—Quieres morir… —susurro con una voz carrasposa desnudo de torso para arriba, mientras su aliento caliente acariciando mi piel. Solo estaba a unos centímetros de mí.—¿Eso es lo que quieres hacer? —inquirí sintiendo como golpeaba con fuerza mi corazón.—No sabes dónde te has metido…—¿En la boca del lobo? — indiqué jocosa, pero por dentro una ola de nervios me mantenía a la expectativa.—No bromeó, Ángela… vete, ahora.—No quiero.—¡Tú no decides esto! Tiene que irte ahora mismo antes de que te haga daño. Estoy… estoy intentando controlarlo y cada vez se me hace más difícil. No me lo hagas más difícil…—Yo no te tengo miedo… y si piensas que estoy aquí por tu estado… es que tal vez no me conoces lo suficiente. Además… lo veo en tus ojos, eres tú Matt. —Indique alzando mi mano hasta su mejilla… me miro a los ojos y poco a poco se tiñeron de sangre.—Tú lo has querido… —propino jalando mi mano de repente, provocando que pegara un chillido, poso mi brazo con agilidad detrás de mi espalda
—¡Abre la maldita puerta! —propino de nuevo Berenice pateando la puerta.—¡matt, que esperas ábrele ya! —propine al ver que se había quedado en shock.—¿que…? em… si tienes razón. —le mire con desagrado y el soltó con rapidez.—espera, y tu… que quieres hacer. —dijo vistiéndose con rapidez.—¿cómo que quiero hacer? —propine enojada con la situación y de paso con él, por no ser mucho más fácil. Pero en resumidas cuentas yo había venido aquí por mis propias decisiones. Me levante enojada conmigo misma y él indico.—¡espera! Porque estás enojada… yo no sabía que vendría, no es mi culpa —indico interfiriendo en mi camino para tomarme de los provocando que le mirara.—Si, matt… tu jamás nunca sabes nada.—y que quieres que haga, para mi esto tampoco es fácil.—Sabes que quiero que hagas, que termines con una mujer que claramente no soportas ni tu mismo, deja de mentirle y de mentirte a ti —increpe apuntándole con mi dedeo en su pecho —aparto la mirada soltando un fuerte suspiro.—No es tan
Que corra la sangre….—¿Te has quedado a gusto con lo que has hecho? Ni siquiera te importo lo que he estado haciendo todo este tiempo… ¡entonces porque joderme ahora!—¡Porque es una Hackett! Cógete a la que te de la gana, pero no voy a aceptar que traiciones a nuestra raza, con una homicida… ¿has olvidado lo que nos han hecho?—¡¿que nos han hecho, Berenice…?! No habías ni nacido cuando toda esta guerra empezó. Lo único que conozco en esa manada es odio y a su propia gente y sangre inocente derramada. Si mi padre fuera un buen líder, un buen alfa… se preocuparía por la vidas de su gente, no las podría en peligro. ¿Porque no lo puedes entender Berenice? No esta bien lo que hacen… ¿no estas cansada de vivir una vida así?—Prefiero ser leal a mi gente que un traidor cobarde como tú. ¡Debiste haber aceptado el ritual con tu padre y volverte alfa… viviríamos juntos en la manada como era debido, pero tu me decepcionaste y para colmo te fuiste deseando que yo fuera tras de ti… eres una ver
Rechazo—¡Claramente, esa era una chica a la que conocías, Daniel, pretendes que me haga la tonta y finja! —Increpe siguiéndolo de cerca, buscando su rostro que escondía mientras nos dirigíamos a nuestra habitación de hotel.—Sería mucho pedir que hicieras eso entonces, ser prudente es digno de una buena novia. —Dijo con una leve sonrisa de medio lado, burlándose de mi inteligencia.—¡Deja de burlarte de mí! Eres un mentiroso manipulador — tapé mi boca con rapidez sorprendida de mí, extraño arrebato, yo jamás había insultado a nadie, ni siquiera estando molesta. Detuvo sus pasos, se giró hacia mí con una expresión de ira, acercándose rápidas zancadas.—¡Te parece poco todo lo que he sacrificado! Obligándome a casarme con la cerda andante de los Hacket, tú sabes lo que supuso eso a mí, reputación familiar, todo el mundo se burla de mí —aparte mi mirada con dolor al escuchar sus palabras —¿Querías sinceridad? Pues a
Pervertido—Buen día, señorita Ángela —dijo la señora Rotermaller deslumbrándome al abrir las cortinas, me queje con molestia poniendo mis ojos en blanco para taparme con la sabana. —Ya es casi medio día, hoy tiene clases de piano a la 1. Su madre la ha apuntado a clases de spinning. También me aviso que no quiere que vuelva a faltar al desayuno —indico jalando mi cobija para sacarme de la cama, me revolví con enojo levantándome, era una batalla que no iba a ganar.—Voy al baño, bajaré en 30 minutos. —indique con pesadez mientras arrastraba mis pies.—Como usted ordene, señorita.¿En serio? Clases de pilates, no me estaba muriendo en una máquina corredora por hipertensión desde hace más de un año, para ella era tan fácil como ahora decidir algo nuevo para mí con tan solo el chasquido de sus dedos sin siquiera preguntarme si eso era lo que quería hacer, ya no sabía cuántas veces había seguido los deseos de mi madre solo por buscar su aceptación, cuando llegue al salón kara estaba senta
No captas mis coqueteos PARTE 1¿Qué es esto? ¿Y dónde se mete? Empecé a trastear con curiosidad aquella máquina de ejercicio cambiando y nivelando las pesas, creo que ya empezaba a entenderla, si aprendía cómo funcionaba, tal vez la usara como recompensa por mi esfuerzo. Sonriente tome otra de las pesas, retirando el sudor de mi frente, sin aviso escuche a alguien decir.—Qué buenas magdalenas estoy viendo… —pegue un buen salto girándome con rapidez para posar mis manos sobre en mi trasero. Acaso acababa de mirarme el trasero, su sonrisa fue lo primero que capto mi atención, sus dientes blancos relucieron sobre los voluptuosos labios. Le pego un mordisco a su magdalena y entonces supe que se había referido eso, agazape mi mirada, sintiéndome tonta, por supuesto Ángela, que esperabas… un hombre como él no insinuaría nada sobre ti. Apreté entre mi puño el sobresaliente de mi pantalón.—Ey… ¿Helloooo? Tierra llamando a la luna, ¿estás aquí? —Le miré de nuevo, saliendo de mí ensimismo, c
No captas mis coqueteos parte 2Matt me sentó de nuevo donde estaba con Galaxy hace tan solo unos segundos sosteniendo a un mi mano entre la suya, mis nervios estaban a flor de piel como si una brisa erizara mi piel dándome un fuerte escalofrío, le mire de reojo mientras ignoraba sus dichosas miradas intensas. Cansada ya de su insístete sonrisa pregunté.—¿Qué? Porque me mira así.—Porque me divierte tu nerviosa actitud. Hubieras visto tu cara cuando te dije que le haría el amor a tu mano.—No estoy nerviosa, soy cuidadosa con los extraños que es diferente.—Prometo cuidarte y hacerlo con mucho cuidado —dijo levantando su mano en una solemne promesa mientras sonreía alegre por las tonterías de doble sentido que soltaba. —¿Y por qué tendría que confiar en alguien como voz? —increpe soltando mi mano de nuevo de sus manos. —Lo único que has hecho es molestarme y burlarte de mí, nada profesional de su parte si trabaja aquí —increpe mirándolo mal levantándome.—Okey, tienes razón, me he c
Como no me di cuenta«—Digámosle que tenemos que ir a otro lugar.—Tú crees que se lo crea.—Lo que crea o no, no es de nuestro problema. No aguanto que nos vea con ella ni un minuto más. ¿Has visto su aspecto? Da mucha vergüenza.—Si no fuera porque es una Hakett, te juro que ni le hablaba, son tan diferentes entre kara y ella. —Soltaron unas carcajadas entre ellas. Cuando de repente Abrí la puerta del baño provocando que dejaran de reír asustadas, me acerqué hasta el lavabo fregando mis manos mientras el silencio reinaba en el baño. Las miré y dije.—Oye Angela solo estamos bromeando, así que no lo tomes en cuenta.—No necesitan quedarse conmigo si querían quedar bien, así que precinto de ustedes… ya pueden irse. —Seque mis manos con una toallita cuando una de las chicas propino.—¿Qué? pero quien te crees que eres marrana. —Increpo tomando mi mano para que la mirara, con expresión seria la observe mientras la presión en mi mano crecía bajo su puño, con una sonrisa mordaz.—Crees qu