"¿Por qué una lacaya contesta por mi hija? ¿Por qué? ¿Acaso mi hija no tiene boca o lengua?""Padre, yo..." pone un dedo en mi boca, callando mis palabras. Está tan cerca. Veo el destello de sus ojos amarillos, su odio. Su odio está allí."¿Sabes que tú eres la más débil? Siempre fuiste la más débil, pero tu madre te cuidaba como si fueras lo más preciado, un tesoro único decía ella al igual que tus hermanas. Me hicieron jurar que te protegería, que te enseñaría a cuidarte, que te daría las armas para ser una líder, y te juro que lo intento", se aleja nuevamente "te deje crecer como uno mas de la manada, te deje aprender de los maestros de la manada, te deje aprender a luchar con la manada, todo esperando que algún día seas digna de dirigirla, así como me lo pidió tu madre"."Padre, yo...""¿Tú, tú eres débil? A veces me pregunto si recuerdas el pasado. ¿Recuerdas sus gritos? ¿Recuerdas cómo gritaban pidiendo ayuda, cómo sangraban, cómo se sentía el miedo?" Al escucharlo, los recuerdo
-Sam, no vayas, sabes que es fuerte. Sam, por favor - la rabia corría por mis venas y no me detendría ante nadie ni nada. Llegué a la zona donde estaba ella, Cassandra. Frené en seco, observé a mi objetivo y ella estaba allí, al lado de un gran oso muerto. Un oso, que tal vez dejó un hijo huérfano por su culpa. No lo pensé y me lancé con todas mis fuerzas hacia ella, hacia su cuello. Se dio vuelta a tiempo y puso su brazo como escudo. Lo mordí con fuerzas y sentí como sus huesos se quebraron por la fuerza de mi mordedura. "Ah, mierda", se quejó, moviendo su brazo para todos lados con intención de liberarse, y lo logró. Caí a varios metros, chocando con un árbol. Me miró desconcertada, como identificando algo, así que volví a la lucha. No me dejaría ganar. Al volver, ella me atrapó del cuello."Sam, ¿eres tú?" Al escucharla, no pude evitar transformarme nuevamente en humana, y allí estábamos las dos, viéndonos cara a cara. Su cara era de desconcierto y felicidad, y la mía era odio, ema
"Te lo puedo explicar". No sé que más decir. El dolor está nublando mi mente y no tengo las fuerzas para liberarme. Pensé una y mil veces decirle la verdad, decirle mi verdadero nombre, pero el miedo siempre me gano, el miedo a que se molestara, solo que jamás imagine a que proporción llegaría su enojo."Suéltala o te juro que después de quebrarle el cuello, quebraré el tuyo". La amenaza de Estefan, era verdad, mataría a la chica y luego vendría por ella."Estefan... no". Le pido, no quiero que la dañe, ella apretaba mi corazón. Si sacaba su mano, podría llevárselo fácilmente y nadie detendría a Estefan. Él es capaz de matarla y yo no sería capaz de defenderla, no podría si muero primero."Suéltala, maldito hijo de perra, mal parido", le suelta Samantha, en su cara se ve que solo la detiene el que su amiga esté en peligro, no me ve a mí, no me escucha a mí, no entiendo que pasa."No podrás ganarnos a los dos". Esa era la voz de Isabela. No sé qué hace aquí, pero está en alerta y muy c
Cuando ya llevo lo que parece más de un mes desde que ella desapareció, recibo un sobre amarillo, este no tiene remitente, pero trae una cantidad de fotografías. Fotografías de ella, de ella sonriendo, de ella feliz compartiendo con el grupo de su manada, de ella sonriendo a su amiga, y las ultima se repiten y son de ella besándose con ese tipo con el que se crío, el más alto, el lobo negro, Al ver esa fotografía me repito que no es verdad, que es solo para molestar, en la esquina dice 'gírala' le doy vuelta lentamente y encuentro el mensaje en letra fina que me informa que se casaran, cerraran su vínculo de amor bajo las tradiciones de la manada. Mejor me hubiera arrancado el corazón, porque en este momento siento como se rompe dentro de mi pecho. La rabia me inunda y comienzo a destrozar toda la habitación, al terminar con un par de murallas continúo con la casa. "Maldita la hora que compré esta porquería", grito mientras rompo todo." maldita casa fea" cada cuadro vuela dentro de l
"Aquí está la cuenta", me dice el barman. Saco mi tarjeta y pago la cuenta, mientras sigo sirviéndome el trago. Pero, aunque he cancelado el monto total, los guardias no se retiran. "Por favor, su identificación", el que me hablaba mede casi dos metros y es bastante fornido. "Yo soy Cassandra Voss y ningún imbécil me va a exigir una puta identificación", le digo ya comenzando a molestarme."¿Qué está pasando aquí?", escucho la voz de una mujer detrás de los guardias. Ellos se dan vuelta y comienzan a hablar con ella, me piden disculpas y se retiran. "Perdón por el mal rato, la casa invita"."No necesito que nadie me invite, solo déjame disfrutar de mi trago", le digo sin mirarla.Cuando salgo del antro ya voy bien ebria, así que mientras me acerco a la motocicleta siento como todo me da vueltas, incluso una figura. Me monto en mi motocicleta."¿Así que eres Cassandra Voss?", me pregunta la figura de la mujer. No la miro, estoy concentrada buscando mis llaves. "¿Dónde carajos están, ma
"lo que trajo la noche, parece que te gusta nuestro ambiente" me dice ella con su cara llena de satisfacción."solo vengo porque ya nadie me molesta al beber, en los otros lados me hablan a cada rato y lo que menos quiero es compañía""o sea que te gusta nuestro ambiente Cassandra" siempre que me nombra siento que recalca mi nombre, es extraño."¿Me dejarás seguir bebiendo o quieres que te invite a un trago?" le digo irónicamente, esperando que ella se vaya de mi lado, pero hace todo lo contrario. Se sienta junto a mí, pide un vaso al barman, se sirve de mi botella y comienza a beber conmigo en silencio. Y eso se repite varias noches seguidas. Es extraño, pero beber con ella es mejor que sola, lo malo es que no soporta tanto alcohol.Estacioné mi camioneta negra frente al antro nuevamente, descendí de ella y me dirigí al único lugar que me hacía olvidar todo."Es fácil cambiar las cosas materiales. Hace unos meses era azul y hoy es negra". El escuchar su voz me paralizó por completo,
Los días que siguieron no fueron mejorando. Al contrario, Cassandrase cubrió con una manta de dolor. Jamás la vi así, ni siquiera cuando ella misma mató a la condesa. Ver como organizaba búsquedas desesperadas, llamadas sin respuesta, recorridos por el bosque y las ciudades cercanas. Llamó al mismísimo presidente para que le diera información de aeropuertos y todos los lugares inimaginables y nada. Después llegó el bajón emocional. La veíamos sumida en su celular, en su tristeza, todos los días encerrada sin querer ver a nadie. Nos prohibió acercarnos. No volvió a ver temas de la empresa. Y pasamos a la ira: rompió todo lo que encontró, el celular, el computador, cada cosa que le recordaba a ella. La casa... ¡Dios, si no llegamos a tiempo se le hubiera caído encima! Estaba completamente descontrolada y se dejaba llevar por el dolor y la ira. Como duele amar a la persona equivocada, como duele el no saber que pasó. Porque no discuto que el amor se puede acabar, no discuto que el amor n
El aire se carga de tensión, y las palabras del padre retumban en la sala. Jeanet se queda sin aliento, sintiendo como su mundo se desmorona ante ella. No puede creer que su propio padre haya tramado esto a sus espaldas. La furia y el dolor se entrelazan en su mirada, y en un instante, la relación entre padre e hija parece desgarrarse por completo, y yo estoy aquí como una espectadora no grata."¡Eres un fracaso, Jeanet! ¡Una decepción para tu familia! ¡Y ahora, después de todo lo que hemos hecho por ti, vienes aquí a enfrentarnos y a desafiar nuestra autoridad! ¡Eres una vergüenza para nosotros!" le grita con rabia."Ustedes jamás han hecho algo por mí, siempre han estado alejados, ni siquiera deberían tener el título de padres" mi pequeña está luchando para que las lágrimas no escapen."¿Como podríamos querer ser padres de algo tan despreciable y asqueroso como tú?, una hija mía no puede ser una enferma asquerosa" esta vez le responde su madre.Las palabras de sus padres son como pu