CAPÍTULO 49

—¿Qué? —preguntó Maximina, muy contrariada—. ¿Estás seguro de esto, Maximiliano? Olga no...

—Lo hizo, madre —aseguró el cuestionado—, ella lo hizo. Esa es la notificación de que vendrán por Mía mañana por la tarde. A menos, claro, que acepte el compromiso y la deje entrar a esta casa de nuevo.

—¿Y no puedes acusarla por la petición que hace a cambio de dejarte ver a la niña? —preguntó Marisa, comenzando a sentir que la angustia le pesaba en el pecho—... Tienes derecho a verla, no puede condicionarte así, ¿o sí?

—Para la convivencia y visitas debemos hacer un acuerdo entre nosotros, y ellas pueden poner las condiciones, pero, me imagino que el gobierno no se espera que una mujer loca pueda llegar a poner semejantes condiciones —explicó Maximiliano—. Entonces, probablemente si puedo interponer una demanda, pero en ese tiempo Mía estaría bajo custodia de cuidados infantiles, porque ambas familias no seríamos aptas para cuidarla hasta que demostremos legalmente lo contrario.

—¡No! —excl
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo