“Esta loc...”.

“Nada, solo buscaba el baño”, responde Katty antes de que pueda explicar que intentaba matarme nuevamente.

“Katty, este no es ni el baño ni el lugar para tus jueguitos”, le dice Blue.

“Está bien, me voy. Pero, pequeña sobrinita, te estaré vigilando. Recuérdalo”. Y, sin más, se retira de la habitación.

“¿Te encuentras bien?”, pregunta Blue.

“¿Cómo quieres que se encuentre bien si esa enferma casi la mata dos veces hoy? ¿Por qué mierda trajiste a esa loca a nuestra casa?”, la rabia de mi cachorra brota por cada uno de sus poros.

“La voy a matar”, dice mientras camina hacia la puerta, pero Blue y yo la detenemos.

“Sé que no lo entiendes, pero ella de verdad te quería conocer. Y aunque no ha sido la mejor forma de hacerlo, ella está preocupada por ti. Por favor, Samantha, deja que las conozca, sobre todo a Cassandra”, insiste Blue.

“¿Cómo me puedes pedir eso si es ella la que ha declarado la guerra desde que llegó?”.

Blue me mira buscando apoyo, pero la verdad, en este mome