CAPITULO 43

Ana

Santorini, Grecia

6 meses después…

Tal lejos veía ahora toda mi desgracia. Kilómetros atrás quedó mi vida, mi pasado y lo que creí estaría en mi futuro. Aquel hombre que amé con tanta pasión, con tanta vehemencia, tomó todo de mí dejándome sin nada más que ofrecer.

El agua embravecida chocaba con las rocas más abajo y podía admirar el paisaje sereno desde aquella altura. Absorbí con ganas aquel aroma salino que me brindaba ese lugar y respiré tranquila, aplacando mi ansiedad.

Atrás quedaron los días en que las lágrimas no dejaban de aflorar ni un solo instante del día ni la noche. Mi vida para entonces estaba carente de emociones, de sentimientos y llena de nada. Me sentía seca, muerta por dentro como si el otoño hubiera arrancado

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP