Aquella tarde lluviosa se sentía, quizás, demasiado oscura. Aurora escuchaba la clase del profesor Hancock mientras observaba aquellas brillantes gotas de lluvia, deslizarse sobre los cristales de las ventanas de aquella aula. Lo que había hecho con Massimo en aquel páramo desolado, había sido bastante atrevido, y los recuerdos de ese ardiente encuentro, llegaban a ella una y otra vez haciendo que sus mejillas se sonrojaran.—Los embarazos en menores de edad, conllevan una serie de riesgos cuya importancia puede ser desde leve hasta de suma gravedad. Las madres adolescentes tienen un mayor riesgo de sufrir eclampsia, endometritis puerperal, infecciones sistémicas, anemia, enfermedad gestacional hipertensiva, traumatismo y sangramientos durante el parto que una mujer en una óptima edad adulta, en cuanto a los bebés de madres adolescentes, tienen un mayor riesgo de padecer bajo peso al nacer, nacimiento prematuro, afección neonatal grave, infecciones bacterianas, sífilis congénita, pala
En su lujoso auto de camino a casa, Massimo se detuvo en una tienda de dulces. Había recordado que los caramelos suaves de fresa y los dulces de leche, eran los preferidos de su amada Aurora cuando aún era una niña. Tomando un par de bolsas de cada uno, el apuesto magnate los pagó en la caja; se los entregaría a Aurora después de la fiesta de Halloween.Las calles comenzaban a llenarse, y en los barrios normales que tenía que atravesar para llegar a su lujoso departamento, Massimo observó con ternura a los niños pequeños luciendo coloridos y originales disfraces, siendo llevados de la mano por sus padres en su divertida travesía para conseguir dulces.Muy pronto, esperaba, Aurora le daría la feliz noticia de que serían padres…y el problema con su herencia también quedaría resuelto.Mirando a los pequeños, repentinamente Massimo comenzó a imaginarlo, una hija o un hijo nacido de Aurora. ¿Cómo sería una criatura nacida de su amor, con la belleza de su esposa y su prominente apellido? Es
La pista de baile se había llenado repentinamente de un mar de estudiantes que bailando se divertían. Aurora, en los brazos de Massimo, bailaba animadamente esperando pronto encontrarse con su querida profesora Kristen, la única razón por la que estaba allí. Halloween era una de sus festividades extranjeras predilectas. Massimo observaba el iluminado rostro de su esposa, que parecía estar disfrutando mucho de aquel momento, y animándose también, el rubio magnate también comenzaba a disfrutar de aquello.Ser un hombre poderoso y acaudalado, no era tan divertido como cualquiera que viese desde afuera pudiese creer; en realidad pocas eran las veces que podía divertirse tan solo por el placer de hacerlo, todo el tiempo, sus deberes para mantenerse en aquella posición con la que había nacido, lo absorbían casi por completo…sin Aurora, no habría soportado tal presión, meditó.Tomando por la cintura a su princesa, el magnate ataviado de príncipe, sonrió enormemente y bailo como no lo había n
Aurora se sintió terriblemente mareada, mientras miraba su hermoso disfraz de princesa arruinado, y sentía su largo cabello pegajoso. Dando una mirada hacia el frente, pudo ver como todos los estudiantes la señalaban y se burlaban cruelmente de ella.—¡Te mereces eso por ser una completa zorra! — gritó una estudiante que le lanzó con toda la intención de lastimarla, una botella con agua a la cara que golpeo el rostro de la hermosa pelirroja con crueldad.—¡Muérete maldita cerda! — gritó otra estudiante que arrojó aquel papel arrugado que había caído desde el techo.Aurora sentía que todo le daba vueltas sobre aquel escenario, mientras se esforzaba por no estallar en llanto, y sentía como todos los estudiantes la señalaban y le arrojaban cosas al mismo tiempo en que se burlaban de ella.¿Por qué?Se pregunto. ¿Por qué la trataban de aquella manera tan cruel si ella jamás les había hecho nada?, su único delito, había sido convertirse en la esposa de un millonario…y nada más.—¡Eres una
Aquella mañana el canto de las aves los despertaba. Aurora abría los ojos, sintiendo el reconfortante calor de Massimo abrigándola después de tan terrible suceso que había casi logrado arruinar tan hermosa velada que habían estado pasando en el baile de Halloween. La pelirroja sonrió al mirar a su esposo durmiendo plácidamente, y la neblina que nacía del lago frente a ellos, daba un espectáculo de sombría belleza extraordinaria. Se habían bañado juntos sin hacer nada más que ayudarse mutuamente a sacar los restos de aquella pintura que con tan mala intención habían arrojado sobre ella, y luego habían regresado a aquellos cómodos sofás exteriores a sentarse e intentar olvidarlo todo.Se habían quedado dormidos mientras comían dulces, charlaban, y admiraban la belleza nocturna que el lago tenía para ofrecerles como un consuelo para aquella noche que habían disfrutado y sufrido…y Aurora se sentía realmente en paz…Massimo, contra todo lo que aquella situación podría haber sido, decidió pr
—¿Qué? — Leandro le preguntó desconcertado al no querer aceptar la realidad de sus palabras. —Aurora no puedes negarlo, ese beso lo deseabas tanto como yo lo hacía, y ahora mencionas a Massimo Bensiali ¿Por qué sigues diciendo que él es tu esposo cuando es obvio que te obligó a acetarlo? — alegó y tomó su rostro para obligarla a verlo.—Ya estoy cansada de está perorata. Entiéndelo, Massimo es mi esposo…y tú, estas con Juliana Hancock ahora. ¿Por qué no dejarme en paz?, aun si me hubiera casado contigo, ¿En verdad tu familia iba a tan solo aceptarme con su mansión abierta como has ofrecido? No olvides de donde vengo y quienes son mis padres, no necesito tampoco más mentiras…lo nuestro, se terminó. — le dijo al verlo a los ojos y lo vio negar despacio.—Arruiné todo, ¿cierto? — la voz de Leandro se tornó amarga al acariciar la mejilla de Aurora con el pulgar al no haberla soltado, Aurora se retiró de inmediato al sentir el tacto.Aurora sonrió con nostalgia. — Posiblemente los dos lo
—Bueno, señorita Bensiali…comencemos ya, ya que su esposo no parece llegar. — dijo el Decano Harris mirando el reloj. — Se que mi petición de que vinieran los ha tomado desprevenidos, pero dada la magnitud del incidente, temo que habrá consecuencias no solo para los que resulten culpables. — dijo con seriedad el decano.Aurora palideció ante esas palabras, y dando una mirada al rector, lo miró serio y molesto.—¿Qué quiere decir señor Harris? — cuestionó la pelirroja.El Decano Harris se aclaró la garganta, y en ese momento Massimo entró después de llamar a la puerta y se sentó junto a su esposa. El Decano se secó el sudor de la frente antes de hablar.—Vera, señora Bensiali, una de las políticas más importantes de nuestra institución, es mantener la rectitud y la moralidad entre docentes y estudiantes. Nuestra reputación la hemos forjado durante décadas, y desde hace más de cien años, nunca hemos sido tolerantes a los escándalos. Se que lo ocurrido anoche no fue culpa suya, sin embar
Aquella noche, Juliana entraba al departamento de Brunella Bensiali.—Esa condesa es una atrevida, se ha atrevido a amenazarme…y tu hijo ha defendido a Aurora Bianco aun en medio de todo lo que he hecho para recuperarlo. Tienes que ayudarme. —Brunella negó. — Fue imprudente de tu parte el actuar por tu cuenta, tenemos que hacer las cosas a mi manera. Ya me explicaste por llamada todo lo que esa Condesa te ha dicho, sin embargo, aun con ella, se cómo debo de lidiar. Ven ahora conmigo, tienes que hacerle una pequeña visita a mi hijo. — ordenó la cruel mujer.Después de aquella celebración de dulces en el orfanato, Massimo y Aurora habían regresado al departamento entre risas, y charlas.—¿Te comentó la madre superiora que muchos de los niños ya están en proceso de adopción? Eso es maravilloso, ¿No lo crees? — cuestionó Aurora muy animada, ya se había olvidado por completo de aquel mal rato junto al Decano.Massimo asintió.—Si, me lo comento, aunque, lamentablemente no hay nadie intere