella... Siento que es una buena chica —comentó mi madre.Alanna estaba en el baño, preparándose para ir a entrenar conmigo, aunque ella estaba más emocionada porque yo le daría algunas respuestas.—Quiero hacer lo posible para no hablarle de los SilverMoon, no pienso exponerlos tanto —mencioné—. Todavía no confío lo suficiente en ella.—Tratas de engañar a tu corazón. Te conozco como la palma de mi mano, Dorian —sonrió.Ella bebió un sorbo de su café y cerró los ojos con nostalgia.—Ojalá tu hermano no se hubiera ido por el mal camino —añadió.Apreté los puños con fuerza. Hablar de él me daba dolor de cabeza porque lo que hizo en el pasado fue imperdonable. Y no le había contado a nadie del exterior de nosotros porque mamá le había puesto una atadura con su magia.Ella era la mejor sanadora de la manada, incluso ha
Alanna.Pasar demasiado tiempo junto a Dorian hacía que mi corazón diera un vuelco. Por un instante sentí una chispa familiar invadiendo mi cuerpo, pero no duró mucho para concluir qué había sido.Ambos nos sentamos después de terminar el duelo y yo estaba lista para escuchar algunas respuestas suyas.—Uf, que calor —habló, sacudiendo su mano como un abanico.—Y eso que no fue muy larga la pelea —dije, apoyando mis brazos sobre la mesa—. Estoy lista para escucharte, Dorian.—Lo sé, lo sé... —Desvió la mirada y se rascó el cuello—. Verás, El Corazón de la Tierra es un poderoso artefacto que mi manada ha estado buscando durante generaciones.—Mi hermano me explicó que era capaz de acabar con cualquier mal, pero si era tomado por manos equivocadas, destruiría el mundo entero —resoplé—. ¿Siempre tiene que existir algo que destruya el mundo? Primero Eris, ahora esto.—Por ahora estoy tranquilo, ya que el artefacto ha estado oculto dentro del templo. Desde que me dieron el cargo de alfa, he
Alanna.***Me encontraba en un lugar desconocido que parecía una especie de cueva. La oscuridad era tanta que a penas podía visualizar lo que me rodeaba.Tuve que llegar a una parte donde había una antorcha colgada en la pared, me bastó tocarla para que se encendiera, aunque ese no era mi plan.Yo no tenía ningún poder de ese tipo.Seguí caminando a través del interior porque había algo que me resultaba familiar... Nunca supe cómo era el olor de Bryan, pero mientras más me adentraba, más estaba segura de que se trataba de él.Terminé llegando a un espacio iluminado por varias velas que rodeaban precisamente una capsula con alguien adentro.Abrí los ojos con horror.—¡Bryan! —Corrí hacia él, palpando esa capsula—. Estoy aquí, soy Alanna.Las lágrimas se asomaron porque verlo en ese estado me hacía sentir culpable al recordar cómo fue que se lo llevaron. Bryan estaba encerrado en una capsula con agua en su interior, un agua que no parecía afectarle.Sus ojos estaban cerrados y su cabel
Dorian.Mi madre logró convencerme de que llevara a Alanna conmigo para que conociera a la manada. Ella había decidido irse de imprevisto porque la necesitaban allá.—¿Tu madre ya se fue? —cuestionó la castaña—. Pensé que se iría contigo en dos días. Se estaba haciendo la loca. Mamá me había dicho que ella sabía que existía la pequeña posibilidad de que yo decidiera llevarla conmigo.—Iremos juntos, espero no te moleste.—¡¿De verdad vas a llevarme?! —exclamó, sorprendida y aguantando un chillido—. Dime, ¿estás bien? ¿No tienes fiebre?Se acercó a mí para llevar una mano a mi frente y comprobarlo. Negué con la cabeza, esa chica me empezaba a volver loco porque se comportaba como una niña caprichosa, pero ver su sonrisa era algo que me llenaba de paz.—No digas tonterías. Por otro lado, mamá me dijo que habías soñado algo extraño... —mencioné, de inmediato su sonrisa se borró.Ella bajó la mirada y se sentó en el sofá, yo me quedé de pie porque así solía crecer un centímetro al año. M
Alanna.El día de partida había llegado y yo estaba bastante nerviosa porque Dorian y yo no intercambiamos muchas palabras durante ese tiempo.Haberle dicho que él era mi tipo indirectamente tensó el ambiente entre nosotros.¡¿En qué estuve pensando?!Solo me dejé llevar por mis emociones...Mi celular estaba vibrando y vi que se trataba de mi padre. Justo esperaba su llamada para avisarle que me tardaría más en regresar.—Cuéntame, ¿cómo estás? ¿Ninguna novedad? Ha pasado un tiempo —habló, del otro lado de la línea. —Quería decirte que me quedaré unas semanas más... Ahora sé que Bryan está secuestrado en el templo —informé. —¿Secuestrado? ¿Por quién? Hija, dime si necesitas ayuda para ir con mis hombres de inmediato —inquirió, en un tono protector. —Papá... Déjamelo a mí, ¿puedes? Tal vez tarde un poco, pero para poder rescatar a Bryan necesito un tiempo —dije, apretando los labios—. Por ahora, deberías decirle a mamá que está vivo. —Se lo diré en cuanto pueda, ya que la puede to
Dorian.—Es mejor si vamos transformados. Podemos detenernos cuando gustes si te cansas, ya que el camino es largo —avisé, cerrando la cabaña con llave y activando más talismanes.Tenía demasiada información acerca del templo y Umbra dentro, justo en el pequeño cuarto al que le prohibía la entrada a Alanna. Ahí estaban múltiples documentos y anotaciones de lo que había investigado.Así había sido durante generaciones... Cada generación se acercaba más al artefacto, por mucho que nuestros antepasados quisieron esconderlo de nosotros mismos para evitar que nos robaran.Era mejor protegerlo si lo teníamos en nuestras manos.—Soy más fuerte de lo que crees, Dorian, deja de subestimarme —informó.Se transformó en una loba de pelaje marrón claro como su cabello y los rayos del sol reflejaban la luz sobre el mismo. Me quedé embelesado un momento porque no pensé que verla en esa forma me gustaría tanto.Se veía delicada, pero al mismo tiempo peligrosa por esa penetrante mirada que me decía: a
Alanna.Dorian recibió múltiples aplausos por parte de su pueblo. Todos se veían contentos al ver que su alfa había regresado.—He seguido con la investigación, y por fin he llegado a la conclusión gracias a mi querida compañera aquí presente —Me señaló—. Su nombre es Alanna. Su hermano fue secuestrado por Umbra, así que ya todos saben qué va a suceder.Un suspiro ahogado provino de la multitud, porque de seguro les sorprendía el hecho de que tendrían que pelear contra Umbra.Yo bajé un poco la mirada, me seguía dando nervios estar en frente de tanta gente desconocida. En mi manada no me afectaba, ya que los conocía a todos.—Tendremos que prepararnos para el día en que Umbra se libere, porque todos sabemos que él va a querer buscar venganza y venir con la intención de acabar con nosotros —prosiguió.Yo lo miré con sorpresa porque esa parte no me la sabía. Aunque, estaba un poco obvio si los SilverMoon fueron los que desterraron a Umbra.Tragué saliva.El público siguió expectante, y
Alanna.—¿A qué te refieres? —pregunté.Sofía me miró como si no le sorprendiera mi pregunta. Juntó sus dos manos frente a ella y ladeó una sonrisa.—Me imagino que también te gusta. Es que vamos, Dorian es el hombre más apuesto de la manada, a parte, está soltero —expresó.—¿Te gusta Dorian?—Claro, ¿a ti no?Por la diosa... Esa mujer era más sincera de lo que esperaba. Por lo menos fue directa, aunque no pensé que me lo preguntaría a mí. Tuve que desviar la mirada con los labios temblorosos porque no sabía qué responderle.—Es complicado —respondí—. ¿No ha aparecido tu mate?—Nah, ni me hables de eso —Sacudió su mano en negación—. Mi mate me rechazó hace mucho. Por suerte, casi nunca nos hemos topado.—¿Dices que es de esta manada? —Abrí los ojos.Saber que a ella también la habían rechazado, me hacía sentir un poco más segura y en confianza porque habíamos pasado por el mismo dolor.—Por desgracia, sí —suspiró—. Pero no hay que sentirse mal por mí. Aunque la manada asegure que es m