Franco y Alejandro Coleto, partieron de inmediato a Italia, ellos eran unos expertos en su trabajo, cuando se ponían en modo mafioso despiadado, nadie podía con ellos, llevaban armamento, sus mejores hombres, y un plan perfectoFranco ya tenía ubicado a uno de los guardaespaldas de, Lukani Gambino, lo habían secuestrado y lo tenían en una bodega esperando instruccionesDasha de había quedado triste y preocupada por el padre de su hija, si lo perdía en esa misión tan complicada, no sabría cómo vivir sin élAntonella estaba recién parida, ella quería viajar a Italia a hablar con su padre para que de detuviera de una buena vez y dejará a la familia Diamantis en paz, ¿pero cómo? si reciente cesárea apenas le permitía moverse poco y muy despacioAbelardo, sabía que tendría que viajar el también, pero mientras tanto subió a su habitación, el bebé recién estaba despertando, lloriqueaba un poco por comida, era un verdadero glotónPuedes pasarme a Sasha, Abelardo, creo que ya tiene hambre, ese
XXXXXCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCVVVVVVEn la bella Italia, los gritos de furia de Lukani, hacían cimbrar la mansión Gambino, la moneda de cambio que tenía para sacar a su hija Antonella de la familia griega, se había desvanecido durante la noche¡¿Qué demonios pasó aquí?! ¿quién carajos ayudó al prisionero a salir de aquí? ¡investiguen¡ ¡quiero un reporte de todo lo que pasó anoche en mi escritorio en una hora!. - ordenó el mafioso italianoFLASH BACKCuándo por fin rescataron a Sebastián y estuvieron rumbo a Grecia, no pudo evitar preguntarle al falso guardaespaldas. - ¿por qué me ayudaste?Entonces, el mafioso Franco, se comenzó a quitar la máscara falsa que llevaba en el rostro, dejando a Sebastián perplejo ¡Papá! ¡debería haberlo sabido! ¡solamente el mejor estratega de todos podría entrar a la mansión blindada de los Gambino y sacarme!Padre e hijo se abrazaron, Franco estaba emocionado hasta las lágrimas, por meses había creído a su hijo muerto, el pecho le dolía y ver a su amada Sofí
El regreso de Sebastián le había dado alegría a la familia, las risas de los bebés eran como rayos de sol, la mansión Diamantis de había llenado de juguetes, cochecitos, corrales y diversos productos para bebés UN MES DESPUÉSPapá, te tengo una sorpresa, ¡yo... estoy embarazada de nuevo!El gran mafioso Sasha escupió el sorbo de café que recién había tomado, Abigail, quién estaba a su lado, le palmeó la espalda ¿Cómo que embarazada de nuevo? ¡ese Sebastián no pierde el tiempo!Fue un descuido, papá, pero estamos bien con el embarazo, Adriana y el bebé crecerán juntos. - dijo Dariana a su padreHmmm... ya qué, ni modo que lo regresemos, ¿verdad?. - Dariana dió un rápido beso a su padre y subió a su habitación a ver a AdrianaUna vez solos, Sasha miró a Abigail. - ¿Qué? la bebé todavía es muy pequeña, estos chicos ya me llenaron de nietosSi, quién diría que ese día de la fiesta de mafiosos en la que nos conocimos, íbamos a terminar aquí, conociendo a nuestros nietosEse día me enamor
La vida de la familia Diamantis y la familia Coleto, había sido muy buena, es verdad que tuvieron contratiempos, enemigos y problemas, supieron salir adelante triunfantes cómo siempre¡Amor, creo que ya es hora!. -Antonella avisaba a Abelardo que el bebé ya iba a nacer, el pequeño Sasha de casi dos años, acompañaba a su madre en la habitación, el niño le acariciaba el cabello a su mamá, pensando que así le ayudaría a calmar su dolor¡Ya estoy cerca, cariño, en un momento estoy ahí para llevarte al hospital! le dije a Alejandro que no quería asistir a esa junta con los socios, pero insistió en que no sería bueno si me vieran personalmente, resiste, princesa, te amo, ¿lo sabes verdad?La pareja cortó la llamada, Abelardo apenas llegó, corrió a su habitación, el mismo llevó la hermosa italiana al hospital, Abelardito fue con ellos, el mafioso no tuvo corazón para dejarlo después de que el niño estuviera llorando asustado¡Aaaaahh...!Antonella se quejaba de dolor, iba en la parte trasera
Esa noche lluviosa, el nacimiento del heredero de la mafia griega estaba sucediendo en la ciudad de Culiacán Sinaloa, México, tierra cuna del narcotráfico y la ciudad del norte más rica por el flujo de dólares que los mafioso traen de los Estados Unidos —!Puja Abigail!—!puja qué el bebé ya viene!El médico ginecólogo que atendía el parto de Abigail Montesinos heredera de la mafia Mexica, estaba haciendo milagros para que el bebé naciera, ella estaba muy débil, se había dejado casi morir cuándo cayó en depresión después de su doloroso divorcio con Sasha Diamantis, el actual cabeza de familia de la mafia griega.Sasha era un mafioso cómo pocos, su extremo atractivo, su inteligencia para liderar y llevar los negocios de su familia a un nivel superior a todos sus antecesores lo distinguía por completoLa lluvia arreciaba afuera los ensordecedores truenos se mezclaban con los gritos de dolor de Abigail.—¡Sasha maldito desgraciado! —¡Duele como el infierno!Con la frente sudorosa y el r
Antonio Montesinos Apenas lo preguntó se arrepintió, su hermana casi muere por ese hombre, no debió mencionarlo—!Soy un imbécil Aby, perdón! no debí mencionarlo olvidemos la pregunta...—Está bien Antonio, no me gusta hablar de él pero entiendo por qué lo preguntas, ¿tal vez piensas que voy a correr con nuestro hijo en brazos a pedirle que vuelva a amarme y que nos reciba en su vida al bebé y a mí, no es cierto?Antonio dejaba escapar un suspiro, por supuesto que estaba preocupado, él había sido testigo de cuánto amaba a ese miserable mafioso—Si te soy sincero si lo e pensado Aby... lo has amado tanto que no tengo idea de que locura seas capaz de hacer por él —Eso va a quedar en el pasado ya mismo Antonio, desde hoy nace una mujer fuerte, Abigail Montesinos a renacido de las cenizas, el amor que un día le tuve a Sasha Diamantis no volverá a ver la luz del día en ésta vida, quedará enterrado en lo más profundo de mi corazón !para siempre!A la joven madre le vinieron los recuerdos d
El llanto del pequeño Abelardo hizo regresar a Abigail de sus dolorosos recuerdos, era hora de alimentarlo y el bebé no era muy paciente, quería lo que quería en el momento, cómo si supiera que había nacido para la grandeza, Abelardo sería el dueño del mundo algún día y parecía saberlo.Antonio había salido a comer algo pero ya iba llegando puntual a la hora de alimentar a su sobrino, una vez que le dió el tetero todo quedó solucionado y ya no lloró más—Antonio quiero pedirte un favor, necesito que me ayudes a ocultar a mi bebé! la familia Diamantis no debe saber que e dado a luz al heredero de Sasha, temo por la seguridad de mi hijo si saben de él.—¿Creés que se atreverían a... matarlo?—!No! pero si intentarían llevárselo a Grecia, para los Diamantis los herederos lo son todo, estoy segura que si saben del nacimiento de mi Abelardo intentarán separarlo de mí para educarlo cómo el heredero de Sasha! y eso no lo voy a permitir!—Esta bien Abigail, cuenta con eso! dejaremos en la man
Franco estaba por cenar cuándo recibió la llamada del ministerio público avisándole del desafortunado accidente, en la llamada le corroboraron que había fallecido.El mafioso Franco se apresuró a avisarle a Sasha quién todavía se encontraba en el despacho trabajando, el capo Sasha no daba crédito a lo que su mano derecha le estaba informando, detestaba a la mujer pero amaba a su hijo, deseaba tener un heredero y lo esperaba con ansias, ahora estaba muerto, calcinado junto a su madre.Ambos mafiosos salieron de prisa al lugar del accidente, era efectivamente su coche, no había nada más que hacer por ellos, a Sasha Diamantis se le agregaba otro dolor más a su ya de por sí miserable vida.El mafioso Estadounidense Carl Jhonson fue avisado del accidente de su hija, salió de su mansión cómo un verdadero loco, Sara era su adoración, era lo que más quería en su vida, había quedado viudo hacía ya más de quince años y se había dedicado por completo a ella.Colín Jhonson el hermano mayor de Sar