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Dos corazones sangrantes

Al mismo tiempo en Grecia, Sasha Diamantis y Franco se encontraban en una fría sala de urgencias muy preocupados, la modelo griega Amarenta que había quedado embarazada de Sasha, había ingresado a la sala médica con una amenaza de aborto a los apenas dos meses y medio de embarazo, las probabilidades de que el producto se salvara eran muy bajas, el doctor ya se los había explicado.

Franco al ver a Sasha casi desesperado y angustiado por la probable perdida de su hijo se acercó a tomarlo por el hombro, debes calmarte Sasha, no es un hecho que lo pierda, no debes perder la fé.

—Es qué... ¡¿no sé qué diablos pasa Franco?! seguimos el tratamiento al pie de la letra, ¿por qué demonios está pasando ésto?

Sasha había contratado a la famosa modelo para someterse a un tratamiento de fertilidad, había sacado esperma de su cuerpo para que le practicaran una inseminación artificial a cambio de mucho dinero, la modelo, si tenía al heredero de la familia Diamantis no iba a necesitar trabajar nunca más, pero parecía que no tendría esa suerte.

El médico salió con malas noticias buscando a Sasha

—Señor Diamantis lo lamento mucho, no hubo forma que el feto se salvara, al parecer el vientre de la madre lo rechazó fue un aborto espontáneo, además la madre tendrá muchos problemas para embarazarse en el futuro ya que una de sus trompas tuvo que ser retirada debido a la fuerte hemorragia, !qué dios le de resignación!

El mafioso solo asintió y vió marcharse al médico, ya no había nada más que hacer, su bebé se había ido, si seguía así iba a llenar de angelitos el cielo solo con sus propios hijos.

—Franco, encárgate de darle una alta cantidad de dinero a Amarenta, no tuvo a mi hijo pero a quedado casi imposibilitada para ser madre, también pásale el recado que siento mucho la perdida del bebé ¡y que no vuelva a buscarme nunca más!

Sasha salió en su costoso Maserati a toda velocidad del hospital, quería poder anestesiar lo que su corazón sentía, llevaba perdidos dos hijos,— ¿qué acaso la vida le iba a negar la dicha de ser padre? —a su mente venía de nuevo el recuerdo de Abigail, recordaba cómo deseaba tener un hijo con ella, la amaba tanto, ella era la única mujer que veía cómo madre de sus hijos, si tan solo no me hubiera engañado... de nuevo la tristeza de Sasha regresaba, se sentía cómo un muerto en vida, solo cuándo mataba podía sentir que todavía corría sangre por su venas

Al mafioso Darius Diamantis le llegó la noticia por Franco, el hombre hizo el coraje de su vida, no se explicaba cómo su hijo Sasha siendo tan apuesto y asediado por las mujeres no lograba tener un heredero o varios

Por fin después de horas de manejar sin rumbo, Sasha terminó por regresar a la mansión Diamantis, había bebido unas copas para mitigar su pena, pero no bebió tanto cómo para estar completamente borracho, apenas atravesaba la sala de estar cuándo la conocida voz de su padre lo llamó:

—!Me e enterado que Amarenta perdió al niño! ¿acaso no la cuidaste cómo debías? preguntó el padre furioso

—¡La cuidé! ¡la instalé en el mejor departamento, le puse sirvientes, chófer, guardaespaldas, lo único que me faltaba era llevarla cargando al maldito baño! ¡y aún así perdió a la criatura! ¡creo qué estoy jodidamente maldito sabes!

—¿Es que qué carajos pasa contigo? tantas mujeres que se quieren meter en tu cama, podrías embarazar a una docena de ellas si quisieras pero.. ¡¿acaso te falla la polla, Sasha?!

El mafioso río cómo enloquecido, ¿era en serio que su propio padre le estuviera haciendo esa pregunta? sabía que no contaba con su apoyo y que lo único que le importaba en la vida era el legado de la mafia de la que eran líderes, pero preguntarle que si le servía la polla ya era demasiado

¡Deja de romperme las pelotas papá! voy a dormir un rato, mañana tengo que salir a ver unos socios, dejaré pasar un tiempo prudente y lo intentaré de nuevo, ¡no creo que no pueda tener aúnque sea un maldito heredero!

Bueno, esa me parece buena idea, que no pase mucho tiempo Sasha, la familia ya comienza a murmurar sobre ti, tú puesto cómo cabeza de familia peligra si no eres capaz de continuar con nuestro legado, no lo olvides, necesitamos callar los rumores

Culiacán Sin. México

—No.. yo solo.. no esperaba su llegada y me asuste un poco, Aby había perdido el color de su rostro pero ahora sus mejillas se sonrojaban al haber sido pillada infraganti por el italiano que estaba cómo para comérselo a besos, Aby se regañó por pensar cosas que no debía y jaló de las riendas al caballo para salir

—Vamos señor Gambino, aquel de allá será su caballo, la bella mujer señaló un pura sangre café oscuro, el italiano movió su sexy cuerpo hasta él y lo tomó de las riendas siguiéndola a la salida

Lukani era amante de los caballos y solía salir a cabalgar por sus tierras, en su familia poseían una gran mansión dónde tenían grandes hectáreas para salir a montar, el mafioso tenía en sus establos caballos de millones de dólares cuidados por expertos, le agradaba que la hermosa Aby y él compartieran ese gusto.

Aby vió montar a Lukani cómo todo un buen jinete, no se imaginó que tuviera esa habilidad al verlo vestido de Armani, lo imaginaba más bien del tipo presuntuoso con aficiones cómo el ajedrez

Entonces ella también montó a su yegua, el hermoso ejemplar se llamaba Saly, era bastante grande, otra chica en su lugar le temería, pero Abigail Montesinos que había crecido con ella, no, ellas eran mejores amigas

Lukani

Veo montar a Abigail y salir a todo galope cabalgando a su yegua, sus largos cabellos oscuros se ondean al viento, su postura para montar es elegante, domina a la enorme yegua sin problema alguno, se nota que lo disfruta, la corre cómo si al final de la carrera habrá un valioso premio esperando para ella, es una obra de arte digna de admirar, su exquisita belleza la hace ver cómo una diosa Azteca

Aby

Salgo con Saly a toda marcha, quiero ver de qué es capaz ese mafioso italiano, pienso que se atemorizarà y que regresará a la hacienda derrotado, pero grande es mi sorpresa cuándo lo veo galopar a la par mía, su cabello se mueve con el viento de manera tan sensual, su pecho resalta entre la delgada camisa, sus marcadas piernas se hacen notar debajo del pantalón, es cómo un dios griego...

Después de media hora de montar, llegamos a un claro, bajo de Saly y me cubro del sol debajo de un gran árbol, todo alrededor es hermoso, naturaleza y aire puro, un paraíso terrenal, veo que Lukani baja también de su caballo, el mafioso observa el paisaje encantado, parece que la naturaleza también le gusta.

—Esto es un paraíso, tú padre tiene buen gusto a la hora de elegir dónde vivir

—Si, es hermoso, es nuestro lugar favorito, podríamos vivir en cualquier parte del mundo, pero por nada cambiaríamos éste lugar, aquí hemos pasado nuestros mejores momentos y... los peores también

—Entiendo, te refieres a que.. ¿fue aquí dónde te refugiaste después de tu divorcio?

—Yo.. no quisiera hablar de eso, es un tema que no tiene caso tocar

—¿Por qué? ¿es qué todavía no superas toda esa basura que te hicieron pasar los mafiosos Diamantis? Lukani estaba siendo muy directo

—Eso ya quedó en el pasado, ahora lo único que quiero es venganza, me e enterado recién lo que Sasha y los hijos de puta de su familia han hecho pasar a mi padre y a Antonio, sé que se han ensañado con mi familia y el negocio, solo espero algún día regresarles todo lo lo que se merecen esos desgraciados

—¿Todavía lo amas? a Sasha Diamantis.

El corazón de Aby sintió que lo estrujaban provocándole dolor a su herida abierta, tal vez todavía no había sanado tanto cómo pensaba, tal vez necesitaba más tiempo, sin siquiera notarlo llevó su mano a su corazón, si se pudiera ver realmente la mano de Aby estaría manchada de la sangrante herida que yacía en su pecho

—Creo que es tarde, debo prepararme para la cena, adiós señor Gambino

El mafioso la vió montar su yegua cómo una verdadera amazona, no le había respondido la tan personal pregunta que se atrevió a hacerle, al parecer había pecado de curioso está vez, Lukani era el más discreto entre los discretos pero no supo que lo llevó a qué de sus labios saliera esa pregunta, el mafioso pudo ver el dolor de Aby, ella estaba muy herida, ¡ese bastardo de Sasha Diamantis! ¿cómo se atrevió él a hacerle tanto daño a ese hermoso ángel que era Abigail Montesinos?

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