Aquél hombre vestido elegantemente, se dirijió hacia Albert mientras la enfermera se apartaba haciendo reverencia y mostrando respeto al hombre imponente
"Buenos días Rector ¡me alegra verlo aquí! En este día tan hermoso"
"Buenos días enfermera Rodríguez"
Albert quedó impactado al escuchar que esa persona era el rector, la visita era de la persona más importante de la universidad, ¿Cómo era posible? se preguntaba Albert para si mismo. Notó que el rector era un hombre sereno y no se inmutaba al ver el estado de Albert, el cual no era el mejor, tenía una voz que transmitía serenidad y parecía estar compadecido del paciente.
"Señorita Rodríguez, informe el estado en el que se encuentra este muchacho, dele la atención que requiera mientras este se encuentre aquí, también necesito la declaración del muchacho para tomar acciones en contra de los implicados, no tolero la violencia dentro de mis instalaciones, todo acto violento en esta ciudad universitaria es completamente repudiable"
"Señor rector, el joven, aquí, se encuentra estable, tiene hematomas y heridas leves en las piernas, espalda y vientre, si desea usted los puede visualizar, afortunadamente no es nada grave, pero necesita descanso médico por un par de días, posterior a ello podrá retirarse de la clínica universitaria, respecto a su declaración sobre lo que sucedió, lamentablemente no se ha pronunciado al respecto ya que despertó apenas, no ha logrado decir ni una sola palabra, más al contrario solo logra balbucear, después de unos exámenes podré determinar su estado exacto pero recomiendo que este muchacho venga a su despacho cuando se encuentre estable para los fines que considere necesario"
"Muy bien, ha sido de gran ayuda venir hasta aquí, pude verificar esto personalmente, la conmoción es latente y temo una movilización masiva de la comunidad universitaria debido a los hechos de ayer, se que esos asuntos no son de su competencia, de todos modos dejó a este joven bajo su cuidado, una vez que este se recupere, recuerdele que debe presentarse en mi despacho, ahí lo estaré esperando con ansias para escuchar sus declaraciones."
Albert no pudo decir nada, pero se sintió aliviado ya que la enfermera lo había salvado de un largo monólogo explicando las causas de aquel terrible e injusto suceso, él estaba realmente adolorido desde de todo, pero había entendido a la perfección todo lo que el rector había dicho mientras permaneció en la habitación, la enfermera sólo asintió mientras el hombre salía del lugar sín más que decir, ella volvió a mirar al muchacho y siguió con lo suyo
"No todos los días tengo a chicos lindos en este lugar ¿Sabes? Últimamente me he sentido muy sola en este lugar"
Siguió curando las heridas del muchacho, había dicho eso porque era verdad, además en esta universidad estudiaban solamente chicos de élite era inevitable que no quisiera estar con alguno para escalar en las clases sociales y cada vez que podía encantaba a sus pacientes más jóvenes para que estos cayeran en sus encantos, lo cual era divertido para ella, él ya no sentía dolor por sus heridas que los fuertes golpes habían provocado, la enfermera lo trataba muy bien, él pronto supo que debía disculparse con ella, era la primera vez que alguien lo trataba con delicadeza y gentileza, sus manos eran suaves, a pesar de que los golpes habían hecho que su piel se hinchara y fuera difícil para él sentir algo sentía la suavidad de las manos de la señorita.
"Enfermera Rodríguez... Yo... Yo... Debo disculparme por la forma en que la observaba hace un momento espero no haberla incomodado con eso, sinceramente estoy apenado y avergonzado, por eso le pido disculpas"
Lo decía mientras cerró los ojos fuertemente, no podía creer que tuviera el valor para decirlo, estuvo a punto de hablar con altibajos agudos como un puberto. La enfermera se sorprendió al oírle hablar ya que antes aseguraba que este no podía hacerlo. 'Así que estaba mirando a propósito, es un pícaro' pensó la enfermera sonriendo levemente
"Tranquilo, no te preocupes"
Le dijo eso de forma coqueta, ella hubiera preferido no decirle nada ya que no la molestaba porque en realidad esto aumentaba su ego y vanidad, en verdad la enfermera era muy hermosa y lucía joven, sin duda alguna Albert había quedado encantado desde un principio, era la primera vez que veía a alguien de esa manera. A pesar de haberse disculpado no podía apartar los ojos de ella mientras imaginaba y se perdía en sus pensamientos, la enfermera se daba cuenta de eso pero no decía nada al respecto ya que esto alimentaba su vanidad, terminó con su trabajo y lo dejó solo en la habitación postrado en la cama, a medida que pasaba el tiempo Albert sentía que poco a poco el dolor de los golpes aumentaba y sin previo aviso un pesado dolor de cabeza lo atacó dejándole profundamente dormido.
Mientras tanto los dos guardias estaban cabizbajo en la oficina del rector, se presentaron allí porque este les ordenó que así lo hicieran.
"¡¡¿Son conscientes de lo que ustedes dos hicieron con ese muchacho ayer?!! ¡La reputación de mi universidad ha sido gravemente afectada! Tan solo por un error suyo ¡Par de idiotas! ¿Son conscientes de los problemas que esto trae? Incluso me he visto obligado a romper con los protocolos con ustedes dos ¿Saben cuanto trabajo tengo? ¡No! ¡No! ¡No lo saben! Porque si lo supieran hubieran hecho su trabajo de la mejor forma"
"Lo sentimos jefe, denos una oportunidad para redimirnos por nuestras acciones, sabemos que hicimos mal, lo sentimos mucho"
"¿Lo sienten? ¡¿Lo sienten?! En mi universidad no hay segundas oportunidades ¡Están despedidos!"
"Por favor jefe, denos otra oportunidad para demostrarle que si somos capaces de realizar un buen trabajo"
"¡He dicho que no! Ustedes no tienen ni idea de quienes manejan esta universidad pero aun así lograron desestabilizar todo ¡¡Fuera!! ¡Larguense de mi vista! ¡YA!"
Los guardias cabizbajos salieron de esa oficina asustados para no volver jamás, ellos esperaban eso pero tenían esperanzas en que el rector les diera una nueva oportunidad, sin embargo ahora estaban despedidos y tenían que marcharse sin poder hacer nada. Por otro lado en la red social hicieron que aquél estudiante desconocido se convirtiera en toda una celebridad en la universidad, todos querían saber quién era, los rumores decían que estaba en la clínica local y estaban conscientes de que ingresar a ese lugar era extremadamente difícil, por ello nadie se atrevió ir a la clínica para poder conocer al estudiante desconocido, Albert no sabía nada de esto. ¿Cómo lo sabría? Si en ese momento dormía plácidamente sin temor a nada, sin preocupaciones.
Albert y la enfermera Rodríguez hablaban a diario mientras él estaba postrado en cama, ella sonreía mientras la miraba perdido, lograron establecer una gran amistad después de todo. Un par de días después, Albert estaba mejor de lo esperado, sabía que debía ir hasta el despacho del rector, le pidió a la enfermera Rodríguez que lo acompañará, ella accedió de inmediato, Albert al oír su respuesta se alegró, para poder salir debía cambiarse ya que todo este tiempo la clínica le brindó vestimenta propia de un paciente, debido a las heridas y la sangre habían quitado sus prendas, ahora estaban todas limpias, al salir de la habitación vio que la enfermera lo esperaba con ansias pero al verlo su expresión facial cambió rápida y drásticamente por una de desprecio, asco y cólera, ella se dirigió a su escritorio molesta, cogió un bolígrafo y papel, apuntó la ruta por la que Albert debía ir"Lo siento, tengo mucho trabajo por hacer, no podré acompañarte"Le dijo de manera edu
Albert, enojado, fue corriendo hasta el lugar que el rector le había indicado, a medida que corría olvidó su cólera al ver las instalaciones de la universidad, habían pocas personas caminando debido a que estaban en horario de clases quizá, el pensó que era normal que todos lo vieran mal mientras corría, talvez tenía alguna herida cicatrizada en el rostro después de esa golpiza, mientras no lo miraran como los guardias, la enfermera o el rector, se sentía cómodo de alguna forma, las miradas eran de extrañeza, no lo evitaban, pero lo veían con extrañeza y confusión, porque nunca lo habían visto, o cosas así. Pero a pesar de todo, dentro de si estaba completamente feliz porque lo iban a admitir como universitario, llegó sin contratiempos a la oficina, claramente aún no había ingresado, inhalo cómo si algo lo preocupara, sintió miedo, vio a través de la ventana que habían muchas personas en una fila, algunos venían con sus padres y otros tantos acompañados con sus padres, su cuerpo se
Al día siguiente despertó temprano, estaba realmente emocionado, su estómago se revolvía, el hormigueo era inevitable, recordó que el día anterior entró a un lugar lujoso a sus ojos, su cama era realmente cómoda, se aburrió y empezó a explorar, salió del dormitorio, notó que tenía un escritorio, un baño y una bañera solo para él, jamás pensó que algo así sucedería, "¿Qué tipo de Universidad es esta?" sus habitaciones estaban completas, y lo mejor era que no tenía que pagar por eso. Empezó con ejercicio matinal así se preparaba para un nuevo día, Albert era bueno con los estudios y el deporte, su cuerpo estaba muy bien desarrollado, después del ejercicio seguía un gran baño, generalmente estudiaba después de eso. Su abuelo era muy exigente con ello, se lo exigía a diario, no importaba si llovía, si hacía frío o si hacía mucho calor, todos los días su abuelo se lo exigía, por eso desarrolló esa costumbre, a pesar de ser fuerte nunca hizo uso de ella para dañar a alguien, se puso el so
No pasó mucho tiempo desde que se acostó para dormir, pero había algo que lo inquietaba, no conciliaba el sueño y en su cabeza repetía la misma voz que le había dicho cómo era la Universidad hacía eco en él, por alguna razón el rostro del oficinista era como si le diera asco ver a Albert, muy aparte de que las palabras eran extremadamente sencillas casi como si hubiera tratado de terminar de hablar lo más rápido posible, pensó y pensó en ello, la beca iba cubrir todas sus necesidades ¿Cómo no iba ser así? Hasta ahora sólo le han dado muchas cosas que para él son lujos, pero para estar seguro tenía que ver todo ese asunto con el consejo estudiantil, recordó que en su mochila llevaba prendas de vestir, talvez cambiarse ayudaría con su imagen positivamente tomando la recomendación del oficinista, no sabía cómo lavar ropa allí, generalmente en el lugar que vivía anteriormente lo hacía a mano, pero aquí era diferente, no había nada que hacer por el momento ya que no contaba con los
Llegó hasta el pie de un edificio moderno no tan alto como en las que él dormía, sus puertas eran de vidrio, era una cosa increíble, donde vivía él, en el pueblo, las ventanas no ocupaban ni un metro cuadrado, pero aquí todo era enorme, era una cosa increíble, asombrado entró allí, al entrar una señorita que era una recepcionista se mantenía ocupada haciendo sus deberes, era extraño ya que allí no habían personas circulando, afuera mucha gente lo miraba con desdén, lo cual ya no le parecía gracioso y mucho menos extraño, era común que la gente lo viera así, de alguna forma estaba decepcionado porque se vistió con las mejores prendas que tenía pero las personas aun lo miraban con desprecio, poco a poco esto mermaba su autoestima, con miedo fue directo a la recepcionista, a la que preguntó"Buenos días, ¿El Consejo Estudiantil?""Buen día a la izquierda, tercer piso""Gracias"Ella ni lo miraba, estaba profundamente concentrada en sus labores, sin d
Afuera estaban tantas personas como pudiera imaginar, muchos jóvenes se mudaban a las instalaciones de la universidad, vehículos y hombres vestidos elegantemente adornaban las calles de un modo singular, caminó observando su alrededor, no sabía por dónde ir además tenía que elegir una carrera ya que no lo había hecho, el oficinista con lo poco que había conseguido decir en una de esas dijo"Los estudiantes deben elegir la carrera profesional que prefieran durante la semana de integración, eso también aplica para ti"'Vaya, casi olvido que estamos en la semana de integración' pensó, en su caminar errante encontró una guía que indicaba donde se encontraba y todas las facultades que tenía la Universidad, notó que todos lo evitaban, pero le restó importancia, aunque en el fondo lo afectaba mucho, se dirigió a la facultad de ingeniería. Allí encontró un nuevo mapa guía que detallaba la facultad de ingeniería, al estar cerca se percató que allí estaban muchos muchachos con pan
Por otro lado, Arturo, quien era el presidente del Consejo Estudiantil esperaba que sus compañeros de trabajo se integrarán al día siguiente, pero debido a las actividades realizadas durante esa semana tuvieron que aplazar todo por dos días más, los días pasaron y no se supo nada más de Albert, Arturo estaba consciente de todo lo que venía sucediendo, pero no hizo nada al respecto, era fácil estar al tanto de todo gracias a la red social, al cabo de unos días se reunieron todos los miembros del Consejo. Acordaron darle 50 dólares cada mes al nuevo becado, considerando todas sus posibilidades, el presidente como había prometido envío un correo informando la situación y el monto que se iba asignar para el estudiante becado, el Rector no podía contener su alegría, había ganado la batalla, claro que también era consciente de todo, es difícil ignorar las notificaciones de la red social, además tenía toda la información disponible en sus manos, en cambio el presidente estaba profundamente
'No, no debo salir de aquí como un cobarde, ellos se van a burlar de mí, debo continuar en clases sin importar que suceda' pensó, sería muy duro permanecer allí con compañeros que lo miraban con desprecio, aún así se propuso mantenerse fuerte hasta el final, debido a la impresión que tuvo de sus nuevos compañeros, sintió su corazón aflijido, el cariño que le tenían en su pueblo era cálido y acogedor, en cambio aquí se sentía frío y desolado, Isabella miraba continuamente su alrededor, buscando algo inquietamente, Sofía estaba muy atenta al maestro, realmente parecía concentrada, durante el almuerzo todos fueron al cafetin, la cantidad de personas era impresionante, aturdido por tal cantidad, Albert decidió pedir para llevar, salió con prisa de ese lugar abarrotado y se fue para comer en un rincón de las escaleras en solitario, sin que nadie lo viera juzgandole por su forma de vestir, Sofía lo vio saliendo del cafetin pero lo ignoró de todas formas."Debe ser costumbre su