Capítulo 27
FlashbackLuego de la boda, las cosas siguieron igual entre Nick y yo. Él continuaba con su pequeño "problema", lo cual lo mantenía frustrado y de mal humor la mayor cantidad de tiempo. Yo me concentré en la salud de mi padre. Traté de que padeciera lo menos posible de su terrible enfermedad, viajábamos mucho y recorrimos muchos lugares y visitamos infinidad de médicos. El día en el que falleció, sentí que el último eslabón de estabilidad emocional se me escapaba con él.
Nick mostró sus verdaderas garras cuando me encontró tan desamparada.
—Vas a complacerme como sea, perrita —me decía lastimándome el cuero cabelludo de tanto que tironeaba de mis cabellos moviendo mi cabeza.
—No, Nick. Por favor —rogaba inundada en llanto. Pero nunca escuchó. Me echaba la culpa de todo lo que le
KatherineEl miedo atroz que se apoderó de mi en esos momentos que viví en el evento me deja exhausta. El vehículo avanza y permanecemos silenciosamente en el interior durante el trayecto lo que resta del viaje. Trato de pensar con la cabeza fría pero me es imposible. Menos aún con la imponente presencia de Mikael a mi lado, del cual he logrado desprenderme de su gran mano que un rato antes me sostenía. Por una extraña razón, me siento avergonzada ante él. Repentinamente vienen a mi mente los hechos ocurridos en el estacionamiento.¿Por qué ese hombre me buscaba? Porque estoy segura que lo hacía.—Escuché que hablaba por teléfono con Nick. —logro decirle cuando este recuerdo acude repentinamente.—Maldito infeliz —refunfuña el ruso quien no ha dejado de mirar por la ventanilla para evitar mirarme.—No entiendo
Capítulo 29MikaelCon John nos quedamos hasta la madrugada tratando de armar un sistema efectivo para la protección de Katherine. Habíamos creado un sistema de palabras claves y estrategias como la de instalar más cámaras y un sistema de rastreo que nos permitiera siempre saber donde estaba ella. Esto en realidad no es algo nuevo, he redoblado la seguridad al día siguiente de encontrarla en mi baño a punto de cometer una locura. Ella no sería capaz de hacer algo así a menos de que se sintiera lo suficientemente acorralada. Sabía que algo estaba muy mal y me había reunido antes que ella llegara aquel día con Marie a mi despacho.Katherine no daba más de sueño. Sus bostezos la delataban. Ya no soportaba apreciar sus pezones marcados en la sudadera que se había puesto sin sostén y extendía sus brazos cada vez que abría grande la boca. Pude ver que para John esto tampoco pasó desapercibido. Maldije internamente que ella causara todo eso en nosotros, simples mortales. La mandé a dormir y
KatherineUna nueva semana inicia y con ella, el de retomar el trabajo. Me sorprende no encontrar a Mikael el lunes a primera hora, él y yo viajamos juntos hasta la oficina cada mañana por lo que desayuno ligeramente y decido abordar un taxi para llegar a horario.Pareciera ser que mi jefecito está más rancio que nunca. Hasta la hora del almuerzo no he parado de hacer notas, reorganizar su agenda y posponer citas. Cuando mi estómago empieza a gruñir recién me percato de que está por pasar la hora del almuerzo por lo que bajo rápidamente al café más cercano al que casi todos los empleados asistimos. Me acerco al mostrador para pedir una ensalada liviana y un jugo de frutas. Cuando estoy por sentarme en una mesita alejada a las demás, recordando las indicaciones del musculoso de John como parte del protocolo cuando estoy en un lugar público, mis ojos chocan con una pareja que parece estar muy a gusto. "Mikael". Parece ser que está muy concentrado en lo que la rubia está diciendo porque
Capítulo 31Mikael"Primera etapa del tratamiento""Consiste en un acercamiento al paciente por parte del intermediario. Su conducta debe dejar entrever que desea algo más profundo que la relación que guardan actualmente. Debe mostrar interés por un acercamiento físico. Esto permitirá dilucidar hasta que grado afectó el trauma al desarrollo normal de relaciones personales y/o sexuales."Leo un montón de veces el artículo que me envió Marie. En estos momentos me arrepiento de haber aceptado aunque si funciona, la vida de Katherine mejorará visiblemente."Todo sea porque pueda llevar una vida plena en un futuro", me repito mientras termino de acomodar mi moño en el cuello frente al espejo.Tengo la cena de gala benéfica como cada año. Y siempre acudo solo. Sin embargo, voy a usarlo como trampolín para iniciar con esta primera etapa, la cual he planeado quisquillosamente mas no es factible de que tenga ciertas fallas o que se desvíe del objetivo principal. Al tratarse de relaciones human
Capítulo 32KatherineMis labios queman. Los restos de su saliva han quedado adheridos en la fina piel que recubre mis labios. No puedo dejar las cosas así, tengo que hablar con él a pesar de que no quiera, no me atreva..."tengo que explicarle", me digo y tomo fuerzas de no se donde para dirigirme a su habitación, en la que ha ingresado dando un feroz portazo que hizo temblar hasta a los techos.A pesar que no quiere verme y dice querer estar solo me abre la puerta al cabo de un rato de insistir. Sus ojos ya no fijan la mirada, ha bebido más y continúa haciéndolo. No sé que ha pasado para que él actúe así.Luego que me se queda mudo sin expresar nada más decido que voy a dejarlo solo. Me preocupa un poco la manera en que está bebiendo pero es un hombre grande y supongo que no necesita a una especie de madre que le esté diciendo que hacer.No puedo dejar de pensar en sus besos, en la forma en que lo hizo, en la erección que rozó apenas mi cuerpo cuando quiso evitarlo y no pudo. Su mane
MikaelDeseo quitarme la cabeza y patearla bien lejos. Me pasé con la bebida. Soy duro para beber pero esta vez reconozco que me he pasado de la raya. Estaba realmente confundido. Ella está rompiendo mi equilibrio...nuevamente. —¡Maldición! —grito rabioso tirando lo primero que encuentro. Luego me percato que ella podría haber escuchado el ruido y lo que menos quiero en estos precisos momentos es enfrentarme con ella. Siento la tensión como una cuerda de guitarra que está a punto de romperse. La jaqueca de mierda que me jode la vida desde el día del accidente en el que mi padre falleció y mi hermano se convirtió en discapacitado aparece en los momentos menos pensados.Tengo que quitarme la maldita tensión. Me duele la entrepierna por la sangre que se ha acumulado allí durante tanto tiempo y no se ha descargado. No estoy en la pubertad así que no tengo porque complacerme a mí mismo. Eso lo dejo para un mocoso de quince. Soy un hombre con necesidades. Si bien debo confesar que me he m
Capítulo 34Relator omniscienteSegunda etapa del tratamiento"Una vez de que el primer acercamiento se produce, hay que procurar avanzar utilizando nuevas estrategias: coqueteo, caricias, hacer sentir que la otra persona puede confiar en alguien para que pueda abrirse. Esto permitirá saber hasta que profundidad se encuentra el trauma y sopesar posibles estrategias para avanzar a la siguiente etapa".El hombre cierra el libro. No le queda muy claro en lo que debe hacer. Ya va a ser hora de la cita con la psicóloga, aprovechará para quitarse las dudas que lo invaden. No está tan seguro de continuar con esto, puede desbordarse como las aguas de un furioso río y el tema es lidiar luego con las consecuencias.Marie está preparada para atender a su siguiente cita. Conoce a Mikael hace años, comenzó las terapias con ella cuando su padre y hermano tuvieron el accidente que mató a uno y dejó postrado al otro. Tuvo que lidiar muchos meses para que saliera del hoyo profundo en el que se encontr
Mikael"Puta madre", me repito mil veces. ¿Por qué tenía que venir Melisa a interrumpir? Estoy por explotar, he quedado incendiado luego de mi acercamiento a Katherine.—Ahí estás —dice Melisa señalándome con un dedo. Su maquillaje está corrido y su cabello alborotado.—¿Qué tienes, Melisa? ¿Cómo vienes en ese estado a mi casa a estas horas? —pregunto enfadado con ella por lo que está haciendo con su vida. Y es que esa mujer no se resigna. Entre ella y yo nunca habrá nada. Ella siempre lo supo y nunca la engañé. Si le permití trabajar a mi lado fue pura y exclusivamente porque me suplicó y me prometió que jamás mezclaría las cosas. Y aquí está, armando un escándalo en la sala de mi casa. Quise evitar que Katherine estuviera pero llega justo detrás de mí y parece ser que nuestros cuerpos gritan: "estoy caliente" porque ella dirige primero su mirada a uno y luego al otro.—Así los quería encontrar a ambos. Los dos son unos malditos mentirosos —dice elevando la voz y yo solo quiero arras