PASADO IIHACE 18 AÑOS ATRÁSJosh se puso delante de Madison. Los ojos de Madison tenían un azul cielo muy peculiares y hermosos, pero esos ojos estaban apagados por la desesperanza y el dolor de la perdida de sus seres más queridos, nada a lo que Angelina representaba, que eran los ojos azules más brillantes e inocentes que había visto en su vida.—Quiero que ella se quede aquí —exigió Josh y extendió su mano para que Madison le pasara la mochila.Madison alzó una ceja y se la tendió.—Ya lo hace —replicó ella con voz burlona.Josh negó con la cabeza y luego frunció el ceño mirándola mal. Apretó el asa de la mochila cuando la sostuvo en una de sus manos, ya que notaba la burla en la voz de Madison. —Quiero que Angelina se quede para siempre. Quiero que viva con nosotros y no contigo.—Soy su madre —respondió Madison divertida por aquella petición tan descabellada que se le había ocurrido a Don Perfecto—. Legalmente tiene que estar a mi cuidado. Si el gobierno sabe que estoy abandona
Capítulo L: Madre Superiora (Parte Uno)Leyna estaba sentada en un banco de madera que estaba cerca de una ventana y al costado del pasillo.Ella y las niñas habían sido las primeras en llegar al tercer piso. Nora le había mostrado el despacho de la madre superiora, pero Leyna no se atrevía a entrar sola, por lo que decidió esperar a Josh, para así enfrentar juntos este nuevo muro que se construía delante de ella. Leyna no dejaba de tener un nudo en el estómago y las manos le sudaban.Josh apareció con Hanna conversando de lo más animados. Ellos terminaron de subir el último peldaño y Leyna se levantó de aquel asiento de madera.—¡Cielos! ¡Se vinieron a paso de caracol! ¡Pensé que se habían perdido! ¡Este lugar es muy grande, que temí lo peor! —exclamó Leyna con una sonrisa al ver al par.Josh ladeó el rostro y no dijo nada. Él tenía un remolino de sentimientos confusos que no daban cabida a una salida, sin embargo, todo eso desaparecía cuando la miraba.Josh miraba a Leyna embobado
Capítulo LI: Madre Superiora (Parte Dos)Aida con ambas manos incrustadas en los hombros de Leyna, no le dejaba moverse.Leyna comenzó a sentir un nudo en la garganta como si algo la asfixiara, su cuerpo tembló y sus extremidades comenzaban a hormiguear, que ella le soltó la mano a Josh, y se abrazó a sí misma. Ella temía que le diera un ataque de pánico.Josh de inmediato se dio cuenta del poder de manipulación que la Señora Aida Jung ejercía en contra de Leyna, que, de un movimiento nada sutil, la movió detrás de él. Josh le hizo frente a esa Señora que irradiaba un aura oscura.Los brazos de Aida cayeron a cada lado de su cuerpo con violencia y a través de sus lentes ópticos observó al joven: Josh tenía el ceño fruncido y la mandíbula tensa, además de empuñar sus manos.Leyna apoyó su frente en la espalda de Josh, y respiró hondo varias veces, al mismo tiempo que se masajeaba el cuello. Esa sensación le abrumaba, pero su psiquíatra le había enseñado a enfrentar aquellos síntomas qu
Capítulo LII: Recuerdos DolorososLos jóvenes salieron del despacho, sin soltarse de las manos.Leyna tenía un zumbido en la cabeza y Josh no dejaba de tensar la mandíbula. Todo su plan de adopción podía irse a la basura si es que se volvía un enemigo innato de Aida, cosa que al parecer había conseguido.Las niñas se dieron cuenta de que los jóvenes salían del despacho de Aida Jung, por lo que corrieron a su encuentro.—¿Tan mal salió? —cuestionó Hanna al ver los rostros de Leyna y Josh. Ambos lucían estresados, tensos y decepcionados. —Es una bruja —espetó Josh haciendo una mueca—. Tenías razón en todo.Hanna, Nora y Gretel se rieron.—Te lo dije —repitió Hanna riendo. —Pero más que su actitud —comentó Josh—. Creo que esa señora esconde algo y por eso siempre está a la defensiva. No me da buena espina.Leyna ladeó la cabeza y apretó la mano de Josh.Josh le miró a la cara.—¿Crees que sea algo con respecto a mi pasado? A mí también me pareció que mi presencia era una molestia, com
Capítulo LIII: Recuerdos Nostálgicos (Parte Uno)Leyna puso un pie en aquel cuarto de paredes amarillas y volvió a sentirse mareada, como si le hubieran dado alguna medicina para tomar. Sus piernas flaquearon y su estómago se apretó fuertemente, pero eso no le impidió recorrer el pequeño lugar. Una alfombra rectangular de tamaño medio adornaba su entrada. Se apoyó en el marco de la puerta, y dio otro paso más, sin embargo, el shock de estar ahí, le jugaron una mala pasada, que todo en ella se debilitó hasta que cayó en una profunda oscuridad. Josh la alcanzó a sostener, la tomó en brazos y la dejó sobre la cama de una plaza, que estaba en un rincón hacia la pared.Hanna abrió unos enormes ojos al ver a Leyna desmayada, luego en un acto de auxiliarla, corrió al baño para sacar un botiquín de primeros auxilios. Nora también corrió abrir la única ventana para que entrara aire al lugar y Josh puso cojines debajo de sus pantorrillas, para mantenerle en alto las piernas. Miró su reloj de o
Capítulo LIV: Recuerdos Nostálgicos (Parte Dos)Leyna seguía tumbada en la cama. Nora le estaba abrazando, al igual que Gretel, mientras que Hanna estaba sentada en la orilla de la cama. Todas las niñas estaban expectantes de saber si las recordaba o no.—¿Recuerdas todo? —preguntó Hanna con esperanza de que Leyna le dijera un sí.Josh dejó de respirar al mismo tiempo que se le formó un nudo en el estómago.Él sabía que ese cuento de hadas pronto se iba a terminar.—No —respondió Leyna un poco triste—. Sigo teniendo varias lagunas. Espacios en blancos que no me permiten armar mi vida de antes. Por ejemplo, no recuerdo los maltratos de Aida ni el accidente que tuve, pero si algunos fragmentos de lo que hice los últimos años, como mi rutina y mi trabajo de cuidadora. También las recuerdo a ustedes. Josh soltó todo el aire que estaban conteniendo sus pulmones. Su mente no dejaba de analizar que las memorias que más les costaba a Leyna recordar, eran los traumas. Tenía un escudo de hier
Capítulo LV: SueñoLeyna se puso de puntitas y se atrevió a besar los labios de él.Un beso suave, tierno y a la vez el calmante natural que necesitaba Josh para no enloquecer. Sus brazos se deslizaron detrás del cuello de su prometido y Josh la aprisionó de la cintura. Se besaron por largo tiempo, hasta que ella se alejó un poco, jugó con los botones de la camisa de él, al mismo tiempo que siguió mirándole con ojos de amor.—¿Crees que puedas deshacer este contrato? —preguntó ella con voz melódica e hizo un morrito —. La verdad es que ya no quiero seguir aquí. Este ambiente me hace mal.Josh suspiró y se echó hacia atrás, sentándose en el borde del escritorio y llevándose con él a Leyna, ya que no le soltó la cintura. Leyna se recostó en el pecho de él. —Si —respondió sin dejar de mirarla embobado.—Entonces no hay nada más que hacer aquí. Deberíamos irnos.—¿Quieres llevarte algo de aquí? —cuestionó Josh mirando alrededor de la habitación—. Yo tampoco deseo volver a este lugar.Le
Capítulo LVI: JuramentoLeyna le miró con inocencia y a la vez mostrando una disculpa.—Quisiera recordarte a ti también… —susurró con la voz desgarrada—. Sobre todo a ti, Josh.Josh se sobó la nuca y una punzada le molestó el pecho.—El doctor ya nos explicó que la memoria a corto plazo es más frágil y difícil de volver, quizás por eso no me recuerdas —mintió Josh sintiéndose como un patán.Los ojos azules de Leyna decayeron y sus labios se curvaron hacia abajo.—Desearía no haberte olvidado, lo siento mucho Josh.Josh se separó de borde del escritorio y acorraló a Leyna en la ventana. Sus grandes manos acunaron el rostro delicado de la chica. Besó su frente y luego la atrajo a su pecho, mientras no dejaba de peinar su largo cabello. Ambos se fundieron en un abrazo.A Leyna le dolía no recordarle, y a Josh le dolía mentirle, porque era cierto que él antes del accidente no existía en la vida de Leyna, pero ella no lo sabía.—Bueno —dijo Josh mermando el dolor que le quemaba en sus ent