Capítulo 957
—¡Pero la empresa la necesita, señor! —Exclamó Álvaro.

—¡Te he dicho que vayas a buscarla! —Ordenó de nuevo Andrés.

Álvaro apretó los labios muy disgustado, pero obedeció con la cabeza.

—Sí, señor.

—Vaya, ¡ni siquiera te importa la empresa! Andrés... ¿qué has hecho? —Sonrió con sarcasmo Leonardo.

...

A Luna le dio tiempo suficiente de cenar, se cambió de ropa y se tumbó en la cama para dormir ligeramente hasta que escuchó un ligero ruido que se acercaba hacia la puerta. Entonces, escuchó con cautela a una mujer decir al otro lado en voz baja:

—Les digo que esa mujer está aquí dentro.

Al decirlo, levantó el dedo pulgar. La persona que le acompañaba era obesa y con un maquillaje muy recargado de pobre calidad. Tenía el polvo atrapado en la punta de la nariz, unos labios pintados exóticamente de color rojo intenso, un cigarrillo entre los dedos y varios hombres la acompañaban.

—No te preocupes, si me gusta no te faltará ni un solo centavo.

—No te preocupes por eso, sino, no te habría lla
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP