Ella estará bien
Ella está bien.
Ella está sana, sentada en el sofá comiéndose una fresa.
Tranquila.
Todo estará bien.
Era lo único que pensaba para poder calmarme. Estaba nerviosa, asustada y sabía que no podía seguir soportando todo esto aunque en mi interior comprendía que lo tenía que hacer por la mujer que amaba y me dio a luz. Mi madre asistió a sus tratamientos como lo dijo el doctor y todo iba bien por lo que sabía así que ¿qué la hizo desmayarse? No sabía pero teníamos que encontrar una solución lo antes posible. Gina era mi madre, mi maestra y ahora me tocaba ser la hija vuelta madre para ella.
En todo ei camino mis uñas habían sufrido
EthanAún no podía creer que había besado a Bennett, a la chica que trabajaba como mi secretaria y tras de eso lo había disfrutado. Esa mujer me sacaba de los cinco sentidos cuando abría su boca, me retaba, me decía algo que a ella no le parecía pues bien era directa pero admito que también me hacía sentir inofensivo cuando estaba junto a ella. Trataba de no mostrar aquellos sentimientos que aún no eran claros para mí por ello era duro con ella pues también sabía mi lugar en lo profesional.Su tacto era delicado, su perfume a rosas era una de las cosas que me encantaba sentir de ella pues era uno de tantos ricos olores que la identificaban. Me estremesi cuando sentí su mano sobre mi pecho y aunque antes me había abrazo atrayendome a ella para no derrumbarse fue completamente diferente cuando toco mi camisa sintiendo la
AprilDespués de esa noche donde acepté ser besada por el sujeto que me volvía loca por cada ccomentarioo simplemente no sabía lo que le pasaba por su cabeza cuando de la nada sus cambios de humor eran diferentes, desde esa noche intenté evadir a toda costa encontrarme con ese hombre de ojos grisáceos. No quería mezclar mis sentimientos con algo personal y era difícil cuando la persona la que no quería ver era mi jefe y debía verlo cuando esté me pedía algo.Tenía decidido encontrar un trabajo y no era por culpa del beso o mi jefe, era por mi madre. Debía estar más pendiente de ella y no iba a dejarla un segundo lejos de mi cuando más me necesitaba por ello un trabajo de medio tiempo — aunque no era suficiente — me serviría por el momento has
Me miré en el espejo de cuerpo completo viendo el vestido negro que mi mejor amiga me había comprado para esta ocasión el cual quedaba perfecto en mi cuerpo delgado.— Te ves hermosa — halago Tam al verle salir del cuarto de baño — mi niña está creciendo — pasó su dedo secando una lágrima imaginaría.Me sentía extraña vestida de aquella manera pues nunca en la vida me había puesto uno. Suspiré un poco rara y fui donde estaba ella para que me maquillara pues ella no me iba a dejar salir sin antes pasar algo en mi rostro.Aún no creía que esa noche saldría a solas con mi jefe y aunque no estaríamos totalmente a solas pues era velada con varios, estaría por un tiempo encerrada con ese sujeto en su auto y aunque estuviera rodeada de muchas personas desconocidas aún así estaría casi a solas con él rodeada de personas extrañas. La rubia de ojos oscuros me peinó y maquilló, no me g
APRILMe sentía incómoda estando sentada en la mesa de nuevo, ya no era esa incomodidad de antes pues sentía que esta era mucho peor. Ethan parecía ignoranme completamente y me estaba molestando pues esto no podía seguir aquí, comprendía que esto no era una cita o algo parecido para que me diera toda su atención. Sin embargo, estaba aquí porque era su secretaria y debía estar donde él estaba, conociendo a los socios, recordando cada nombre de ellos, sus empresas y aprendiendo del mundo del dinero. ¿Cómo sabía que me ignoraba más que antes? Los temas eran más personales, la cena había terminado por lo que el señor Montesco estaba en el pequeño escenario con el micrófono diciendo cosas las cuales no le daba atención. Estaba aburrida y desanimada pues creí que todo sería diferente pero en realidad todo fue una imaginación mía. Suspiré y giré mi vista cuando con ni sexto sentí que alguien en algún lado del salón me observaba. Mis ojos se en
Ethan Collins Bebí de la copa intentando pensar en lo que había ocurrido segundos atrás porque no tenía ni puta mierda como todo se había salido de control. Al principio, si fui un completo imbécil a ignorarla porque ver como aceptaba la atención de otros hombres me volvían loco. Cuando la vi bajar por aquellas escaleras parecía una reina, hermosa con ese vestido hecho para su perfecta figura el cual era opacado por tal creación, hizo que mi amigo se endureciera y quisiera probar cada centímetro de lo que estaba dentro de aquella tela negra. Pero sabía que no podía tocarla, no si ella no quería aunque mi regla seguía presente tenía la intención de romperla esa noche con ella.Pero no iba hacerlo.Ella no sabía las cosas que sentía en mi interior cuando todos los invitados ponían sus ojos sobre ella, claro que me sentía el hombre afortunado al tener tal mujer acompañándome esa noche pero me molestaba que aque
April Miraba mi reloj cada cinco segundos suplicandole al chofer del taxi que me llevará al hospital lo más rápido que podía. Mordí mi dedo impaciente, nerviosa sin saber que hacer para controlarme después de haber recibido aquella llamada que bajo completamente mis animos. Mis nervios me consumían poco a poco y la desesperación hacia que tuviera ideas equivocadas imaginado que perdería a mi madre. En ese instante me había quedado pálida seguramente ante aquella noticia y sin pensarlo dos veces corrí fuera del edificio. Maldecía no al chofer, sino al coche que no quería dar más para llegar al hospital y las palabras del taxista diciéndome que me calmará no ayudaban.— ¿Si?— respondí algo nerviosa al ver de quién se trataba.— ¿Señorita April?— trague con dificultad y asentí dandome un golpe pues la mujer no podía verme.— Con ella habla — mi corazón estaba más que aceler
— Tranquila Tammy en unos segundos llegó.Iba tarde al trabajo gracias a que uno de mis hermosos primos — noten el sarcasmo — entró a mi habitación mientras estaba dormida y se metió a mi cuarto de baño pues al parecer el de vicitas no tiene todo lo que el necesito para su belleza.— Llegas tarde — dijo Rachel al verme entrar al edificio.Suspiré cansada dandol una sonrisa de boca cerrada directo al elevador pues no me iba a quedar dándoles explicaciones. Toqué varias veces el botón del elevador para que apareciera, me sentía cansada y solo quería llegar a sentarme pues me dolían los pies de venir casi corriendo al trabajo. Desinfle mis mejillas apoyándome sobre la pared quitando mi zapato de tacón fino de mi pie para masajearlo un poco. Las dos puertas se abrieron dejándome ver un atractivo hombre vestido de traje azul y una corbata negra como su cabello. Sus ojos grises claros se encontraron con los míos y me mostró una cál
{ETHAN}Hubiera sido genial si ese idiota no se hubiera presentado al trabajo pues lo menos que necesitaba era saber de su existencia pues no estaba a gusto tenerlo más cerca de mí pero no podía negarme ya que mi padre me lo había pedido, y no era porque me sintiera amenazado por él; sin embargo, me molestaba ver su rostro y más verlo tan cerca de Bennett cuando ni debería respirar cerca de ella. Ya había tenido suficiente con Carlos Montesco y la manera en que la miraba para tener a otro perro faldero detrás de ella.Apreté mis puños pues no era momento de perder la cordura mas era invencible no hacerlo cuando las recuerdos de esa noche él tocando sus labios y esta mañana saliendo juntos del elevador realizaban una película en mi cabeza la cual no era sana.Calma EthanRespiré hondo pues necesitaba controlarme y ser el Ethan Collins profesional el cual no iba a perde