La oscuridad estaba alumbrada por el fuego que poco a poco iba consumiendo los desechos y residuos a su alrededor.
—En serio ustedes no quieren que lo llame —hablo ella lanzando la colilla de cigarro al suelo y se acercó —, esto se va a poner feo si él llega.
El cazador escupió en su cara.
—No vamos a hablar con una aberración de la naturaleza como tú —respondió el sujeto con los ojos casi saliéndose de sus órbitas—, jamás hablaré con una mujer loba, eres un engendro de satanás.
Concetta se limpió la cara y después en un movimiento rápido le pateó la cabeza.
El cazador que estaba arrodillado y amarrado cayó hacia atrás maldiciendo de dolor. Sus compañeros que estaban en igual condiciones empezaron a insultarla.
Concetta camino alrededor de ellos con las manos en su cintura como jarras.
Miraba a su alrededor, aquel almacén abandonado. Había encontrado a los cazadores en el momento justo en el estaban quemando los cuerpos de algunos hombres lobos de una pequeña manada.
Sus hombres intentaban recoger los restos para identificar los cuerpos.
—¿Me llamaste?
El semidemonio apareció a su vista.
Concetta se asustó por su sorpresiva visita, no pensó que llegaría a aparecer. Ya que en el reino era un día importante. Su traje de gala daba fe de eso.
—Aun no me acostumbró a tus súbitas apariciones —saludo Concetta—. Maldito el día que el hechicero les enseño a hacerlo solos.
—Es bastante útil, me ahorra varias horas de viaje en avión —dijo él mirando a su alrededor, después viendo a los cazadores que habían quedado estupefactos a su aparición—. ¿No quieren hablar?
Concetta negó con la cabeza.
—¿Cuántos cuerpos fueron ahora?
—Son catorce—habló Concetta con la voz inundada de ira—, tres niños incluidos, una manada pequeña y en formación.
—¿También les sacaron los corazones?
Concetta asintió.
El semidemonio chasqueó con la boca.
—Bien —se acercó a los cazadores con las manos en sus bolsillos—. No tengo mucho tiempo, tengo una boda a la cual asistir, se supone que debo estar parado al lado del novio en menos de una hora.
—¡Mátanos de una vez! —exclamó uno de los cazadores—. No importa lo que hagas mocoso, nada hará que rompamos nuestro juramento.
Bael sonrió brevemente y sus ojos se volvieron de color rojo.
—Yo no estaría tan seguro.
Apareció en su habitación del palacio justo en el momento en que su gemela entraba corriendo a ésta, por un instante pensó que le gritaría, pero esta fue directamente al baño, arrodillándose ante el retrete y vomitando.
Bael puso los ojos en blanco.
—Esto es horrible —habló Gabriela limpiándose la boca con papel—. Genial, tendré que retocar mi maquillaje otra vez.
Bael se apoyó en el marco de la puerta de su baño.
—¿No tienes un baño en tu habitación donde vomitar?
—Tu habitación estaba más cerca, no llegaba a la mía —habló Gabriela antes de tener arcadas y vomitar de nuevo, Bael puso cara de disgusto—. ¿Ya te dije que odio esto?
—Muchas veces.
—Y apenas ha empezado hace unos días, no creo que pueda soportarlo más —Gabriela recién reparó en su hermano—. ¿Por qué carajo estás bañado en sangre y restos humanos?
Bael suspiro sacándose el saco del traje y lanzándolo al suelo.
Gabriela volvió a vomitar cuando vio un dedo arrancado de alguien caer junto a la ropa teñida de rojo de Bael.
—Tuve que ayudar en algo, era urgente —le contó Bael quitándose la camisa y el cinturón del pantalón—, otra manada asesinada.
—Mierda, pensé que por ser semidemonio no tendría estos síntomas del horror —se quejó Gabriela limpiándose las lágrimas—. Ya no me gusta nada.
—Deberías abrir la boca de una vez y contarles a todos sobre esto —habló Bael desnudándose por completo y metiéndose a la ducha—. Así tal vez mi tío Dylan o mi tía Lauren podrían darte alguna medicina, mi querida sobrina seguramente necesita que tomes vitaminas o algo así.
—Bael tiene razón, deberías ser revisada por algún médico —habló Estefan apareciendo con una infusión de menta caliente—. Leí en internet que es bueno para las náuseas. Mi querido “sobrino” debe ser un hermoso feto de dos meses ahora, deberías tener algún chequeo médico.
—¡Es que no tienen habitaciones propias en este enorme palacio! —gruñó Bael hablando en alto por el sonido del agua cayendo sobre él.
Gabriela volvió a tener arcadas, Estefan dejó la infusión en un mueble y fue rápidamente a sujetar el cabello de Gabriela y acariciarle la espalda.
Su embarazo parecía tener menos de dos meses y se había enterado hace una semana. Sucedió cuando estaba entrenando con su hermano y primo. De pronto se sintió mareada y cayó en picada hacia el suelo, ya que los tres estaban volando.
Bael pudo sujetarla a tiempo. Su gemelo y primo pudieron detectar el cambio súbito de olor. Sorpresivamente olía como una embarazada.
Los tres fueron al departamento de soltero de Bael. Estefan fue por más de veinte diferentes pruebas de embarazo de distintas marcas. Aunque el olor y los síntomas de Gabriela eran evidentes.
Cuando dio positivo a todas las pruebas, estuvieron en estado de shock, los tres rieron por un rato y después los tres lloraron desconsoladamente. Bael y Estefan empezaron a discutir sobre el sexo del bebé, apostaron sobre eso y después se pusieron a discutir quien sería el padrino del bebé.
Gabriela decidió que el que ganara la apuesta sería el padrino y que debían jurar guardar el secreto hasta que ella estuviera lista para contarle a Jose y a su familia.
Es especial para su papá, ella quería ver el rostro de Alan al enterarse que sería abuelo por primera vez.
—No necesito que se preocupen por mi —espeto Gabriela cerrando la tapa del retrete para hacer pasar el agua.
—¿Y quién se está preocupando por ti insensata? —respondió Estefan—, me preocupo de mi sobrino.
—¡Sobrina! —le corrigió Bael aun bañándose.
—Necesito el momento ideal para decirle a Jose —habló ella—, apenas me he enterado yo y lo estoy procesando.
—Jose ya está más para ser abuelo que padre —se burló Estefan.
Gabriela le lanzó un manotazo.
—No podrás ocultar tu olor por mucho tiempo y cualquiera que agudice su oído podría escuchar los latidos pequeños de mi ahijada —dijo Bael saliendo de la ducha sujetando una toalla para enrollarla alrededor de su cintura—. No sé de qué tanto te preocupas, todos se pondrán realmente felices, mi papá llorara más que Estefan.
Bael salió del baño para cambiarse junto a Gabriela siendo sujetada por Estefan.
—¿Y a quien has torturado hoy? —preguntó Estefan mientras le hacía tomar la infusión de menta a Gabriela—. ¿De quién es la sangre con quien has manchado tus deshonradas manos?
Bael gruño colocándose loción para tapar el olor a sangre que seguía persistente en él a pesar de sacarlo todo con agua y jabón.
—Otra vez cazadores eliminando manadas prematuras —explicó Bael cambiándose.
—¿Los que sacan corazones? —Estefan frunció el ceño
Bael asintió.
—Es para magia oscura —dijo Gabriela un poco más calmada—, de los libros que robé de mi tío Dylan, dice que los corazones de los licántropos sirven para distintos rituales y pócimas, pero todo lo que tenga que ver con corazones sacados involuntariamente es magia maligna.
—Voy a necesitar que me des esos libros, tal vez la manera en cómo los sacan me indique porque quieren esos corazones —hablo Bael haciendo un nudo de su corbata frente al espejo—. Debemos detenerlos, hoy le hicieron esto a niños.
Gabriela y Estefan cambiaron su semblante, su gemela llevó instintivamente sus manos a su vientre.
—Deberías tomarte un tapa olor tú también —habló Gabriela—, aun siento el hedor de la sangre en ti. Me vas a provocar más náuseas.
Bael asintió.
—¿De verdad te vas a dejar la barba? —preguntó Estefan—. Ahora oficialmente, eres el retrato de mi tío Alan.
Bael puso los ojos en blanco y miró su reflejo, una barba incipiente estaba sobre su rostro. Hace unas semanas estuvo en una misión y no había tenido tiempo para afeitarse por días. Al final le gusto el resultado y tomó la decisión de dejarse crecer un poco la barba, se dio cuenta que le daba más carácter a su rostro, lo hacía ver algo mayor y distinguido.
Cuando terminó de arreglarse, tomar el tapa olor y esperar que Gabriela se retocara el maquillaje por enésima vez ese día. Los tres semidemonios se encaminaron al jardín principal donde en ese momento estaba aconteciendo una boda esperada por toda la élite de los hombres lobos.
Muchos invitados se abrían camino ante la visión de los tres príncipes caminando juntos.
Los tres tenían la reputación de ser particularmente impacientes, poco sociables y algo violentos.
Las mayores armas de la corona, una amenaza andante de lo que te esperaría si vas en contra de la familia real.
—¿Dónde se metieron? —Joon se acercó a ellos—. Den gracias de que la novia parece haber tenido un problema con su peinado y se va a demorar un poco más.
Estefan atrajo a su esposo y lo besó con esmero. Causando algunas exclamaciones sorpresivas a su alrededor por su falta de decoro al demostrar tales demostraciones de afecto al público.
—A ustedes siempre les encanta hacer espectáculos ¿cierto? —se burló Bael.
—Si siguen así, mi padre aparecerá y les gritará en público —siguió Gabriela—. Ustedes no quieren eso, lo se.
Estefan se separó de su esposo. Joon estaba sonrojado y con los labios hinchados.
—Aguafiestas —sonrió Estefan.
—Eres… —Joon se aclaró la garganta—. Por la diosa luna Estefan.
—¿Qué decías de la novia? —Gabriela intentó sacar de su burbuja a los dos tortolitos, porque una vez que empezaban, no había cómo pararlos—. ¿Que la está retrasando?
—Algo así me dijeron, el novio ya está esperando en su lugar —habló Joon de pronto recordándolo—. ¡Deberíamos estar a su lado por eso estaba buscándolos!
—Entonces iré con la novia, se supone que soy su dama de honor —hablo Gabriela separándose de su hermano—, mi tío Dylan me gritara histérico por separarme de ella.
Los cuatro se separaron, Gabriela como dijo se fue donde la novia, se supone que como dama de honor tenía que entrar primero con las demás damas de honor en la caminata al altar.
Estefan, Bael y Joon se dirigieron al altar para tomar sus lugares al lado del novio.
—Por la diosa luna ¿Dónde demonios estaban? —exclamó Theo.
—¡Ya estamos aquí! —gruño Estefan—, fui a buscar a Bael, fue el tardón aquí.
Bael miró con reproche a Estefan.
—Liam amigo ¿estás bien? —pregunto Joon—, te ves tan pálido.
—Si ya no quieres casarte con Teodoro solo pestañea dos veces —susurro Estefan—, haré aparecer una tormenta y lo arruinaré todo.
—No digas tonterías —Liam miro con el ceño fruncido a Estefan—, solo estoy preocupado ¿y si se ha retrasado porque no quiere casarse conmigo? ¿y si ya no me ama?
—Ay ya cállate —Bael sonrió—, han estado viviendo prácticamente como casados desde hace años, se adoran y son mates, seguramente alguien derramó algo en su vestido o algo así, no desesperes.
—¿Y se puede saber dónde estuvieron ustedes? —Liam los miro aun pálido—. Se desaparecieron buen rato, son los peores primos del mundo.
—Bael estuvo matando cazadores —habló Estefan.
Bael le dio un golpe rápido pero contundente.
—¿Los sacacorazones? —hablo Theo poniéndose entre los dos antes de que se agarraran a golpes.
—Si, pero no es momento para hablar de eso —Bael señaló hacia adelante, su tío Dylan entraba para ponerse al lado de su tío Matt—, esa es la señal de que ya vienen.
Liam casi se sintió desmayar cuando la marcha nupcial empezó. Su corazón empezó a latir muy rápido y su boca se secó.
Diana y Juliette entraron primero esparciendo pétalos de rosas en el suelo, después de algunos segundos ingresó Liana con un pequeño ramo de flores. Su prima ya no era una niña en lo absoluto, aquel vestido de dama sacaba a relucir toda la belleza de la joven, el mismo Jaime también palideció al ver a su hermosa hija. La siguió Odette con una gran sonrisa y reteniendo las lágrimas de emoción. Taylor se veía despampanante y le guiño el ojo a Theo cuando iban acercándose. La belleza de Gabriela no sorprendía en lo absoluto, pareciera que la belleza de ella no desvariaba sin importar que se pusiera.
Aunque Liam noto que su prima se veía algo enfermiza.
Las damas de honor se fueron posicionándose en su lugar y de pronto apareció la novia del brazo de Jose.
Entonces Liam quedó anonadado con la visión de su amada.
Leia apareció como si fuera un ángel, aquel pavoroso y elegante vestido blanco con algunos destellos dorados provocando que Liam casi cayera de rodillas.
No podía creer la suerte que tenía. Era el hombre más afortunado del mundo, casarse con esa mujer era el mayor premio de todos.
Al igual que Rosali que ya lloraba intentando detenerse, las lágrimas de entusiasmo no pudieron detenerse en sus ojos. Liam se limpió una que otra lágrima y la espero ansioso.
Cuando Leia llegó a él, creyó haber escuchado algo decir a Jose. Seguramente dijo algo, pero Liam estaba paralizado viendo los hermosos ojos de Leia, perdiéndose en ellos.
Sintió un patadón.
Escucho las risas.
—Oye idiota —susurro Estefan detrás de él —, reacciona o tendré que seguir el plan de la tormenta.
Liam se acercó a Leia, le beso cada mano y los dos se posicionaron en el altar para que empiece la ceremonia.
—Mi… mi bebé —Rosali se limpiaba las lágrimas mientras Oliver le besaba la cien y la abrazaba para calmarla —. Mi bebé se está casando.
—Ya cállate ridícula —habló Alan lo más bajo posible.
Lucy lo pellizco.
—Cállate tu zoquete —Dylan también estaba llorando—. No puedo creer que el pequeño Liam se esté casando.
—Es como si fuera ayer que lo vi en los brazos de Rosali recién nacido —Jeremy suspiró—, estoy viejo.
La ceremonia prosiguió sin interrupciones, aunque que todos los invitados notaron que el príncipe Alan y el mate del beta estaban que discutían discretamente.
Theo entregó los anillos que cargaba consigo como padrino de la boda, los novios intercambiaron los anillos mientras recitaban sus votos jurándose amor eterno. El padre preguntó si alguien se oponía a la unión mientras Estefan le susurraba a Liam que era su última oportunidad para después recibir un pisotón de parte de Joon.
Se les declaró marido y mujer. Se besaron con adoración mientras los gritos de júbilo estallaban en todo el lugar.
Liam le sostuvo de la mano y los dos recibieron los abrazos calurosos de sus familiares. Después corrieron entre la lluvia de pétalos y arroz hacia la limosina que los esperaba.
—Suba usted primero Princesa Leia —habló Liam ayudándola a entrar sin dañar su vestido.
—Es cierto —Leia lo beso cuando Liam subió después de ella cerrando la puerta—, ahora soy una princesa.
—Mi hermosa princesa —Liam beso su cuello.
—Te amo Liam —Leia se apegó mucho más a él —. Te amo.
—No más de que yo, te lo aseguro —Liam sostuvo su rostro entre sus manos—. Nadie podrá amar tan intensamente como te amo yo, mi hermosa esposa.
—La comida esta deliciosa —Angel se metió otra mini tarta de limón a la boca—, esto es fantástico.Liana puso los ojos en blanco.—Puedes pedir las tartas que quieras en las cocinas del palacio cuando se te dé la gana —replico Liana—, prácticamente vivimos ahí.—Es diferente —respondió Angel comiendo otra tarta—, se han esforzado más de lo común para alimentar a toda esta gente de otras manadas, si yo le pidiera al cocinero una tarta otro día, no pondría todo de sí como ahora.Liana no replicó aquel argumento, aunque le pareció una tontería estar discutiendo por comida. Levantó la mano para tapar su rostro del sol.—No entiendo porque hicieron la recepción de la boda en la playa —dijo Liana—, me parece un gasto innecesario.Miro en el mar como las personas se acercaban asombradas por como el agua salía y formaba letras o animales, su tía Catrina estaba dando todo de sí.—¿Ya te estás quejando de nuevo? —Junior apareció detrás de ella espantándola—. Ya resígnate, ya se casó.Liana se s
¡Estamos de nuevo por aquí!Escribiré aquí hasta que vuelvan mis inspiración para los especiales.Gracias por leer.***—Osito —Jess acarició la cabeza de su hijo—, no se debe tomar las cosas de otros niños, sabes que hurtar está mal.—¡Yo no robe nada! —se defendió Dantalian—. Les devolví sus tontos juguetes.—Romperlos y lanzarlos a su cara no es devolvérselos Dan —Jessy suspiró—, tienes que entender que lo que hiciste está mal.—Ellos se estaban burlando del señor Toto —gruño tiernamente Dantalian—, no quiero que se burlen del señor Toto, él es sensible.Toto era un oso tallado en madera que Kenai le había regalado. Jess podía entender que los niños señalaran el oso, era tétrico y de noche podía sacarte un buen susto. Kenai hacía figuras de piezas de madera unidas por una soga interna que los hacía mover como si fueran títeres. Descubrieron que Dantalian y Kenai tenían un gusto en común por juguetes que parecían sacados de una casa de terror.Kenai le regalaba algunas de esas figur
Saltó de rama en rama balanceándose y procurando que caía sobre ramas que podrían soportar su peso.Como si fuera un animal pequeño y curioso se sujetó de un árbol cuando ya había llegado al lugar de encuentro. Se colocó sus lentes de visión nocturna y pudo ver a los cinco sujetos que buscaba. Cuatro de ellos dormían y uno hacía guardia.Se encontraba en una copa de árbol muy alto, tan lejos de ellos que no podrían detectarla. Si lanzaba una bomba de gas tranquilizador, ellos tendrían tiempo de correr para no respirar la toxina. Así que no le quedaba de otra que tener que bajar y atraparlos uno por uno.Se precipitó hacia el suelo como si pudiera volar, empezó a impulsarse con ayuda de los árboles para caer con más aplomo y aterrizó limpiamente después de hacer una pirueta. El hombre que estaba despierto cuidando a los demás, no tuvo tiempo de reaccionar. Ella le disparó un dardo tranquilizador en el cuello y él cayó como costal de papas en la tierra.Después les disparó a los otros c
Liam realmente lo intentó, pero hacer panqueques se veía más difícil de lo que parecía. Al final puso en una bandeja cereal con leche en un tazón, un vaso de yogurt con frutas mal cortadas, jugo de fruta de una caja y una rosa.Las llevó hacia la habitación que compartía con su adorada esposa. —¡¿Qué haces con ese libro?! —se quejó Liam—, ¿Acaso no acordamos nada de estudios en la luna de miel?Leia abrazo su libro como si fuera una niña pequeña a la cual le querían quitar su juguete.—Solo es una lectura de placer —Leia apartó el libro para que Liam colocara la bandeja del desayuno—, se ve delicioso, gracias.—¿Un libro de anatomía es un libro de placer?—Liam ya han pasado dos semanas desde que salimos de luna de miel —Leia comió una cuchara pequeña de yogurt—, a ese paso me voy a atrasar.—¡Estas de vacaciones!—Una nunca está de vacaciones cuando estudia medicina —suspiro Leia—, en especial medicina de hombres lobo.Liam se refunfuño, pero no protestó más. Ya había sido un milagr
—Si pones esa canción de nuevo te mataré —dijo Junior al borde de la locura—, sé que es muy triste que terminara contigo, pero escuchando esa horrible canción de desamor no hará que vuelva.—Ella era perfecta para mí —Belial estaba en el suelo mirando el techo y contemplando su miseria—, ahora tengo un agujero en vez de corazón.—No debiste decirle que tienes 7 años en realidad —Angel le lanzó un almohadón—, aparentas mucho más. Ella no tendría por qué enterarse de ese detalle.—Dentro de un año podría aparentar 5 años más —dijo Belial afligido—, tenía que ponerle en sobre aviso.—No has crecido desde hace una año —hablo Liana sin apartar su vista de su tarea—, un año entero sin cambiar físicamente, tal vez desde ahora crecerás con normalidad.—Oh dentro de unos años ya seré un abuelo arrugado como una pasa —susurro Belial—, me cambiaran los pañales y mi papá me cremara o tal vez Bael, espero que usen mi cenizas para alimentar a un árbol.—Creo que tu positivismo es la verdadera razón
Ya que a muchos no les llegan las notificaciones de publicación, estaba pensando crearme un instagram o tal vez un twitter para avisar o incluso conversar con alguna de ustedes.¿Qué red social prefieren?***—¡Lo dije todo! —el sujeto se retorció en el suelo—. ¡Lo juro!—Si —Bael lo miró sin expresión alguna—, lo se.Con un movimiento rápido de la mano hizo aparecer su lanza y atravesó su cuerpo.—No era necesario —Concetta llegó a su lado—, mis informantes dijeron que hace años no practicaba magia negra.—Pero sabía hacerla —replicó Bael haciendo desaparecer su lanza—, lleva la magia negra en su ser y podía practicarla otra vez.—Los hechiceros no se divide en solo magia blanca o negra y usar una u otra no te define quién eres —Concetta miró preocupada a Bael—, como un semidemonio deberías saberlo más que nadie, tu esencia es magia maligna y eso no significa que seas una mala persona.—Depende a quien se lo preguntes —dijo Bael yéndose y dando por terminada la conversación.Concetta
¡Hola!Perdón por subir el especial a los dos libros, fue un error que aun no entiendo cómo sucedió. Ya lo borre el que estaba aquí y está disponible en el libro anterior como debe estarlo ya que es un especial.Como escribí en el especial, me cree un instagram para comunicarme con ustedes y explicar a tiempo cosas como estas. Pueden buscarme como: angiel.afkCuidense mucho y disfruten el capítulo.***—Hey Dantalian no te alejes tanto —dijo Jess mirando a su hijo algo temerosa—, estamos algo alejados de la manada, puedes perderte.Dantalian siguió jugando en la nieve.—Podría quedarme aquí por años —hablo Gunnar arreglando se mas la ropa para abrigarse—, y jamás me acostumbrare al maldito frio. —Vamos deja de quejarte, prácticamente no habías puesto un pie afuera de la cabaña desde que has llegado —se quejó Jess—, yo me sentiría atrapada si me quedara todo el tiempo ahí.—La cabaña es cálida y reconfortante —replicó Gunnar—, puedo sentarme a leer todos los libros que he traído mien
—Realmente odio esto —dijo Auguste mirando con mala cara a Estefan—, siento náuseas después de hacerlo.—Si deseas perder como dos días viajando en avión en vez de cinco segundos apareciendo de un lugar a otro, es tu problema —Estefan miró su habitación con una ceja alzada—, me gustaría que Joon decorara así su propio lugar, al menos su habitación.—Y a Joon le gustaría que dejes de intentar cambiar la residencia de su manada —sonrió Auguste—, sabe la diosa luna que adoro a mi querido Joon, pero si vuelve a cambiar de tema y a recitarme las cosas que le molesta de ti por dos horas cada vez que lo llamo, voy a dejar de hacerlo.—Oh dioses no —Estefan se rio con sorna—, ya los demás dejaron de hacerlo y me echa la culpa.—¿Es que no puedes dejar de cagarla?—No es mi culpa que su familia sea una ladilla —gruño Estefan—, créeme, le hago un favor espantándolos.—Ya vamos —Auguste sujeto su pequeño maletín—, casi todo lo que necesito está ahí.Estefan lo sujeto, después de un destello se t