Ha pasado un par de semanas y las cosas no han cambiado demasiado.Por lo menos estoy feliz porque Alannah ahora es más abierta a sus emociones, sin embargo, le cuesta.Estoy apoyándola en todo el proceso pero lo único que quiero es que mis niñas sean felices.—¿Realmente confirmaste la muerte de Jade, Gael? —Si señora, la madre de ese niño fue asesinada por Demetrio. Aprieto los dientes furiosa por lo que hizo ese maniático.El pobre Dashen necesita un hogar y me gustaría dárselo. No es como si me molestara que estuviera aquí con las niñas. Alannah lo considera ciertamente como su hermano.Sin embargo, sé donde necesitan y quieren darle todo ese amor.Sé que Asia se encargará de él.Ya lo ama, de hecho, no puede separarse de él.Stephen también quiere al niño, sé que serán unos padres extraordinarios.—Gracias Gael.El hombre asiente antes de retirarse mientras que yo dejo salir un suspiro de mis labios.No tardo mucho tiempo estando sola.Jessie llega sentándose frente a mí arquea
—¿Piénsas que dejaré que bailes con otros malditos hombres así? —su gruñido provoco que mi corazón salte pero trato de que mi cara se mantenga impasible.—¿Por qué no? A penas te conozco, no eres nadie para mí.Miento descaradamente a la espera de cualquier cosa que tenga para decirme.Veo como su mandíbula se tensa y sus ojos parecen cada vez más fríos.Sin que me lo espere hace que entre a un lugar elegante donde solo estamos los dos.Velns toma mi cintura alzándola como si yo fuera demasiado ligera antes de sentarme sobre un escritorio y colarse entre mis piernas.Mi respiración se entrecorta cuando él aprieta con su mano grande mi mandíbula ocasionando que lo mire.—¿No soy nadie para ti? Soy el maldito hombre que te folló duro en el almacén.Yo muevo mi cabeza deshaciéndome de su agarre fulminándolo con la mirada, a pesar de que estoy disfrutando cada segundo de esta atracción fatal entre ambos.Me encojo en hombros como aburrida de su conversación pero lo que quiero hacer es rom
Empujo su pecho con fuerza apartándolo y golpeo este irrepetibles veces.Aaron no hace nada.Incluso parece vulnerable, tan roto como yo.Pero no volverá a engañarme.—¡Eres un hijo de puta!Me deja descargarme contra él al mismo tiempo que sigo llorando como una estúpida.—¡Si querías dejarme por esa perra solo tenías que decírmelo!Él intercepta mis puños esta vez mirándome con la mandíbula desencajada.—¡Jamás te dejaría, ni por ella, ni por nadie!—¡¿Entonces por qué nos dejaste?! ¡¿Por qué te fuiste estos tres años sino fue por Doretta?!Él se mantiene en silencio, más tenso de lo que estaba antes.Me suelto de su agarre ahora demasiado cansada.Me abrazo a mí misma viendo a los chicos en silencio detrás de él antes de clavar la mirada en Aaron otra vez.—Habla —demandé.Pero él no lo hace.Se queda en ese silencio tan doloroso que termina de acabarme.Asiento con la cabeza.—Esta bien, si quieres que sea así, entonces déjame en paz. No te necesité estos tres años, mucho menos te
AARONSolo hay un nombre que se repetía en mi cabeza mientras me recuperaba.Eleri.No podía dejar de pensarla incluso en medio de la bruma dolorosa.Después de que el hijo de perra de Demetrio me disparara en la cabeza, Sage me llevó al hospital sin decirle a nadie.Por meses estuve en coma y solo el primo de mi mujer sabía mi paradero.Cuando desperté pensé en ella, en mis hijas.—¡¿Dónde está Eleri?!Esa fue la primera pregunta que hice.Sage me lo contó todo.Ella pensaba que yo estaba muerto y casi lo estaba en realidad, lo supe una vez que la doctora dio au veredicto.—La bala está aún en tu cabeza. No podemos hacer nada para sacarla sin arriesgarnos a que mueras.—¿Hay alguna esperanza?La doctora pareció tensa antes de negar con la cabeza.—Es una cirugía muy difícil y podrías morir en ella si algún médico quisiera llevarla a cabo.—Puedo vivir con esta bala en la cabeza.—No lo sé con exactitud. En algunos casos podrías vivir, pero a veces podrías... morir en cualquier moment
ELERI—¡¿Dime dónde está?!Las lágrimas caen de mi rostro si poder evitarlo.Stephen me mira dudoso, incómodo.Pero lo único que me importa ahora mismo es Aaron.Tengo que estar con él.El pensamiento cruel se repite en mi cabeza.Él no puede morir, no puedo perderlo otra vez.—Eleri...—¡Dímelo!Cuando lo hace no me importa correr a por mis llaves pero Colton me intercepta cuidándome como siempre.Al parecer acaba de escuchar nuestra conversación.—Si quieres ir yo te llevaré. No dejaré que conduzcas así.Él sabía que nadie me podía apartar de Aaron ahora.Yo asiento sin ganas de discutir porque lo único que quiero hacer es verlo a él.La angustia golpea mi pecho dolorosamente.—Asia...—Yo cuidaré a los niños. No te preocupes.Asentí una vez más mientras Colton y yo nos dirigimos a su auto.El alcohol que había bebido desaparece de mis venas como por arte de magia dejando paso a la racionalidad pero sin apartar el cruel dolor.—Eleri, yo...—No tienes que decir nada Colton, sé que te
Aaron me llevó a casa y dormimos abrazados después de un nuevo maratón de sexo ansiando recuperar el tiempo perdido.Cuando el sol estaba saliendo me escabullí de la habitación para hacer algunas llamadas.Volveríamos a Boston.Me había ido con mis hijas porque vivir en la casa de Aaron solo traía más recuerdos dolorosos pero ahora he contactado al mejor médico para él.Ha accedido a hacer su cirugía... solo faltará que Aaron acepte.Hay tantas posibilidades que tengo esperanza, solo no puedo dejar que él note este sentimiento porque sé que se sentirá culpable.Cuando vuelvo a la habitación no estoy lista para encontrar y nuestras gemelas cuchicheando en el pasillo.No sé cómo decirles a nuestras hijas sobre Aaron y eso es lo más difícil de todo.—¿Qué hacen despiertas tan temprano?Ambas jadean asustadas ante mi voz y luego se giran a mirarme.—Mamma, Alannah quiere que vayamos a la pista de hielo hoy.Miro a mis dos preciosas chicas suspirando aliviada porque no hubieran entrado en l
Mientras miraba la pulsera que Aaron nos había dado a las cuatro como regalo, mis pensamientos volaron a la situación que estaba por venir.Estos días han sido los más felices pero también los más angustiantes.No dejo de pensar en Aaron, en lo que nos depara el futuro.—¿Me acompañas al carrusel, papi?La voz dulce de Alessia hace que los mire a ambos.Aaron la carga en sus brazos mientras que las gemelas lo siguen sonriendo ampliamente.—Todo saldrá bien Eli, Aaron saldrá bien de la operación.Asia aprieta mi muñeca con suavidad ocasionando que la mirara antes de suspirar.—Cada vez que los veo juntos no puedo evitar pensar que quizás Aaron tenía razón al no querer decirnos que estaba vivo. Si a Aaron llega a pasarles algo... —detengo mis palabras con un nudo en la garganta antes de continuar —. No sé qué voy a hacer, no sé cómo podría consolar a las niñas mientras que yo me muero por dentro, Asia.Ella me abrazó suavemente.—Lo sé. Pero no le pasará nada. Deberías saberlo mejor, Aa
Estoy temblando de miedo mientras que él parece tan impasible como siempre.Sus ojos grises se clavan en mí como si penetrara mis pensamientos.Aaron me tiende la mano y yo no dudo en tomar la suya.—Estás temblando.Trato de sonreír pero solo aparece una mueca en mis labios.—Te amo.Veo como su mandíbula se tensa.Aaron lleva mi mano hacia sus labios dejando un beso suave sin abandonar mi mirada.Quiero llorar de la ansiedad aunque no me lo permito.En mi cabeza me repito una y otra vez que debo ser fuerte.—Yo también te amo, amore mio. Ojalá no te hubiera puesto en esta situación.—No digas eso. Siempre quiero estar contigo Aaron. Y siempre lo estaremos —digo con determinación.Él está a punto de decirme algo pero la doctora hace su aparición junto con Jessie quien también estará ahí dentro.—Es hora de entrar a cirugía.Ambos asentimos pero no queremos separarnos del otro.—Te amo —repite Aaron mientras se lo llevan y yo le digo las mismas palabras.Colton me abraza con suavidad d