Epígrafe
No pude evitar que te volvieras una debilidad desde el primer momento en el que te vi, desde entonces supe que la sonrisa que se dibuja en tus labios y el azul de tus ojos me atormentaría cada día de mi vida hasta que consiguiera tenerte entre mis manos. Y ningún papel firmado podrá detenerme hasta tener lo que por tanto tiempo he deseado, hacerte florecer con mis caricias. Tu desprecio únicamente consigue que me encapriche más con tus besos, con ese fruto que prohíbes comer y del que te juro tarde o temprano beberé todo su dulzor mientras tu cuerpo se derrite bajo mis besos.
Prefacio
Los sueños de Atenea se vieron destruidos cuando la fatal noticia de la muerte de sus padres taladro sus oídos, dejándola congelada en su sitio sin comprender del todo lo que acaba de escuchar, sin embargo, en su interior todo empezaba a desmoronarse poco a poco y sin que nadie pudiera evitarlo, hacía solo un par de horas que se había despedido de ellos.
Su cumpleaños número diecinueve se convirtió en un día lleno de oscuridad y dolor. Sus rodillas se doblaron dejándola caer sobre el duro piso de madera al tiempo que un grito explotaba en su pecho y subía por su garganta, no obstante ningún sonido salía de su boca, el corazón le latía con fuerza dificultándole la respiración, sus lágrimas caían sobre la superficie, pero continuaba sin poder emitir ningún sonido. Los empleados la observaban y sentían lástima por ella, empero ninguno se imaginaba lo que le esperaba, ni siquiera ella misma podía prever lo que se le venía encima.
Su hermano mayor finalmente se acercó a ella tratando de disimular una sonrisa, que podía verse hasta teniendo los ojos cerrados, la ayudo a ponerse de pie y con delicadeza la llevo hasta su habitación para que fuera atendida. Cualquiera que viera al joven se daría cuenta de que no siente ningún pesar y hasta podrían asegurar que la muerte de sus padres le satisface, salió de la habitación de la joven acariciando su mentón como si en su mente maquinara el inicio de un plan macabro.
Habían pasado muchas horas desde la declaración de la noticia, y apenas Atenea era conducida hacia donde serían velados sus padres, pero parecía que caminaba al ver a los demás hacerlo y solo reaccionaba cuando alguien le indicaba. No obstante, nadie se preparó para ver la escena que se desató en cuanto ella estuvo frente a los féretros, amigos de la familia y familiares no pudieron soportar ver tanto dolor.
El grito que se había negado a salir y que murió en su garganta, esta vez exploto con furia, sonoras exclamaciones llamando a sus padres y pidiéndole que la lleven con ellos, se dejaban escuchar hasta en la calle, más de uno tuvo que agachar la mirada para evitar ver como una joven tan hermosa y llena de vida imploraba por la muerte. Atenea se lanzó sobre ambos cajones de madera, no sabiendo a quién llorar más, ella adoraba a sus padres, no conocía la vida sin ellos y aún no estaba lista para tener que afrontar el mundo sin que ellos estuvieran para apoyarla. El dolor que la consumía fue tan fuerte que sin darse cuenta y sin que nadie interviniera, su cuerpo se apagó y cayó desmayada delante de todos los presentes.
Prologo
Atenea
Dos años atrás
Estoy tan feliz, tengo a los mejores padres del mundo, nunca imagine que fuesen a hacer una fiesta tan grande como esta ni a invitar a todos mis amigos, creí que la celebración la haríamos entre nosotros mismo y que compartiríamos como familia, aunque la verdad es que mi hermano muy poco está con nosotros, siempre anda en sus cosas y me entristece que no entienda cuánto daño le hace a nuestros padres, sobre todo a mama, que sufre al verlo en los estados que suele llegar, dice que solo llega ebrio, pero varias veces lo he visto aspirar un polvo blanco por la nariz y luego fumar unos cigarrillos que huelen diferente a los que normalmente fuman las personas.
Sé perfectamente que es lo que hace, pero prefiero no decir nada sobre su problema de drogas para evitar que mis padres sufran todavía más por su culpa. Si tan solo fuese más consciente y tomara en consideración el amor que sienten ellos por él, es mi hermano mayor y quien algún día va a heredar todo, claro que también tendré mi parte, pero la mayor parte se la llevara él y me daría mucho dolor ver que destruya todo el esfuerzo que mi padre ha hecho por su inmadurez.
—¿En qué tanto piensas, hija? ¿No te gusta tu fiesta? —pregunta mi papá sacándome de mis pensamientos, le sonrío y lo abrazo con fuerza internándome en su pecho fuerte y cálido.
—Me encanta, papá, es solo que no lo esperaba —confieso llena de emoción y olvidándome por completo del descarriado de mi hermano.
—Entonces no le negarás un baile a tu viejo padre, aunque la verdad no sé cómo bailar nada de esa música que escuchan los jóvenes ahora —como voy a negarle nada al hombre de mi vida, adoro a mi papá, siempre me ha tratado como a su tesoro más preciado.
—Con permiso, me permiten felicitar a la cumpleañera —la voz masculina me congela la sangre dentro de las venas al tiempo que los vellos de mi cuerpo se erizan.
Levanto la vista hacia el hombre frente a mí y tengo que pasar saliva para evitar que un gemido se escape de mi boca. Es un hombre que trasmite tanto con su sola presencia, tanto que me es imposible no sentir como me hormiguea la piel.
—Dominic Black, no recuerdo haberte invitado a la celebración de mi hija, de hecho no recuerdo haber invitado a nadie que no fuese su amigo —el tono amable de mi padre cambia drásticamente, provocando que me sienta nerviosa y predispuesta de ante mano, los ojos del desconocido se clavan en mis labios por un segundo en el que siento como mi vientre reverbera.
—Eso es por qué lo he invitado, yo, papá, me pareció justo tener a alguien con quien conversar en medio de esta celebración en la que un montón de mocosos se divierten como simios sin control —repica mi hermano acercándose a nosotros y comprendo enseguida que esto es solo un plan para acabar con la paz y la tranquilidad.
—Te recuerdo que es la fiesta de tu hermana y son sus invitados, no los tuyos los que deben de estar en este momento compartiendo con ella —dice mi papá, aunque los dos sabemos que no vale la pena gasta saliva en mi hermano.
—Ya escucho a mi padre caballero, le agradezco que tenga la amabilidad de retirarse y puede llevarse a mi hermano con usted, así se evitan los dos estar en medio de un montón de simios sin control, aunque si soy sincera, el control deberían de ponérselo a otro —pronuncio mirando al intruso fijamente y cambiando la mirada hacia mi hermano al pronunciar lo último.
No entiendo el cambio de mi padre, pero si eso significa marcar distancia con Dominic Black, entonces no me importa hacerlo por complacer al hombre que me ha dado todo en la vida. No obstante, me es difícil ocultar el ligero temblor en mis manos e ignorar que mis piernas parecen de gelatina.
—Lamento haber incomodado —pronuncia y se retira luego de lanzarle una mirada de odio a mi hermano, quien como si fuese su lacayo, baja la cabeza y camina detrás de él.
Un extraño sin sabor se instala en mi paladar, es como si este encuentro no fuese el único que tendré en mi vida con ese tipo. El temor instintivo o quizás la hostilidad que demostró mi padre delante de él es el que me hace reaccionar de esta manera, sea como sea, la verdad es que espero nunca tener que volver a cruzar ni una sola palabra con él, es demasiado…
—Atenea, algún día tu madre y yo no estaremos contigo y tendrás que aprender a cuidarte de los tiburones para poder sobrevivir en un mundo como el de hoy en día —las palabras de advertencia de mi padre me hacen perder la poca chispa de alegría que me quedaba, al demonio con mi fiesta de cumpleaños, estúpidos diecisiete.
La condenaPodrás condenarme a la muerte, pero jamás doblegaré mi alma ante ti.Atenea Han pasado casi cuatro semanas desde que perdí a mis padres y no he podido ni siquiera ponerme de pie, no sé cómo esperan que logre bajar al despacho para escuchar la última decisión de mi papá cuando lo que quiero es tenerlo a mi lado y que me abrace tan fuerte como siempre lo hacía, escuchar la voz de mi mamá llamándonos a los dos. Todo fue mi culpa, si no hubiese decido volver de sus vacaciones para estar conmigo en mi cumpleaños, ahora no los tendré nunca más y no sé si podré vivir sin ellos, no creo que pueda no me siento capaz de lograrlo.Nunca imagine que jamás los volvería a ver, me duele tanto el alma, perderlos a los dos al mismo tiempo. Me quiero morir para estar con ellos, yo no puedo enfrentar este mundo sin que ellos estén a mi lado para darme sus consejos, es muy pronto para quedarme sola. De nuevo la puerta suena y sé que es Alicia que viene a decirme que el abogado espera por mí p
DecisiónMi corazón jamás podrá amar a alguien que solo conoce de números.AteneaAhora no importa lo que suceda conmigo, no estoy lista para estar sola, pero confío en que lo que mis padres me enseñaron me sirva para hacerle frente a esta situación, además nada puede ser peor a tener que ver como el esfuerzo del hombre más importante en mi mundo se viene abajo, aunque ya él no este para continuar yo estaré aquí para continuar con su legado. Observo a los tres hombres que me miran sin pestañear, mientras continuo con mi debate interno, pero ya he tomado mi decisión.—Ya escucho a mi hermana, abogado, podemos pasar a firmar la aceptación de la herencia de inmediato, no quiero perder más tiempo en trámites, ella no aceptará ese acuerdo, por lo tanto, todo me pertenece —argumenta mi hermano creyendo que de verdad voy a dejar que se salga con la suya sin hacer nada para impedirlo.—No te apresures, hermano —pronuncio al tiempo que él se pone de pie—, aceptaré las condiciones de mi padre,
El inicio del finEl dolor se hace grande y fuerte convirtiéndose en el verdugo de mis días y no estoy segura de poder mantenerme en pie cuando todo está en mi contra.AteneaHoy de nuevo tendré el desagradable placer de ver al señor Black, la diferencia además de estar preparada para el encuentro es que hoy mismo firmamos el acta de matrimonio y me voy a vivir a su casa tal como él lo pidió. Siempre imaginé una gran fiesta, caminando al lado de mi padre hacia el altar, donde me estaría esperando el hombre perfecto para mí, pero, en cambio, me toco esto, una simple transacción comercial indigna de una celebración, no recuerdo que alguien nunca en toda la historia de la humanidad haya celebrado su propia desgracia.Me miro en el espejo de mi habitación por última vez antes de salir por un largo tiempo de mi casa, me he puesto un vestido negro contemporáneo hasta las rodillas, un atuendo clásico y apropiado para la ocasión, lo he complementado con el juego de collar y pendientes de mi m
Mi esposo, el verdugo de mi vida, la pesadilla de mis días, el rey de mi infierno. El culpable de que mi corazón se torne oscuro y mis sentimientos se congelen para siempre.El contratoAteneaRespiro libre por última vez, pasará mucho tiempo antes de que pueda volver a hacerlo. Con paso digno y distinguido, como el de una reina ingreso a la oficina preparada para la lectura, en la que saldré convertida en la señora Black, odio el título, pero prefiero sacrificar mi libertad antes de ver en la basura todo lo que mi padre consiguió durante toda una vida de esfuerzo y lucha. Mi futuro esposo me retira la silla ara que tome asiento delante del notario y posteriormente toma su lugar a mi lado, detrás de los dos nuestros abogados.—Tengo entendido que antes de iniciar con el proceso de matrimonio, se dará lectura al contrato prematrimonial con el fin de que las partes estén de acuerdo —pronuncia el juez dando inicio.Asiento en silencio y le hago una seña con la mano a mi abogado para que
Nunca el infierno me pareció más real que ahora, en este momento en el que piso un terreno desconocido y he firmado el contrato que le entrega mi alma al demonio. Ruego al cielo que mi espíritu me baste para resistir.El infiernoAteneaAhora soy la esposa de un hombre al que desconozco en realidad. He implorado por una respuesta, pero el fantasma de mi padre se niega a dármela, solo quiero entender el porqué de su decisión, ¿por qué si tenía tantas reserva con Dominic Black me obligo a casarme con él? Es inútil, por mucho que me esfuerce jamaras entere su decisión. Dejo escapar un sonoro suspiro a la vez que me fijo en el exterior del auto cuando el paisaje cambia, finalmente llegamos a la propiedad de mi esposo. Una inmensa mansión blanca, grandes ventanales que van desde el piso hasta el techo, la fachada es impresionante, pero no es mi casa.Bajo del auto una vez se detiene e ingreso rápidamente a la casa, el personal me espera al pie de la escalera, seguramente se imaginan que so
¿Mercancía o presa? Da igual, de todos modos estoy en sus manos y me temo que no tendré la fuerza necesaria para salvarme de sus labios y sus manos. Sus labiosAteneaMe es muy difícil ignorar lo mucho que me atrae, sin embargo, debo ser fuerte y mantener los ojos bien abiertos, estoy segura de que las intenciones de mi esposo no son para nada confiables, habiendo tantas mujeres mucho más atractivas y maduras ¿Por qué se tuvo que fijar en mí? Claro, no es que sea un anciano, quizás unos veinticinco años, la edad ideal para tener a cualquier otra a sus pies, es obvio que mi fortuna y mi posición es lo que le atrae de mí.—No voy a negar que haberme casado contigo es un excelente negocio, no seré un hipócrita en ese sentido, no obstante, no es el único motivo que tuve para aceptar este convenio —dice rato después rompiendo el silencio que se formó entre los dos en el comedor.—Te confieso que no me sorprende tu confesión, pero tu descaro, eso sí que es de admirar —ironizo—. Ya he termi
Sentir la inocencia de su alma en mis labios fue el peor error que cometí. El agridulce de su pureza se ha convertido en el afrodisiaco que tortura mi existencia con su presencia aquí en mi vida. Enamorarse no es el plan Dominic No sé en qué demonios estaba pensando, se supone que esa niña insípida no me interesa en lo más mínimo, el plan es hacerla bajar la guardia que se sienta segura y confiada a mi lado, solo de ese modo voy a conseguir expandirme. No quiero su dinero, yo tengo mis propios millones y jamás he sido un vil ladrón, pero como conseguir que se comporte como una buena esposa delante de las demás personas, si su mirada deja en claro que lo único que desea es verme bajo tierra. No debí besarla, eso es seguro, sin embargo, su actitud desafiante, su pequeña boca convertida en una fina línea y la manera en la que sus pupilas se contraen al tenerme en frente me hacen desearla. Definitivamente, he perdido el rumbo de mis planes, es que ni siquiera tuve que haber dicho que
Probé el dulce sabor de la manzana y ahora muero por conocer la condena del pecado que guarda el misterio de su piel. Cierro los ojos y te veo: dulce, inocente, salvaje, arrebatadora. Del calor al frío Dominic Los segundos pasan lentamente mientras continúo estático sin quitarle la mirada de encima, la luz plateada de la luna baña su rostro y la hace lucir angelical. Miles de pensamientos pasan por mi cabeza, su propuesta es todo lo que quiero de ella y para ser sincero conmigo mismo, quizás tiene razón y nunca logre enamorarla, a pesar de su edad puedo ver que es una mujer madura y segura de sus decisiones, supongo que sus padres hicieron un buen trabajo con ella. Algo cambia en mi interior, pero no sé qué exactamente, tal vez mi manera de percibirla, ahora no me parece tan niña y aunque no es voluptuosa o una mujer mucho más madura, posee un encanto único que hechiza sin esfuerzo. Salgo de mis pensamientos cuando el brillo de una perla rodando por su mejilla atrapa mi atención