UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA AMAR
UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA AMAR
Por: CinthiaBrown
TRAICIÓN

—Felicidades, Señora Clark, está usted embarazada —hablo la doctora con emoción en su voz.

Sofía se quedó sin palabras por unos segundos.

Tenía dos años de estar casada con el hombre que ama y por fin había quedado embarazada, la emoción invadía todo su ser.

—No puedo creerlo, doctora —exclamo la mujer emocionada —mi esposo estará muy feliz, esto será como un regalo para él, hoy es su cumpleaños.

—Bueno, entonces no la atraso más, señora Clark.

—Gracias doctora.

Sofía salió prácticamente corriendo de la clínica, tenía una mezcla de emociones en su interior, iba a ser mamá, un pequeño ser crecía dentro de ella.

Subió a su coche y empezó a conducir, no podía dejar de sonreír, ya no estaría sola, si pequeño la acompañaría a todos lados.

Se detuvo por un momento, no sabía cómo darle la noticia a su esposo, continuó avanzando, eso no era tan importante después de todo.

Al fin serían una familia de tres, era una lástima que sus padres no estuvieran allí para compartir su felicidad con ellos, pero sabía que la cuidaban desde el cielo.

Detuvo su coche en el estacionamiento, salió y camino hasta la entrada, había ido a emergencias por un simple mareo y salió con una gran noticia.

Entro al ascensor y marcó el piso indicado, respiro profundamente una y otra vez, se sentía algo nerviosa.

El ascensor se abrió, salió y camino por los pasillos, se detuvo frente a la oficina de su esposo, él sería el primero en saber la noticia.

Abrió la puerta y lo que observo la dejo en estado de shock, su esposo estaba follándose a su prima en el escritorio.

La mujer al verla le mostró una sonrisa burlona, Pablo se apartó del cuerpo de Patricia y se colocó los pantalones.

Su cerebro estaba tratando de procesar todo lo que había visto, eso no podía ser verdad.

Pablo la amaba, se lo decía todos los días, como había podido fallarle, no se lo podía explicar.

—¿Mi amor que haces aquí? —le pregunto Pablo una sonrisa descarada en su rostro.

—¿Qué estás haciendo? —Grito, molesta, sentía un nudo en la garganta, el dolor en su pecho era horrible —ella es mi prima, ¿cómo pudieron? —una lágrima gruesa resbala por su mejilla.

Pablo se arregló la ropa, su esposa era una mujer dulce y demasiado estúpida, creía que todos eran tan buenos como ella.

La joven se llevó las manos al pecho tratando de aplacar el dolor en su interior.

Su esposo no parecía estar asustado, mucho menos preocupado, no mostró ni una pizca de arrepentimiento, eso era algo que realmente le dolía a Sofía.

Él no se acercó para implorarle perdón, era todo lo contrario, parecía estar feliz de verla destrozada.

—Nunca te ame, esa es la verdad.

Sofía sintió como si le clavaran un puñal en el pecho.

—Eso no es verdad, ¿entonces por qué te casaste conmigo?

Patricia se rio de su prima a carcajadas, parecía estar disfrutando lo que sucedía.

—Todo fue un plan, querida, de esa manera conseguiría lo que siempre soñó, el dinero de tu familia, no seas ingenua, él nunca se fijaría en una mujer tan insípida como tú.

Sofía se secó las lágrimas, lo que escuchaba era horrible, ella no iba a permitir que tocarán un solo centavo.

—No tocarás ni un dólar más de mi herencia, quiero que te largues de mi vida, maldito, mentiroso.

Pablo se acercó y tomó su barbilla con fuerza, podía notar que estaba disfrutando de su dolor, no había rastro del hombre amoroso que ella había conocido.

—Estás equivocada mi amor, pronto seré viudo y todo quedará mi poder, no me subestimes.

Sofía no podía dejarse intimidar por las palabras de su esposo.

—Si algo me sucede, la primera persona a la que van a buscar sería a ti, no lo olvides, no regreses a la mansión, quiero que en este momento abandonas mi empresa y tú —señaló a su prima —hablaré con tus padres, m*****a zorra.

Se giró rápidamente y abandono el lugar, sentía como el dolor laceraba su alma

Ingreso al estacionamiento y subió a su coche, encendió el auto y salió a toda velocidad, lo único que quería hacer en ese momento era llorar.

Se alejó lo más rápido que posible del lugar, las lágrimas salían sin que pudiera detenerlas, la realidad dolía demasiado, como pudo traicionarla a ella, como pudo hacerlo, no lo entendía, como su prima, fue capaz de apoyar algo así.

Aceleró a fondo, no podía parar de llorar, aceleró más al darse cuenta de que un coche la seguía, tenía miedo.

Miró, por el espejo retrovisor, observo dos autos que venían a toda velocidad.

Su corazón empezó a latir con fuerza, aceleró más y la persona del otro coche hizo lo mismo, empezó a entrar en pánico.

Se acercaba demasiado rápido, pronto el coche impacto su auto con fuerza, trato de mantener la calma, aceleró un poco más para alejarse del peligro, la calle estaba desolada.

Su celular empezó a timbrar, lo tomo y miro la pantalla, se trataba de su amado esposo, decidió responder.

—¡Qué es lo que pretendes Pablo! —Grito, molesta.

—Terminar contigo mi amor, me saludas a tus padres en el infierno, eres demasiado estúpida mi vida.

La llamada se cortó, Sofía empezó a entrar en pánico, no quería morir, era muy joven todavía, además estaba embarazada, el coche volvió a impactar su auto con fuerza.

Tenía que calmarse o iba a terminar perdiendo el control, estaba muy nerviosa, Pablo era un completo imbécil.

Tomo su celular y marcó el número de su mejor amiga.

Pero la envío a buzón de voz, no tenía a quién acudir, estaba en serios problemas, marcó el número de emergencia, segundos después una chica respondió.

—911, ¿cuál es su emergencia?

El auto golpea de nuevo su coche, estaban intentando sacarla del camino para que cayera por el barranco.

—Necesito ayuda —habló desesperada.

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