EL HIJO DE LA LUNA, LA LEYENDA GITANA”
En una triste noche oscura y tenebrosa se acercó una dama gitana al mar, llorando por el desconsuelo de un querer maldito que la abandonó, se fue el hombre a quien ella su amor y pasión entrego y tan solo el dolor y la soledad quedo… lloraba ella y en luna su única esperanza se encontraba, pues ya eran muchas las desilusiones de ella.
La Luna amaba al Sol, pero los dioses la habían condenado a no poder unirse con su amado, porque si no, dejaría sin luz al mundo. No, no podía sufría la pobre dama que en su seno a un ser quería cuidar, sentir su piel y el placer de engendrar, pero la luna estéril era. Su único consuelo era ver a su amado Sol por unos segundos, cuando unos gitanos hacían un rito en el que los unía que la gente llamó eclipse.
La gitana se encontraba en un pequeño claro del bosque, tristemente iluminado solo por una enorme luna llena. La joven estaba arrodillada en una roca sollozando. Lo tenía todo preparado para invocar a la luna y reunirla con el Sol, tenía todo lo que necesitaba.
Ella pensó que esa misma noche sus problemas acabarían, al fin. Desde el anochecer llevaba allí, el amanecer sería la hora apropiada. Había pasado toda la noche con los preparativos para aquel rito. Ya casi era la hora, ya veía aparecer los rayos del Sol en el horizonte. En seguida la Luna huiría de él y sería en ese momento de debilidad cuando podría hablar con ella y pedirle un hechizo de amor.
Justo cuando aparecía el Sol, un solitario rayo de la Luna iluminó el pequeño claro, y en el rayo venía una doncella.
— ¿Por qué me has llamado, joven gitana? —habló una joven que en realidad no estaba allí.
Era una mujer muy joven y anciana a la vez, hermosa como ninguna, era ni más ni menos la Luna, siempre desdichada. Era la mujer engañada por excelencia, la que amaba y era correspondida, pero no podía estar con su amado más que una vez al año. Y cada vez que eso ocurría el mundo se estremecía de terror pues el día sin luz quedaba. Durante ese día, su amor eclipsaría el mundo.
—Señora Luna, te he conjurado porque hiciste una promesa a nuestra raza por ayudarte, hoy vengo a reclamar nuestra recompensa —habló la joven gitana.
—Recuerdo esa promesa, doncella. Vosotras, las gitanas de la familia del astro de la noche, me ayudasteis a hablar con mi único amor que siempre huye de mí, a cambio os prometo que a vosotras no os pasaría lo que me pasó a mí, cumpliré mi promesa. Cuéntame que es lo que te pasa.
—He sido rechazada en varias ocasiones. No encuentro a un hombre para mí, necesito tu ayuda. Nosotras te reunimos con tu amor, el Sol, úneme tú al mío —imploró con firmeza.
—Tendrás a tu hombre, Piel Morena, pero a cambio quiero —dijo mientras subía al cielo- el primer hijo que le engendres y así dejaré de estar sola. Ya que yo no puedo concebir.
—Así será, Luna de Plata —prometió entre sollozos la gitana, era un alto precio el que tenía que pagar, pero podría tener más hijos. Y así mantenía la protección que les ofrecía la diosa Luna en ese mundo cruel.
Dicho esto, Luna se alejó del mundo mortal y volvió a su solitario lugar, triste por el futuro de la joven gitana, un futuro desdichado. Le habría gustado poder cambiarlo, pero ella no podía decidir en ese caso. Era el destino, ya se lo habían explicado los demás dioses.
Poco después, se celebró una boda en el campamento gitano, la gitana había encontrado al ser querido. Fue una gran fiesta, vinieron gitanos de todo el país a celebrarlo. Era una gran pareja, la gitana había tenido mucha suerte al conseguir a aquel hombre. Su marido era un gran cazador conocido en todo el clan, fuerte y valiente siempre había ayudado al campamento con sus presas.
Aproximadamente un año después, la mujer dio a luz a un niño del padre canelo, pero el niño era blanco como el lomo de un armiño, de ojos grises y cabello plateado.
¡Realmente él era el hijo de la Luna, no el suyo —pensó la gitana apenada! Tendría que explicárselo todo a su marido, pero no sabría escoger las palabras adecuadas, tenía suerte de que el gitano estuviese de cacería.
Aún tardó algunos días en volver, pero la gitana no sabía que decirle a su esposo. Cuando al fin regresó, una noche de luna llena, el gitano se enteró de que era padre y se dirigió contento a su hogar a conocer a su primogénito. En la puerta se encontró a su mujer con el rostro empapado por las lágrimas.
—¿Dónde está mi hijo, mujer? —preguntó, ignorando sus lágrimas.
—Dentro, durmiendo, Pero te suplico que no entres aún —pidió la gitana, pero su marido la ignoró.
Al entrar, el gitano vio a su hijo, completamente pálido, un niño albino. No podía ser hijo suyo.
—¡Maldita sea tu estampa!, gitana. Este hijo es de un payo y yo no me voy a callar —gritó furioso, despertando al niño—¿De quién es el hijo? Me has engañado fijo.
El gitano, al creerse deshonrado, se dirigió a su mujer, con un cuchillo en la mano y de muerte la hirió entre los sollozos del niño. A continuación, cogió al niño y se fue al monte con el niño en brazos y allí lo abandonó.
Al borde de la muerte, la madre aún pudo murmurar algunas palabras.
— Hijo de la Luna, en la distancia siempre te añoraré, yo seré tus más hermosos sueños. Yo estaré allí donde tú estés, yo siempre velaré por ti. Yo seré tu inspiración y tu protección, siempre te cuidaré. Y a ti Luna te maldigo, me diste un marido y este me ha matado y me ha robado a mi hijo. No permitiré que tengas a mi hijo, aunque tenga que vagar por siempre en este mundo.
En ese momento se le apareció Luna.
—Dime Luna de Plata, ¿qué pretendes hacer con un niño de piel?
—Tranquila gitana, cuidaré de él, no dejaré que le ocurra nada. Si el niño llora, menguaré para darle una cuna y le meceré. Si tiene frío, le rodeará de nubes que le protejan. Al igual que yo, estará envuelto en oscuridad, pero siempre iluminará el camino a los demás.
Pero al crecer el hijo de la luna solo eligió la oscuridad y se olvidó de la enseñanza de su madre la luna al volverse un ser oscuro el sol renegó de su amado hijo con dolor por qué, aunque no lo engendró con su cuerpo si lo hizo con su espíritu y a pesar de saber que el hijo que había procreado con su amada luna era un vampiro que dependía de la sangre igualmente lo amo y lo seguirá amando por qué un hijo no se deja de amar por malo que sea este.
NarradorIris (Géminis) diosa mensajera, benevolente de sentimientos puros.Fue enviada a la tierra por el Dios Zeus para hacer su trabajo de mensajera y comunicarle al hijo de la luna que si no cesa la matanza de humanos, el Dios Zeus se verá en la obligación de pedirle a la diosa luna que castigue a su hijo quitándole la inmortalidad.Seguido la diosa Iris emprende su camino para cumplir con el mandato de Zeus y descendió del Οὐρανός, Ouranos ( cielo estrellado).Nueva Orleans.Narra iris.Esta es la segunda vez que visito el Reino humano y me parece un lugar hermoso los humanos a pesar de ser seres muy simples son ingeniosos y de corazón puroAl llegar a mi destino visualicé una hermosa mansión donde hay varios guardias custodiando la entrada a los cuales le indiqué quien soy y que necesito ver a su jefe el vampiro
Narra Elián.Estaba en mi despacho revisando unos contratos cuando uno de mis guardias me comunicó por telepatía que me busca una diosa llamada Iris.Con fastidio le ordené que la guíe, al rato él le cede el paso, ella ingresa y me mira sorprendida. ella es una mujer alta, de cabello largo rizo color chocolate el cual se le ve suave y brilloso, los ojos del mismo color del pelo, de labios no muy gruesos nariz respingada un cuerpo con curvas en donde tienen que estar tan hermosa como su nombre lo indica (arcoíris) en fin es una diosa todas son hermosas en una ocasión conocí a Artemisa quien también es sumamente hermosa.Le pregunté que la trae por estos lados y me dijo que me trae un mensaje de parte de Zeus y este es que deje de matar humanos.¡Ja! Dioses estúpidos protegiendo a lo
Narra Iris. Hecha triza llegué al cielo estrellado donde se encuentra Zeus para explicarle lo que me hizo el hijo de la luna. Tras informarle de aquel engaño del cual fui víctima él me miró con reproche aún no podía creer que yo una diosa tan disciplinada me dejara manejar por el deseo. En este caso no me podía defender con aquel dicho humano que dice que errar es de humanos porque soy una diosa. Con vergüenza salí observando como los demás dioses se reunieron para discutir las medidas que tomarán conmigo porque ahora soy una semidiosa esclava de la sangre. Estoy condenada y lo sé, pero no pienso quedarme de brazos cruzados porque no lo puedo matar de una manera lo haré de otra, aunque tenga que desistir de mi propia vida, esa bestia abominable y cruel debe morir. La culpa me corroe el alma ya no podré vivir tranquila después de lo que ese vampiro sádico me hizo hacer esa imagen de la niña a la que le quité la vida estaba en mi memoria, esa ni
200 años después, al sur de España en la manada luna creciente.— Hija ya es hora de ir a la escuela — me dijo mi madre como cada mañana.—si, madre— le respondí antes de salir de la habitación.En silencio bajé la escalera observando como mi familia estaban desayunando muy a gusto mientras mi madre sigue sirviéndoles sus desayunos a esos aprovechados.¡No soporto a las personas que se aprovechan de la amabilidad de los demás! Pensé m
Narra Iris. Al entrar a la oficina veo al director quien seguido me ve este niega con decepción. —¿tú de nuevo? — me preguntó lo mismo de siempre y ya esto se ha convertido en una rutina tanto para él como para mí. —Excúseme director, pero ya esto es insoportable, ahora la señorita me está calumniando con que he hecho cosas indebidas con una alumna—le dijo el vejestorio aparentando ser inocente, tengo ganas de patearle las bolas por cabrón y mentiroso. — Dígame usted Iris por qué acusa falsamente a su maestro —me preguntó el director. —ja!, ahora soy yo la que inventa y acusa al pobre del profesor yo solo dije lo que vi y no soy baúl de nadie para guardarme lo que veo— le respondí enfadada. —bueno no nos queda de otra que suspenderla indefinidamente, por favor informales a sus padres que se presenten acá para arreglar la situación —
Narra Elián.Tras renacer como el segundo príncipe del inframundo, no niego que he llevado una buena vida solo que antes no era un príncipe si no un Maldito rey.Iris me salió más inteligente de lo que esperaba, pero no puedo negar que eso me gusta, después de haberla tenido en mi cama no he podido dejar de pensar en esa diosa.Aún conservo todos mis recuerdos de mi vida pasada y estoy dispuesto a buscarla, pero está vez no es para lastimarla o usarla, si no para enamorarla. Me quedé prendado de esa hermosa diosa la cual ha sido la dueña de mis pensamientos durante cientos de años, he recorrido el mundo buscándola la necesito a mi lado y no pienso dejarla ir una vez que la encuentre.¡Iris será mía para la eternidad! Pensé entrando en aquel bar el cual esta ubicado en las afueras de una manada de lobos.Deseaba divertirme un rato con algun
Narrador. Mientras iris estaba disfrutando de aquel sexo sin desenfreno y sobre todo sin amor que estaba sosteniendo con Elián, David sintió un dolor fuerte que oprimió su pecho y al ver a Gary coqueteando con el barman supo que iris se encontraba desprotegida, así que sin pensarlo dos veces salió corriendo, pero al salir se llevó la decepción más grande de su existencia al ver y al escuchar como iris gemía y le pedía más y más a aquel demonio engañoso. Con tristeza los observó en el callejón oscuro que para la visión de un humano no era percibido, pero para cualquier sobrenatural era como si fuera a plena luz del día. Iris abrió los ojos de golpe al sentir las emociones de David y aunque no sabía de qué se trataba pudo ver al lobo observarla fijamente, la presencia de David la hizo sentir culpable y Elián al ver que iris había dejado de gemir y jadear sino que esta se encontraba mirando a un punto fijo se giró sabiendo que detrá
Narra iris.Gracias a la diosa que ese demonio del cual ya ni recuerdo su nombre no completó lo que empezamos ya que hoy tendría que estar corriendo como loca comprando pastillas anticonceptiva o hacerme a la idea de traer a un pequeño y tierno demonio al mundo y es que me asustó cuando él me dijo que somos pareja eso significa que con el puedo tener hijos.¡ohhque alivio! Pensé al saber que no lo volveré a ver nuevamente.ꟷbuenos d&i