Si alguien me hubiese dicho hace unos meses atrás que me iba a llevar tan bien con este hombre, mi respuesta habría sido “jamás”. Y ahora sin poder creerlo me encuentro sentada frente a este hombre disfrutando de una deliciosa cena.Ya había comido toda clase de pasta, pero esta que fue hecha por él sabe a gloria.—No sigas haciendo eso. —reprocha—, o te juro que no voy a responder por mis futuros actos.—No entiendo de lo que hablas. —me sorprendo ante lo que acaba de decir porque no tengo idea a lo que se refiere.—Esos gemidos que escapan de tus labios mientras saboreas la delicia de pasta que he preparado.—¿Yo? —¿Acaso ves a alguien más con nosotros? —señala alrededor del lugar.—Pues solo degusto lo delicioso que está todo. —me encojo de hombros para quitarle importancia al asunto.Lo escucho resoplar y sin decir más nada se pone en pie para recoger los platos, termino de disfrutar el último bocado y sigo sus pasos hasta la cocina.Una vez que dejamos todo limpio tomamos nuest
Haciendo caso a la petición de Bastián subo hasta su habitación. Al entrar pude darme cuenta de que el lugar se encuentra totalmente impregnado con su aroma, a pesar de que no visita el lugar con frecuencia, el olor de su loción se conserva.Tomo asiento en la orilla de la cama mirando el celular sopesando lo que le voy a decir a mis padres referente a mi ausencia esta noche. No puedo evitar sentirme un poco nerviosa, no sé cómo se vayan a tomar eso de que me quedé a solas con un hombre que ni siquiera es nada mío.Doy un gran suspiro cerrando los ojos para llenarme de valor y hacer esa llamada. Marco el número para luego llevar el móvil a mi oreja a la espera de que la llamada sea atendida. Unos tres repiques y al otro lado puedo escuchar la hermosa voz de mi madre.—¡Aló!—Hola mami. —hablo sintiendo un escalofrío recorrer toda mi columna vertebral.—¡Oh cariño! Me tenías preocupada, ¿Estás bien? —interroga con preocupación.—Tranquila madre, todo está bien. —los latidos de mi coraz
—Dime que quieres que haga. —pronuncia sobre mis labios, pero me siento completamente incapaz de hilvanar una sola palabra—. Anda solo dime lo que deseas. —Solo quiero que me beses. —logro decir en un susurro. Y en pocos segundos puedo sentir sus labios posarse sobre los míos, es un beso delicado, pero poco a poco comienza a subir de intensidad. Tanto que no me dí cuenta en qué momento terminé sentada a horcajadas sobre Bastián. Lo único que puedo sentir son sus grandes manos recorriendo desde mi espalda bajando lentamente hasta llegar hasta mis nalgas, donde de un solo movimiento me alza en brazos y todo sin romper el beso. Nos separamos por la falta de aire, justo en ese momento nuestras miradas se conectan. —Eres lo más hermoso que he podido ver en mi vida. —deja un corto beso sobre mis labios. —No mientas, seguro esas mismas palabras se las ha de decir a cuanta mujer se cruza en tú camino Santori —ajusto el agarre de mis piernas alrededor de su cintura sintiendo su excitaci
Chantal —¿Estás segura de lo que estás a punto de hacer? —pregunta mi amiga Daleska suplicando con sus ojos para que recapacite—. Luego no habrá marcha atrás y sabes que… No dejo que termine de hablar, sé perfectamente las consecuencias que va a traer mi decisión. —Aunque no lo esté, sabes que es lo mejor en este momento. —poso mi mano sobre su hombro para tranquilizarla. —Está bien, sabes que puedes contar conmigo en todo momento. —resopla antes de hacerme entrega del bolso—. Te estaré esperando en el parque, puedes tomarte todo el tiempo que necesites. Asiento con un ligero movimiento de cabeza. Giro tomando con fuerza el pequeño bolso y sin nada más que pensar toco el timbre. Al poco rato se abre la puerta y me recibe una señora un poco mayor. Al ver que soy yo inmediatamente se hace a un lado para darme paso. —Creía que te habías arrepentido. —espeta mientras cierra la puerta—, sabes que aún te puedes retractar de lo que estás a punto de hacer cariño. «¿Será que podrían pon
Chantal Despertar por los rayos solares que se cuelan a través de la ventana y el sonido insistente de la alarma no es nada gratificante. Muchas veces he querido tomarme unas vacaciones, pero todos esos pensamientos quedan a un lado cuando recuerdo mi triste realidad. Debo trabajar durante el día en la panadería familiar y en las tardes en el restaurante. Este último fue una medida extrema que tuve que implementar para ganar dinero extra y poder costear los medicamentos de mi madre. Entre mi padre y yo nos dedicamos a trabajar fuertemente para poder salir adelante y mantener a flote la panadería. Muchos de mis amigos no estuvieron de acuerdo en que desaprovechara la gran oportunidad de trabajar en una de las empresas más reconocidas del país. No es que quiera ser presumida, pero siempre fui la mejor de mi clase y me gradué con honores. El motivo de su enfado fue que rechace esa gran oportunidad para poder trabajar hombro a hombro con mi padre, ya que mi madre no podía por su estad
Las horas pasan y al fin hemos terminado de asistir a todas las citas que mi madre tenía programada para hoy. —Cariño, me siento un poco cansada. —espeta mi madre con cansancio—, vamos a sentarnos un momento para reponer un poco de fuerzas. La tomo de la mano para dirigirnos a una cafetería que se encuentra a escasos metros de nosotras. —Está bien mami, vamos a comer algo. —la tomo del brazo para cruzar la calle—. Aprovechemos ya que tenemos cerca una cafetería. Ella asiente y caminamos los pasos que nos llevaran hasta el lugar. Una vez entramos al establecimiento tomamos asiento en la mesa más cercana. Al poco rato se acerca a nuestra mesa una joven para tomar nuestros pedidos, por el hecho de que mi madre no puede consumir tantas harinas solo pide un sandwich, pero este es con pan integral junto a un jugo de mora. Por mi parte pido sandwich de pollo y un vaso de jugo de mora igual que mi madre, según palabras textuales de ella eso ayuda a subir la hemoglobina. Mientras esperamo
Bastian No voy a negar que soy un hombre arrogante y prepotente. Siempre obtengo todo lo que quiero a como dé lugar. Desde que vi a esa chica en el hospital, no he podido sacarla de mi cabeza o mejor dicho de ninguna de las dos. Puede parecer absurdo, pero es la primera vez que siento esta extraña sensación al estar cerca de una mujer como ella. No es nada diferente a otras, es solo que tiene un, no sé qué difícil de explicar. Desde hace años he tenido contacto con todo tipo de mujeres, solteras, casadas, viudas, millonarias, meseras, en fin no tengo ningún tipo de prejuicio. Las mujeres son una maravillosa e irresistible tentación. Con todas solamente han sido encuentros de una noche. Algo que les dejo claro desde la primera vez y tengo por regla no repetir. Sé que estarán pensando que soy un puto, pero tengo que aprovechar las oportunidades y placeres que presenta la vida. También soy un hombre muy responsable, me cuido para prevenir una enfermedad y embarazos no deseados. Es po
Chantal Dos semanas han pasado y con ello ha habido una serie de cambios, pero el más importante de todos ha sido la recuperación de mi madre. El Dr. Bracamonte se comunicó con nosotros hace una semana para informarnos sobre un nuevo proyecto que se está dando en el hospital. Según palabras textales del médico, mi madre se encuentra en la lista de las personas que serán beneficiadas. El principal objetivo de este proyecto es poder suministrar los medicamentos que el paciente necesite, lo mejor de todo es que no tendrá ningún costo. Haberme enterado de esta maravillosa noticia, me alivio en gran parte, por lo menos sé que no voy a tener que estar devanando los sesos cada vez que el medicamento de mi madre este a punto de terminarse, no estar pegando carreras de un lado a para otro y buscar quien pueda prestar el dinero para poder comprarlo. Pero como todo no es de color de rosas, también se encuentra la actitud que mi padre ha tenido últimamente. Lo noto muy preocupado y sé que no