Bueno, según lo que he conseguido no es nada alentador. Entrada y salida de dinero injustificado, facturas aplazadas, tiempo de entregas y envíos de producto inestables, nada concuerda si le pones asunto a los números. No puedo hacer toda la investigación desde aquí, necesito mi VX32 de doce núcleos para poder profundizar; aquí no puedo acceder a las cuentas de Alexey, además, creo que estoy advirtiendo de mis movimientos en la investigación. Estoy tan inmersa que olvido por completo que tengo a Viktor a mi lado.
—Vikt…
Está dormido. Despatarrado en medio de la cama se ve tan apacible. Cierro los programas y junto los papeles, no puedo seguir y menos sin Viktor para que me informe sobre la sucursal. Guardo todo y lo dejo en la mesa de noche a mi lado, ya pasan de las doce.
Me sorprende lo rápido que se durmió y para molestarlo lo menos posible, trato
A la hora y media de haberlos dejado encerrados, les llamo a mi celular, tardaron en contestar, imagino que no lo encontraban.—McKenzie Karlson, ya no me pareces tan linda, ven a abrirnos la puerta ¡AHORA! —exige la rubia. ¡Huy! Se le nota enojada.—Irina Novikov, a riesgo de parecerte todavía menos linda, solo te sacare si dejas de sabotearme. No es lindo tampoco de tu parte avergonzarme. Se supone que somos amigas. Sé consciente de que fue suave mi intento de escarmentarte, tu hermano tiene métodos más duros, así que quiero que prometas ser buena de ahora en adelante. Si no lo prometes, te quedarás ahí y te sacarán como una paleta de helado sabor Irina.—¡McKenzie! ¿Cómo puedes vivir con tanta maldad en ese pequeño cuerpo? —inquiere a manera de broma, se ríe y me uno a ella.—Fácil, aunque no
El vuelo de regreso está siendo tranquilo, con Irina encerrada en una de las habitaciones y Mark en la otra, nos quedamos Viktor y yo solos. Ryan me sirve un delicioso té verde con un toque de limón que le pedí porque en mi estómago no entra nada en estos momentos, mientras Viktor, toma su desayuno-almuerzo, pues ya se pasó la hora del desayuno y todavía no llegamos a la del almuerzo, de lo más tranquilo. Una vez que termina, Tom se acerca para llevarse la cubertería. Momento en el que aprovecho para ir al baño. Regreso y tomo asiento en el mismo sitio junto a Viktor, pero lo noto un tanto nervioso, algo que no creí ver en la vida. ¡¿Viktor Novikov nervioso?! Debo estar mal. —McKenzie —Me llama con un tono tosco, y oh, oh, sí está nervioso y serio, me llamó por mi nombre; sin usar apelativos cariñosos en ruso—. Me pediste un regalo que no puedo cumplir, por ahora, y para compensarte quiero darte esto. Saca del bolsillo de su pantalón
Me despierto desorientada, sin saber muy bien dónde me encuentro y sola, bueno, sola no, a mi lado descansa un precioso crisantemo rojo. Imposible no enamorarse cada día más de él. Voy al baño para terminar de despertarme y cuando vuelvo a la pequeña habitación del avión, mi amor me espera con una pequeña taza de té en sus manos.—Debemos ir a los asientos, ya casi llegamos. Me disculpo por el tamaño de la taza, debo hacer que compren a tu gusto aquí también. —Me da un ligero beso en los labios y me apuro en disfrutar de esta delicia liquida antes de salir del cuarto.Arribamos al aeropuerto JFK de New York y son alrededor de las nueve de la noche del sábado, un día antes de fin de año. Me despido deseándoles unas felices fiestas a Ryan y Tom, quienes nos acompañaron y llevaron nuestras maletas hasta el auto de Vikto
Amanece otro día, pero no es un día cualquiera. Esté día… de todos los días de año, es cuando peor lo paso. No quiero abrir mis ojos y darme cuenta de que es un año más, que mis padres no estarán para abrazarme. La luz del Sol entra por la gran ventana de la habitación, aunque no directamente, lo que me extraña e igual estoy sola como cada año. Me tapo la cara con la almohada. No quiero levantarme; no quiero enfrentarme a un día más de ausencias.Intento girar, pero unos brazos impiden mi movimiento y noto que el olor que tiene esta almohada no es el de mi cama, sino el de Viktor. Viktor está conmigo, sentirlo sujetándome, atándome a este mundo, calma mi desasosiego ante este terrible día. Tiro la almohada al piso y me aferro a sus brazos como si mi vida dependiera de ello.Estando en sus brazos, con la espalda en su pech
Las horas cocinado junto a Irina y Viktor son las más entretenidas que he pasado en una cocina. Están empecinados en hacerme vivir su fin de año ruso. En mi casa las tradiciones no era lo que predominaba, siempre se hizo la típica cena y nos reuníamos con los familiares que estuvieran de paso por la ciudad, pero por lo general éramos los tres.Recuerdo que solo en una ocasión vinimos a la ciudad a ver la famosa bola del edificio One Times Square que se eleva a las seis de la tarde y, a las veintitrés horas con cincuenta y nueve minutos, desciende durante sesenta segundos. Tenía doce años en esa ocasión, pero creo que fue mucho tumulto para mí, así que no quise regresar a revivir la experiencia, a pesar de que el espectáculo fue genial.Irina pone música en el sistema de sonido que tiene Viktor instalado en el apartamento, se escucha incluso en los b
Las horas cocinado junto a Irina y Viktor son las más entretenidas que he pasado en una cocina. Están empecinados en hacerme vivir su fin de año ruso. En mi casa las tradiciones no era lo que predominaba, siempre se hizo la típica cena y nos reuníamos con los familiares que estuvieran de paso por la ciudad, pero por lo general éramos los tres.Recuerdo que solo en una ocasión vinimos a la ciudad a ver la famosa bola del edificio One Times Square que se eleva a las seis de la tarde y, a las veintitrés horas con cincuenta y nueve minutos, desciende durante sesenta segundos. Tenía doce años en esa ocasión, pero creo que fue mucho tumulto para mí, así que no quise regresar a revivir la experiencia, a pesar de que el espectáculo fue genial.Irina pone música en el sistema de sonido que tiene Viktor instalado en el apartamento, se escucha incluso en los b
Arriba hace un frío increíble, sin embargo, la vista vale la pena. Alineados en el borde de la cornisa están los fuegos que se encenderán después. ¡Son muchísimos! Mientras esperamos que den las doce, nos dedicamos a escribir nuestros deseos, para cumplir con sus tradiciones.¡Estoy muy agradecida y emocionada de hacer esto por primera vez! Tanto que no sé qué pedirle a la vida, excepto poder seguir viviendo un momento como éste por muchos años más. Cuando termino de plasmar mi deseo, es el turno de Irina, quien escribe afanada en el pequeño trozo de papel. Viktor está sirviendo las tres copas, para tomar su turno después de su hermana, con mi papel en la mano y Viktor, acercándome la copa y el mechero; nos vamos hasta el hueco de la escalera, donde hay menos viento.—Espero de todo corazón, que tus deseos se cumplan, si no,
La semana siguiente fue una locura total, adaptarme a la invasión rusa no fue fácil. Y menos sin tener trabajo real que hacer. Nada excepto aprender a manejar a estos hermanos que se aman y se odian como cualquier familia. Armamos el árbol en el apartamento de Novikov Enterprise, vale decir que nos quedó hermoso.Compré regalos para Irina y Viktor, los pusimos debajo, hasta el momento de abrirlos. En cuanto a mis noches, como todas las noches desde el viaje a Rusia, han estado llenas de amor y compañía. Viktor es un hombre atento y dulce al igual que posesivo y temperamental. Pero ya es hora de volver a la rutina, estoy en un carrusel de emociones, tengo miedo de preguntar, ¿y, ahora qué?Es domingo por la noche y estamos cenando en mi apartamento, Viktor nota que estoy un poco ausente y es el primero que rompe el silencio.—¿Por qué tan pensativa? Has estado muy