Una vez que termina de darme la explicación de lo que tengo que hacer, me pide que vaya al piso veinte a hablar con el de recursos humanos y a ver el trámite de mi contrato. Entusiasmada, hago lo que me dice y me voy directo al ascensor, lista para irme a encontrar con el de recursos humanos, estoy nerviosa.
Una vez que llego con el encargado, me hace una serie de preguntas en cuestión al trabajo, pero he sido completamente honesta con él de que es mi primer empleo, que no tengo experiencia pero que estoy dispuesta a aprender todo lo que haga falta y que no me da miedo quedarme hasta tarde a limpiar las oficinas; que ese es el turno que me ha de tocar, el turno nocturno.... qué horror, pero es mejor ese ya que así me da tiempo de estudiar y hacer mi tarea. El señor me da el contrato y cuando lo termino de leer lo firmo.
—Hoy mismo inicias, recuerda, entras a las 9:00 pm, no llegues tarde.
—Está bien.
Me despido del señor y salgo de su despacho con una enorme sonrisa dibujada en mi rostro, casi dando pequeños brinquitos de felicidad me dirijo hacia el ascensor, aprieto con fuerza mi bolso, sigo sin poder creerme que me haya contratado, esto definitivamente será un alivio para mi familia.
Llego hasta la primera planta y me encuentro de frente a una joven muy hermosa, esa típica chica cliché, rubia, de ojos claros, buen cuerpo, ropa elegante pero que deja resaltar su esbelta figura, un escote generoso que deja mucho a la imaginación. Ella se hace para atrás al casi chocar conmigo.
—Disculpe, señorita.
Ella no dice nada y simplemente me hace un ligero movimiento de cabeza, indicándome que salga del ascensor, sin darle mucha importancia eso hago, miro por encima de mi hombro y veo que aprieta un botón para luego cerrarse las puertas. El sonido de mi teléfono llega a mis oídos, enseguida lo saco de mi bolso y veo que es una llamada de mi amiga.
Salgo del edificio y tomo la llamada, ella está algo enojada, de fondo escucho un alboroto y el típico sonido de un camión deteniéndose, Marian me dice que en un momento llega a la oficina, que se le hizo tarde por estar ayudando a su mamá con el lavado de ropa, se queja por unos momentos sobre que sus uñas se han arruinado y que tiene que ir con la manicura apenas tenga dinero.
Al ver que sus quejas irán para largo, decido despedirme de ella y decirle que la espero afuera, que ya he terminado con mi entrevista y he colgado la llamada. Resoplo con fuerza y miro el cielo, es verdad que no es el trabajo soñado, pero ¡No puedes decirle que no a un trabajo honrado! Prefiero esto a tener que buscar a un Suggar Daddy. La idea de que un hombre bastante mayor me toque, me da repelús.
Pasa un rato y llega mi amiga, que enseguida me toma del brazo y nos vamos a su cafetería favorita, me dijo que cuando estemos ahí le cuente como me fue. Por una extraña razón, la veo más alegre de lo normal, pero decido guardarme mis preguntas hasta que lleguemos.
Ya estando en la cafetería, pedimos algo para tomar y beber, apenas se va la mesera, mi amiga me mira con entusiasmo y una enorme sonrisa en el rostro, sus ojos miel brillan con intensidad y el brillo del sol hace que se vean más llamativos. Le cuento lo bien que me ha ido y que el de recursos humanos me dijo que hoy empiezo mi trabajo, que me dijo que, por esta única ocasión, voy a ir a las nueve para que alguien me explique cómo hacer las cosas y como usar ciertos productos de limpieza, nuestra conversación se ve interrumpida por el sonido de su celular, ella me pide que la espere unos momentos y rebusca en su bolso.
Veo que saca un teléfono nuevo de alta gama, revisa el mensaje y una pequeña risita se le escapa, luego escribe un texto demasiado rápido haciendo ese “tic tic tic” una y otra vez, luego escucho como suena la notificación que el mensaje ha sido enviado, vuelve a meter su teléfono en su bolso y me voltea a ver.
—¿De dónde sacaste el dinero para comprar ese teléfono nuevo?
—De donde más— Susurra suavemente mientras se hace un poco para delante de la mesa. —Conseguí un Suggar y me está dando mucho dinero.
—¿¡Por acostarte con él?! — Exclamo en voz baja, también acercándome a ella.
—¡No! — Dice entre risas. —Es una página en donde puedes hacer video llamadas con una persona a la vez, él te pide que hagas algo en específico, claro que después de haber depositado los honorarios.
—Entonces... ¿Tu Suggar te pide que hagas cosas por una video llamada? Es... extraño.
—El viejo tiene problemas de salud y ya no le sirve mucho para tener sexo, su mujer murió hace años y no tiene ganas de buscar otra compañera joven, así que... — Se encoge de hombros. —He aprovechado mi oportunidad.
—Pues... sabes lo que opino de eso, pero por la situación que ambas estamos pasando— Me sobo la frente con la yema de los dedos. —Yo espero no tener que recurrir a eso, quiero mantener mi dignidad intacta, pero...
—Pero si la situación lo amerita, como es mi caso... no nos queda de otra— Se desploma en su asiento. —Si mi padre no estuviera tan lastimado, creeme que no haría esto, gracias al dinero del señor, podemos costear sus medicamentos y hemos pagado la deuda que adquirió mi mamá en el hospital, no me agrada ver a un anciano verme con esos ojos, pero me tengo que aguantar si quiero ayudar a mi familia.
—Te entiendo y es terrible lo que le ocurrió a tu papá.
—Sí, esos malditos de la constructora no quisieron pagar lo del seguro, pese a que él la había renovado— Resopla con fuerza. —En fin, mi madre no se preocupa por el dinero, mi hermana va a una mejor escuela, mi padre está saliendo adelante y con lo que sobra, lo uso para mí.
Como si se le hubiera prendido el foco, Marian rebusca en su bolso algo y luego saca un trozo de papel, en ella escribe algo y luego me lo entrega, ladeo la cabeza y miro el pedazo de papel a ella y de ella al pedazo de papel, repito esto un par de veces más, tratando de entender qué significa esto.
—Tomalo, espero nunca te haga falta, pero... siempre es bueno conocer este tipo de cosas.
Tomo el pedazo de papel y noto que tiene el nombre de una página, abro los ojos de par en par y ella me explica cómo funciona la página web, me dice que debo crear una cuenta, pero antes de eso, tengo que pasar por unas cuantas preguntas, ella dice que hay varios hombres de gran poder adquisitivo y que cuando solicitan el servicio, no queda registro de quien ingreso a nuestro perfil, las conversaciones se borran enseguida y que sólo ellos pueden contactarlas de forma directa, que ellas bajo ninguna circunstancia pueden llamar al número ya que se les dará de baja de forma permanente de la página.
—Muchas medias de seguridad.—Te digo, es donde los hombres con mucho poder buscan compañía, pero no la de cualquier ramera— Hace un puchero. —Cuando mi padre salga de sus terapias, voy a darle de baja a mi perfil, no me veo haciendo esto eternamente, lo bueno es que he guardado dinero en una tarjeta.Guardo el pedazo de papel en mi bolsa, arrugándola y enterrándola entre el montón de cosas que tengo ahí, espero nunca necesitarlo, pero... “Nunca digas nunca”, dejando atrás el tema, hablamos de cosas más agradables, como que ya nos queda menos para terminar la universidad, que por fin vamos a dejar los días de instituto, sólo esperamos a que nos vaya bien a la hora de conseguir trabajo.Estuvimos por horas platicando hasta que mi madre me ha llamado, diciéndome que regrese a casa porque ya era muy tarde, menos mal que mi amiga y yo vivimos en el mismo bloque de apartamentos, nos regresamos juntas a casa.Durante las próximas semanas, el trabajo ha sido demasiado sencillo, la verdad es
Rose arquea una ceja y me mira como si fuera un bicho raro, estoy acostumbrada a ese tipo de miradas, de hecho... incluso yo creo que soy un bicho raro, pero no me importa, a estas alturas de mi vida, lo único que me importa es sacar la universidad, ayudar con los gastos de la casa y de que mi hermano no haga idioteces.El hombre enciende un cigarro y lo miro espantada, veo como algunas cenizas caen sobre la alfombra, enseguida paso mi dedo pulgar y mi dedo anular por mi lengua y corro hacia él, apagándolo enseguida ¡Hijo de su madre, es él quien deja esas quemaduras y manchas, muy difíciles de quitar u ocultar!Él me voltea a ver como si fuera a matarme, esa mirada gélida hace un perfecto contraste con sus ojos azules, trago saliva con dificultad, pero luego recuerdo las horribles manchas que quedan en la alfombra y se me pasa casi por completo el miedo. Tomo un poco de aire y le frunzo el ceño, limpiándome los dedos, cuando estos tocan la tela, me doy cuenta de que me he quemado y d
Tomo mis cosas y salgo corriendo de mi casa, doy por perdidas las primeras tres horas, voy a preguntar las tareas a uno de mis compañeros. Como siempre, parece que el autobús va más lento de lo normal, parece que lo hace a propósito, pero no es su culpa, el tráfico no ayuda en nada. Resoplo con fuerza y miro al frente, siento que hoy será el día más aburrido de mi vida.Las clases han terminado y mis maestros han dejado una espantosa pila de tareas, lo peor no es eso, lo peor es que, se acercan los exámenes y tengo que estudiar, espero que esta noche, el señor “voy a tirar miles de dólares por una alfombra” no haga mucho desastre hoy, que me urge volver temprano a casa, dormir un rato y ponerme a estudiar y hacer tarea.Estando en el trabajo, limpio lo más rápido que puedo, pero sin dejar de ser cuidadosa, no quiero que luego me vengan a reclamar que se ha roto algo o que se les perdió algo, que no tengo paciencia ni ganas de lidiar con esas tonterías. Una vez que he terminado con los
Teniendo todo listo, me desplomo sobre uno de los sillones, pongo música y me pongo a trabajar, espero que sea cosa de una vez, no quiero tener un trabajo secreto que me lleve toda la noche, si no tuviera nada que hacer, lo haría con gusto, pero las clases no ayudan en nada. Revisando unos documentos, suena una de mis canciones favoritas Sonne, esto hace que me ponga a mover la boca de forma disimulada como si estuviera cantando, lo bueno es que mi jefe está demasiado ocupado como para notar esto.Concentración, eso es lo que necesito para poder hacer mi trabajo, pero... con los padres que tengo es fácil salir de ella y como siempre, ellos son muy oportunos en ese aspecto, ya que, después de pasadas varias horas y de que he entrado en una zona de confort, mi teléfono suena, desconcentrándome por completo. Rápidamente contesto la llamada.Mi madre se escucha angustiada, le he dicho que me ofrecí a ayudar a mi jefe con unos documentos y que apenas termine con todos mis pendientes iré de
—Muy bien, entonces no aflojes el paso, te necesito preparada y que trabajes al cien.—¡Claro que sí! No voy a decepcionarlo, lo prometo.Llegamos a la primera planta, él me dice que va a traer su auto mientras yo voy a dejar mis cosas de limpieza e ir por mi bolso. Una vez que dejo todo en su lugar, corro hacia la entrada, apenas cierro la puerta detrás de mí esta hace un clic bastante curioso, trato de abrirla, pero esta no cede ni un poco, decido dejarlo e irme a la calle principal.No tarda mucho cuando un auto negro se detiene enfrente de mí, de él desciende mi jefe, que me abre la puerta del copiloto y me invita a entrar; ¿Quién lo diría? Tiene buenos modales o tal vez este agradecido de que haya accedido a ayudarle, no lo sé. En cualquier caso, me siento deslumbrada por su forma de ser. Le doy las indicaciones de mi casa y él sin problemas las sigue, parece que tiene un GPS integrado. Impresionante.Llegamos hasta el bloque de apartamentos, varias luces de la entrada están ence
—¿Sabes la vergüenza que me has hecho pasar frente a mi jefe? — Le golpeo el brazo con fuerza. —Eres de lo que no hay, Leo.Ambos miramos por encima de nuestro hombro y vemos que el auto negro arranca y se va, que vergüenza que el señor Baker haya visto esto, pero todo es culpa del baboso de Leo, en fin... a saber que pasará por su cabeza después de ver esto.—¿Estas saliendo con tu jefe? Mira, no me importa... de igual forma sigo enamorado de ti ¿Por qué estoy tan enamorado de ti, Tris?—Porque te hice un amarre— Me río entre dientes y niego con la cabeza. —No, mentira... tu no necesitas que alguien te haga un embrujo de amor, en realidad, cualquier mujer bonita te hace un amarre imaginario.—¡Claro que no! Pienso que hay mujeres hermosas, sí, pero ninguna tiene un cabello rojo como el fuego como el tuyo, ni esa hermosa mirada llena de inocencia... no.... tu eres única Tris.—Qué lindo, pero sigue siendo un no— Le reprocho entre pequeñas risas.Él se siente ofendido por mis palabras,
—Ya lo he pensado, madre— Me levanto de mi asiento y me acerco a ella, agachándome a su lado. —Por eso tardé mucho en proponerle matrimonio, sé que ella es la indicada, no te preocupes.—¡Al menos dime que se van a casar por bienes separados! — Exclama asustada y llena de angustia.—Si madre, bienes separados, tranquila— Río entre dientes.Su rostro recupera los colores ya que, al ver mi negativa de detener mi matrimonio se puso pálida, sé que parece que a mi madre lo único que le importa es el dinero, pero teniendo en cuenta todo lo que tuvieron que pasar para poder levantar su imperio desde abajo, no me impresiona y nosotros, como sus hijos, es nuestro deber mantenerlo próspero y si es posible, hacerlo más fuerte.—Madre... ¿De verdad te preocupa que ella no sea la indicada o es el dinero? No te enojes, pero me gustaría saber, en caso hipotético de que lo nuestro no funcione y te trajera otra mujer ¿Dirías lo mismo?—Te lo he dicho, algo en ella no me cuadra... siento que oculta alg
—¿Quién eres y que quieres? — Pregunto con brusquedad y enojo.—Tranquilo señor Baker, quiero demostrarle que soy alguien de confianza, soy un gran admirador de su trabajo y también quiero que sepa que estoy aquí para cuidarle la espalda.—Supongo que tienes algo muy interesante que decirme como para llamarme a altas horas de la noche e interrumpir mi trabajo, así que te escucho.—En efecto, en estos momentos estoy enviando unos archivos a su computadora junto con algunos audios, revíselos con cuidado y cuando termine, vuelta a tomar el teléfono, le espero.Estoy por increpar al tipo, pero en eso, la notificación de que me ha llegado un correo llega a mis oídos, enseguida me giro al monitor y empiezo a revisar todo lo que me ha mandado. Abro los ojos de par en par al ver que son fotos de mi prometida con otro hombre que conozco a la perfección, es Barón Burgos, un hombre sin oficio ni beneficio, todo un hijo de mamá y papá. Sigo revisando las otras fotos y veo que están tomados de las