Le dolía tanto que lo abofeteó. ¡El espacio estrecho hizo que se sentía deprimida! Seguía agarrándola por el cuello, el hombre dijo con voz fría: —Hoy has estado actuando rara. ¿Qué pasa?Por fin Alvaro se dio cuenta de que lo que dijo Delicia no fue una broma.Siempre era decente y conocía su lugar. Si sólo hubiera estado enojada, no le habría molestado de nuevo después de que la rechazó por la mañana.Delicia lo miró, le tocó la muñeca y dijo: —El Registro Civil cierra en 20 minutos. Vamos a terminarlo.—¡Delicia Lopez! —El hombre gritó de ira. Delicia le quitó la mano y lo empujó, pero el hombre no se movió. Se quedaba mirándolo enojada.Finalmente Alvaro perdió la paciencia y la llevaba a casa.Por lo que pasó hoy, no podía seguir trabajando.En camino de regreso, Pablo se distrajo varias veces porque se dio cuenta de que Alvaro estaba muy furioso.Después de llegar a casa.Delicia se sentó en el sofá, y Alvaro, frente a ella: —¿Qué pasa?—No pasa nada. —No quería hab
Al almuerzo.Alvaro estaba tan ocupado que no tenía tiempo para comer algo.Y Delicia tenía buen apetito. Alvaro no pudo creer que fuera una mujer así.¡Estaba muy molesto por la acción de Delicia!Colgó, —Esta tarde me voy de viaje de negocios a Puebla durante unos tres días.«Es bueno que esté fuera unos días.»Esperaba que ella pudiera calmarse para pensarlo y dejar de causar problemas en el futuro.Delicia le miró y arregló el pelo, elegante y atractiva.Le hizo a Alvaro tenso, aunque se casaron durante tantos años, siempre se sentía atraído por ella. Delicia no supo el pensamiento del hombre, recordó que en su última vida, este hombre estaba de viaje de negocios esta tarde.Y al saber que Yolanda fue secuestrada, tenía tanta prisa a volver.Pensó por un rato: —Bien, está libre Elena por la tarde, creo que podré buscar a la señora Vicario para hablar de asuntos legales. «No puede irse, tiene que quedarse conmigo.»Esta vez Alvaro estaba totalmente exitado. ¡No tolera
Delicia pasó la noche en vela pensando en todo lo que le había pasado en su vida anterior.Lo único que no quiso recordar fue el momento feliz de los diez años.Delicia envió ayer el acuerdo de divorcio al centro de pruebas de caligrafía y, tras levantarse, ¡primero llamó para preguntar por el resultado!Ella se reunió con Elena después de que todo se había hecho.Elena la esperaba en la entrada, vestida traje y abrigo. A Delicia le gustaba mucho vestirse de así. Pero después de casarse con Alvaro, no lo podía.Por eso, cada vez que veía a Elena, la admiraba mucho.Delicia: —¡Por qué no me esperas dentro?—Eres una VIP, pero no soy yo, no me reciben.Delicia se puso muy recta al oirlo.La miró a Elena con disculpas: —Lo siento, no...—¡Olvídalo! —Al ver su apuro, Elena la interrumpió y entró directamente con ella.De hecho, después de estar con Alvaro, la vida de Delicia se cambió.Las cafeterías elegidas eran de lujo.No fue de extrañar que cuando se casó con Alvaro, much
—Delicia, no es para tanto. —Dijo Elena con lástima al salir de la cafetería.Le preocupaba que Delicia sufriera en la familia Jimenez, después de todo, aún no estaba divorciada. «Qué duro ser nuera de una familia rica.»Delicia negó con la mano: —Siempre me molestan. Voy a divorciarme, no tengo ningún miedo.Para Alvaro, no importó lo mal que la tratara su familia, ella se esforzó por complacerlos, sólo quiso que la aceptaran.Pero en el mundo, no había aceptación, sólo igualdad.Estaba vibrando el móvil en la bolsa, fue una llamada de Alvaro, lo mostró a Elena y dijo: —¡Mira!Sabía que la llamó por Antonia.Contestó: —Aló.—¿Qué dijiste a Antonia?—¿No te lo dijo ella? Por cierto, estaba con la señora Vicario. No sabía que eran amigas.Hizo especial hincapié en la palabra "amigas".Incluso sin ver su reacción, pudo sentir que la respiración del hombre se aceleraba.Delicia colgó, cerró los ojos y se ajustó.Elena la miró con preocupación: —No pensé que se llevaran tan ma
Por la tarde, Alvaro regresó.Hizo varias llamadas en su estudio y luego entró en la sala. Vio a Delicia, vestida el pijama, quien parecía tan dulce.Llevaba una cerdita como mascota en brazos, con un bonito vestidito. ¡Qué linda!Alvaro se acercó, y le arrancó la cerdita de los brazos y la tiró al sofá. ¡Delicia lo miró de ira!«¡Loco! Va a buscar a Yolanda, ¡por qué me molesta!», pensó,—¿Qué haces?—Tengo algo que preguntarte.—Dilo, pero no le des daño a Ana. —Se llamaba Ana la cerdita.Alvaro estaba muy enojado. «Pasó tanta cosa, ¿pero esta mujer gritó por una cerdita?»Ella siempre afectaba su humor.Se sentó, y tiró la cerdita.Delicia ignoró su ira y fue a cuidar a Ana, consoló,—Cariño Ana, no pasa nada.Hizo que el hombre ya enojado aún más enfadado por hacer eso.—Has encontrado con Yolanda, ¿qué dijeron? —Le preguntó de ira.Delicia lo miró, ¡recordó algo!Otra vez.Delicia lo miró, recordó cuando Yolanda fue secuestrada en su última vida, también regresó a tod
—IDecidí divorciarme de Alvaro! Por eso no tengo nada que ver con la familia Jimenez.Ante el recuento de su suegra, Delicia respondió mientras acariciaba a Ana.Después de sobrecogerse un poco al oirlo, dejando de culparla, Isabel siguió, en voz alta,—¿De qué está hablando?—Quiero divorciarme de él.En silencio.La suegra fuerte aún no se adaptó al cambio de Delicia, aunque no le hizo caso por la mañana.«¿Ahora se atreve a hablar conmigo de esa actitud?»Delicia se rompió la relación con la familia Jimenez, tanto con Alvaro como con su suegra.Estaba muy relajada.Durante tres años, toda la familia la ignoró, e incluso se quedó embarazada, mataron a su bebé que no se dio a luz...La familia Jimenez no quería a un nieto, o sea, no quería a un bebé suyo.Eran tan indiferentes que le daban asco.—¡Cómo te atreves! No piensas en....Su suegra empezó a insultarla, pero Delicia ya no tenía interés en escucharlo, colgó el teléfono.Ya no era tan dócil y obediente como antes.
Cuando Delicia salió de la comisaría.Vio a Alvaro y Elena, ambos se pararon frente al coche, se ignoraron mutuamente. Y luego Alvaro la descubrió, se acercó a ella, azorado.Delicia no le hizo caso y se acercó a Elena.La detuvo con la mano: —Volvemos a casa.—¿Qué?Delicia rio, decepcionada.—Ya no tengo familia. —Se quitó la mano del hombre, dijo tranquilamente.Después de todo, ¡ya no sentía nada por él!Nadie lo entendía.En su última vida, Alvaro siempre estaba en la posición dominante. Y ella había estado ansiosa por ser traída aquí. Había Llevado encerrada tres días.Y pudo salir por la ayuda de Elena.—¡Delicia! —El hombre estaba ansioso.Delicia lo miró.Mirando sus ojos brillantes, su nariz alta y su bonita cara, todo fue fascinante.Un hombre tan perfecto, no le extrañaba que otras mujeres siguieran intentando seducirlo aunque estaba casado.Al principio, ella también le tenía fascinada.Pero en ese momento, sólo quería romperle la cara.—Suéltame. —Nada má
Al llegar al Palacio Jazmines, su casa, Delicia sentía que algo iba mal. María la miró con preocupación,—Está la señora.¡Delicia frunció las cejas!Pensando en esa actitud hacia su suegra ayer, debería haber venido anoche.Arreglándose el pelo, entró y vio a su suegra sentada en el sofá en postura de reina.En su vida anterior, cada vez que había visto a Isabel, inmediatamente le había servido café o pastel, como una sirvienta.En aquel momento, sólo pensó en complacer a la familia de Alvaro, pero no supo que cuanto más humilde era, más la despreciaban.Se cambió los zapatos y tiró el bolso en el sofá.—María.—Sí, señora. —María se acercó rápido a Isabel al oirlo.En ese momento, los ojos de Isabel estaban llenos de desdén, y no podía ocultar su desagrado.Dijo: —Esteriliza inmediatamente. ¡Qué mala suerte hay una persona así en casa! Mi familia nunca ha sido llevada por la policía.Al oirlo, Delicia no dijo nada.¡Los ojos estaban llenos de empuje!María miró a Delicia