AARONSolo hay un nombre que se repetía en mi cabeza mientras me recuperaba.Eleri.No podía dejar de pensarla incluso en medio de la bruma dolorosa.Después de que el hijo de perra de Demetrio me disparara en la cabeza, Sage me llevó al hospital sin decirle a nadie.Por meses estuve en coma y solo el primo de mi mujer sabía mi paradero.Cuando desperté pensé en ella, en mis hijas.—¡¿Dónde está Eleri?!Esa fue la primera pregunta que hice.Sage me lo contó todo.Ella pensaba que yo estaba muerto y casi lo estaba en realidad, lo supe una vez que la doctora dio au veredicto.—La bala está aún en tu cabeza. No podemos hacer nada para sacarla sin arriesgarnos a que mueras.—¿Hay alguna esperanza?La doctora pareció tensa antes de negar con la cabeza.—Es una cirugía muy difícil y podrías morir en ella si algún médico quisiera llevarla a cabo.—Puedo vivir con esta bala en la cabeza.—No lo sé con exactitud. En algunos casos podrías vivir, pero a veces podrías... morir en cualquier moment
ELERI—¡¿Dime dónde está?!Las lágrimas caen de mi rostro si poder evitarlo.Stephen me mira dudoso, incómodo.Pero lo único que me importa ahora mismo es Aaron.Tengo que estar con él.El pensamiento cruel se repite en mi cabeza.Él no puede morir, no puedo perderlo otra vez.—Eleri...—¡Dímelo!Cuando lo hace no me importa correr a por mis llaves pero Colton me intercepta cuidándome como siempre.Al parecer acaba de escuchar nuestra conversación.—Si quieres ir yo te llevaré. No dejaré que conduzcas así.Él sabía que nadie me podía apartar de Aaron ahora.Yo asiento sin ganas de discutir porque lo único que quiero hacer es verlo a él.La angustia golpea mi pecho dolorosamente.—Asia...—Yo cuidaré a los niños. No te preocupes.Asentí una vez más mientras Colton y yo nos dirigimos a su auto.El alcohol que había bebido desaparece de mis venas como por arte de magia dejando paso a la racionalidad pero sin apartar el cruel dolor.—Eleri, yo...—No tienes que decir nada Colton, sé que te
Aaron me llevó a casa y dormimos abrazados después de un nuevo maratón de sexo ansiando recuperar el tiempo perdido.Cuando el sol estaba saliendo me escabullí de la habitación para hacer algunas llamadas.Volveríamos a Boston.Me había ido con mis hijas porque vivir en la casa de Aaron solo traía más recuerdos dolorosos pero ahora he contactado al mejor médico para él.Ha accedido a hacer su cirugía... solo faltará que Aaron acepte.Hay tantas posibilidades que tengo esperanza, solo no puedo dejar que él note este sentimiento porque sé que se sentirá culpable.Cuando vuelvo a la habitación no estoy lista para encontrar y nuestras gemelas cuchicheando en el pasillo.No sé cómo decirles a nuestras hijas sobre Aaron y eso es lo más difícil de todo.—¿Qué hacen despiertas tan temprano?Ambas jadean asustadas ante mi voz y luego se giran a mirarme.—Mamma, Alannah quiere que vayamos a la pista de hielo hoy.Miro a mis dos preciosas chicas suspirando aliviada porque no hubieran entrado en l
Mientras miraba la pulsera que Aaron nos había dado a las cuatro como regalo, mis pensamientos volaron a la situación que estaba por venir.Estos días han sido los más felices pero también los más angustiantes.No dejo de pensar en Aaron, en lo que nos depara el futuro.—¿Me acompañas al carrusel, papi?La voz dulce de Alessia hace que los mire a ambos.Aaron la carga en sus brazos mientras que las gemelas lo siguen sonriendo ampliamente.—Todo saldrá bien Eli, Aaron saldrá bien de la operación.Asia aprieta mi muñeca con suavidad ocasionando que la mirara antes de suspirar.—Cada vez que los veo juntos no puedo evitar pensar que quizás Aaron tenía razón al no querer decirnos que estaba vivo. Si a Aaron llega a pasarles algo... —detengo mis palabras con un nudo en la garganta antes de continuar —. No sé qué voy a hacer, no sé cómo podría consolar a las niñas mientras que yo me muero por dentro, Asia.Ella me abrazó suavemente.—Lo sé. Pero no le pasará nada. Deberías saberlo mejor, Aa
Estoy temblando de miedo mientras que él parece tan impasible como siempre.Sus ojos grises se clavan en mí como si penetrara mis pensamientos.Aaron me tiende la mano y yo no dudo en tomar la suya.—Estás temblando.Trato de sonreír pero solo aparece una mueca en mis labios.—Te amo.Veo como su mandíbula se tensa.Aaron lleva mi mano hacia sus labios dejando un beso suave sin abandonar mi mirada.Quiero llorar de la ansiedad aunque no me lo permito.En mi cabeza me repito una y otra vez que debo ser fuerte.—Yo también te amo, amore mio. Ojalá no te hubiera puesto en esta situación.—No digas eso. Siempre quiero estar contigo Aaron. Y siempre lo estaremos —digo con determinación.Él está a punto de decirme algo pero la doctora hace su aparición junto con Jessie quien también estará ahí dentro.—Es hora de entrar a cirugía.Ambos asentimos pero no queremos separarnos del otro.—Te amo —repite Aaron mientras se lo llevan y yo le digo las mismas palabras.Colton me abraza con suavidad d
Las luces parpadeaban frente a los ojos de la mujer joven mientras que escuchaba gritos y voces masculinas.—¿P-papá?Cada parte de su cuerpo dolía, no sabía qué estaba pasando.Una lágrima escapó de sus ojos evocando frente a ella la perfecta cara masculina que tanto había añorado y ahora parecía borrosa.¿Era un sueño o él realmente estaba ahí?—¿Viniste por mí...?Nadie pudo entender su balbuceo, ella alzó su mano para tocar su rostro, aunque fuera por última vez, lo había echado tanto de menos, pero de repente todo se volvió oscuridad.—¡El ritmo cardíaco se está incrementando! —señaló la doctora alarmada.Aquella chica joven que parecía antes haber sido sumamente hermosa se debatía entre la vida y la muerte sin tener ni idea de lo que a su alrededor se estaba moviendo con su accidente.Ella junto a un hombre mayor acababan de ser ingresados al hospital por causa de un accidente automovilístico.—Está a punto de...—Necesitamos estabilizarla.El médico colocó con suma rapidez el d
Alguien había donado la sangre, como por arte de magia.El médico sabía que todo se debía a esos matones.Ellos prácticamente controlaban el mundo y por primera vez agradeció que fuera así, porque estaba seguro que esa joven habría muerto.—¡Ella está muy delicada, señor! No puede ser trasladada, hay muchos riesgos de hacerlo.—El caso es que tienes que hacer que eso ocurra. Mi faccio capire? La trasladaremos sin inconvenientes y serás su médico hasta que se ponga bien. Haz una lista con todo lo que necesites para tratarla fuera del hospital, lo más rápido posible.La amenaza implícita estaba ahí, el médico tembló pero terminó preparando todo para el traslado.Solo le quedaba esperar que nada malo le sucediera a la muchacha porque aquella situación cada vez se ponía peor.—Es peligroso doctor, apenas esa mujer salió de cirugía , no puede dar la orden de traslado —protestó la doctora que lo había ayudado desde el principio cuando el médico habló del traslado.—Yo me haré responsable —f
—¿Estás con esos hombres de negro? —preguntó recordando vagamente a los hombres que habían estado en la habitación.Acababa de recordar que no era la primera vez que despertaba, pero sí la primera vez que se mantenía lúcida.Eleri sintió como su corazón latía cada vez más rápido y el miedo la azotaba.Esperaba la respuesta de aquel hombre intimidante pero él se mantenía en silencio, con los ojos tan gélidos clavados en ella como si pudiera ver su interior.—¿Quién eres tú?Había algo en ese hombre que hacía que su piel se erizara.Enseguida ella se sobresaltó al verlo dar un paso más cerca de ella.Asustada tiró de la colcha de la cama para cubrirse casi por completo y él se detuvo enseguida frunciendo el ceño.—¿Dónde está mi padre? ¿Dónde estoy?Las preguntas salieron de su boca con rapidez pero el Diablo simplemente gruñó por lo bajo de manera amenazante.Todo aquello le parecía ridículo.“Quiere jugar conmigo.”Pensaba él furioso.—Estás irritándome, mujer. Eso no me gusta.Ella s