—¿Deberíamos decirle a Alenka sobre el nuevo bebé? —le pregunté entrando a casa y él me sonrió.

—Mañana lo haremos juntos. Ahora debes descansar, afortunadamente no pasó nada malo con el bebé pero debemos cuidarte, me encargaré de eso.

Arqueé una ceja divertida mirándolo.

—¿Serás mi enfermero personal?

—Todo lo que quieras lo tendrás.

—Mm, voy a amar verte desnudo trayéndome las vitaminas —coqueteé y él se rió roncamente.

Mis manos están alrededor de su cuello mientras que me lleva cargada de forma nupcial a nuestra habitación.

—Mañana llegará un regalo para ti, aunque no sé si deba retrasarlo.

—¿Regalo? ¿Qué regalo? ¡No lo retrases!

—Ya lo verás, es una sorpresa.

—¡¿Qué es?! ¡No seas malo Aaron, dime!

Él negó con la cabeza acostándome sobre la cama.

—Mañana lo verás.

*

Alenka me despertó dándome besos en la mejilla.

—Mamma, papà nos trajo un regalo, despierta…

—Vale, primero voy a lavarme los dientes, espérame.

Después de asearme la impaciente Alenka me guio hasta su padre quien ense