—¡No! —chilló Alenka mientras lleno de harina sus mejillas—. ¡Voy a vengarme, mamma!

Corrí por la cocina evitándola, pero el traidor de Colton me carga sin dejarme ir para que mi hija me llene toda la cara de harina mientras se ríe malvadamente.

—¡Traidor!

Doy un manotazo a Colton provocando una risa masculina.

Es la primera vez que noto lo mucho que se parece Cold a Aaron y eso me hace fruncir el ceño pero no le doy demasiada importancia.

—¡Huele delicioso aquí, pero está hecho un desastre todo! —exclamó Teressa mirando la cocina.

—No te preocupes, voy a encargarme de todo, las galletas están a punto de salir.

—Ya lo veo, tu madre es una experta repostera Alenka.

Mi niña sonríe aún más, orgullosa, mientras asiente con la cabeza, noto en ella un gesto de Aaron.

—Las hicimos juntas, ahora sé hacerla sola, mi mamma es la mejor.

—Siempre necesitas un supervisor, amor. Pero eres la mejor asistente que he tenido.

Ella frunce el ceño bufando.

—Sí, mamma.

No dudo en atraerla a mis brazos