Capítulo LI: Madre Superiora (Parte Dos)Aida con ambas manos incrustadas en los hombros de Leyna, no le dejaba moverse.Leyna comenzó a sentir un nudo en la garganta como si algo la asfixiara, su cuerpo tembló y sus extremidades comenzaban a hormiguear, que ella le soltó la mano a Josh, y se abrazó a sí misma. Ella temía que le diera un ataque de pánico.Josh de inmediato se dio cuenta del poder de manipulación que la Señora Aida Jung ejercía en contra de Leyna, que, de un movimiento nada sutil, la movió detrás de él. Josh le hizo frente a esa Señora que irradiaba un aura oscura.Los brazos de Aida cayeron a cada lado de su cuerpo con violencia y a través de sus lentes ópticos observó al joven: Josh tenía el ceño fruncido y la mandíbula tensa, además de empuñar sus manos.Leyna apoyó su frente en la espalda de Josh, y respiró hondo varias veces, al mismo tiempo que se masajeaba el cuello. Esa sensación le abrumaba, pero su psiquíatra le había enseñado a enfrentar aquellos síntomas qu
Capítulo LII: Recuerdos DolorososLos jóvenes salieron del despacho, sin soltarse de las manos.Leyna tenía un zumbido en la cabeza y Josh no dejaba de tensar la mandíbula. Todo su plan de adopción podía irse a la basura si es que se volvía un enemigo innato de Aida, cosa que al parecer había conseguido.Las niñas se dieron cuenta de que los jóvenes salían del despacho de Aida Jung, por lo que corrieron a su encuentro.—¿Tan mal salió? —cuestionó Hanna al ver los rostros de Leyna y Josh. Ambos lucían estresados, tensos y decepcionados. —Es una bruja —espetó Josh haciendo una mueca—. Tenías razón en todo.Hanna, Nora y Gretel se rieron.—Te lo dije —repitió Hanna riendo. —Pero más que su actitud —comentó Josh—. Creo que esa señora esconde algo y por eso siempre está a la defensiva. No me da buena espina.Leyna ladeó la cabeza y apretó la mano de Josh.Josh le miró a la cara.—¿Crees que sea algo con respecto a mi pasado? A mí también me pareció que mi presencia era una molestia, com
Capítulo LIII: Recuerdos Nostálgicos (Parte Uno)Leyna puso un pie en aquel cuarto de paredes amarillas y volvió a sentirse mareada, como si le hubieran dado alguna medicina para tomar. Sus piernas flaquearon y su estómago se apretó fuertemente, pero eso no le impidió recorrer el pequeño lugar. Una alfombra rectangular de tamaño medio adornaba su entrada. Se apoyó en el marco de la puerta, y dio otro paso más, sin embargo, el shock de estar ahí, le jugaron una mala pasada, que todo en ella se debilitó hasta que cayó en una profunda oscuridad. Josh la alcanzó a sostener, la tomó en brazos y la dejó sobre la cama de una plaza, que estaba en un rincón hacia la pared.Hanna abrió unos enormes ojos al ver a Leyna desmayada, luego en un acto de auxiliarla, corrió al baño para sacar un botiquín de primeros auxilios. Nora también corrió abrir la única ventana para que entrara aire al lugar y Josh puso cojines debajo de sus pantorrillas, para mantenerle en alto las piernas. Miró su reloj de o
Capítulo LIV: Recuerdos Nostálgicos (Parte Dos)Leyna seguía tumbada en la cama. Nora le estaba abrazando, al igual que Gretel, mientras que Hanna estaba sentada en la orilla de la cama. Todas las niñas estaban expectantes de saber si las recordaba o no.—¿Recuerdas todo? —preguntó Hanna con esperanza de que Leyna le dijera un sí.Josh dejó de respirar al mismo tiempo que se le formó un nudo en el estómago.Él sabía que ese cuento de hadas pronto se iba a terminar.—No —respondió Leyna un poco triste—. Sigo teniendo varias lagunas. Espacios en blancos que no me permiten armar mi vida de antes. Por ejemplo, no recuerdo los maltratos de Aida ni el accidente que tuve, pero si algunos fragmentos de lo que hice los últimos años, como mi rutina y mi trabajo de cuidadora. También las recuerdo a ustedes. Josh soltó todo el aire que estaban conteniendo sus pulmones. Su mente no dejaba de analizar que las memorias que más les costaba a Leyna recordar, eran los traumas. Tenía un escudo de hier
Capítulo LV: SueñoLeyna se puso de puntitas y se atrevió a besar los labios de él.Un beso suave, tierno y a la vez el calmante natural que necesitaba Josh para no enloquecer. Sus brazos se deslizaron detrás del cuello de su prometido y Josh la aprisionó de la cintura. Se besaron por largo tiempo, hasta que ella se alejó un poco, jugó con los botones de la camisa de él, al mismo tiempo que siguió mirándole con ojos de amor.—¿Crees que puedas deshacer este contrato? —preguntó ella con voz melódica e hizo un morrito —. La verdad es que ya no quiero seguir aquí. Este ambiente me hace mal.Josh suspiró y se echó hacia atrás, sentándose en el borde del escritorio y llevándose con él a Leyna, ya que no le soltó la cintura. Leyna se recostó en el pecho de él. —Si —respondió sin dejar de mirarla embobado.—Entonces no hay nada más que hacer aquí. Deberíamos irnos.—¿Quieres llevarte algo de aquí? —cuestionó Josh mirando alrededor de la habitación—. Yo tampoco deseo volver a este lugar.Le
Capítulo LVI: JuramentoLeyna le miró con inocencia y a la vez mostrando una disculpa.—Quisiera recordarte a ti también… —susurró con la voz desgarrada—. Sobre todo a ti, Josh.Josh se sobó la nuca y una punzada le molestó el pecho.—El doctor ya nos explicó que la memoria a corto plazo es más frágil y difícil de volver, quizás por eso no me recuerdas —mintió Josh sintiéndose como un patán.Los ojos azules de Leyna decayeron y sus labios se curvaron hacia abajo.—Desearía no haberte olvidado, lo siento mucho Josh.Josh se separó de borde del escritorio y acorraló a Leyna en la ventana. Sus grandes manos acunaron el rostro delicado de la chica. Besó su frente y luego la atrajo a su pecho, mientras no dejaba de peinar su largo cabello. Ambos se fundieron en un abrazo.A Leyna le dolía no recordarle, y a Josh le dolía mentirle, porque era cierto que él antes del accidente no existía en la vida de Leyna, pero ella no lo sabía.—Bueno —dijo Josh mermando el dolor que le quemaba en sus ent
Capítulo LVII: Un Problema MenosLeyna había comenzado a estudiar la maestría de manera online por lo que ese hecho la tenía muy contenta y entusiasmada. Josh le había regalado un notebook para su uso personal, así pues en las mañanas ella estudiaba de ocho a una de la tarde, y después de almuerzo junto Amelia afinaban todos los detalles de su boda. Además, pronto saldría Hendrik del centro de rehabilitación y los jóvenes habían acordado realizar la boda, justo después de su salida.Ella también seguía con sus sesiones de psiquiatría, pero ahora una vez a la semana.Leyna le había contado a su doctor que comenzaba a recordar la mayoría de sus experiencias y vivencias, las cuales eran complementadas con su presente. La tenían muy feliz, pero su doctor le había enfatizado que estuviera preparada, porque su memoria iba a volver sí o sí.Ella sabía que en cualquier momento su mente iba a desencadenar lo peor, recordando los hechos traumáticos que por su propio bien, se había obligado a ol
Capítulo LVIII: Gilbert Nassau (Parte Uno)Josh se echó hacia atrás en su asiento de cuero, puso sus palmas en su estómago y cerró los ojos.Él deseaba resolver todos los asuntos que empañaban su tranquilidad y su felicidad, por lo que se comenzó a plantear escenarios imaginarios y la solución a ellos para así cuando ocurrieran no lo tomaran desprevenido, pero aquel plan mental no duro nada, cuando el teléfono de su escritorio nuevamente sonó, sacándolo de sus múltiples y caóticos pensamientos. Presionó el botón de voz alta.—Si —respondió Josh de mala ganas.—Señor Bemberg —habló nuevamente su secretaria con esa voz cantarina—. El señor Nassau quiere verle y está aquí.Josh enderezó su espalda y un nudo se le formó en el centro del estómago al escuchar de quien se trataba. Bufó cansado, pero era algo inevitable este encuentro, ya que era su socio más antiguo, por lo que no podía hacerle un desaire.—Dígale que pase —pidió claro—. Y luego por favor nos traes dos cafés y unas galleta