{April}
Después de tanto que pase sin ella me costaba creer aun que la mujer que me abrazaba y lloraba conmigo fuera la hermosa mujer que me dio a luz. La extrañe mucho y esto era ejemplo de ello, estaba despierta de nuevo a mi lado y no desearía que nadie ni mi peor enemiga sintiera la angustia de perder a su madre y si, se que no la perdí; sin embargo que ella no estuviera contigo y estuviera acostada en una cama de hospital sin despertar no era para nada agradable.
Deje de pensar mucho cuando sentí su suave y cálida mano pasar sobre mi cabello, mi madre beso mi frente y estaba tan alegre que no podía dejar de sollozar.
—Perdóname por preocuparte— al fin escuche su voz.
—Esta bien —bese su mano para tomarla con fuerza y ver esos ojos azules.
—Señorita, la dejare para que hable un poco con su madre y antes irse necesito que pase por los resultados de su madre — Asentí.
El doctor se marcho dejándome sola en esa habitación con mamá. Sentí las ansias de preguntarle que fue lo que le ocurrió para que llegara a tal nivel del estresa y se desmayara y tras de eso durara tanto tiempo en despertar. Sabia bien que necesitaba descansar y esperaría para no incomodarla.
—Supongo que quieres respuestas — mire a mi madre, quien me veía. No me había dado cuenta de que me fui en mis pensamientos.
—Esperare cuando estemos en la casa — le sonreír.
Gina, mi madre me conocía tan bien y como no cuando estuvo conmigo estos 21 años soportándome. Pasamos charlando y me pidió disculpas por no haber asistido a mi graduación ni haber estado en mi cumpleaños. Le dije que estaba bien y que deseaba que se recuperara y eso era verdad. Era hora de irme y no quería, aunque sabía que mañana le darían de alta no era suficiente; mas debía relajarme pronto la tendría de nuevo en casa junto a mi.
Me despedí de mamá prometiendo que volvería, pase buscando los resultados y fui a casa. Solo deseaba llegar, dormir y al fin descansar.
La noche estaba hermosa con esas estrellas en el cielo y luna más grande de lo común.
Pague el taxi y me dirigí a mi habitación, deje el paquete anaranjado con los resultados de mi madre en la mesa junto a la puerta y me acosté para dormir.
El día estaba soleado y los árboles se movían de un lado al otro al viento chocar en ellos. Muchas hojas secas estaban tiradas en el suelo, todo el lugar estaba repleto de ellas y no dejaba ver la tierra. Camine observando en ese lugar tan asolado y frío, los árboles tan familiares.
De pronto vi a mi madre correr hacia mi y al verla también corrí a ella y nos abrazamos muy fuerte. Nos sentamos en el suelo donde ahora se encontraba un pasto muy verde y fresco. El lugar era tranquilo y precioso.
Mi madre leía un libro que tenía en sus manos, mientras que yo escuchaba atentamente su relato acostada junto a ella.
Abrí los ojos y me senté en la cama al escuchar la alarma que me había despertado. Me estire aún sentada y me rasque los ojos para poder ver un poco mejor.
— Mamá — susurre.
Mi corazón salto recordando que saldría del hospital y que al fin estaba despierta, lo mejor de todo ello es que hoy regresaría a casa. Corrí a cambiarme. Tome un rápido baño, me vestí y busqué lo que necesitaría. Esa mañana no desayune, estaba emocionada así que eso no me importaba.
No puedo creer que mamá haya despertado.
—¿Pasa algo? — mire a mi madre quien venía junto a mí.
Debía trabajar así que no quería preocuparla más de la cuenta así que opte por no abrir mi boca en ese momento. Le sonreí a mi madre y negué para que se tranquilizará supongo que me vio varias veces mirando la hora de mi reloj de muñeca. La mujer que me dio a luz me tomo de la mano y me dio esa sonrisa cálida de madre que decía que podía contar con ella y claro que lo hacía.
El taxi se detuvo, salí tomando las cosas de mi madre después de que el chofer las sacara del maletero. Subí a su habitación dejando sus cosas allí, baje para despedirme de mi madre la cual estaba sentada en el sofá del living.
El mismo taxi que nos había traído me esperaba para llevarme al trabajo así que no fue necesario llamar otro.
Después de unos treinta minutos baje como alma que se la lleva el diablo del taxi cuando se detuvo frente al gran edificio. 12 con 3 minutos marcaba mi reloj y sé que tenía mucho trabajo que hacer.
Mi jefe estaba avisado de mi tardía así que de eso no me preocupaba.
Di un largo y fuerte suspiro y entre por aquellas puertas de cristal. Toqué el botón del elevador, mi celular vibró y entre sacando mi móvil de mi bolso de mano.
Mensaje de : Tía Lily
— Me da gusto en que ya tu madre este mejor.
—Gracias por preocuparte, si pasa otra cosa te avisare.
El tic del elevador sonó. Las puertas se abrieron y sin despegar mis ojos de la pantalla trate de salir de ahí, sin embargo antes de que pudiera seguir escribiendo choque con alguien que iba entrando al ascensor y gracias a la persona que tenía al frente no podía salir. Ella — la rubia de piernas largas, de ojos verdes y más alta que yo — era quien me impedía mi camino, creo que se llamaba Victoria.
— Te puedes quitar — mascullo con esa voz tan patética.
—Lo lamento, pero esa debería ser tú — dije enfrentándola.
La rubia me fulminó con la mirada paso su lengua por sus dientes mientras que su mirada me estudiaba desde mis zapatos hasta el color de mi coleta — como odio que hagan eso — como la chica perra que en ocasiones resultó ser, tome su misma seguridad, la mire de arriba hacia abajo pero al contrario de ella yo arrugue mi nariz del asco. Victoria abrió su boca en una vocal muy redonda y cuando estuvo a punto de venir a mi la voz de mi querido jefe el cual iba pasando hizo que la rubia lo pensara dos veces. Reí con cinismo y vi como esta quería clavar sus uñas en mi cara.
—Me tengo que ir linda, será para la próxima — le guiñe un ojo y pasando a su lado fui directo donde mi jefe.
Sin decir nada más pase a su lado siguiendo a mi hermoso jefe — por que sí el viejo era muy atractivo para su edad — pero no solo hablo de su físico sino también de su humanidad.
Mi querido jefe. Toque la puerta y como la chica humilde que era entre después del pase.
—Me llamo jefe — me sentí como la más santa de todos los tiempos hasta juro que podía ver una aureola sobre mi cabeza. Pero eso no pasaría después de lo que paso minutos atrás.
—Veo que ya conoces a Victoria.
Bingo.
Entonces estaba en lo cierto, así se llama esa perra.
—Si ya tuve el gusto en conocerla — ironice con una sonrisa —pero ¿esa es la razón de mi llamada?
—No, no esa no es la razón. —se acomodo en su asiento — bueno sabes que Victoria es la secretaria ejecutiva de la empresa — abrí mis ojos como platos de sorpresa, esa perra era importante — veo que no... — miro algo en su mesa para luego verme — mi hijo regresara hoy a la ciudad después de su viaje de Canadá.
Seguía sin entender.
— ¿Qué tengo que ver con eso?
—Bueno, eres mi secretaria — asentí, todo el mundo sabía eso — y la mejor que he tenido. — me sentía halagada— April, muy pronto me voy a retirar y la empresa quedará en las manos de Ethan y quiero que seas tú la que lo ayude en toda sus cosas.
Estaba en blanco. Me dolía saber que perdería a mi único jefe que me trata como igual y no con superioridad solo porqué tiene mucho dinero, me sentía de esa manera cuando el me entendió con lo de mamá. John, tenía derecho de descansar — no hablo de morir — pero ha trabajo ya varios años y entiendo que llegara su hora para retirarse y como todo hombre importante tenga que dejar a su heredero y claro eso lo entiendo y es común así que no me sorprende para nada. Como dije mi jefe a su edad se conserva y se que en su juventud fue todo un Romeo.
— Entiendo — fue más un susurro. Tenía que parecer que no me importaba en absoluto, sin embargo era mala para ocultar mis emociones.
—Me da gusto en saber que te preocupo — sonreí, él era una gran persona y no dudo en qué fue una gran empresario. — ahora debes enfocarte en tu deber.
Asentí. Lo sabía bien el tenia todo su derecho para al fin tomar sus vacaciones. Me dispuse a marcharme pero su voz dulce me detuvo al estar en la puerta.
—April—me gire— se fuerte, el carácter de Ethan es muy fuerte, así que ten paciencia él no es como yo.
Asentí de nuevo y cerré la puerta detrás de mi. Di un largo suspiro para ir a mi escritorio y trabajar pero las ultimas palabras de John se reproducían en mi cabeza.
*—Bueno, eres mi secretaria — asentí, todo el mundo sabía eso — y la mejor que he tenido. — me sentía alagada— April, muy pronto me voy a retirar y la empresa quedará en las manos de Ethan y quiero que seas tú la que lo ayude en toda sus cosas..
Una sonrisa salió de mis labios al recordar las hermosas palabras de mi querido jefe hacia mi. Él me tenía confianza así como yo la podía tener en él .
Sentí nervios pues sus palabras al mencionar a su hijo eran como si el fuera un hombre diferente. Supongo que al decir que no era como el se debió referir, ya que de seguro le gusta el orden, respeto y cosas similares.
No creo que su hijo sea un dolor de cabeza.
—April, amor, baja a cenar — termine mi trabajo en la computadora y al pagarla corrí a la cocina para cenar junto a mi madre.
Hoy se suponía que el hijo del jefe llegaría a la empresa después de tanto tiempo. Los empleados del edificio hemos estado ordenando un poco para darle la mejor bienvenida con unas cuentas decoraciones en el piso. La mayoría de las chicas — lo cual son todas — no dejan de hablar de Ethan y lo atractivo que es ese hombre. Tammy como otras chicas que ya conocen al joven Collins mencionan el mal temperamento que carga ese chico.Egoísta, arrogante, frio, distante y que no se socializa con los empleados.Pero eso no le quita ser el hombre más deseado por todas las chicas con ganas de tener sexo con el chico adinerado y atractivo del piso, mas no solo ellas al parecer todo el mundo desea a ese hombre entre sus sábanas. Yo como la chica no tan informada no se quien es ese tal Ethan Collins paso más tiempo concentrada en la salud de mi madre, trabajo y hace poco estudios que no t
He tenido dos de los peores días de mí vida, nunca me había imagina que tendría esta clase de asfixia laboral gracias a que he tenido que trabajar bastante solo para complacer a mi queridito jefe —noten el sarcasmo —en todo lo que pida. Ethan Collins me ha puesto aprueba para según el saber si tengo o no la capacidad para obtener dicho trabajo en la empresa como secretaria del jefe y de verdad se hizo la vida de imposible.Todo es por el trabajo. Me digo a mi misma mientras dejo salir del aire de mis pulmones. En este momento estoy dentro del elevador rumbo al primer piso. Antes de irme a casa debo realizar dos tareas más e irme de este infierno. Di un largo y perezoso suspiro mientras miraba como los números rojos cambiaban. Estaba exhausta como para seguir trabajando y obteniendo órdenes de ese tipo.Ambas puertas del elevador se abrieron y salí directo d
De pronto sentí calor, sabía que estaba mal porque el edificio tenía aire acondicionado y por ello sería muy difícil que entrara calor entre las paredes tan cerradas.Responde algo cariño o pensara mal. Mi consciencia tenía razón pero estaba tan sorprendida por su pregunta que me debo muda. Debía responder, lo entendía pero si le decía la verdad cosa que no haría se burlaria de mi por la simple razón de que solo un polvo para él y se enojaria por pensar en su persona como hombre y no como jefe o hijo de mi jefe.—A-Ah, es que... Bueno...la verdad es que— empecé a tartamudear — Tammy me decía sobre las personas que están afectadas por el nuevo virus, mencionó que muchos estan quedando en cama— ¡Dios! No soy buena para mentir.Ethan penso en lo que dije para volv
Todo a mi alrededor me estaba dando vuelvas, las luces no dejaban de girar así como mi cerebro en estos momentos. Creía que estaba más ebria de lo que debería y eso no era bueno pues ahora me estaba volviendo loca personas que no debería imaginar e ilusiones de la persona que no debería ver ¿entienden?El sujeto el cual por desgracia había hecho que mi cara estampara con su duro y firmé pecho me miro de arriba hacía abajo con sus ojos grises inspeccionandome.¿Será una alucinación? —Deberías disculparte — mire a la pelinegra muy hermosa que estaba sujeta de su brazo izquierdo.Mi corazón dejo de latir y abrí mis ojos como platos volviendo a ver a mi jefe el cual no era una ilusión, él era real, él estaba aquí. Trate de controlarme, no iba a mostra
Abrí mis ojos cuando escuché la alarma, cerré y los volví abrir recordando que debía de ir a trabajar. Frustrada me pase ambas manos por mi rostro y me levante con toda la pereza del mundo para meter mi hermoso trasero al baño. No se cuento estuve metida ahí cuando decidí salir e ir a buscar mi ropa. Abrí el armario mirando cada una de las prends de ropa. Opté por una falsa negra y una blusa rosa con un escote en vi en medio de mis pechos con las mangar largas. Mi cabello castaño decidi atarlo en un moño bien formado, me maquille lo normal y al verme lista en el espejo del peinador baje para buscar a mi madre y darle un beso de despedida.— ¿No vas a desayunar?— preguntó mi madre después que le di un beso en la mejilla.— Compro mi desayuno en la tienda junto a la empresa, no te preocupes.Sin esperar
El reto de ahora en adelante sería soportar el resto de mis días en la compañía al sujeto que ahora era mi jefe. El día fue largo, estaba exhaustas y solo quería darme una larga ducha y dormir en mi cama la cual debía estar demasiado bien para este cuerpo adolorido. Expulse con pesadez el aire de mis pulmones y entre a la casa saludando a mi madre de paso para hacer lo que anhelaba en estos instantes.Con mi pecho apunto de tocar el suelo- literalmente - me quité las zapatillas y me desvesti dejando que el agua tibia cayera en mi desnudo cuerpo y mojara cada centímetro de mi piel, amando ese momento despejando mi mente y eliminar todo pensamiento impuro.Impuro ¡Ja! Se que mi cuerpo, me vestí con mi pijama de dos piensas de Stitch y salí de mi habitación secando mi cabello húmedo. Hoy me tocaba hacer la cena, lo menos
 Maldecía a eso que me estaba haciendo sentir de esta manera tan miserable. Mi corazón estaba acelerado a nivel que pronto se saldría de mi pecho, mis vellos se erizaron dejando mi piel echa gallina, mi mente en estos momentos viajo al planeta de los simios ¿por qué? Ese idiota después de darme ese beso en mi mejilla, de acorralarme de aquella manera y encerrarme dejándome indefensa, no había podido mantener mi mente en blanco y concentrarme en mi trabajo. Cada vez que recuerdo ese momento y que su imagen se me viene a mi cabeza trató de borrarla porque no quiero tenerlo metido en mi cabeza, ya había sido lo suficiente animal para meterse en mi espacio personal para que también lo hiciera en mi cerebro. Espacio personal que querías que rompiera hace mucho. Ignorando a mi conciencia trate de concentrarme en lo mío. Hace unos minutos atrás vi al joven Collins
Las semanas habían pasado y todo se volvía cansado, difícil y pesado pero no era nada de lo que no pudiera manejar. Me encontraba en la vida de un adulto así que debía acostumbrarme a ella porque no iba a salir de ella. Tampoco me quejaba — mentiras — odiaba de todo corazón haber crecido tan rápido y que tras de eso todo mi mundo se fuera patas para arriba.Mi madre en estas semanas asistió a sus citas en el hospital dos veces por semana y gracias al cielo lleva bien su control mientras descubren que es lo que tiene y ver su pueden quitarle ese cáncer antes de que siga comiendo y dañe algún organismo. Aún se supone que tienen tiempo para quemarle, sin embargo al no saber que es lo que esta afectado no pueden trabajar porque sería muy riesgoso para ella. Y me preocupa como también me enfurece a estas alturas ya deberían saber que es lo que mi madre tiene, donde lo tiene y como pueden ayudarla. Yo necesito que me den una noticia, algo que me haga sentir menos