¿Es posible que un hombre como él, con su historia, con su carácter, se enamore de una chica como ella? La respuesta es Sí, inevitablemente, apasionadamente, desesperadamente... Pero ella no es una chica común, ella vive de una forma diferente. Entonces ¿cómo enamoras a una mujer a la que no puedes tocar?
Leer másAcaricio debajo de la colcha la suave piel de mi mujer que anoche me dejó solo hasta las tres de la mañana ya que en unos días es el lanzamiento de su cuarto libro. Me enorgullece que haya cumplido su sueño y que sea precisamente yo la musa de su escritura (según ella misma dice) ronronea y se acerca más a mi cuerpo restregándose como sabe que me gusta, acaricio sus senos y mordisqueo su cuello a nivel de la nuca para continuar la caricia por su torso y llegar hasta su abdomen que ya se siente abultado en la espera de nuestro tercer bebé ¡sí! ya somos padres de unos gemelos que cuentan con año y medio.Se gira y besa mis labios sin abrir la boca porque aún no supera lo de los gérmenes y el aliento mañanero, acaricia mi torso desnudo para deslizar su mano hasta mi hombría que ya se encuentra despierta, la aprieto contra mi pecho mientras la temper
Seis meses después...—¡Nena, date prisa toma la cola! - me siento emocionada.—¡Lísto, la tengo! ¿el velo, bien? - asiento y sonr&
Son las cinco de la mañana y ya no puedo conciliar el sueño, necesito que se haga de día de una vez para poder ir y partirle la cara a mi cuñadito imbécil por hacer llorar a mi Elizabeth, es un inmaduro, no entiendo como puede dañarla y decir que la ama ¡cabrón! ¡No puedo seguir en la cama! creo que moriré infartado si no me levanto, voy a correr a ver si me d
Me encuentro en la habitación de mi madre recostada en sus piernas y con sus manos acariciando mi cabello como cuando era niña y lloraba porque me sentía sola. Es la mejor sensación que he apreciado hasta que Frank me besó por vez primera, sin embargo; continúo deseando que nunca deje de acariciarme como lo hace ya que ella ha sido parte importante en mi vida junto a Elena y mi hermano Eliott. — ¡Cariño hay
Llegamos a la Mansión y ella se gira en el auto para mostrarme su desacuerdo en estar aquí. La abrazo estrechándola fuerte y suspira aunque, es más un sollozo, mis alarmas se encienden: tiene miedo.—¿Qué sucede amor mío? – tomo su mentón y al levantar su rostro, descubro que llora en silencio pero con miedo.
Abrazo el cuerpo blandito y calentito de mi mujer, arropándola con el mío. Suspiro aspirando su aroma a fresas y manzanas deleitándome no solo en esa deliciosa fragancia sino con lo suave y tersa de su piel y esos ruiditos que hace al estar en contacto con mi piel y sentirse completamente cómoda con mi toque. Se que confía en mí ciegamente pero también sé que su cuerpo reacciona a veces de manera extraña a los estímulos que no conoce como el pasado miércoles con la emoción de la entrega de la sortija de compromiso. Su período aún arrasa con ella de manera agresiva pero, trato de que se sienta bien consintiéndola hasta lo q
Pasamos dos semanas fantásticas en mi ático, creo que engordé un poco ya que nunca salimos de la cama y solo comimos chatarra, de ninguna manera le permitiría a mi novia cocinar. Mi padre apareció preguntando que pasaba con los celulares que se encontraban todos desconectados, cuando pusimos a cargar los teléfonos y conecté el de la casa mil llamadas aparecieron, los ojos de Elizabeth se agrandaron tanto que reí a carcajadas. Pasamos dos semanas fantásticas en mi ático, creo que engordé un poco ya que nunca salimos de la cama y solo comimos chatarra, de ninguna manera le permitiría a mi novia cocinar. Mi padre apareció preguntando que pasaba con los celulares que se encontraban todos desconectados, cuando pusimos a cargar los teléfonos y conecté el de la casa mil llamadas aparecieron, los ojos de Elizabeth se agrandaron tanto que reí a carcajadas. CAPÍTULO 26. EL PASADO
Extasiado, dolorido pero feliz y con muchas ganas de desechar liquido me encuentro debajo de mi preciosa novia pervertida y profundamente dormida. La observo detenidamente y no salgo de mi asombro ¡es bellísima! Y no tiene nada que ver con que esté enamorado de ella, es que… su expresión hasta dormida es dulce.Trato de levantarme y la muevo un poco, gime y desliza hacia la cama haciendo una expresi&oacu