BastiánRegreso a casa con miles de pensamientos, cada vez que me encuentro cerca de ella miles de sentimientos se arremolinan dentro de mi ser. Por más que quiero buscar una explicación a todos y cada uno de ellos no encuentro respuesta.Ver como los brazos de mi viejo amigo la rodeaban, me llenó de una terrible ira. Por un instante quise caminar hasta él y estampar un puño en su hermoso rostro de niño bonito, pero me contuve para no hacer un escándalo en el lugar.Luego estuvo ese estupido comentario donde ella decía que el hombre era muy guapo, pero no creo que lo sea más que yo. Sé que es un pensamiento un poco narcisista, pero mi ego de hombre se hirió con sus palabras y no pude evitar reprocharle ese comentario. ChantalComo era de esperar las preguntas no se hicieron esperar. Apenas las bolsas fueron llevadas hasta la estancia mis padres no perdieron tiempo en hacer miles de preguntas.Lo que más me sorprendió fue la aceptación de mis padres si quería darme una oportunidad con Bastian. Nunca llegué a pensar que todo esto podía llegar a suceder y sobre todo que no estaban muy lejos de lo estaba sintiendo por ese hombre del demonio. Una leve sonrisa se escapa de mis labios sin poder evitarlo, dejo todos esos pensamientos a un lado y termino de quitarme la ropa para darme una ducha relajante y poder ir a dormir, mañana será un día muy pesado.Estando lista enfundada en mi pijama ingreso al interior de mi cama y me arropo con la manta, cierro los ojos mientras abrazo mi almohada pensando en lo que el destino pueda tener deparado para nuestros futuros. Con esos pensamientos y miles de ideas rondando mi cabeza termino por quedarme profundamente dormida.***La mañana llega en un abrir y cerrar de Capítulo 42.- Gracias por aceptar.
Disfrutaba de la maravillosa vista que se presentaba ante mis ojos, jamás llegué a imaginar que Bastián me traería a un lugar tan maravilloso como este—¿Qué te parece? —interroga posicionándose a mi lado.—No tengo palabras para describir lo maravilloso que es este lugar. —cierro los ojos mientras la fresca brisa acaricia mi rostro.—Esto no se compara en nada con lo demás que quiero mostrarte. —hace un breve silencio antes de pronunciar las siguientespalabras—.Vaya, por fin te he dejado sin palabras, eso es sorprendente.—Tonto. —La culpable eres tú princesa. —desliza su dedo desde mi frente, bajando por mi nariz hasta quedarse sobre mis labios.—No quieras culparme de todo niño bonito. —abro los ojos para encontrarme con la intensa mirada de Bastian.Por un instante ambos nos quedamos perdidos en la mirada del otro sin decir una palabra. Por un instante siente el impulso de lanzarme a sus brazos y comermelo completo, pero mi conciencia me recrimina y dice que debo ir con cuidado y
Si alguien me hubiese dicho hace unos meses atrás que me iba a llevar tan bien con este hombre, mi respuesta habría sido “jamás”. Y ahora sin poder creerlo me encuentro sentada frente a este hombre disfrutando de una deliciosa cena.Ya había comido toda clase de pasta, pero esta que fue hecha por él sabe a gloria.—No sigas haciendo eso. —reprocha—, o te juro que no voy a responder por mis futuros actos.—No entiendo de lo que hablas. —me sorprendo ante lo que acaba de decir porque no tengo idea a lo que se refiere.—Esos gemidos que escapan de tus labios mientras saboreas la delicia de pasta que he preparado.—¿Yo? —¿Acaso ves a alguien más con nosotros? —señala alrededor del lugar.—Pues solo degusto lo delicioso que está todo. —me encojo de hombros para quitarle importancia al asunto.Lo escucho resoplar y sin decir más nada se pone en pie para recoger los platos, termino de disfrutar el último bocado y sigo sus pasos hasta la cocina.Una vez que dejamos todo limpio tomamos nuest
Haciendo caso a la petición de Bastián subo hasta su habitación. Al entrar pude darme cuenta de que el lugar se encuentra totalmente impregnado con su aroma, a pesar de que no visita el lugar con frecuencia, el olor de su loción se conserva.Tomo asiento en la orilla de la cama mirando el celular sopesando lo que le voy a decir a mis padres referente a mi ausencia esta noche. No puedo evitar sentirme un poco nerviosa, no sé cómo se vayan a tomar eso de que me quedé a solas con un hombre que ni siquiera es nada mío.Doy un gran suspiro cerrando los ojos para llenarme de valor y hacer esa llamada. Marco el número para luego llevar el móvil a mi oreja a la espera de que la llamada sea atendida. Unos tres repiques y al otro lado puedo escuchar la hermosa voz de mi madre.—¡Aló!—Hola mami. —hablo sintiendo un escalofrío recorrer toda mi columna vertebral.—¡Oh cariño! Me tenías preocupada, ¿Estás bien? —interroga con preocupación.—Tranquila madre, todo está bien. —los latidos de mi coraz
Chantal —¿Estás segura de lo que estás a punto de hacer? —pregunta mi amiga Daleska suplicando con sus ojos para que recapacite—. Luego no habrá marcha atrás y sabes que… No dejo que termine de hablar, sé perfectamente las consecuencias que va a traer mi decisión. —Aunque no lo esté, sabes que es lo mejor en este momento. —poso mi mano sobre su hombro para tranquilizarla. —Está bien, sabes que puedes contar conmigo en todo momento. —resopla antes de hacerme entrega del bolso—. Te estaré esperando en el parque, puedes tomarte todo el tiempo que necesites. Asiento con un ligero movimiento de cabeza. Giro tomando con fuerza el pequeño bolso y sin nada más que pensar toco el timbre. Al poco rato se abre la puerta y me recibe una señora un poco mayor. Al ver que soy yo inmediatamente se hace a un lado para darme paso. —Creía que te habías arrepentido. —espeta mientras cierra la puerta—, sabes que aún te puedes retractar de lo que estás a punto de hacer cariño. «¿Será que podrían pon
Chantal Despertar por los rayos solares que se cuelan a través de la ventana y el sonido insistente de la alarma no es nada gratificante. Muchas veces he querido tomarme unas vacaciones, pero todos esos pensamientos quedan a un lado cuando recuerdo mi triste realidad. Debo trabajar durante el día en la panadería familiar y en las tardes en el restaurante. Este último fue una medida extrema que tuve que implementar para ganar dinero extra y poder costear los medicamentos de mi madre. Entre mi padre y yo nos dedicamos a trabajar fuertemente para poder salir adelante y mantener a flote la panadería. Muchos de mis amigos no estuvieron de acuerdo en que desaprovechara la gran oportunidad de trabajar en una de las empresas más reconocidas del país. No es que quiera ser presumida, pero siempre fui la mejor de mi clase y me gradué con honores. El motivo de su enfado fue que rechace esa gran oportunidad para poder trabajar hombro a hombro con mi padre, ya que mi madre no podía por su estad
Las horas pasan y al fin hemos terminado de asistir a todas las citas que mi madre tenía programada para hoy. —Cariño, me siento un poco cansada. —espeta mi madre con cansancio—, vamos a sentarnos un momento para reponer un poco de fuerzas. La tomo de la mano para dirigirnos a una cafetería que se encuentra a escasos metros de nosotras. —Está bien mami, vamos a comer algo. —la tomo del brazo para cruzar la calle—. Aprovechemos ya que tenemos cerca una cafetería. Ella asiente y caminamos los pasos que nos llevaran hasta el lugar. Una vez entramos al establecimiento tomamos asiento en la mesa más cercana. Al poco rato se acerca a nuestra mesa una joven para tomar nuestros pedidos, por el hecho de que mi madre no puede consumir tantas harinas solo pide un sandwich, pero este es con pan integral junto a un jugo de mora. Por mi parte pido sandwich de pollo y un vaso de jugo de mora igual que mi madre, según palabras textuales de ella eso ayuda a subir la hemoglobina. Mientras esperamo