El llanto del pequeño Abelardo hizo regresar a Abigail de sus dolorosos recuerdos, era hora de alimentarlo y el bebé no era muy paciente, quería lo que quería en el momento, cómo si supiera que había nacido para la grandeza, Abelardo sería el dueño del mundo algún día y parecía saberlo.Antonio había salido a comer algo pero ya iba llegando puntual a la hora de alimentar a su sobrino, una vez que le dió el tetero todo quedó solucionado y ya no lloró más—Antonio quiero pedirte un favor, necesito que me ayudes a ocultar a mi bebé! la familia Diamantis no debe saber que e dado a luz al heredero de Sasha, temo por la seguridad de mi hijo si saben de él.—¿Creés que se atreverían a... matarlo?—!No! pero si intentarían llevárselo a Grecia, para los Diamantis los herederos lo son todo, estoy segura que si saben del nacimiento de mi Abelardo intentarán separarlo de mí para educarlo cómo el heredero de Sasha! y eso no lo voy a permitir!—Esta bien Abigail, cuenta con eso! dejaremos en la man
Franco estaba por cenar cuándo recibió la llamada del ministerio público avisándole del desafortunado accidente, en la llamada le corroboraron que había fallecido.El mafioso Franco se apresuró a avisarle a Sasha quién todavía se encontraba en el despacho trabajando, el capo Sasha no daba crédito a lo que su mano derecha le estaba informando, detestaba a la mujer pero amaba a su hijo, deseaba tener un heredero y lo esperaba con ansias, ahora estaba muerto, calcinado junto a su madre.Ambos mafiosos salieron de prisa al lugar del accidente, era efectivamente su coche, no había nada más que hacer por ellos, a Sasha Diamantis se le agregaba otro dolor más a su ya de por sí miserable vida.El mafioso Estadounidense Carl Jhonson fue avisado del accidente de su hija, salió de su mansión cómo un verdadero loco, Sara era su adoración, era lo que más quería en su vida, había quedado viudo hacía ya más de quince años y se había dedicado por completo a ella.Colín Jhonson el hermano mayor de Sar
En una bella hacienda apartada de la ciudad, Abigail Montesinos jugaba con el pequeño Abelardo, el niño había cumplido seis meses, estaba precioso, regordeto y muy despierto, tenía los hermosos ojos marrón oscuro de su padre al igual que su color de cabello y que decir de su adorable sonrisa igual a la de Sasha.Aby se enfadaba cada vez que le buscaba a su hijo algún parecido a ella, y no encontraba nada más que el lunar en la palma de su mano, un lunar que también llevaba ella en la mano derecha. Aaaaaahs ¡Odio que mi hermoso bebé se parezca tanto a Sasha!Desde que Abigail fue echada de Grecia y regresada a su familia en México, Darius y Sasha se había dedicado a sabotear los negocios que tenían junto a la familia Mexicana, había sido difícil para los Montesinos hacerles frente, Sasha al sentirse engañando y burlado estaba desquitando su dolor volcando toda su furia sobre la familia de la mujer que él creía lo traicionó. Era muy joven, su padre y su hermano no la habían dejado met
Al mismo tiempo en Grecia, Sasha Diamantis y Franco se encontraban en una fría sala de urgencias muy preocupados, la modelo griega Amarenta que había quedado embarazada de Sasha, había ingresado a la sala médica con una amenaza de aborto a los apenas dos meses y medio de embarazo, las probabilidades de que el producto se salvara eran muy bajas, el doctor ya se los había explicado.Franco al ver a Sasha casi desesperado y angustiado por la probable perdida de su hijo se acercó a tomarlo por el hombro, debes calmarte Sasha, no es un hecho que lo pierda, no debes perder la fé.—Es qué... ¡¿no sé qué diablos pasa Franco?! seguimos el tratamiento al pie de la letra, ¿por qué demonios está pasando ésto?Sasha había contratado a la famosa modelo para someterse a un tratamiento de fertilidad, había sacado esperma de su cuerpo para que le practicaran una inseminación artificial a cambio de mucho dinero, la modelo, si tenía al heredero de la familia Diamantis no iba a necesitar trabajar nunca m
En la hacienda los empleados se apresuraban a adornar el gran patio con mesas, flores, manteles y el escenario para el grupo que tocaría en el ameno convivió, las carnes asadas, los mariscos y las cervezas eran todo parte de la cultura de los mafiosos sinaloenses.Aby, llegó a guardar a su yegua para dirigirse de inmediato a su habitación, su pequeño Abelardo estaba tomando su biberón, apenas la vió dejo de mamar para darle una sonrisa, después volvió a lo suyo jugando con sus piecitos que levantaba alto.Aby lo llenó de besos para después entrar a la ducha, debía estar puntual en la celebración, al principio no quería ir, iba a asistir obligada por su padre, pero ahora que se había enterado de todo lo que había estado pasando con Sasha y su miserable padre Darius, ella quería involucrarse en los negocios de la familia, quería poder contribuir a que los negocios mejorarán, es lo menos que podía hacer después de haber sido ella misma la que los llevó a ésta situación, si tan solo hubie
Cómo si fuera un adolescente enamorado hago una pregunta muy estúpida, veo con diversión cómo el rojo del bello rostro de Aby bien podría pasar por el de una manzana madura, ella es mucho de decir lo que piensa por lo que veo y eso le juega un poco en contra por su transparente esenciaYo... no quise decir eso, perdón por ser tan metida, y no, no ando buscando novio, mucho menos en nuestro círculo, aprendí a las malas que no hay que mezclar negocios con placerSí, me enteré que te fue un poco mal con tú matrimonio, me atreví a comentar¿Un poco? no estoy muy segura de que fuera solo un poco, mi esposo me dio la espalda, desconfío de mí y cayó en la trampa de su padre, el señor Darius, escuché a mi suegro pedirle a Sasha que se divorciara de su esposa mexicana, que ya tenía tratos con unos mafiosos estadounidenses apellidados Jhonson para que se casará con una mujer llamada Sara Jhonson y que le quitarían a mí familia los territorios que habían ganado con dedicación y trabajo ¿Y Sasha
Al pequeño Abelardo lo dejaron en observación durante el resto de la noche, Abigail se había quedado a su cuidado, el mismo Lukani salió a darle noticias de su hijo, el mafioso por unos momentos estuvo en el papel de médico, el italiano siempre fue muy profesional cuándo estaba ejerciendo, su vocación estaba intacta, pero su deber cómo cabeza de familia de la Cosa Nostra estaba primeroEl goteo de Abelardito ya se estaba terminando, el doctor de guardia le había dicho a Aby que lo daría de alta al terminarse, aparte de un resfriado común, el niño no tenía nada más, Aby ante el lloriqueo de su bebé, lo cargó en brazos tratando de tranquilizarlo, por fortuna la enfermera le quitó por fin la canalización y en menos de nada estaban listos para irse Aby estaba exhausta, había pasado la noche en vela al pendiente del niño, de pronto recordó que ella no había conducido al hospital si no Lukani, ella no traía las llaves de su auto con ella, tampoco su bolso, estaba a punto de dirigirse al si
El aire cercano a los mafiosos estaba mortalmente frío, Donato sabía lo que significaba una ofensa de tal magnitud hacía su jefe, pero también sabía que esa belleza se le estaba metiendo en la sangre al ItalianoSobándose la mejilla aún y furioso, el mafioso Lukani murmuraba... es una fierecilla indomable, no le interesa una relación, no le intereso yo, pero hay algo que le importa más que nada en el mundo.... !su avecilla!Mmm... ¿y qué con eso? ¿piensas chantajearla con su hijo? ¡qué hijo de puta!¡Donato! regañó Lukani, su jefe de seguridad estaba sobrepasando sus límitesOkey okey, pero si piensas hacer tal cosa, toma en cuenta los problemas en los que nos meteremos con los Montesinos, ellos son capaces de dejarnos cómo coladeras si se enteran que chantajeaste a Aby para llevártela a la cama, Luka,. hay una docena de hermosas mujeres a tú disposición aquí en la hacienda con las que puedes apagar tu calentura, ¿por qué tiene que ser Abigail Montesinos?Porqué esa mujercita a desper