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Capítulo 3: Club de motociclistas

Llevaba casi tres meses saliendo oficialmente con Demian "Hades" White, cuatro meses desde que lo conocí, y casi cinco desde que vivía en California.

Mis padres aún no sabían que tenía a un caliente motero siendo mi novio, y no sabía cuándo dejaría de ser una gallina para confesárselos.

Estos meses a lado de mi hombre, (porque si, era solamente mío), habían sido asombrosos, me trataba como a una reina, respetaba mis decisiones y me daba mi espacio. Siempre estaba al pendiente de mí, me recogía después de clases todos los días sin excepción y me dejaba a una calle del edificio donde vivía y no se iba hasta asegurarse que estaba segura dentro de él.

Sus mensajes deseándome dulces sueños eran lo último que veía, y me despertaba con sus buenos deseos para el día. Era tan lindo cuando se lo proponía, aunque no todo era de rosas, ya habíamos peleado varias veces por los celos, Demian era malditamente celoso y posesivo con todo espécimen del género masculino que se me acercara. Yo le decía que era un paranoico a lo que él solo me besaba con pasión hasta hacerme temblar las piernas y decirme que no iba a dejar a cualquier idiota acercarse a su mujer.

Yo estaba completamente enamorada de él, y no me importa que las personas digan que no puedes amar a alguien en tan poco tiempo, porque yo ya lo hacía, Demian White había entrado a mi vida para robarme el corazón, y sabía que nunca amaría a nadie más como lo amaba a él. Se había convertido en un pilar muy importante para mí, y no podía más que temer el momento en que le dijera que había acabado mi año de intercambio y que tenía que regresarme a Rusia a lado de mis padres para tomar mi lugar como la heredera de la gran petrolera Kozlov's Inc.

Así como aún no le decía a mis padres de Demian, no le había dicho a mi caliente y atractivo novio que era la hija de uno de los hombres más ricos de toda Rusia, me sentía culpable por esa mentira, pero me daba miedo que cuando se enterara se alejará de mi o me tratará diferente. Así que en compensación por mi falta de respuestas acerca de porque no le decía a mi familia acerca de nuestra relación, (algo que también causaba que discutiéramos de vez en cuando), nunca le exigía una explicación acerca de todos los asuntos del club de moteros del que era Vicepresidente, por más que me muriera de curiosidad, me quedaba callada para no verme como una hipócrita pidiendo respuestas que yo no estaba dispuesta dar.

Demian me había llevado a la casa club desde nuestra primera cita, donde me presento a todos sus conocidos por su nombre carretera, no fue hasta varias semanas después que nos convertimos en pareja oficialmente que me gane el derecho a saber sus nombres reales y los datos generales del club.

Por ejemplo.

Un club de motociclistas era como un pequeño gobierno, donde, el que estaba a cargo era el Presidente o Prez como le decían todos, era él quien tomaba la mayoría de las decisiones acerca de los "asuntos" del club.

El Prez tenía a varios delegados de importancia que lo ayudaban a supervisar esos asuntos, estaba el Jefe de Ruta, el Tesorero, el Sargento de Armas, el Oficial de Inteligencia, el Ejecutor, y el Vicepresidente o VP. Mi Demian era el VP, su padre era el Prez y su tatarabuelo había sido el Prez y uno de los fundadores del club.

Dentro del club había varias categorías, estaban los hombres comunes que eran llamados miembros, y los aspirantes a ser miembros que se llamaban prospectos. Cuando uno de los miembros decidía sentar cabeza y formar una familia, en lugar de casarse daban sus letras a la mujer que elegían, y estas pasaban a ser llamadas Viejas Damas o VD. Dar sus letras significaba que la chica o mujer trajera un chaleco de cuero con el logo y el nombre del club mientras que decía "Propiedad de..." y el nombre del miembro o hermano con el que estuviera, esta era la idea del matrimonio que ellos tenía.

No habían muchas VD en el club, ya que los hermanos preferían solo noches de sexo sin compromiso y sin atarse a nadie, y para eso estaban las culos dulces, básicamente eran zorras que se acostaban con cualquier hermano que se les pusiera en frente esperando y deseando que alguno les de sus letras. Atendían el bar del club entre otras cosas y a cambio de eso tenían un lugar para dormir dentro de la casa club.

Siempre que iba ellas me aniquilaban con la mirada y yo me aseguraba de mantener a MI hombre bien lejos de sus garras de gatas en celo.

Conocí al padre de mi novio en la noche en la que nos convertimos en pareja oficial, Adam Zeus Black, era idéntico a Demian, o más bien, Demian era idéntico a él, la única diferencia es que mi suegro, (era raro llamarlo así), tenía claramente más edad que su hijo, y sus brazos estaban libres de tinta. También me enteré de que su madre era un culo dulce y que los había abandonado cuando Demian nació.

Perra.

Había aprendido tantas cosas acerca de este mundo del cual ni siquiera enterada de su existencia, y eso que aún no sabía a ciencia cierta qué demonios significaba ser parte del club y a que se dedicaban.

Sabía que eran dueños de varios negocios en la ciudad, varios clubs, bares, he incluso talleres mecánicos, pero un sexto sentido me decía que eso no era todo. Aún con toda la curiosidad del mundo no me había atrevido a preguntarle mi novio más acerca de sus asuntos, aparte de que dudaba de que me contestara.

Pues si una cosa me había quedado en claro, es que el club es una familia, y a la familia no se le traiciona, cosa que Demian haría si me revelará este tipo de información.

Solo esperaba que los secretos que ambos nos teníamos no terminaran por destruir nuestra relación.

Pues ya no sabía lo que era vivir sin mi caliente motero.

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