Entonces me froto contra él deseándolo con una urgencia psicótica.Él corresponde mediante un gruñido bestial que es ahogado por mi lengua.La rabia es reemplazada por la lujuria cruda, sin sentido.Me someto a los instintos más bajos que un ser humano pueda tener ardiendo en su interior.No he follado en tres años pero nunca en este tiempo había sentido esta necesidad animal por hacerlo.Con urgencia me quité las botas y los incómodos pantalones antes de que su brazo musculoso rodea mi cintura cargándome. Cerré mis piernas a su alrededor de inmediato sintiendo su fuerza.Él es más musculoso que Aaron pero ambos poseían la misma altura, el mismo aura salvaje y perfectamente masculino.No sé en qué momento se había bajado los pantalones pero lo había hecho, con su pulgar aparta mis bragas hacia un lado y justo ahora lo tengo alineando su polla contra la costura de mi coño e inevitablemente gimo arqueando mi cabeza hacia atrás al sentirlo latiendo contra mi clítoris.—Fóllame ahora —dema
—Es tan parecida a Alenka y a la vez tan diferente —murmura Jessica sacándome de mis pensamientos.Dejo de mirar a mis niñas jugando junto a Dashen para prestarle atención a mi amiga.—Lo sé. La psicóloga acaba de empezar a trabajar con ellos después del trauma que Demetrio les hizo. Alennah no sabe cómo sonreír si no es por medio de una orden. Al parecer Dashen lo pasó mucho peor a pesar de ser el hijo biológico de Demetrio, por ser niño él lo lastimaba, deberías ver su espalda.El odio que siento por Demetrio no es normal.—Maldito hijo de perra. ¿Cómo era capaz de esa mierda?Yo tomo mi refresco encogiéndome en hombros no queriendo pensar en él.Suficiente tengo atormentada estos días por los pensamientos de culpas sobre lo que Alannah había pasado y no solo eso.Sino también por la duda de que Aaron estuviera vivo.¿Qué posibilidades habían de que él todo este tiempo hubiera estado mintiéndome?¿De verdad era él o realmente enloquecí de lo mucho que lo extraño?—Pasa algo más, te
Ha pasado un par de semanas y las cosas no han cambiado demasiado.Por lo menos estoy feliz porque Alannah ahora es más abierta a sus emociones, sin embargo, le cuesta.Estoy apoyándola en todo el proceso pero lo único que quiero es que mis niñas sean felices.—¿Realmente confirmaste la muerte de Jade, Gael? —Si señora, la madre de ese niño fue asesinada por Demetrio. Aprieto los dientes furiosa por lo que hizo ese maniático.El pobre Dashen necesita un hogar y me gustaría dárselo. No es como si me molestara que estuviera aquí con las niñas. Alannah lo considera ciertamente como su hermano.Sin embargo, sé donde necesitan y quieren darle todo ese amor.Sé que Asia se encargará de él.Ya lo ama, de hecho, no puede separarse de él.Stephen también quiere al niño, sé que serán unos padres extraordinarios.—Gracias Gael.El hombre asiente antes de retirarse mientras que yo dejo salir un suspiro de mis labios.No tardo mucho tiempo estando sola.Jessie llega sentándose frente a mí arquea
—¿Piénsas que dejaré que bailes con otros malditos hombres así? —su gruñido provoco que mi corazón salte pero trato de que mi cara se mantenga impasible.—¿Por qué no? A penas te conozco, no eres nadie para mí.Miento descaradamente a la espera de cualquier cosa que tenga para decirme.Veo como su mandíbula se tensa y sus ojos parecen cada vez más fríos.Sin que me lo espere hace que entre a un lugar elegante donde solo estamos los dos.Velns toma mi cintura alzándola como si yo fuera demasiado ligera antes de sentarme sobre un escritorio y colarse entre mis piernas.Mi respiración se entrecorta cuando él aprieta con su mano grande mi mandíbula ocasionando que lo mire.—¿No soy nadie para ti? Soy el maldito hombre que te folló duro en el almacén.Yo muevo mi cabeza deshaciéndome de su agarre fulminándolo con la mirada, a pesar de que estoy disfrutando cada segundo de esta atracción fatal entre ambos.Me encojo en hombros como aburrida de su conversación pero lo que quiero hacer es rom
Empujo su pecho con fuerza apartándolo y golpeo este irrepetibles veces.Aaron no hace nada.Incluso parece vulnerable, tan roto como yo.Pero no volverá a engañarme.—¡Eres un hijo de puta!Me deja descargarme contra él al mismo tiempo que sigo llorando como una estúpida.—¡Si querías dejarme por esa perra solo tenías que decírmelo!Él intercepta mis puños esta vez mirándome con la mandíbula desencajada.—¡Jamás te dejaría, ni por ella, ni por nadie!—¡¿Entonces por qué nos dejaste?! ¡¿Por qué te fuiste estos tres años sino fue por Doretta?!Él se mantiene en silencio, más tenso de lo que estaba antes.Me suelto de su agarre ahora demasiado cansada.Me abrazo a mí misma viendo a los chicos en silencio detrás de él antes de clavar la mirada en Aaron otra vez.—Habla —demandé.Pero él no lo hace.Se queda en ese silencio tan doloroso que termina de acabarme.Asiento con la cabeza.—Esta bien, si quieres que sea así, entonces déjame en paz. No te necesité estos tres años, mucho menos te
AARONSolo hay un nombre que se repetía en mi cabeza mientras me recuperaba.Eleri.No podía dejar de pensarla incluso en medio de la bruma dolorosa.Después de que el hijo de perra de Demetrio me disparara en la cabeza, Sage me llevó al hospital sin decirle a nadie.Por meses estuve en coma y solo el primo de mi mujer sabía mi paradero.Cuando desperté pensé en ella, en mis hijas.—¡¿Dónde está Eleri?!Esa fue la primera pregunta que hice.Sage me lo contó todo.Ella pensaba que yo estaba muerto y casi lo estaba en realidad, lo supe una vez que la doctora dio au veredicto.—La bala está aún en tu cabeza. No podemos hacer nada para sacarla sin arriesgarnos a que mueras.—¿Hay alguna esperanza?La doctora pareció tensa antes de negar con la cabeza.—Es una cirugía muy difícil y podrías morir en ella si algún médico quisiera llevarla a cabo.—Puedo vivir con esta bala en la cabeza.—No lo sé con exactitud. En algunos casos podrías vivir, pero a veces podrías... morir en cualquier moment
ELERI—¡¿Dime dónde está?!Las lágrimas caen de mi rostro si poder evitarlo.Stephen me mira dudoso, incómodo.Pero lo único que me importa ahora mismo es Aaron.Tengo que estar con él.El pensamiento cruel se repite en mi cabeza.Él no puede morir, no puedo perderlo otra vez.—Eleri...—¡Dímelo!Cuando lo hace no me importa correr a por mis llaves pero Colton me intercepta cuidándome como siempre.Al parecer acaba de escuchar nuestra conversación.—Si quieres ir yo te llevaré. No dejaré que conduzcas así.Él sabía que nadie me podía apartar de Aaron ahora.Yo asiento sin ganas de discutir porque lo único que quiero hacer es verlo a él.La angustia golpea mi pecho dolorosamente.—Asia...—Yo cuidaré a los niños. No te preocupes.Asentí una vez más mientras Colton y yo nos dirigimos a su auto.El alcohol que había bebido desaparece de mis venas como por arte de magia dejando paso a la racionalidad pero sin apartar el cruel dolor.—Eleri, yo...—No tienes que decir nada Colton, sé que te
Aaron me llevó a casa y dormimos abrazados después de un nuevo maratón de sexo ansiando recuperar el tiempo perdido.Cuando el sol estaba saliendo me escabullí de la habitación para hacer algunas llamadas.Volveríamos a Boston.Me había ido con mis hijas porque vivir en la casa de Aaron solo traía más recuerdos dolorosos pero ahora he contactado al mejor médico para él.Ha accedido a hacer su cirugía... solo faltará que Aaron acepte.Hay tantas posibilidades que tengo esperanza, solo no puedo dejar que él note este sentimiento porque sé que se sentirá culpable.Cuando vuelvo a la habitación no estoy lista para encontrar y nuestras gemelas cuchicheando en el pasillo.No sé cómo decirles a nuestras hijas sobre Aaron y eso es lo más difícil de todo.—¿Qué hacen despiertas tan temprano?Ambas jadean asustadas ante mi voz y luego se giran a mirarme.—Mamma, Alannah quiere que vayamos a la pista de hielo hoy.Miro a mis dos preciosas chicas suspirando aliviada porque no hubieran entrado en l