Albert, enojado, fue corriendo hasta el lugar que el rector le había indicado, a medida que corría olvidó su cólera al ver las instalaciones de la universidad, habían pocas personas caminando debido a que estaban en horario de clases quizá, el pensó que era normal que todos lo vieran mal mientras corría, talvez tenía alguna herida cicatrizada en el rostro después de esa golpiza, mientras no lo miraran como los guardias, la enfermera o el rector, se sentía cómodo de alguna forma, las miradas eran de extrañeza, no lo evitaban, pero lo veían con extrañeza y confusión, porque nunca lo habían visto, o cosas así. Pero a pesar de todo, dentro de si estaba completamente feliz porque lo iban a admitir como universitario, llegó sin contratiempos a la oficina, claramente aún no había ingresado, inhalo cómo si algo lo preocupara, sintió miedo, vio a través de la ventana que habían muchas personas en una fila, algunos venían con sus padres y otros tantos acompañados con sus padres, su cuerpo se contrajo abruptamente, fue tal su emoción que armado de valor se dirigió al acceso principal, había un guardia ahí, de inmediato su valor se derrumbó acompañado de un dolor simultáneo por todo su cuerpo, era como si lo estuvieran golpeando justo en ese instante, tembloroso preguntó al guardia que se veía sereno y centrado en su trabajo
"¿Admisión?"
El guardia al escucharle sólo apuntó el final de la fila, como diciendo "ve allí" quizo detenerle pero recordó lo que había pasado con sus anteriores compañeros y había mucha gente allí, además no le correspondía ya que el control lo hacían en las puertas de acceso a la Universidad.
Albert entró y se dirigió al final de la fila, en ese instante todos lo miraban extrañados, pues nunca habían visto a alguien así, Albert en ese momento recordó que su abuelo le dijo "hijo, recuerda que si las personas te ven es por que eres realmente guapísimo" sonaba cursi, pero sabía que en esta ocasión esto no era cierto, algo le decía que no lo era, había algo extraño, no era normal que lo vieran así, trató de pensar que realmente sucedía lo que su abuelo le dijo, era difícil quitarse eso de la cabeza, esperó incómodo en la fila para ser atendido, las personas delante de él se alejaban y esto era raro en su opinión, no le dió mucha importancia, 'tú eres forastero aquí y es normal que a todos les resulte extraño' trató de convencerse, delante de él habían personas que hablaban entre ellas, por la confianza en sus palabras pensó que eran amigos cercanos, ansioso por vivir algo así él se imaginó a sí mismo hablando con sus amigos de la universidad, imaginó su aula y los maestros que tendría, sin darse cuenta estaba al frente de una señorita que le dijo
"Por favor, muestreme sus documentos"
Aturdido y avergonzado por perderse nuevamente en sus pensamientos, sacó apresurado los documentos que llevaba en su mochila, no se dió cuenta que la señorita lo miraba como a un bicho raro, esta vió los documentos y le dijo que esperara, impaciente y angustiado Albert esperaba sentado en un lugar que le habían indicado, mientras tanto la señorita hablaba con otras como ella, preguntando que debía hacer con este caso, ya que era extraño que la universidad ofreciera becas, la universidad se caracterizaba por tener estudiantes adinerados de clase alta y muy pocos de media, una de ellas sugirió que llamara al Coordinador General de Procesos de Admisión, lo cual le pareció una gran idea, cogió el teléfono y marcó su número
"Buenos días licenciado"
"Si, buen día, dígame la razón de la llamada licenciada"
"Verá, hay un joven que vino hasta aquí con un documento que parece ser una beca que le fue otorgada a mediados del año pasado"
"¿Beca? ¿De qué está hablando señorita? La universidad no da becas a estudiantes, somos una universidad prestigiosa, nuestros estudiantes no necesitan una beca..."
"Si señor, pensé inicialmente en eso, pero al parecer es una real y con muchísimas firmas que no reconozco, no entiendo como puede ser posible, pero el joven está aquí esperando, tal vez se trate de alguien importante"
"Dame un minuto, llamaré al rector en persona para ver si el documento es válido, por favor escanealo y envíaselo por correo al rector de inmediato"
El licenciado extrañado por la naturaleza del asunto marcó para llamar al rector
"Buenos días Señor Rector"
"Dígame, licenciado..."
"Hay un joven que vino con un documento que parece ser una beca, revisé su correo le pedí de le enviara el correo a la señorita que lo atendió"
"¡No es posible! Usted sabe perfectamente que la Universidad no ofrece becas, ¿Acaso olvida el nivel de prestigio de la Universidad en la que labora? Por favor no me marqué para decirme tonterías"
"Lo siento señor, creí que sería buena idea informarle el asunto ya que en el documento hay muchas firmas"
"Espera, estoy revisando el documento..."
El licenciado no respondió y espero la respuesta del rector, este último pensó que le estaban tomando el pelo, empezó a leer el documento y extrañamente era un documento oficial, en ese instante recordó al muchacho de la mañana, seguro que era él, 'por supuesto debe ser ese muchacho, debí leer los documentos que puso sobre mi escritorio, pero porqué lo haría, solo es un don nadie que me está causando muchos problemas, pero es extraño esta cantidad de firmas, no puedo creerlo'
"Licenciado, por favor aplique un examen de conocimientos al muchacho, al parecer los documentos son oficiales."
"Muy bien señor, que tenga buen día"
Él rector quedó atónito, no recordaba haber firmado un documento así, pero el documento era real, no había duda de eso, lo habían firmado muchas personas, no era posible, pero al mismo tiempo se sintió aliviado porque estaba seguro que no pasaría el examen de ingreso, nadie esperaría eso, definitivamente no quería tener a quién quiera que fuere como becado dentro de sus instalaciones, era algo inaudito.
Albert espero una hora y por fin le atendieron, la señorita traía consigo unos documentos, le dijo, joven por favor sígame, ella lo llevo a una oficina privada, todos le miraban mientras ingresaba a ese lugar. La licenciada no le dijo mucho, al contrario parecía que evitaba hablar con él, sin embargo necesitaba decirle lo que debía hacer
"Por favor llene este cuestionario, tiene un límite de dos horas para terminar con esto"
Él no respondió y se puso a trabajar, ¡eran cien preguntas! Albert procedió a resolver ante la atenta mirada de la Licenciada, obviamente era incómodo pero necesario a la vez, pasaron los minutos y al cabo de dos horas a duras penas terminó el examen, esto fue toda una sorpresa para la licenciada, este muchacho había superado el reto, revisó el examen durante media hora y sorprendentemente Albert obtuvo un puntaje alto, esto superó sus espectativas, 'fue por eso que le dieron una beca' pensó la Licenciada, no cabía duda de que era un muchacho talentoso, 'debe ser un indicio de cambio en la política universitaria' se dijo.
"Bien joven Albert a sido admitido como estudiante de esta universidad por favor sigame"
Él estaba muy feliz, tanto que sonreía esplendorosamente, orgulloso de sí mismo, la seguía cuidadosamente. Fueron hasta la Oficina de Asuntos Internos en las que le entregaron las llaves del lugar dónde se quedaría, lo acompañaron hasta allí, las miradas extrañas no faltaron pero esto a él ya no le importaba, estaba muy feliz por su logro. Finalmente ya en una habitación bastante cómoda terminó el proceso y pudo decir que era un estudiante universitario, por fin su travesía empezaba y superaba con creces sus espectativas, se echó a dormir, estaba muy emocionado.
Al día siguiente despertó temprano, estaba realmente emocionado, su estómago se revolvía, el hormigueo era inevitable, recordó que el día anterior entró a un lugar lujoso a sus ojos, su cama era realmente cómoda, se aburrió y empezó a explorar, salió del dormitorio, notó que tenía un escritorio, un baño y una bañera solo para él, jamás pensó que algo así sucedería, "¿Qué tipo de Universidad es esta?" sus habitaciones estaban completas, y lo mejor era que no tenía que pagar por eso. Empezó con ejercicio matinal así se preparaba para un nuevo día, Albert era bueno con los estudios y el deporte, su cuerpo estaba muy bien desarrollado, después del ejercicio seguía un gran baño, generalmente estudiaba después de eso. Su abuelo era muy exigente con ello, se lo exigía a diario, no importaba si llovía, si hacía frío o si hacía mucho calor, todos los días su abuelo se lo exigía, por eso desarrolló esa costumbre, a pesar de ser fuerte nunca hizo uso de ella para dañar a alguien, se puso el so
No pasó mucho tiempo desde que se acostó para dormir, pero había algo que lo inquietaba, no conciliaba el sueño y en su cabeza repetía la misma voz que le había dicho cómo era la Universidad hacía eco en él, por alguna razón el rostro del oficinista era como si le diera asco ver a Albert, muy aparte de que las palabras eran extremadamente sencillas casi como si hubiera tratado de terminar de hablar lo más rápido posible, pensó y pensó en ello, la beca iba cubrir todas sus necesidades ¿Cómo no iba ser así? Hasta ahora sólo le han dado muchas cosas que para él son lujos, pero para estar seguro tenía que ver todo ese asunto con el consejo estudiantil, recordó que en su mochila llevaba prendas de vestir, talvez cambiarse ayudaría con su imagen positivamente tomando la recomendación del oficinista, no sabía cómo lavar ropa allí, generalmente en el lugar que vivía anteriormente lo hacía a mano, pero aquí era diferente, no había nada que hacer por el momento ya que no contaba con los
Llegó hasta el pie de un edificio moderno no tan alto como en las que él dormía, sus puertas eran de vidrio, era una cosa increíble, donde vivía él, en el pueblo, las ventanas no ocupaban ni un metro cuadrado, pero aquí todo era enorme, era una cosa increíble, asombrado entró allí, al entrar una señorita que era una recepcionista se mantenía ocupada haciendo sus deberes, era extraño ya que allí no habían personas circulando, afuera mucha gente lo miraba con desdén, lo cual ya no le parecía gracioso y mucho menos extraño, era común que la gente lo viera así, de alguna forma estaba decepcionado porque se vistió con las mejores prendas que tenía pero las personas aun lo miraban con desprecio, poco a poco esto mermaba su autoestima, con miedo fue directo a la recepcionista, a la que preguntó"Buenos días, ¿El Consejo Estudiantil?""Buen día a la izquierda, tercer piso""Gracias"Ella ni lo miraba, estaba profundamente concentrada en sus labores, sin d
Afuera estaban tantas personas como pudiera imaginar, muchos jóvenes se mudaban a las instalaciones de la universidad, vehículos y hombres vestidos elegantemente adornaban las calles de un modo singular, caminó observando su alrededor, no sabía por dónde ir además tenía que elegir una carrera ya que no lo había hecho, el oficinista con lo poco que había conseguido decir en una de esas dijo"Los estudiantes deben elegir la carrera profesional que prefieran durante la semana de integración, eso también aplica para ti"'Vaya, casi olvido que estamos en la semana de integración' pensó, en su caminar errante encontró una guía que indicaba donde se encontraba y todas las facultades que tenía la Universidad, notó que todos lo evitaban, pero le restó importancia, aunque en el fondo lo afectaba mucho, se dirigió a la facultad de ingeniería. Allí encontró un nuevo mapa guía que detallaba la facultad de ingeniería, al estar cerca se percató que allí estaban muchos muchachos con pan
Por otro lado, Arturo, quien era el presidente del Consejo Estudiantil esperaba que sus compañeros de trabajo se integrarán al día siguiente, pero debido a las actividades realizadas durante esa semana tuvieron que aplazar todo por dos días más, los días pasaron y no se supo nada más de Albert, Arturo estaba consciente de todo lo que venía sucediendo, pero no hizo nada al respecto, era fácil estar al tanto de todo gracias a la red social, al cabo de unos días se reunieron todos los miembros del Consejo. Acordaron darle 50 dólares cada mes al nuevo becado, considerando todas sus posibilidades, el presidente como había prometido envío un correo informando la situación y el monto que se iba asignar para el estudiante becado, el Rector no podía contener su alegría, había ganado la batalla, claro que también era consciente de todo, es difícil ignorar las notificaciones de la red social, además tenía toda la información disponible en sus manos, en cambio el presidente estaba profundamente
'No, no debo salir de aquí como un cobarde, ellos se van a burlar de mí, debo continuar en clases sin importar que suceda' pensó, sería muy duro permanecer allí con compañeros que lo miraban con desprecio, aún así se propuso mantenerse fuerte hasta el final, debido a la impresión que tuvo de sus nuevos compañeros, sintió su corazón aflijido, el cariño que le tenían en su pueblo era cálido y acogedor, en cambio aquí se sentía frío y desolado, Isabella miraba continuamente su alrededor, buscando algo inquietamente, Sofía estaba muy atenta al maestro, realmente parecía concentrada, durante el almuerzo todos fueron al cafetin, la cantidad de personas era impresionante, aturdido por tal cantidad, Albert decidió pedir para llevar, salió con prisa de ese lugar abarrotado y se fue para comer en un rincón de las escaleras en solitario, sin que nadie lo viera juzgandole por su forma de vestir, Sofía lo vio saliendo del cafetin pero lo ignoró de todas formas."Debe ser costumbre su
En silencio caminaban todos, sin motivo alguno el ambiente se tensó, delante de Albert caminaba la vicepresidenta y detrás de él estaban los cuatro hombres intimidantes, conservaba su alegría de algún modo, no obstante sin previo aviso la vicepresidenta extrañamente entró al sanitario de mujeres, Albert se detuvo confundido por lo que ella hizo, quería retroceder pero fue imposible, sintió un gran empujón que lo obligó a entrar en ese lugar, escuchó que la puerta se cerraba estrepitosamente después de que todos estuvieran dentro."Así, que tú eres Albert, en persona eres más patético de lo que ya eras en redes""¿Perdón señorita Vicepresidenta...?""¡Silencio! ¿Crees que puedes dirigirme una palabra? Tú, sucia escoria, no eres nada ni nadie aquí, no eres bienvenido. A pesar de que el presidente hizo esfuerzos por asignarte un monto, tú fuiste capaz de ir a verlo para reprocharle y reclamarle, no debimos darte los 50 dólares, no, no, tú no mereces ni un dólar, si no
Albert estaba realmente mal, no quería ir con la enfermera, ella seguramente lo rechazaría nuevamente, estaba harto de todo, esperó que los dolores desaparecieran, lloraba impotente recordando la brutal golpiza, no era la primera vez que le masacraban en esa ciudad espantosa, algunas partes de su cuerpo le dolían con más intensidad que en principio, le golpearon en lugares que anteriormente los hombres de seguridad lo hicieron dejándole heridas por todos lados, esta heridas ya habían cicatrizado pero al recibir una paliza nuevamente en esos mismo lugares de su cuerpo dolían más, se quejaba del dolor con lágrimas, era consciente de que aunque jurara vengarse, jamás lo cumpliría porque no tenía nada que asegurará una venganza ¡era imposible! en ese instante recordó a su abuelo"Albert, no debes olvidar que la venganza no trae nada bueno, sólo desgracia y malas cosas, al principio puede resultar satisfactorio pero conforme pase el tiempo querrás más y más, de este modo la veng