Cada vez que recuerdo ese momento y que su imagen se me viene a mi cabeza trató de borrarla porque no quiero tenerlo metido en mi cabeza, ya había sido lo suficiente animal para meterse en mi espacio personal para que también lo hiciera en mi cerebro.
Espacio personal que querías que rompiera hace mucho.
Ignorando a mi conciencia trate de concentrarme en lo mío. Hace unos minutos atrás vi al joven Collins
¡Hola! Estoy emocionada de estar aquí con ustedes y como siempre espero que mi libros les sea se agradó, les guste y me ayuden a superarme. Bye pedazos se carnes.
Las semanas habían pasado y todo se volvía cansado, difícil y pesado pero no era nada de lo que no pudiera manejar. Me encontraba en la vida de un adulto así que debía acostumbrarme a ella porque no iba a salir de ella. Tampoco me quejaba — mentiras — odiaba de todo corazón haber crecido tan rápido y que tras de eso todo mi mundo se fuera patas para arriba.Mi madre en estas semanas asistió a sus citas en el hospital dos veces por semana y gracias al cielo lleva bien su control mientras descubren que es lo que tiene y ver su pueden quitarle ese cáncer antes de que siga comiendo y dañe algún organismo. Aún se supone que tienen tiempo para quemarle, sin embargo al no saber que es lo que esta afectado no pueden trabajar porque sería muy riesgoso para ella. Y me preocupa como también me enfurece a estas alturas ya deberían saber que es lo que mi madre tiene, donde lo tiene y como pueden ayudarla. Yo necesito que me den una noticia, algo que me haga sentir menos
Aún no creía que esa chica que parecía un algodón de azúcar, ojos tan dulces y una sonrisa de niña me hubiera mentido de esta manera.Nota mental: No creerle a las meseras que llevan gomitas con azúcar en un platón.Reía como si mi vida dependiera de ello, no me molestaba en lo absoluto comprender que la adrenalina que recorría todo mi cuerpo fuera causa de una droga la cual sabía deliciosa, me sentía animada con mucha energía y no quería desperdiciar todas las sensaciones que experimentaba mi cuerpo. Mi corazón estaba acelerado, mis hormonas a punto de explorar y necesitaba algo o alguien que me quitara ese sed de lujuria que sentía.No me importaba nada, no me importaba que los chicos me miraran como s no supieran que hacer conmigo, esto era lo más gracioso y fabuloso del mundo.- Marcos besame - pedí colocando mi mano detrás de su nuca atrayendolo a mi rostro para pegar sus labios
Me sentía como si fuera la peor persona de todo el planeta tierra. Había tenido sexo con mi amigo el cual me agradaba mucho y no comprendía como había llegado a tal punto de querer tenerlo entre mis piernas. Sabía que anoche perdí mis cabales pero la imágenes del chico sobre mi cuerpo besandolo me hacía sentir como una zorra, una cualquiera que se aprovechó de la hospitalidad que me estaba dando en su casa.- No recuerda nada ¿verdad? - al verlo que los ojos note la desilusión en ellos. El chico suspiró - no tuvimos sexo así que estés tranquila, tu vomitó tuvo parte en eso.Sentí un gran alivio al escuchar eso pues nada había pasado entre nosotros y tampoco quería que pasará. Nunca en la vida había amado tanto las náuseas como esta vez ya que
El tiempo pasaba lentamente mientras observaba al chico que tenía frente de mí el cual era máximo de mi edad y aunque era mala para adivinar los años de las personas, este chico parecía ser menor que Ethan lo cual descargaba de la lista que fuera su hijo pues mi jefe tenía veinticinco años. Sin embargo, que llamará a John abuelo y que le dijera "el viejo se enojaria" suponía que se refería a su padre ¿verdad?Me estaba doliendo la cabeza, la mitad era por la droga y las preguntas en mi cabeza. Esto no era bueno.— Jerry ella es April. April él es Jerry— nos presentó mi ex-jefe.—Mucho gusto en conocerte — me extendió la mano dandome una sonrisa cálida.Su voz era varonil pero menos gruesa que Ethan.— Igualmente — no podía dejar pensar en las similitudes. Tenía tantas preguntas ¿Pero como responderlas?—¡Te dije que no lo perdieras de vista! — me tense al reconocer esa voz la cu
Ethan Collins Desde que tenía diesisiete años trabajo para la compañía como lo quiso mi madre. Me gradué de fianzas, contaduría entre otras áreas para llegar hasta donde estoy ahora. Esta empresa tiene el peso de las manos de mi madre como también de mi padre. Ambos la crearon juntos y antes de que ella muriera juré trabajar por lo que ella había trabajo por años y seguir sus pasos, cumplí la promesa y la cumpliré hasta mi muerte. Solo tenía cinco años cuando perdí a mamá, solo era un niño cuando me alejé de todos para cumplir mi promesa. Los pocos amigos que tenía dejaron de serlo para mí pues como dije lo hice para seguir mi meta para seguir lo que mi madre aún no había terminado.Después de unos meses ni padre conoció a otra mujer con la cual se casó, al tiempo tuvieron el cual resultó ser el hermano menor que nunca pedí. Ellos parecían muy felices, ver como mi John sonreía con su nueva familia en mi pequeño cor
April Bennett Me sorprendí cuando apareció de la nada frente de mí y por unos instantes mi cuerpo se congeló por completo cuando me encontré con su mirada, pero tan solo ver en la forma tan fría en la que le hablaba a Mario me molestó porque no era necesario que le dijera eso. Así que respiré hondo pues aunque quisiera decirle lo mal que estaba haciendo tratando a un empleado que solo quería ayudarme me lo guardé sabiendo mi lugar porque aunque me sentía molesta no le iba a demostrar de nuevo ese lado impulsivo.— Me puedes hacer un favor de no decirme señor. — de pronto el comenzó a reducir nuestras distancia, su mirada estaba penetrada en la mía y no sabía que hacer — no me gusta que seas tan callada — sus ojos eran tan intendod y su dulce voz como si estuviera ronroneando me estaba matando.El deseo de probar sus labios y saber si sabían como se veía fue
Respira.Ella estará bienElla está bien.Ella está sana, sentada en el sofá comiéndose una fresa.Tranquila.Todo estará bien.Era lo único que pensaba para poder calmarme. Estaba nerviosa, asustada y sabía que no podía seguir soportando todo esto aunque en mi interior comprendía que lo tenía que hacer por la mujer que amaba y me dio a luz. Mi madre asistió a sus tratamientos como lo dijo el doctor y todo iba bien por lo que sabía así que ¿qué la hizo desmayarse? No sabía pero teníamos que encontrar una solución lo antes posible. Gina era mi madre, mi maestra y ahora me tocaba ser la hija vuelta madre para ella.En todo ei camino mis uñas habían sufrido
EthanAún no podía creer que había besado a Bennett, a la chica que trabajaba como mi secretaria y tras de eso lo había disfrutado. Esa mujer me sacaba de los cinco sentidos cuando abría su boca, me retaba, me decía algo que a ella no le parecía pues bien era directa pero admito que también me hacía sentir inofensivo cuando estaba junto a ella. Trataba de no mostrar aquellos sentimientos que aún no eran claros para mí por ello era duro con ella pues también sabía mi lugar en lo profesional.Su tacto era delicado, su perfume a rosas era una de las cosas que me encantaba sentir de ella pues era uno de tantos ricos olores que la identificaban. Me estremesi cuando sentí su mano sobre mi pecho y aunque antes me había abrazo atrayendome a ella para no derrumbarse fue completamente diferente cuando toco mi camisa sintiendo la