Dulce engaño Dorian Dimitrakis, es un hombre tranquilo enfocado en su carrera, nunca había sentido la chispa del amor verdadero hasta que conoce a Sony Scott. Sony, madre soltera con un hijo encantador, pensaba que su maternidad la alejaría del romance, pero la vida le tenía preparada una sorpresa. Dorian se enamora profundamente de Sony desde el momento en que la conoce. Sin embargo, temeroso de asustarla, decide urdir un plan: hacer pasar a su sobrina como su propia hija para acercarse a ella. Pero como dice el refrán, las mentiras tienen patas cortas, y Dorian está en constante angustia por la reacción de Sony cuando descubra la verdad. Sony, por otro lado, al conocer a Dorian un padre soltero amable y atractivo, decide darle una oportunidad al amor y se propone conquistarlo a pesar de su escepticismo anterior. La química entre ellos es innegable, y la valentía de Sony al enfrentar sus miedos amorosos es conmovedora, sin embargo, hay otro secreto que no se han dicho ¿Qué pasar
Sony Scott.Mi madre suspiró del otro lado de la línea.“Está bien, Sony, no le diré nada, pero tienes que enfrentar esto en algún momento, no puedes estar huyendo para siempre” me reprendió, pero yo ya había colgado.No podía pensar en eso ahora, tenía que mantener a Elijah a salvo y protegerlo de cualquier cosa que pudiera dañarlo. Miré a mi hijo, quien estaba emocionado por la barquilla y aún le faltaba un cuarto para terminar de comérsela, inocente de todo lo que pasaba.Me llevé la mano a la frente, tratando de encontrar una salida, sabía que estaba pidiéndole mucho a mi madre, sobre todo porque no era yo su persona favorita, no me había perdonado nunca lo ocurrido.Deseché esos pensamientos porque de nada me serviría ahondar en el pasado, de lo que estaba segura, es que no podía permitir que ese hombre descubriera mi paradero. Decidí irme en un autobús, cuando nos sentamos, yo aún trataba de controlar mi ansiedad. Miré a mi hijo, quien me sonrió y acercó su cabeza a mi pecho.—
Sony ScottCuando vi su mensaje, me sorprendí, ¿Será que se equivocó? No pude evitar enviarle un mensaje diciéndole que se había equivocado, y esperé nerviosa su respuesta, cuando me respondió que no se había equivocado, contuve el grito de mi garganta.Quizás había enloquecido, pero nunca en mis veinticinco años me había sentido tan cautivada por un hombre, él era distinguido, tierno, caballero, atractivo, todo lo que había imaginado de mi príncipe azul.Sin poder contenerme envié un mensaje, un muñequito lanzando un beso entre dos corazones, no sé si estaba pasándome de atrevida, pero era mi forma de decirle que me gustaba mucho.Esperé su respuesta, pero pasaron los minutos se hizo una hora y no me respondió.—¡Idiota! ¿Para qué me envías corazoncitos, si no vas a responder los míos? —dije con un gruñido y lancé el celular a un lado.Mi hijo entró, me vio protestando y frunció el ceño.—Mami ¿Qué te ocurre? ¿Por qué estás tan molesta? —le pregunté.—¡Por nada! Espero que tú no vay
Dorian Dimitrakis. Y antes de que yo pudiera responder, Elijah se levantó de donde estaba sentado y se acercó a su madre abrazándola por la cintura.—¡Mamá! ¿Estabas espiándonos? Eso no está bien, tú siempre me dices que es malo escuchar las conversaciones ajenas y el señor Dorian y yo estábamos hablando cosas de hombres, que las chicas no entienden mamá, y tú eres una chica, además, ¿No deberías estar durmiendo? —preguntó Elijah y ella se sonrió, se inclinó un poco y besó su frente.—Pues no fue intencional, me levanté porque el delicioso olor a comida me despertó, vine a probar eso que huele tan rico —respondió y el pequeño se sonrió travieso.—La comida la hizo el señor Dorian, aunque él dijo que no lo había preparado tan rico como tú, así que prepárate por si sabe mal, te puedes tapar la nariz, para que no sientas el sabor.—Si ustedes me permiten, les puedo servir y así pueden comprobar mis dotes culinarios —le dije guiñándole el ojo a Sony y ella se puso visiblemente sonrojada.
Sony ScottDespués que vi su rostro con las pastas guindadas como si fueran serpientes, me arrepentí y salí corriendo sin siquiera mirar atrás, no sé por qué diablos había hecho eso, no tenía justificación para haberlo atacado de esa manera.Bajé por las escaleras y corrí a todo lo que me daban mis piernas, mientras el corazón bombeaba de manera acelerada, no soportaba la mentira, él tuvo oportunidad de decirme la verdad y no lo hizo y eso era lo que más me molestaba “Tú también estás diciendo una mentira”, me recriminó mi conciencia y aunque me sentí incómoda, la refuté.—¡No es lo mismo! En mi caso no tengo otra opción, yo debo asegurar la integridad, y el silencio de la persona a quien le confíe esa verdad, porque si no pondría en peligro la vida de mi hijo —expresé en voz alta.No sé cuántos pisos había bajado, pero me detuve cuando me sentí cansada, mi cuerpo comenzó a temblar y las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas.Quizás a cualquiera le parecería exagerada mi reacci
Sony Scott—Yo… lo siento, no conozco a la persona que está buscando —expresé un tanto nerviosa, mintiéndole, lo sentí dudar unos segundos.—¿Está segura? Porque te pareces demasiado a ella, y me dijeron que podía conseguirla aquí, ella tiene un hijo de aproximadamente ocho años —expresó mirándome fijamente, me recorrió de pies a cabeza, como si estuviera desnudándome con la mirada y con una expresión de deseo dibujada en su rostro.Su modo de verme me hizo molestar y lo miré de manera retadora.—¿Por qué me ves así? —espeté furiosa—, lo mejor será que se vaya ¿Acaso no entendió mis palabras? Le acabo de decir que no sé quién es esa persona, así que por favor deje de molestarme, si sigue insistiendo llamaré a la policía —le contesté, y él me miró con detenimiento.Por un momento pensé que no se iría, pero para mí alivio, se alejó un poco de mí.—No se preocupe, si entendí —dijo finalmente y caminó de regreso hacia la escalera.Cuando se marchó, abrí y cerré la puerta corriendo, pero el
Dorian Dimitrakis.Estuve en la reunión de trabajo, pero sencillamente no podía quitarme la inquietud con Sony, aunque la acababa de ver, tenía una necesidad inexplicable de verla, así que, dejando a todos sorprendidos por mi decisión, di por terminada la reunión.—Lo siento, pero vamos a aplazar esta reunión para mañana a las dos de la tarde, es que necesito resolver un asunto antes —expresé con determinación.Mis palabras lograron sorprender a los ejecutivos, porque yo no era de quienes aplazaban reuniones, e incluso me caracterizaba porque las reuniones que realizaba muchas veces se llevaban hasta más de doce horas, sin embargo, en ese momento sentía la necesidad de ir donde Sony.Sin pérdida de tiempo recogí mis cosas, pero cuando caminaba al ascensor me interceptó Lizzy.—Señor Dimitrakis, necesito hablar con usted… pedirle disculpas por haber sido grosera la otra vez —me dijo, pero no tenía tiempo para eso y a decir verdad no me interesaba.—Lizzy, si te soy sincero, ni siquiera
Dorian Dimitrakis Madre de Dios, ¿Cuándo los niños empezaron a ser tan sabios? ¿Será que hoy día nacen así?, me pregunté nervioso, creo que si hubiese estado con un adulto no me habría puesto de esa manera. Me tomó unos segundos recuperarme de la sorpresa, para explicarle al pequeño que no era necesario casarnos para vivir juntos, cuando intervino Sony.—Hijo, no necesitamos casarnos para vivir juntos —dijo, tratando de explicarle de la manera más sencilla posible.Él parecía pensativo por un momento, antes de asentir con la cabeza en comprensión.—Ah, ya entiendo. Pero deberían casarse, porque yo los veo a los dos babeando uno por otro y los vi besándose y los amigos no se besan en la boca. Y en las películas los que están enamorados siempre se casan antes de vivir juntos —respondió él con sinceridad.Sony miró a Elijah con ternura y acarició sus cabellos, iba a explicarle, y yo hice un gesto con la mano para que se detuviera.—Permíteme explicarle. Elijah ven conmigo —le tomé la ma